Cuba/ La mala hora de la disidencia. A cabezazos y sin money [Amaury Valdivia]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Dic 6 23:10:07 UYT 2019


Correspondencia de Prensa

6 de diciembre 2019

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Cuba

 

La mala hora de la disidencia 

 

A cabezazos y sin money

 

Hacia afuera, la detenci贸n del opositor Jos茅 Daniel Ferrer supuso un elevado costo pol铆tico para el gobierno cubano y dio renovada exposici贸n medi谩tica a la disidencia interna. En la isla, sin embargo, la oposici贸n contin煤a fraccionada y sin apoyos, presa f谩cil de las autoridades y dependiente de un mecenas extranjero cada vez menos pr贸digo.

 

Amaury Valdivia, desde La Habana

Brecha, 6-12-2019 

https://brecha.com.uy/

 

Hacia la mitad del metraje, el protagonista del video aparece sentado ante un escritorio de madera chapada, en una sala de interrogatorios. Una c谩mara oculta lo filma junto a un guardia de seguridad que lo vigila desde varios metros de distancia. Est谩 sin camisa. A esas alturas de la filmaci贸n ya sabemos que siempre que es detenido se apura a rasgarse las vestiduras, cual profeta.

 

Pasan unos segundos en los que el hombre se remueve en su asiento. De pronto, se lanza de cabeza contra el bur贸, lo golpea varias veces, lo vuelca y comienza a gritar, como si en el tr谩mite le fuera la vida. En el 铆nterin, el centinela ha abandonado la habitaci贸n y regresado con alguien 鈥搒eguramente un superior鈥. 鈥溌縐stedes no ven c贸mo este me est谩 dando?鈥, los recibe enfurecido nuestro h茅roe.

 

M谩s adelante se lo ver谩 asegurar en un canal televisivo de Miami: 鈥淣adie puede negar que existe tortura policial contra los opositores al r茅gimen鈥. Se llama Jos茅 Daniel Ferrer y es el l铆der de la autodenominada 鈥渕ayor organizaci贸n opositora de la isla鈥, la Uni贸n Patri贸tica de Cuba (Unpacu).

 

De l铆deres y dinero 

 

El 1 de octubre Jos茅 Daniel Ferrer fue detenido en la ciudad de Santiago de Cuba, donde reside, bajo una bizarra acusaci贸n de secuestro y lesiones, presentada por uno de sus antiguos correligionarios. La dramaturgia del caso remite al modus operandi de la Seguridad del Estado (G鈥2) 鈥搇a polic铆a pol铆tica鈥 para sacar de circulaci贸n a connotados cabecillas opositores.

 

La pr谩ctica totalidad de los movimientos que estos dicen conducir tiene como tal贸n de Aquiles el dinero. Por su cuenta, en a帽os anteriores fueron emplazados varios dirigentes y estuvieron a punto de desintegrarse las Damas de Blanco. Consciente de la opacidad con que se manejan los fondos que env铆a el gobierno de Estados Unidos 鈥揳lgo reconocido hasta por el Departamento del Tesoro鈥, el G鈥2 est谩 siempre listo para fomentar la controversia. En el caso de Ferrer, su propensi贸n a la violencia y sus v铆nculos con el hampa santiaguera hicieron m谩s f谩cil el trabajo.

 

El proceso va teniendo, sin embargo, un elevado costo pol铆tico. Hasta el momento de su detenci贸n, Ferrer era virtualmente desconocido en la isla. Los 5 mil integrantes que dice aglutinar la Unpacu seguramente s贸lo exist铆an en los reportes de la prensa estadounidense y los informes remitidos a la embajada norte帽a en La Habana.

 

La exposici贸n medi谩tica ha ayudado al oscuro l铆der a ganar notoriedad fuera de fronteras. Incluso el europarlamento aprob贸 hace pocos d铆as una resoluci贸n en la que pide su liberaci贸n inmediata. Dentro de Estados Unidos el suceso sirve de combustible para la ret贸rica del exilio anticastrista y de pretexto para la administraci贸n Trump en su escalada de sanciones a la isla.

 

Los regulados 

 

El reportaje con el video de Ferrer en la sala de interrogatorios fue publicado por la televisi贸n cubana la noche del 27 de noviembre, en horario estelar. Buscaba influir en la votaci贸n que al d铆a siguiente tendr铆a lugar en Bruselas y 鈥搒obre todo鈥 desacreditar a una figura que comenzaba a tener cierta notoriedad medi谩tica en el interior del pa铆s.

 

La acelerada penetraci贸n de Internet ha contribuido a quebrar hasta cierto punto el monopolio del Estado en la informaci贸n y pone a las autoridades ante un dif铆cil reto, precisamente en tiempos de redoblada agresividad del gobierno estadounidense. El conflicto tiene consecuencias en distintos 谩mbitos; uno de ellos, el migratorio. En los 煤ltimos meses ha crecido el n煤mero de 鈥渞egulados鈥. Se trata de una condici贸n administrativa en la que determinadas personas se ven imposibilitadas de salir de Cuba.

 

Si se atiende la legislaci贸n sobre el tema, tal medida s贸lo deber铆a aplicarse 鈥渃uando razones de defensa y seguridad nacional as铆 lo aconsejen鈥 o 鈥渃uando, por razones de inter茅s p煤blico, lo determinen las autoridades facultadas鈥. La liberalidad del segundo ac谩pite ha otorgado un virtual cheque en blanco al Ministerio del Interior, el ente encargado de supervisar el proceso.

 

La mayor铆a de las 鈥渞egulaciones鈥 se producen bajo presupuestos pol铆ticos. As铆 sucedi贸 a fines de octubre, cuando a una decena de opositores se les impidi贸 abordar el avi贸n que deb铆a llevarlos a Miami, donde participar铆an en el evento Pasos de Cambio para Cuba, presidido por el secretario general de la Oea, Luis Almagro. 鈥淔uimos detenidos en el cruce de frontera despu茅s de haber chequeado nuestros boletos y despachado los equipajes鈥, declar贸 en su perfil en Facebook el periodista Henry Constant铆n, director de La Hora de Cuba, una revista digital marcadamente cr铆tica con las autoridades. Entre sus acompa帽antes se contaban dirigentes de varias de las organizaciones que conforman el f茅rtil ecosistema de la 鈥渙posici贸n al r茅gimen鈥. Pr谩cticamente ninguna es conocida fuera del c铆rculo de sus integrantes, las oficinas de la embajada estadounidense y la Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado.

 

Cuando a finales de setiembre el canciller de la isla, Bruno Rodr铆guez, asisti贸 al per铆odo ordinario de sesiones de la Onu, en Nueva York, el tema de las regulaciones cobr贸 protagonismo. En especial, durante una entrevista suya con la agencia AP. Al analizarla, el profesor universitario y periodista radicado en M茅xico Jos茅 Ra煤l Gallego consider贸 que la mayor铆a de las respuestas del funcionario eran falsas o al menos enga帽osas (El Toque, 21鈥慩鈥19). Pero poco pueden hacer los afectados, m谩s all谩 de ocasionales protestas en Internet.

 

Oposici贸n opereta 

 

Durante el encuentro en Miami, Almagro se refiri贸 a la suspensi贸n de vuelos y la reducci贸n en el monto de las remesas que pueden ser enviadas a la isla. 鈥淭enemos que ser fuertes y condenar la dictadura en cada uno de sus 谩mbitos鈥, proclam贸. A su lado, respald谩ndolo, se encontraba Rosa Mar铆a Pay谩, la imagen comercial del anticastrismo en el exterior.

 

Mujer joven y con formaci贸n universitaria, y, sobre todo, hija de un antiguo zar opositor fallecido en 2012 en un accidente automovil铆stico, por el que en Miami siempre han culpado al G鈥2, Rosa Mar铆a Pay谩 es una presencia habitual en oficinas congresionales de Washington. Tambi茅n en cumbres de la sociedad civil convocadas por la Oea y la Onu, a las que asiste en calidad de presidenta de Cuba Decide, una Ong pagada con fondos del gobierno estadounidense. Consciente de la escasa telegenia de Jos茅 Daniel Ferrer, la Casa Blanca ha implementado una estrategia de doble carril para la oposici贸n cubana. En el interior del pa铆s el protagonismo queda en manos del disidente ahora detenido; fuera de fronteras es Rosa Mar铆a Pay谩 la privilegiada por el tratamiento medi谩tico.

 

Fiel a esa estrategia, el Departamento de Estado le otorg贸 la condici贸n de promotora de Pasos de Cambio y el llamado Acuerdo por la Democracia en Cuba, que en la ocasi贸n firmaron todas las organizaciones presentes. El documento es, en realidad, un refrito de otro promulgado en 1998 a instancias de Oswaldo Pay谩, el fallecido padre de Rosa. Por entonces, la consecuencia m谩s notable fue un movimiento de recogida de firmas que estuvo a punto de forzar la discusi贸n en la Asamblea Nacional de una enmienda que reclamaba la vuelta del pluripartidismo. El reto fue conjurado por Fidel Castro al promover una reforma constitucional que hizo 鈥渋rrenunciable鈥 el socialismo y encarcelar a sus cr铆ticos m谩s activos.

 

Dos d茅cadas m谩s tarde la disidencia interna no parece haber expandido su franja de poder. Incluso personalidades del exilio duro, como el escritor Alejandro Armengol, director editorial de Cubaencuentro (una revista que tambi茅n paga el presupuesto federal), han manifestado su escepticismo sobre los alcances del publicitado acuerdo. 鈥淢谩s fraccionada que nunca. Estancada en sus prop贸sitos. Sin apoyo y reconocimiento dentro de la poblaci贸n y con una proyecci贸n que intenta definirse apenas bajo el oportunismo de la arena internacional, la oposici贸n cubana transita una de sus horas m谩s bajas [鈥, las calles no han dejado de ser de Fidel鈥, opin贸 a comienzos de noviembre en el diario El Nuevo Herald, el m谩s importante en idioma espa帽ol de Miami.

 

Las perspectivas son poco promisorias. El presupuesto estadounidense para 2020 prev茅 reducir en un 70 por ciento las partidas destinadas a la 鈥減romoci贸n de la democracia en Cuba鈥 (el recorte alcanza los 14 millones de d贸lares) y nada indica que las regulaciones vayan a desaparecer en el futuro cercano. Tampoco parecen importar demasiado las ocasionales marchas que en Miami demandan 鈥渓a ca铆da del r茅gimen鈥 ni las conferencias dictadas por Rosa Mar铆a Pay谩 ante selectos auditorios en Nueva York y Ginebra. Mientras las presiones econ贸micas de Trump no se hagan insoportables, para la mayor铆a de los cubanos Ferrer seguir谩 siendo 鈥渆l sinverg眉enza que le cay贸 a cabezazos a la mesa鈥.

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