Nicaragua/ ¿Cuál debe ser el objetivo estratégico del movimiento social? [Oscar-René Vargas]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Jun 27 11:32:28 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

27 de junio 2019

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Nicaragua



¿Cuál debe ser el objetivo estratégico del movimiento social?



Oscar-René Vargas

San José, Costa Rica,  23-6-2019



“Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error”.

Napoleón Bonaparte



1. Los poderes fácticos del capital pueden, según las circunstancias,
gobernar valiéndose de diferentes sistemas y métodos políticos. Así, el gran
capital, en su trayectoria histórica, gobernó a través de los gobiernos
conservadores, durante la dictadura somocista, en los años ochenta, en los
gobiernos neoliberales y también durante la dictadura Ortega-Murillo. Todas
estas formas de gobierno conservaron el carácter de capitalismo dependiente,
permitieron la concentración de las riquezas en pocas manos, beneficiaron de
los “de arriba” y empobrecieron a los “de abajo”.



2. En la variopinta oposición de la Alianza Cívica conviven grupos populares
y representantes del gran capital, con visiones diferenciadas, pero, en
general, dispuestos a seguir el guión de las elecciones adelantadas. Otro
punto resaltante es el de los egos de los autoproclamados líderes, con
aspiraciones personales y delirios de llegar al poder.



3. El problema de los egos ha sido un factor fundamental que explica por qué
ha sido tan difícil lograr el objetivo de arrinconar y derrotar al régimen
Ortega-Murillo. Algunos elementos más débiles de la Alianza Cívica, ligados
al capital, no han soportado la presión; agotados, exhaustos, han firmado
declaraciones y acuerdos sin medir las consecuencias futuras.



4. La esencia de la política del gran capital es su constante oscilación
entre las demandas de los sectores populares (estudiantes, mujeres,
campesinos, etcétera) y el deseo de llegar a un pacto con el régimen
Ortega-Murillo. Los representantes del capital siempre se están desplazando
pendularmente de una posición a otra con el objetivo de tener los menores
costos posibles.



5. En este combate de influencias al interior de la Alianza Cívica,
predomina el gran capital, y tienen menos peso los sectores populares que
buscan no solamente la caída de la dictadura, sino una transformación social
en beneficio de los “de abajo”.



6. Estamos en un período de transición, entre dos marejadas sociales, desde
la primera ola de abril a agosto 2018 y frente a la segunda ola que se está
formando en el horizonte.



7. Frente a la segunda ola, ¿cuál es el objetivo a largo plazo del capital?
Este prevé la caída del régimen ante una posible nueva ola social; frente a
esa posibilidad busca como paralizar, desviar y neutralizar al movimiento
social para que el triunfo de la insurrección ciudadana aparezca como una
victoria de la Alianza Cívica.



8. La Alianza Cívica luce atada, con nudos poco visibles, a un guión que
hasta ahora solo ha favorecido a los planes de Ortega-Murillo, y parecen no
darse cuenta de que la raíz de su debilidad reside en ellos mismos, en sus
vacilaciones.



9. Tampoco es justo concluir que la Alianza Cívica le está haciendo el
“juego” al gobierno; pero, el que sigue ganando tiempo es el régimen dando
poco, poquísimo, a cambio de muy poco por la estrategia implementada.



10. El pacto, una maniobra de trastienda, es posible entre el capital y el
régimen dado que el país se encuentra sin movilizaciones en las calles, sin
resistencia social en los barrios, sin presión efectiva de los ciudadanos
auto-convocados y sin un líder nacional proveniente de las filas de los
sectores populares.



11. Por ahora, el balance de la lucha contra la dictadura es contradictorio.
El pico de la movilización alcanzado entre abril y junio 2018, no ha tenido
continuidad. Sin embargo, la economía se reducirá en un 10 por ciento en
2019 en relación a 2018; con condiciones que empeorarán como resultado de la
prolongada crisis sociopolítica. Día a día, se aumenta el riesgo de una
depresión económica por la intransigencia del gobierno Ortega-Murillo.



12. La coyuntura política en curso está signada por la expectativa del fin
de la dictadura con elecciones adelantadas. Los sectores predominantes en la
Alianza Cívica promueven la idea de que se puede lograr en las urnas, lo que
no se ha obtenido en las calles: el fin del régimen.



13. Miembros de la Alianza Cívica piensan que la campaña electoral podría
alimentar una nueva oleada de movilizaciones sociales, siempre y cuando se
establezca una candidatura unificada de la oposición y la campaña electoral
sea transparente y con garantías de libre movilización.



14. En un proceso electoral, el régimen utilizará todos los recursos del
Estado para intentar la reelección del partido de gobierno, tratarán de
afianzar las grietas de la oposición con una campaña sucia y con maniobras
de los servicios de inteligencia e impondrán a los paramilitares como
fiscales en las mesas de votación.



15. Si el poder autoritario enfrenta dificultades crecientes, si la crisis
del régimen se agrava, si las instituciones de la dictadura demuestran ser
incapaces de soportar la presión de las contradicciones internas o externas
o, si como sucede con mayor frecuencia, se da la combinación de ambas;
entonces, en esas condiciones, no podemos desechar de antemano un golpe
militar para evitar el triunfo del movimiento social. Bueno o malo, es una
posibilidad.



16. La espiral de violencia estatal no llega a su fin. En lugar de tomar
todas las medidas a su alcance para garantizar que la violencia cese, el
régimen siguen instaurando un ambiente de terror, donde cualquier intento
por ejercer la libertad de expresión y el derecho a reunión pacífica es
castigado con represión.



17. El gobierno Ortega-Murillo ha respondido con un excesivo despliegue
policial que sólo busca amedrentar, infundir terror e imposibilitar el
ejercicio de los derechos constitucionales de los ciudadanos. El torpe
provincialismo del régimen demuestra que su pensamiento político está
completamente desgastado.



18. El sistema político actual ha llegado a una descompensación sin retorno
por el patente debilitamiento del poder dictatorial. El pueblo nicaragüense
soporta la represión pacientemente, pero no pasivamente.



19. El tiempo para detener el descarrilamiento del país es breve y los
poderes fácticos tradicionales están en otra cosa, están en pugna por hacer
prevalecer sus vacuos intereses.



20. Las sanciones internacionales son como las banderillas que le ponen al
toro para desangrarlo, pero las banderillas no lo matan, solo lo debilitan.
El régimen se vuelve más sensible por la presión externa, pero solamente la
acción interna le podrá dar el jaque mate político.



21. El grado de desintegración de la base social del régimen, su
desmoralización política, la ineptitud de sus dirigentes, sus errores
frecuentes, etcétera, son elementos favorables al movimiento social que se
deben de tener en cuenta, para la elaboración de la estrategia general. Hay
que tener presente que Ortega-Murillo no poseen el poder económico y
político para resistir la presión de la crisis económica.



22. Es el momento de evaluar la situación, comprender las razones del
estancamiento social, ser prudente en las decisiones futuras, reconocer la
necesidad de una segunda ola social, y conocer los puntos débiles de la
dictadura, para avanzar en el camino que nos permita sobrepasar las
dificultades.



23.  No se puede jugar a la gallina ciega frente a los grandes problemas del
país, tampoco callarse, esperar o consolarse con la idea de la lucha es
problema entre los poderes fácticos tradicionales. Ni el partido oficial en
su conjunto, ni su aparato, son inmutables e inmodificables. La clase
política tradicional del país ha caducado y minado su estructura básica, que
necesita una renovación.



24.  Los sectores progresistas deben dar un paso decisivo para superar las
cloacas en que han sido convertido al Estado-Nación por los dictadores de
turno. Necesitamos ser más sagaces y juiciosos que nunca. Saber que el
destino de la dictadura se resolverá en indisoluble conexión entre las
acciones externas con el proceso interno.



25. Es imposible prever todas las variantes del proceso. Pero en situaciones
tan complejas y que exigen tanta responsabilidad, hay que guiarse por una
norma expresada por los franceses en el proverbio: ¡Hacer lo que se debe,
venga lo que venga!



26. Para triunfar no sólo son necesarias determinadas condiciones objetivas,
tanto internas como externas, sino algunos factores subjetivos: la
organización, la dirección política y la estrategia. Es decir, todo depende
del grado de organización, de la relación entre las fuerzas antagónicas y
del nivel alcanzado en el proceso contradictorio.



27. El abecé del momento político nos indica que tenemos que implementar la
conformación de un gobierno provisional, con el objetivo de darle una
dirección política al movimiento social insurgente, para poder establecer
una mejor coordinación entre las acciones internas y externas, y concentrar
en sus manos todo el control de la lucha contra la dictadura.



28. Debemos tener presentes las fuerzas económicas, sociales y políticas
fundamentales, para trazar la curva del desarrollo de la lucha. La gran
tarea del gobierno provisional es crearse puntos de apoyo morales,
materiales y políticos favorables, tanto internos como externos, en vista de
la lucha que se avecina.

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