Uruguay/ El abrigo de la palabra. Avanza la lucha de las personas en situación de calle [Soledad Castro Lazaroff]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Ago 17 14:11:17 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

17 de agosto 2019

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Uruguay



Avanza la lucha de las personas en situación de calle.



El abrigo de la palabra



Este lunes 19 de agosto, en la explanada de la Intendencia (alcaldía) de
Montevideo, se encontrarán quienes quieran celebrar el Día de las Luchas de
las Personas en Situación de Calle en Latinoamérica y el Caribe. La
oportunidad servirá también como instalación de una nueva fecha simbólica
para un movimiento social que crece en nuestro país y en todo el continente.



Soledad Castro Lazaroff

Brecha, 16-8-2019

https://brecha.com.uy



“Proclamamos que se absuelve de la culpa/ al ciudadano que nos ve pasar con
nuestros bolsos y petates/ desde el interior de su linda casa./ El frío
invierno es también nuestro hermano,/ y nos construye.”



Del “Manifiesto fanfárrico. Proclama poética de la Fanfarria Invernal”, 2019



Hace 15 años, entre el 19 y el 22 de agosto de 2004, se produjo en las
calles de San Pablo la “Masacre de la Sé”. Quince personas que utilizaban el
espacio de la Praça da Sé cómo vivienda improvisada fueron atacadas
violentamente durante la noche. Murieron siete, y las otras ocho quedaron
heridas de gravedad. Algunas investigaciones de la época señalan que el
objetivo de los ataques era silenciar a esas personas porque, al estar en la
calle, podían testificar sobre la vinculación de la policía con el tráfico
de drogas. Ese hecho significativo motivó a la red latinoamericana de
personas en situación de calle a tomar esa fecha para erigirla en símbolo de
lucha. Por esa razón, varios países de América Latina y el Caribe se
movilizarán este lunes 19 con el objetivo de visibilizar y denunciar las
muertes que, por violencia policial, por hipotermia o por enfermedades que
surgen de la precariedad, sufren quienes viven en la calle. “Más allá de las
diferencias de cada país, los huesos duelen igual en todas partes y ni una
muerte debe quedar en la indiferencia”, dice el comunicado que hizo llegar a
Brecha Ni Todo Está Perdido (Nitep), el colectivo uruguayo conformado, en
gran parte, por personas en situación de calle.



El cuerpo del otro



En 2018 empezó a ser notorio que varias personas en situación de calle
utilizaban, durante el día, las instalaciones de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de la República. Esto motivó una ardua discusión
institucional sobre el tema, que luego se volvió mediática: hay quienes
piensan que la facultad no debe ofrecer refugio para los ciudadanos que no
tienen dónde pasar el invierno. Sin embargo –y gracias a una fuerte gestión
del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, Cecso– se logró que pudieran
habitar ese espacio y el decanato se comprometió a pedir ayuda para que ese
tránsito fuera significativo. El proyecto pasó a ser parte del programa de
extensión de la facultad; la idea era que ese estar, ese habitar las
instalaciones, ya no fuera meramente una condición física y se dotara,
también, de un sentido político. Para eso, las autoridades contrataron a
Walter Ferreira, coordinador de Urbano –un centro cultural dependiente de la
Dirección Nacional de Cultura que está orientado al trabajo con personas en
situación de calle–, para hacerse cargo de acompañar los procesos
individuales y grupales. Ferreira armó un dispositivo de participación y les
propuso a los integrantes del grupo juntarse todas las semanas; a partir de
ese momento, la comunidad de la facultad se comprometió con el proyecto.
Varios docentes empezaron a darles clases, en el entendido de que acceder a
un cuerpo de conocimiento vinculado con los procesos de organización social
–históricos y presentes– en América Latina podía ser, para ellos, la
diferencia –literal– entre la vida y la muerte. De esa acumulación de
experiencias compartidas, de ese espacio múltiple de encuentro, surgió el
colectivo Nitep, que conforma, en sí mismo, un hecho histórico: es un
colectivo en el cual son las propias personas en situación de calle –como
miembros de la sociedad civil y en coordinación con otros colectivos, en red
y comunidad– las que empiezan a hablar por sí mismas y a luchar por sus
derechos.



“Hasta ahora, las problemáticas de las personas en situación de calle
siempre fueron atendidas desde los gobiernos, desde los Estados”, dice
Walter Ferreira a Brecha. “Desde ese abordaje, las políticas en torno a
estos temas suelen ser un fracaso, se da por entendido que no tienen
solución. Pero nosotros lo que hemos descubierto es cómo, en experiencias de
la sociedad civil, en distintos países, y particularmente con la
participación central de las personas que están en situación de calle,
aparecen experiencias diferentes, innovadoras. Son procesos que ofrecen
posibilidades de éxito; son nuevas prácticas ancladas a la perspectiva de
derechos humanos.”



La voz del otro



Hoy en día, la única legislación respecto de las personas en situación de
calle se encuentra en el Código de Faltas. Ese tipo de normativas se fundan
en una concepción que criminaliza y discrimina a los ciudadanos, pensándolos
solamente desde el discurso de la seguridad pública, sin tomar en cuenta su
posición real. Frente a esta realidad, Nitep ofrece una mirada completamente
distinta, en sintonía con otros colectivos que empiezan a surgir y tomar
fuerza en varios países de América Latina. En Argentina, por ejemplo, la
organización Proyecto 7 “realiza actividades diversas destinadas al abordaje
de la problemática desde una perspectiva integral, multidisciplinaria y
colectiva, entendiendo a las personas en situación de calle como portadoras
de saberes y experiencias valiosas para reformular sus proyectos de vida, y
reconociendo la necesidad de la organización colectiva con otros/as para
construir nuevos modos de habitar la ciudad”.(1)



Proyecto 7 logró que se sancionara una nueva ley en Argentina que hoy
funciona de inspiración para el colectivo uruguayo. En la redacción de esa
ley fueron las propias personas en situación de calle las que pusieron el
cuerpo y la letra. La posibilidad de proponer en Uruguay una ley de
similares características recién empieza a tomar forma, pero es uno de los
núcleos de trabajo que Nitep se está planteando de cara al futuro. “Además
del trabajo en coordinación para conocer y aprender de la experiencia
argentina en relación con lo jurídico, con Proyecto 7 tenemos varias
acciones en conjunto. Preparamos proyectos en común; uno de ellos tiene que
ver con la realización del segundo encuentro latinoamericano de gente de la
calle, que se va a hacer en Montevideo o en Buenos Aires. Además, compañeros
nuestros de Nitep van a ir a Buenos Aires a hacer una pasantía en Proyecto
7”, declara Walter Ferreira, entusiasta con el crecimiento de un colectivo
que, a pesar de tener sólo meses de existencia, se posiciona con fuerza.



Derechos culturales



El centro cultural Urbano es un programa del Mec (Ministerio de Educación y
Cultura) orientado a las personas en situación de calle, pero abierto a toda
la población. El espacio cuenta con diferentes talleres (de cine, de teatro,
de títeres, de plástica, entre otros) y además trabaja en territorio, en los
centros nocturnos del Mides, en los barrios, en la ciudad de Canelones, en
Pando, en La Paz. La concepción de su trabajo tiene que ver con la
convicción de que todas las personas tienen derecho al arte y a la cultura.
“Tratamos de que el arte y la cultura sean un punto de partida para generar
procesos de recuperación, de dignidad, emancipatorios. La cultura y el arte
son idóneos para trabajar estas problemáticas. Todo el tiempo estamos
coordinando con instituciones, organizaciones, ese es nuestro rol”,explica
Ferreira. Si bien la actividad del lunes fue organizada sobre todo por Nitep
en comunicación con otros colectivos, es enUrbano donde los participantes se
ven las caras, articulan nuevas acciones; el espacio facilita interacciones
sociales signadas por la libertad y el cuidado mutuo.



“Para mí es todo completamente nuevo, y además me despeja la mente”, le
cuenta a Brecha Paula Zamora, de 23 años, integrante de Nitep. “También me
permite conocer personas que están en la misma situación que yo, conocer sus
historias. Es la primera vez que estoy en calle, así que yo de la calle no
sabía nada. Por eso está bueno escuchar las vivencias de mis compañeros.”
Paula va a ir este lunes a habitar la calle de otra manera, reivindicativa y
celebratoria, como también sucede desde hace cinco años en la Fanfarria
Invernal, una actividad organizada por Urbano para darle la bienvenida al
invierno.



Incertidumbre



A fines de agosto se termina el trabajo de Walter en la Facultad de Ciencias
Sociales. Cambió el decanato, y parece que la intención es volver a dejar
sin espacio al colectivo Nitep, impidiendo que se sigan juntando allí. Y si
bien es muy probable que encuentren dentro del movimiento social nuevos
espacios solidarios que les permitan seguir funcionando, cabe preguntarse
por el sentido de finalizar una experiencia que ha sido, sin duda, positiva,
tanto para las personas en situación de calle como para la comunidad
estudiantil. El trabajo organizado, colectivo, que articula personas de
distintas procedencias para pensar y crecer, suele tener una potencia
insospechada. Eso se vio muy claramente en el comunicado que sacó Nitep
cuando ocurrió la segunda muerte por frío este año en Uruguay: expresaron
con claridad que el Estado es responsable de las muertes y de todas las
enfermedades que se generan por estar en la calle, y de todo el deterioro
físico, espiritual y emocional de las personas, pero también declararon que,
al mismo tiempo, la sociedad civil debe hacerse cargo de proponer y realizar
acciones con respecto a estas problemáticas. “Nitep se pronunció totalmente
en contra de la internación compulsiva”, afirma Ferreira, uno más dentro de
una organización sin jerarquía alguna, que funciona de manera horizontal.
“Entendemos que la internación compulsiva es una forma de ocultamiento de la
pobreza. No soluciona nada de fondo, sino que lo que hace es ocultar, hacer
como si las cosas no pasaran.”



La actividad que se realizará este lunes es todo lo contrario: tiene que ver
con dejarse ver, con celebrarse, con abrazarse, con hacer ruido. Porque más
aun que ser vistos, ser mirados es un derecho.



Nota



1) De la página www.proyecto7.org <http://www.proyecto7.org>

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