México/ El catastrófico acuerdo de AMLO con Trump [Manuel Aguilar Mora]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Jun 10 11:56:21 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

10 de junio 2019

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México



El catastrófico acuerdo de AMLO con Trump



Manuel Aguilar Mora *

Ciudad de México 10-6-2019



Con el compromiso del gobierno de México de tapar con 8 mil elementos de la
recién constituida Guardia Nacional su frontera sur para impedir el ingreso
al país de las caravanas de miles de centroamericanos y caribeños en su
marcha hacia Estados Unidos (EUA), Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha
cedido al chantaje que le lanzó Donald Trump de subir el 10 de junio en 5
por ciento los aranceles de las exportaciones de México al país norteño. En
efecto, muy en el estilo de su “diplomacia” Trump ha puesto en práctica un
pulso que AMLO no supo, ni pudo resistir. Llevando las negociaciones
comerciales al plano de los problemas migratorios y descaradamente
aprovechando la situación para preparar su reelección presidencial del año
próximo, Trump arrinconó al gobierno de AMLO obligándolo aceptar sus
condiciones: convertir a la Guardia Nacional, en su primer trabajo
represivo, en la patrulla fronteriza (“border patrol”) de EUA en la frontera
entre México y Guatemala.



Una auténtica catástrofe diplomática y política



El viernes 7 de junio será el día recordado en que el gobierno de AMLO
experimentó un nuevo descalabro, una auténtica catástrofe, en esta ocasión
en el campo de las relaciones exteriores mostrando su completa debilidad
ante las exigencias del gobierno imperialista norteño expuestas sin tapujos
del modo más crudo posible por el insolente habitante de la Casa Blanca. La
diplomacia de AMLO y de su canciller Marcelo Ebrard se mantuvo dentro de un
bajo perfil mostrándose siempre dispuesta a “dialogar” con un personaje que
no se detenía en sus constantes provocaciones y exabruptos. Un “diálogo” que
en realidad era un monologo en el que los exabruptos de Trump guiaban a los
representantes de su gobierno en las negociaciones: el vicepresidente Pence
y el secretario de Estado Pompeo. Trump consiguió lo que quería, a saber,
convertir a México en el auténtico patio trasero de EUA que le permita
detener y hacerse cargo de reprimir las oleadas crecientes de emigrantes
para impedir que lleguen a la frontera norte. El gobierno de AMLO
“consiguió” a cambio la suspensión de la imposición del 5 por ciento a sus
exportaciones a EUA (que constituyen el 80 por ciento del total). Pero Trump
condicionó la suspensión de la imposición arancelaria al cumplimiento de la
tarea de tapón migratorio por parte del gobierno mexicano, cumplimiento que
se revisará en 90 días. Por tanto, conociendo las desmesuradas ambiciones de
los imperialistas de ninguna forma el “acuerdo” del 7 de junio elimina de
forma completa la amenaza del alza de los aranceles que podrá, sin duda, ser
utilizada nuevamente si así lo requieren los intereses de  Trump. Y para
éste la conducta sumamente conciliadora puesta en práctica por AMLO durante
estos días en que apenas van los primeros seis meses de su gobierno es ya
una experiencia muy útil para el resto del sexenio.



Las oportunidades de una política defensiva estuvieron presentes y no fueron
aprovechadas del todo por MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), el
partido obradorista. Al nivel exterior apenas se intentó realizar acciones
con los amplios sectores que en EUA están oponiéndose a Trump, dentro y
fuera del partido Demócrata. Pelosi, la jefa de los demócratas en la Cámara
de Representantes (diputados) claramente se declaró contra la política burda
y soberbia de Trump y en las importantes y millonarias comunidades de
mexicanos y descendientes de mexicanos en California, Texas, Chicago y demás
partes de EUA había potenciales de solidaridad con una postura más firme y
combativa de parte del gobierno mexicano. Y ciertamente su más grande
omisión fue su política interna: el gobierno de AMLO ni de lejos convocó a
una movilización nacional, masiva, antiimperialista, de defensa de la
soberanía nacional. Se conformó y propagandizó el apoyo de los sectores
burgueses más conspicuos (se congratuló en especial con la carta que le
envío Alberto Bailleres, el cuarto más rico capitalista de México). En
Tijuana, el 8 de junio protagonizó un acto con miles de acarreados por los
charros del SNTE en el cual AMLO se encontraba rodeado de gobernadores,
diputados priistas, panistas y por supuesto funcionarios y líderes
morenistas que “festejaban” un acuerdo que había evitado una crisis a
México. Un acuerdo que, como lo declaró el propio AMLO: “sólo nos queda
cumplirlo”.



AMLO y el grupo gobernante ni de lejos se atrevieron a ejercer un mínimo
margen de maniobra e independencia ante las exigencias de Trump. “Nuestra
dignidad nacional es el límite”, “no negociamos bajo amenazas”, “nuestra
postura es de dignidad y firmeza”, toda esta retórica de los dirigentes
mexicanos se esfumó ante la soberbia imperialista. Eligiendo un terreno de
“racionalidad”, “amistad” y “diálogo” creyeron que éste era el terreno en
que se mueven los imperialistas cuyos “razones” e intereses concretos son
siempre los determinantes de sus acciones y decisiones. Para un presidente
cuyo discurso nunca se elevó de un nivel de “respeto”, de “conciliación”, de
“amistad” para el ogro rubio del Norte fue un paseo la consecución de sus
objetivos. Ante las constantes provocaciones las reacciones obradoristas no
eran verdaderas respuestas: “no queremos pelearnos con Trump”, “no le
levantamos el puño cerrado, sino una mano abierta”, “queremos mantener la
bonita relación entre México y EUA “, “nadie destruirá nuestra amistad”,
“México no quiere confrontación”, etc. Todo esto sólo alimentaba más al
consumado provocador y cuando éste llevó su racismo y prepotencia a lo
máximo diciendo sin recato que “México necesita más a EUA que EUA a México”,
ante tal insolente humillación, lo único que pudo decir AMLO fue:”soy el
dueño de mi silencio” y levantó su mano con el signo de “amor y paz”.



¿Qué significa este tremendo descalabro experimentado por el gobierno de
AMLO en las relaciones internacionales con el poderoso vecino del norte? Con
esta demostración de casi total impotencia se ha puesto de relieve la
relación de subordinación y la dependencia del grupo gobernante de México y
más ampliamente de la clase capitalista mexicana a los imperativos de
Washington. Por supuesto expresa la creciente integración de la economía
mexicana dentro de la estructura capitalista estadounidense, su
interrelación cada vez más cerrada y profunda. Ciertamente la parte mexicana
es la más débil pero al mismo tiempo la creciente integración con la
economía de EUA y debido a que precisamente en muchos aspectos la economía
mexicana es un complemento cada vez más importante de su dinámica
imperialista (integrando regiones enteras a sus proyectos y empresas,
aprovechando a fondo la mano de obra barata mexicana, etc.), se ha creado un
espacio de maniobra que los gobiernos de México pudieran aprovechar. Después
de todo hoy la economía mexicana ha desplazado a China como la primera
fuente de las importaciones de EUA. Sin embargo, la burguesía mexicana y su
gobierno están a años luz de tener la iniciativa y la independencia de
acción de los dirigentes de la potencia china.



Una situación peligrosa



Las señales se arremolinan cada vez más ominosas. Lejos de que su victoria
electoral contundente de hace un año le haya servido para inyectar en los
sentimientos populares la convicción de una superación de la terrible
situación heredada por los gobiernos anteriores, los primeros seis meses
transcurridos del gobierno de AMLO han profundizado la incertidumbre al
nivel económico y de la sociedad en general. El argumento defensivo es
elemental: “no se puede en seis meses enmendar el curso de corrupción y
decadencia de años”. Cierto. Pero en estos primeros seis meses hay muchas
señales que apuntan más al agravamiento que a la superación de las
tendencias anteriores.



En el terreno de la economía la situación es bastante incierta y confusa.
Para empezar AMLO mantiene un discurso optimista que choca no sólo con los
análisis y opiniones de una mayoría de economistas, muchos de ellos para
nada opositores del presidente. Prácticamente sólo los colaboradores muy
cercanos a éste mantienen su optimismo: un crecimiento de más del 2 por
ciento de la economía, algunos suben el índice al 3 o 4 por ciento. Lo que
sucede en la economía mundial tampoco es muy alentador y no va en el sentido
que quieren los optimistas.



La situación de Pemex, con mucho la principal compañía del país y el pilar
fundamental de las finanzas públicas, es muy mala: una compañía
superendeudada, con una calificación crediticia muy baja que se ha reflejado
en el proyecto de construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, cuyo
presupuesto se ha debido reducir a la mitad. La construcción del proyectado
aeropuerto de Santa Lucía está suspendida en espera de los dictámenes
ecológicos. La construcción del tren maya ni siquiera se ha anunciado cuando
y como se iniciara, para no hablar de que no se ha finiquitado la querella
con las comunidades indígenas que se oponen abiertamente a su construcción.



La situación de inseguridad persiste. En los seis meses de 2019 ha habido
más homicidios que en el mismo periodo del 2018. En resumen, prácticamente
se ha avanzado muy poco en la delineación de un verdadero nuevo curso que
trascienda la decadencia y el estancamiento heredados de los gobiernos
anteriores. Hasta hoy ha reinado el pragmatismo chato, la improvisación, la
falta de proyectos a largo e incluso mediano plazo. En fin, una carencia de
perspectivas posibles y realistas.



Al nivel político estamos igualmente muy lejos de la euforia de la victoria
electoral de hace un año. En las recientes elecciones realizadas a
principios de junio en varios estados de la república, destacan dos en que
se disputaban las gubernaturas correspondientes: Puebla y Baja California
estados en que MORENA resultó triunfadora. Pero el abstencionismo fue de
lejos mayoritario, elevándose a índices cercanos al 70 por ciento de los
registrados en los padrones electorales.



El internacionalismo el único camino



México, como se puede apreciar por lo antes dicho, se encuentra en una
situación de mayúsculas contradicciones que determinarán el curso del
sexenio de AMLO que recién ha comenzado y en donde se auguran grandes
conflictos. En ellos el protagonismo de los sectores de trabajadores y de
sus aliados oprimidos (mujeres, indígenas, pueblo pobre) es un factor
potencialmente decisivo.



Su colocación social y geográfica entre el imperialismo más poderoso del
sistema capitalista, inserto en una etapa muy compleja que la presidencia de
Trump ha puesto planetariamente de manifiesto, que le afecta directa y
fuertemente a lo largo de una frontera de más de 3 mil kilómetros que
comparte con él y en su frontera del sur vecino con la zona más violenta y
conflictiva de Centroamérica constituida por el triángulo de Guatemala,
Honduras y El Salvador, determina que en México los movimientos políticos y
sociales adquieren de inmediato un carácter internacionalista.



En EUA hay millones de mexicanos y de ascendencia mexicana que ante una
convocatoria revolucionaria, independiente e internacionalista serán
poderosos aliados de la lucha antiimperialista y anticapitalista que surja
en el seno de los trabajadores mexicanos y sus aliados oprimidos. No sólo
ellos, también los trabajadores afroamericanos, los anglosajones y los de
origen asiático en EUA son potenciales aliados de las luchas libertarias y
emancipadoras de los trabajadores en México.



Las decisiones del acuerdo entre AMLO y Trump afectan y sacrifican la vida y
el destino de miles de trabajadores y pueblo pobre oprimido que huye de la
miseria y la represión del triángulo de la violencia centroamericano:
Guatemala, Honduras y El Salvador. La represión del gobierno mexicano,
actuando como guardia fronterizo del gobierno de Washington, contra los
cientos de miles de centroamericanos y caribeños que seguirán intentando
entrar y de los que entrarán a México para proseguir su marcha hacia EUA,
plantea que la lucha por defenderlos, de exigir que se les respeten sus
derechos elementales como hombres y mujeres será una lucha que unirá los
sectores más avanzados del pueblo de México con los pueblos hermanos de
Centroamérica y de los trabajadores que también en EUA los defiendan.



Miles de centroamericanos y caribeños ya han sido detenidos y deportados por
el gobierno de AMLO siguiendo las órdenes de Trump. La transformación de
México como “tercer país seguro” de facto que el acuerdo entre AMLO y Trump
de hecho plantea va agravar la situación de cientos, miles de hombres,
mujeres, niños, ancianos centroamericanos y caribeños que serán devueltos
por EUA y encerrados en campos de refugiados en las peores condiciones de
higiene y salud posibles, en espera de su deportación y de su cada vez más
difícil entrada a EUA. La Guardia Nacional, supuestamente creada para luchar
contra la delincuencia y garantizar la seguridad de los mexicanos está
siendo usada ya en su primera gran operación como policía fronteriza del
gobierno de EUA en Chiapas para evitar que los emigrantes centroamericanos y
caribeños lleguen a la frontera norte e intenten cruzarla para pedir asilo
en EUA.



La perspectiva que el catastrófico acuerdo entre AMLO y Trump, con sus
consecuencias enormes en los próximos días y meses, plantea con fuerza y
profundidad la necesidad de comprender y actuar en consonancia la coyuntura
política que se abre en Norte y Centroamérica: de una lucha de pueblos y
naciones unidas desde la frontera de Canadá y EUA hasta el canal de Panamá,
una lucha que el mismo imperialismo estadounidense impone con su hegemonía
en la región. Los gobiernos peleles de Guatemala, Honduras y El Salvador, el
gobierno subordinado de AMLO en México, todos ellos son tributarios del
imperialismo norteño que los une para la consecución de sus intereses. Los
pueblos y los trabajadores de estos países, con sus diversidades nacionales
y especificidades regionales, no obstante convergen todos en un objetivo
común de liberación nacional y emancipación social. Objetivo de liberación y
emancipación al que se oponen el imperialismo estadounidense y sus socios
menores capitalistas regionales y gobiernos dependientes. Liberación
nacional y emancipación social que sólo se lograrán con la unión
internacionalista de los trabajadores y los pueblos de estas naciones
organizados en una federación socialista de naciones.



* Militante de la Liga de Unidad Socialista (LUS). Profesor de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), En 1968 integró el
Comité de lucha de Filosofía y Letras al lado de José Revueltas. Fue
fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Autor de
numerosos libros sobre la historia política y social de México.

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