Brasil/ "El PT sabe que precisa del antipetismo para mantener su hegemonía política" [Moysés Pinto Neto - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Sep 25 21:49:17 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

25 de setiembre 2018

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Brasil

 

Entrevista a Moysés Pinto Neto

 

"El PT sabe que precisa del antipetismo para mantener su hegemonía política"

 

Gabriel Brito, Redacción

Correio da Cidadania, 25-9-2018

http://www.correiocidadania.com.br/

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

 

Después del episodio del atentado a Bol­so­naro, los debates pre-electorales
se calentaron todavía más y el sentimiento de polarización en torno al
candidato ultraderechista aumentó. Con la subida de Fer­nando Haddad en las
encuestas, la expectativa de una segunda vuelta con una versión radicalizada
en relación a las polarizaciones “petucanas” (ndt: entre el PT y el PSDB) se
afirmó. Para analizar un cuadro cada vez más tenso y también las demás
posibilidades electorales, Correio da Cidadania entrevistó Moysés Pinto
Neto, doctor en Filosofía, graduado en Ciencias Jurídicas y Ciencias
Criminales, profesor en la Universidad Federal de Rio Grande del Sur (UFRGS)
y en Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur (PUCRS).

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Cómo evalúa las repercusiones electorales del
atentando contra Jair Bol­so­naro, can­di­dato a pre­si­dente del PSL
(Partido Social Liberal), en el evento de Juiz de Fora?

 

Moysés Pinto Neto: Una noticia terrible para la democracia brasilera.
Primero, porque ex­pli­cita el clima de violencia política que se tornó
dominante en los últimos años y cada mes parece subir un grado de
temperatura. Tuvimos antes tiros a los ómnibus de Lula, muchas agresiones
verbales y físicas esparcidas en múltiples eventos y lo más grave de todos:
el asesinato de Ma­ri­elle Franco. Ser de­mo­crá­tico sig­ni­fica reconocer
el plu­ra­lismo como ele­mento cons­ti­tu­tivo del régimen po­lí­tico. 

 

Hoy eso parece cada vez más difícil para cada una de las fuerzas políticas.
Además de eso, el tipo de pensamiento del agresor fue muy típico de un
ambiente de pa­ra­noia y conspiraciones que tiende a producir el
distanciamiento de los más lúcidos, dada la intoxicación del debate y la
aparición de esas figuras-zombis que parecen conducidas por fuerzas
enloquecidas. Una cierta dimensión delirante de la política de la política
cuyo efecto puede ser caer en una guerra civil o, al mínimo, en una
multiplicidad de atentados de género. 

 

Se­gundo, porque debilita el debate electoral, blindando a Bol­so­naro de la
inquisición necesaria que, para muchos, lo iría a debilitar. Al tener que
exponer sus ideas extremistas, Bol­so­naro se vería constantemente forzado a
una posición antipática y sectaria. Cuando la cuchillada, su crecimiento se
había estancado y el rechazo aumentaba, Luego, siendo víctima, pasó a ser
visto con menos antipatía y creó un blindaje todavía mayor con su séquito de
fanáticos. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Qué piensa de la postura del PT en mantener hasta
el límite la candidatura de Lula? ¿Y qué piensa de la fórmula Fer­nando
Haddad-Ma­nuela D’Ávila? 

 

Moysés Pinto Neto: Muestra que el proyecto petista es, ante que todo,
mantenerse como el principal partido nacional. La perspectiva del PT siempre
fue estirar la cuerda lo máximo posible. En el ápice del lulismo, el PT
sabía que acumulaba fuerzas que podrían ser quemadas en un futuro próximo.
Sobraba capital político. 

 

Ese capital fue dilapidándose con el desastroso gobierno Dilma (en sus dos
mandatos). En la época de la segunda vuelta del 2014, una enorme franja del
electorado ya declaraba “voto crítico”, lo que significaba que votaban más
para evitar a Aécio Neves que creyendo, propiamente, que la primera gestión
de Dilma pudiese ser cancelada. Se proponía un “giro a la izquierda”
pensando en la miseria política que fue el primer mandato, cuando figuras
como Marco Fe­li­ciano y Edu­ardo Cunha acabaron tornándose líderes del
Congreso gracias al desinterés eco­no­mi­cista de la presidenta y su bancada
legislativa.

 

En el segundo mandato, con el engaño electoral (una campaña pautada más a la
izquierda -para contrastar con Ma­rina Silva. se­guida de la aplicación de
todas las medidas de ajuste fiscal que fueron negadas e imputadas a sus
adversarios) el capital político del PT se dilapidó aún más. 

 

Pero estaba la carta Lula. La extrema popularidad (así como el extremo
rechazo) del ex presidente todavía daba margen para mucha competitividad,
bien por encima de Ciro Gomes y Ma­rina Silva. Así, el PT resolvió quemar
hasta el último hilo de su capital político, usando la carta Lula hasta el
fin. 

 

Se puede decir que es una lucha ética contra la prisión injusta o contra el
golpe, pero sabemos que eso es más un juego de escena política para la
militancia que cualquier otra cosa. La fuerza del PT está en su lado
movimiento, que a pesar de todas las crisis continúa todavía inigualable en
Brasil. El lado partido, en tanto, es absolutamente pragmático y hace
alianza con el que sea. Es maquiavélico en el sentido neutro de la palabra.
La estrategia llevó en consideración los dos aspectos y consiguió retomar,
con relativa facilidad, la hegemonía de la izquierda.   

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Cómo ana­liza las de­más can­di­da­turas hasta el
momento en carrera? Ciro o Ma­rina son alternativas interesantes para
contraponer la agenda de los últimos años?

 

Moysés Pinto Neto: Desde un punto de vista general de la izquierda,
considero que son excelentes can­di­da­turas porque explicitan las dos
tendencias internas del lulismo. Ciro Gomes, el desarrollismo, la
recuperación del empleo, de la industria, inclusive en su aspecto malo de
ignorar la pauta ambiental e indígena. Marina Silva, un
ex­pe­ri­men­ta­lismo que com­bina po­lí­ticas sociales y or­to­doxia
econó­mica, algo pró­ximo de lo que Nancy Fraser llama “ne­o­li­be­ra­lismo
pro­gre­sista”. 

 

Ciro es Lula II (2008-10) y Dilma; Ma­rina es Lula I (2003-07), con más
austeridad fiscal y apuesta en las invenciones en el campo fuera de la
ma­cro­e­co­nomía. Serían dos liderazgos altamente calificados para suceder
al PT si el partido no tuviese la compulsión de sólo admitir la unidad de la
izquierda bajo su dirección. 

 

La candidatura Boulos, resbala en la ambigüedades del PSOL. La presencia de
Sonia Gua­ja­jara es la mejor noticia de la elección, pero al mismo tiempo
sabemos que también existe un desarrollismo duro en el PSOL. El propio
Boulos, además de eso, quedó preso en relación a la candidatura Lula y no
consiguió colocarse como línea de frente de un proyecto futuro. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿En cuánto a la derecha que se presenta menos
radical, cree que Alckmin, Amoêdo y Mei­relles tienen grandes di­fe­rencias?


 

Moysés Pinto Neto: Son diferentes, Alckmin es un so­cial-li­beral de perfil
con­ser­vador que ahora perdió un poco de las amarras que existían en la
resistencia a políticas más liberales en la economía. Con el crecimiento de
ese discurso por medio de diversos órganos de emisión que traen a Brasil el
discurso that­che­rista, el PSDB asumió una línea más privatizadora. 

 

Mei­relles por su vez, intentó una candidatura full li­beral, esto es,
liberal en el comportamiento (expresando posiciones sobre drogas y aborto) y
en la economía, Cu­ri­o­sa­mente, se confundió en el lulismo e intentó
presentarse como al­ter­na­tiva prag­má­tica. 

 

Fi­nal­mente, Amoêdo busca consolidar un campo más fuerte desde el punto de
vista ide­o­ló­gico -algo como un PSOL de la derecha- en torno al
li­be­ra­lismo econó­mico. A pesar de eso, adopta el modelo norteamericano
de “li­beral con­ser­vador” y, caso un día crezca, pode ser conducido en
múl­ti­ples as­pectos. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Volviendo a Bol­so­naro, qué piensa de su
pro­grama econó­mico y de la fi­gura de Paulo Guedes? 

 

Moysés Pinto Neto: La más pura repetición del pi­no­che­tismo. Tecnócratas
económicos volcados dejar que los más ricos impongan su agenda económica.
Eso se combina al populismo autoritario de Bol­so­naro que, haciendo de la
comicidad su propia forma de decir, “yo soy como usted”, consigue producir
una nueva nube afectica a su alrededor. 

 

La responsabilidad política de Paulo Guedes (1) es inmensa, ya que la
campaña de Bolsonaro pasaría por sig­ni­fi­ca­tivas di­fi­cultades sin un
fiador en el mercado Nunca podremos olvidar el papel que se seños y su
programa produjeron para la crisis de la democracia en Brasil.. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Sobre la izquierda, cómo a ana­liza en esta
disputa electoral su actuación desde el im­pe­a­ch­ment?

 

Moysés Pinto Neto: Com­ple­ta­mente frag­men­tada. Muchos dan por suficiente
hacer un diagnóstico psicológico de lo que serían vanidades y resentimientos
que nos separarían. Hay, en tanto, diferencias reales en términos de
proyecto, diagnóstico y estrategia. No veo mucha chance de que se produzca
una unificación.  

 

Lo que queda más claro desde el im­pe­a­ch­ment es que la derecha encontró
un lenguaje más permeable al sentido común -que envuelve punitivismo y
crítica al gobierno- que la izquierda. Ya en los años 1970, Stuart Hall
destrababa esa situación mostrando como la hegemonía de la derecha es
conquistada no apenas desde arriba, con el discurso contra la
financiarización como se acotumbra a pensar, sino desde abajo, con una
subjetivación que consigue conectar con la vida de las personas. 

. 

La lucha que sa­bíamos era a de­ci­siva en estos úl­timos años, por ganar a
la llamada “clase C”, “ba­ta­lladores” o “nueva clase media”, está siendo
ide­o­ló­gi­ca­mente per­dida por mil y una ra­zones. 

 

Además de eso, tenemos muchos diferendos entre nosotros. Para unos, la
prioridad es que el PT retorne al poder, para “vengar el golpe” y reciclar
los cuadros de la década pasada. Para otros, la alarma antifascista es tan
alta que nos llevaría a recorrer todas las estrategia posibles para
evitarla. Entre una y otra, nuestra fuerza más potente, el PT, está sin duda
al lado de la redención. El PT siempre restaura la polarización porque
precisa del antipetismo para mantenerse como eje de la política.   

 

El riesgo que Ciro y Ma­rina representan es exactamente ese: desplazar al PT
del eje y tornarlo una fuerza política entre otras en una escisión mayor.
Por eso, a pesar de la rivalidad, el PT sabe que el antipetismo es un verso
dialéctico necesario para la afirmación de su hegemonía. El combate el
antipetismo, pero no puede atravesar por otra configuración, como desde 2013
diversas veces fue señalado. 

 

Tanto por la estrategia pragmática, cuánto en su lado movimiento, mismo que
pierda, el PT está más preocupado en hablar ´para la “Historia”, con H
mayúscula, que propiamente en evitar el fascismo. Para el resto de la
izquierda, es de­ses­pe­rador. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Considera que las grandes necesidades nacionales
están debidamente en discusión, al menos en alguna de las candidaturas?
¿Cuáles deben ser las prioridades políticas brasileras?

 

Moysés Pinto Neto: Hay varias grandes necesidades, como previsión social,
legislación laboral y política fiscal, siendo debatidas con bastante ahínco.
Pero otras bien serias, como educación y proyecto para el siglo 21, ni
consiguen entrar en el debate. Los dos grandes desafíos que se colocan -la
construcción de un modelo que no sea inviable desde el punto de vista
ecológico y la Cuarta Revolución Industrial- están a kilómetros del debate. 

 

En ese sentido, el populismo sirve para debilitar todavía más tales debates.
Promueve la infantilización de las cuestiones en una lucha “nosotros contra
ellos” y acaba, así, eliminando la conciencia de complejidad de los
problemas. 

 

- Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Hay de hecho una “onda fas­cista” en eclosión en
Brasil? ¿Reflejaría vientos globales?

 

Moysés Pinto Neto: Sí, hay una onda fascista, aunque ni todas las personas
que adoptan el candidato de extrema drecha sean fascistas. Pero que existe
una germinación micro-política de ideas de unidad, de destrucción de la
diferencia y una cierta sed de destrucción de las instituciones, sumada al
culto al líder, parece evidente. Grupos sociales que venían perdiendo
espacio, o al menos quedándose en casa, están cada vez más visibles. 

 

Así como la onda anterior, llamada por algunos de “ciudadana”, y como todo
en el mundo actual, ella se conecta a movimientos globales que amenazan
crear un gran Ar­ma­gedon por todo el pla­neta, res­tau­rando ideas y
jerarquías en nuevas configuraciones. Putin es el arquitecto de ese nuevo
mundo. 

 

-Cor­reio da Ci­da­dania: ¿Qué vislumbra para el país luego de las
elecciones? ¿Seguiremos en crisis profunda?

 

Moysés Pinto Neto: Es difícil que escaparemos, en un futuro próximo, de
perder nuestras libertades. 

 

Nota 

 

1) Paulo Roberto Nunes Guedes, economista y banquero. Uno de los fundadores
del think tank brasilero Instituto Millenium, y socio-fundador do grupo
financiero BR Investimentos que luego se hizo parte de la Bozano
Investimento. Coordina el programa económico de Bolsonaro, defiende un plan
de choque de privatizaciones de las empresas públicas, y un “pacto
federativo” entre los estados y municipios, usando los recursos de las
privatizaciones para reducir la deuda pública. (Redacción Correspondencia de
Prensa)

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