Debates/ Los mejores libros de economía crítica de 2019 [Michael Roberts]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Dic 29 16:18:23 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

29 de diciembre 2019

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Debates

 

Los mejores libros de economía crítica de 2019 

 

Michael Roberts * 

Sin Permiso, 26-12-2019

http://www.sinpermiso.info/

Traducción de Gustavo Buster

 

Creo que el mejor libro del año es Classical Political Economics and Modern
Capitalism (Economía Política Clásica y Capitalismo Moderno), de los
economistas marxistas griegos, Lefteris Tsoulfidis y Persefoni Tsaliki. Y es
un libro que aún no he reseñado en mi blog. La razón es que es tan bueno que
estoy preparando una revisión más amplia e integral para la edición de la
revista Marx 21 de la próxima primavera. Habrá algunas críticas, pero es una
lectura esencial de teoría económica marxista.

 

Baste decir por ahora, como el título indica, que los autores cubren todos
los aspectos de la teoría económica marxista aplicada al capitalismo moderno
de una manera sucinta y rigurosa. Al hacerlo, los autores refutan las
teorías neoclásicas y keynesianas en su pretensión de ser mejores
explicaciones del capitalismo; y, sobre todo, ofrecen evidencia empírica
para apoyar las leyes clave del movimiento del capitalismo de Marx: la ley
del valor y la ley de la rentabilidad. Se presentan teoría y pruebas para
explicar y justificar la teoría de las crisis teóricas bajo el capitalismo
de Marx. El libro es caro, por lo que realmente debería considerarse un
libro de texto para estudiantes de economía que buscan una exposición de la
teoría económica marxista. Pero cada capítulo se puede comprar o leer por
separado. Y es estupendo, incluso mejor que el monumental Capitalism de
Anwar Shaikh (en 2016).

 

En contraste, el economista marxista estadounidense Richard Wolff se ha
dirigido a los activistas y no académicos con la publicación de dos libros
cortos diseñados para explicar las ideas del marxismo y el socialismo de una
manera directa: Understanding Marxism (Entendiendo el marxismo) y
Understanding Socialism (Entendiendo el socialismo). Los libros son
poderosas armas de propaganda para el socialismo, pero sufren, una vez más,
de una explicación incorrecta de las crisis bajo el capitalismo. Wolff
defiende el argumento clásico del subconsumo, en el sentido de que los
capitalistas pagan "salarios insuficientes para que los trabajadores puedan
comprar una parte creciente de la producción capitalista". Mis lectores
habituales saben que considero que esta teoría de las crisis capitalistas es
errónea. Marx la rechazó; no se sostiene teóricamente como parte de la ley
del valor o de la rentabilidad de Marx; y la evidencia empírica está en
contra de ella.

 

Entre otros libros de economía marxista en 2019 destaca The Oxford Handbook
of Karl Marx (Manual Oxford de Carlos Marx), editado por Matt Vidal, Tomas
Rotta, Tony Smith y Paul Prew. Reúne una serie de capítulos de destacados
académicos marxistas que cubren todos los aspectos de la teoría marxista,
desde el materialismo histórico, la dialéctica, la economía política, hasta
la reproducción social y los modelos poscapitalistas.. 

 

Me interesó especialmente el capítulo sobre “Reproducción y crisis en las
economías capitalistas” de Deepankar Basu, de la Universidad de
Massachusetts, Amhurst. Basu niega que haya una "teoría marxista de las
crisis" e intenta desarrollar una que amalgame la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia con la teoría de la caída de las
ganancias de Okishio y una teoría directa del subconsumo. En mi opinión, no
funciona. De hecho, concluyo en mi reseña que "todos los autores marxistas
que discuten las crisis en el capitalismo en el Manual buscan descartar la
ley de la rentabilidad de Marx como explicación, a favor de otras
explicaciones o negar simplemente que exista una teoría general de las
crisis".

 

Un capítulo del Manual trata sobre la mercantilización del conocimiento y la
información. En este capítulo, los autores sostienen que el conocimiento es
"trabajo inmaterial" y que las "mercancías del conocimiento" están
reemplazando cada vez más a las mercancías materiales en el capitalismo
moderno. Discutiendo el análisis de los autores, argumentaría que el
conocimiento es material (aunque intangible) y que si los bienes de
conocimiento se producen en condiciones de producción capitalista, es decir,
utilizando el trabajo mental y vendiendo la idea, la fórmula, el programa,
la música, etc. en el mercado, entonces el trabajo mental puede crear valor.
El valor proviene de la explotación del trabajo productivo, según la ley de
valor de Marx. El valor de los "productos básicos del conocimiento" no
tiende a cero. Por lo tanto, no es necesario invocar el concepto de
extracción de rentas para explicar los beneficios de las compañías
farmacéuticas o Google. La llamada "renterización" de las economías
capitalistas modernas, que ahora es tan popular como una modificación o
suplantación de la ley del valor de Marx, no está respaldada por la
producción de productos básicos del conocimiento.

 

Otro libro importante de análisis económico marxista ha sido The Economics
of Military Spending: A Marxist perspective (La economía del gasto militar:
una perspectiva marxista) de Adem Yavuz Elveren. Al analizar el papel
económico del gasto militar en el capitalismo moderno, Elveren combina el
análisis teórico con investigaciones econométricas concretas de 30 países en
los últimos 60 años. Esa es la forma correcta de hacer economía política o
ciencias sociales marxistas. Si el lector quiere repasar todas las teorías
del gasto militar y las crisis sin verborrea y confusión, no puede hacer
nada mejor que leer a Elveren.

 

El trabajo empírico de Elveren parece respaldar la visión marxista del papel
del gasto militar en una economía capitalista. Puede ayudar a reducir la
tasa de ganancia del capital y, por lo tanto, el crecimiento económico como
lo hizo en el período neoliberal, cuando la inversión y el crecimiento
económico se desaceleraron. Pero también puede ayudar a aumentar la tasa de
ganancia a través de la redistribución por el estado del valor del trabajo
al capital, cuando se obliga al trabajo a pagar más impuestos, o el estado
se endeuda mas, para impulsar la inversión y la producción del sector
militar.

 

Otro libro analiza desde una perspectiva marxista los últimos cambios en la
composición y la actividad de la fuerza de trabajo global. Jorg Nowak,
miembro de la Universidad de Nottingham, analiza en Mass Strikes and Social
Movements in Brazil and India: popular mobilisation in the Long Depression
(Huelgas de masas y movimientos sociales en Brasil e India: la movilización
popular en la Larga Depresión). Nowak argumenta que en el siglo XXI y en
esta Larga Depresión actual en las principales economías, las protestas
fabriles ya no están liderada por trabajadores organizados, es decir, los
sindicatos, sino que ahora toma la forma de "huelgas de masas" más amplias
que involucran a trabajadores no organizados y otras fuerzas sociales en la
comunidad. Esta movilización popular está más cerca del concepto de huelgas
de masas de Rosa Luxemburgo que el desarrollo convencional de los sindicatos
"eurocéntricos". Nowak desarrolla el argumento de que la intensidad del
conflicto de clases entre el trabajo y el capital varía según las etapas del
ciclo económico en los auges y crisis económicos capitalistas. Cita a varios
autores que buscan demostrar que cuando el capitalismo está en una fase de
auge general en el crecimiento, la inversión y el empleo, el conflicto de
clases, como se expresa en el número de huelgas, aumenta, especialmente
cerca del techo de esa fase de auge.

 

También se han publicado una serie de trabajos de economía heterodoxa, no
estrictamente marxista en mi opinión, este año. El más popular y ampliamente
elogiado fue Stolen – how to save the world from financialisation (Robo:
cómo salvar al mundo de la financiarización) de Grace Blakeley, la joven
economista socialista británica y activista laborista. Blakely plantea que
"toda nuestra riqueza ha sido robada por las grandes finanzas y, al hacerlo,
las grandes finanzas han puesto de rodillas a nuestra economía". Tenemos que
liberarnos de las grandes finanzas. Ese es el mensaje abreviado del nuevo
libro. El concepto de financiarización domina su visión del capitalismo, no
la explotación del trabajo.

 

Stolen tiene como objetivo ofrecer un análisis radical de las crisis y
contradicciones del capitalismo moderno y de las políticas que podrían
terminar con la 'financiarización' y dar el control a la mayoría sobre su
futuro económico. Aceptar este modelo implica que el capital financiero es
el enemigo y no el capitalismo en su conjunto, es decir, excluye los
sectores productivos (de creación de valor). Además, la narrativa de que los
sectores productivos de la economía capitalista se han convertido en
rentistas o banqueros simplemente no se ve confirmada por los hechos. Y
debido a que el análisis es erroneo, sus propuestas políticas de reforma
también son inadecuadas.

 

Otro libro heterodoxo es el de John Weeks, quien solía escribir análisis
marxistas sólidos del capitalismo en la década de 1980. En su nuevo libro,
The Debt Delusion: Living Within Our Means and Other Fallacies, (El
espejismo de la deuda: vivir de acuerdo a nuestras posibilidades y otras
falacias).

 

El objetivo de Weeks es demoler los argumentos económicos sobre la necesidad
de austeridad. Pero adopta el punto de vista keynesiano de que la causa de
las crisis bajo el capitalismo es la "falta de demanda efectiva". Weeks dice
que la falta de demanda efectiva puede ser superada o evitada mediante el
gasto público y por eso el capitalismo funcionó tan bien en la década de
1960. Si simplemente abandonamos las políticas de austeridad y volvemos a la
"gestión de la demanda" pública keynesiana, todo irá bien. La teoría
marxista y la historia de las crisis capitalistas modernas no están de
acuerdo.

 

James Crotty también intenta poner a Keynes en el mismo cajón que Marx con
su nuevo libro titulado Keynes Against Capitalism: His Economic Case for
Social Liberalism, ( Keynes contra el capitalismo: Su defensa del Social
Liberalismo) en el que afirma que, lejos de ser conservador, Keynes era de
hecho socialista, aunque no un revolucionario como Marx. "Keynes no se
propuso salvar al capitalismo de sí mismo como muchos piensan, sino que
consideró que debía ser reemplazado por una forma liberal de socialismo".
Esta tesis no es válida en mi opinión. Hay muchas evidencias en los escritos
de Keynes de que lo que defendía era un "capitalismo regulado", y no ningún
tipo de socialismo.

 

Hay, además, análisis desde el punto de vista de la economía convencional,
pero radicales, del capitalismo. El famoso experto mundial en desigualdad
global, Branco Milanovic, parte de la premisa en su nuevo libro, Capitalism
Alone, (Solo el capitalismo) de que el capitalismo es ahora un sistema
global con tentáculos en todos los rincones del mundo, expulsando por
completo a cualquier otro modo de producción como la esclavitud o el
feudalismo o el despotismo asiático. El capitalismo no es solo el único modo
de producción que queda, es el único futuro para la humanidad. Milanovic
plantea solo dos modelos para el futuro: el "capitalismo liberal" de
Occidente, que cruje bajo las tensiones de la desigualdad y el exceso
capitalista; y el 'capitalismo político', que ejemplifica China, que muchos
afirman es más eficiente, pero que es autocrático, corrupto y vulnerable a
los disturbios sociales.

 

En mi opinión, la dicotomía de Milanovic entre 'democracia liberal' y
'capitalismo político' es falsa . Y surge porque, por supuesto, Milanovic
comienza con su premisa (no comprobada) de que un modo alternativo de
producción y sistema social, a saber, el socialismo, ha quedado descartado
para siempre. De hecho, las políticas de Milanovic para reducir la
desigualdad de riqueza e ingresos en las economías capitalistas y / o
permitir que las personas abandonen sus países huyendo de la pobreza por un
mundo mejor parecen ser tan (si no más) "utópicas" cara al futuro bajo el
capitalismo que la "utopía socialista'' que descarta.

 

Asimismo tenemos el nuevo libro de la superestrella radical de la economía
dominante, Thomas Piketty: Capital e Ideología. Se trata de la continuación
a su monumental El Capital en el siglo XXI (2014). El nuevo libro es aún más
grande: unas 1200pp. Mientras que el primer libro proporcionó teoría y
evidencias sobre la creciente desigualdad, este libro busca explicar por qué
se permitió que esto sucediera en la segunda mitad del siglo XX . Piketty
dice que no quiere lo que la mayoría de la gente considera "socialismo",
pero quiere "superar el capitalismo". Lejos de abolir la propiedad o el
capital, quiere extender sus beneficios a la mitad inferior de la población,
que incluso en los países ricos nunca han tenido mucho. Para hacer eso,
dice, debemos volver a los principios socialdemócratas que tuvieron tanto
éxito en la década de 1960.

 

Ciertamente, la evidencia de la creciente desigualdad tanto de riqueza como
de ingresos en todas las principales economías es abrumadora y en un nuevo
libro, The Triumph of Injustice: how the rich dodge taxes and how to make
them pay (El triunfo de la injusticia: cómo los ricos esquivan los impuestos
y cómo hacerselos pagar), los expertos en desigualdad, Gabriel Zucman y
Emmanuel Saez proporcionarnos datos aún más actualizados. Es una acusación
desgarradora del sistema fiscal estadounidense, que, lejos de reducir la
creciente desigualdad de ingresos y riqueza en los Estados Unidos, en
realidad la aumenta. Al igual que Piketty, su solución de política económica
es un impuesto sobre el patrimonio de bienes y activos financieros. No
proponen políticas más radicales para hacerse cargo de los bancos y las
grandes empresas, acabar con el pago de sueldos grotescos y bonificaciones a
los altos ejecutivos y poner fin a las especulaciones de riesgo que han
puesto a las economías de rodillas. Para ellos, el reemplazo del modo de
producción capitalista no es necesario, solo la redistribución de la riqueza
y los ingresos ya acumulados por el capital. Acabar con los multimillonarios
mediante impuestos, no su expropiación.

 

La redistribución de los ingresos y la riqueza mediante impuestos y la
regulación del gobierno es la principal propuesta de política convencional
radical: su alternativa a la propuesta marxista de reemplazar el modo de
producción capitalista. Es el tema también de Joseph Stiglitz, ganador del
premio Nobel  en economía y ex economista jefe del Banco Mundial, así como
asesor de la izquierda laborista en el Reino Unido. Se encuentra a la
izquierda en el espectro de la teoría econmica convencional. Su nuevo libro
titulado People, Power, and Profits: Progressive Capitalism for an Age of
Discontent, (Gente, poder y ganancias: un capitalismo progresista en una era
de descontento), en el que proclama que "podemos salvar nuestro sistema
económico roto de sí mismo". El problema no es el capitalismo sino los
intereses creados, especialmente de monopolistas y banqueros. La respuesta
es volver a los días del capitalismo regulado que Stiglitz cree que existió
en la época dorada de los años cincuenta y sesenta. Aquí se hace eco de las
opiniones de Weeks, Piketty, Milanovic y Crotty.

 

Para volver a este "capitalismo progresista", Stiglitz propone regulación,
romper los 'monopolios', impuestos progresivos, poner fin a la corrupción y
hacer cumplir el derecho comercial. Pero, ¿qué demonios haría que el 1% y
los propietarios de capital más ricos acordaran reducir sus ganancias para
obtener una economía más igualitaria y funcional? ¿Y cómo lidiarían la
regulación y una mayor igualdad con el desastre inminente que es el
calentamiento global a medida que el capitalismo acumula rapazmente sin
tener en cuenta los recursos y la sostenibilidad del planeta? Los programas
de redistribución sirven poco para esto. Y si una economía se vuelve más
igualitaria, ¿impediría las futuras recesiones o las futuras grandes
recesiones bajo el capitalismo? Economías más igualitarias en el pasado no
evitaron las crisis.

 

Los lectores comprenderán mejor la naturaleza del capitalismo moderno si
digieren cuidadosamente los mejores análisis marxistas que combinan la
teoría con la evidencia empírica. Uno de estos trabajos es una nueva versión
revisada de El Leviatán Invisible, un libro del profesor Murray Smith de la
Universidad de Brock, Ontario, Canadá. El libro se propone explicar por qué
la ley del valor de Marx se esconde de manera invisible detrás del
movimiento de los mercados en el capitalismo moderno y, en última instancia,
explica las crisis recurrentes, disruptiva y regulares en la producción y la
inversión que dañan los medios de vida (y las vidas) de muchas personas en
todo el mundo. Este libro es una defensa profunda (tanto teórica como
empírica) de la ley del valor de Marx y su corolario, la ley de Marx de la
tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

 

Como termina Smith: “La conclusión programática esencial que emerge del
análisis de Marx es que el capitalismo es constitucionalmente incapaz de una
evolución 'progresiva', 'libre de crisis' que haría que el proyecto
socialista fuera 'innecesario' y, además, que impide que una transformación
socialista pueda tener lugar a través de un proceso de reformas graduales y
acumulativas. El capitalismo debe ser destruido de raíz antes de que pueda
haber alguna esperanza de reconstrucción social sobre bases fundamentalmente
diferentes, y tal reconstrucción es vitalmente necesaria para garantizar un
mayor progreso humano”. 

 

* Michael Roberts :es un reconocido economista marxista británico, que ha
trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica
el blog The Next Recession: https://thenextrecession.wordpress.com/

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