Argentina/ Renovada coincidencia sindical-electoral. Quinto paro general contra Macri [Emiliano Guido]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Mayo 31 15:05:59 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

31 de mayo 2019

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Argentina



Quinto paro general contra el gobierno de Macri



Renovada coincidencia



A 50 años del Cordobazo las diversas corrientes del movimiento obrero y los
colectivos territoriales confluyeron en una nueva medida de fuerza contra
Mauricio Macri. La protesta, en el inicio de la campaña electoral, mostró a
los dirigentes de la Cgt oficial y los referentes disidentes, como Hugo
Moyano, mancomunados después de mucho tiempo en un mismo apoyo electoral: la
fórmula Fernández-Fernández.



Emiliano Guido

Brecha, 31-5-2019

https://brecha.com.uy/



Es mitad de semana en pleno centro de Buenos Aires, pero, salvo la figura
espigada y marfil del Obelisco, todos los colores y movimientos son
extraños, propios de otro día. No se oye el rugir de los colectivos, el
tránsito vehicular es escaso, dominguero. Un señor y una señora de ojos
asiáticos, vestidos con chalecos caqui y botas de punta gruesa, con cámaras
fotográficas colgadas desde sus hombros, dejan, por un momento, de registrar
las pantallas publicitarias gigantes adheridas a los edificios que circundan
las avenidas 9 de Julio y Corrientes, y apuntan el zoom hacia los primeros
escarceos organizativos de lo que será una olla popular.



Bety, dirigente del movimiento social Barrios de Pie, lleva puesto un buzo
gris con capucha. El color de la raíz de su pelo difiere del tono rubio de
su cabellera rala. Frota sus manos para entrar en calor y luego le pide a
una compañera de La Matanza el acarreo de más palos para alimentar el fuego,
que ha comenzado a calentar el agua en una olla de metal enorme apoyada en
una hoja cuadriculada de metal. Las mujeres, y sus críos también, levantan
la tapa y arrojan cubos de zanahoria, rectángulos de papa y batata, fideos
ovalados, alguna porción de carne color granate, de aspecto dura. “En los
barrios la estamos pasando muy mal. En casa podemos bancar una comida
diaria, pero después mandamos a los pibes al comedor. A la noche con mi
marido estamos siempre de mate cocido”, le dice Bety a Brecha,parapetada al
lado de la olla que ha comenzado a bullir y a poblar el aire gélido del
mediodía porteño de un gusto dulzón, sabroso.



Las organizaciones territoriales como Barrios de Pie y las agrupadas en la
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular –muy ligada a los curas
de base y al papa Francisco– organizaron ayer más de 300 ollas populares en
el área metropolitana para advertir que “el modelo económico de Macri está
matando de hambre al pueblo”. De esa manera, los colectivos sociales que
agrupan a los sectores cada vez más numerosos sin empleo formal adhirieron
al quinto paro general organizado por la Confederación General del Trabajo
(Cgt) desde que asumió la presidencia el ingeniero Mauricio Macri.



Presión abajo



La nueva medida de fuerza obrera contra el gobierno de Cambiemos tuvo varios
condimentos. Cada sector sindical, y social, aportó lo suyo en relación con
su poder sectorial y a su lectura propia de cómo dar la pelea al macrismo.
En ese sentido, los agrupamientos barriales buscaron mostrar el cada vez más
difícil acceso a una canasta básica de alimentos, el rubro en el que la
inflación alcanza sus mayores picos. Por su parte, los gremios de la Cgt
hicieron sentir su peso y detuvieron durante un día la marcha de la economía
y el transcurrir normal de la jornada. No hubo bancos abiertos; tampoco
funcionaron las estaciones de servicios ni los transportes, ya sean micros,
trenes o subtes.



A su vez, los sindicatos públicos de docentes y trabajadores de la salud,
enrolados en la Central de Trabajadores Argentinos (Cta), lograron paralizar
la apertura normal de escuelas y hospitales. Por último, ante la pretensión
de la Cgt de orquestar una huelga “fría”, sin movilización ni acto político,
las comisiones fabriles conducidas por delegados de izquierda consiguieron
sellar los accesos a la ciudad de Buenos Aires con la realización de
piquetes en las principales vías de acceso a la capital argentina. A 50 años
del hito popular conocido como Cordobazo, el movimiento obrero argentino,
muy dispar en su composición a la matriz sindical industrial de antaño y con
mejores sueldos que medio siglo atrás, mostró los dientes a una
administración que ha decidido cogobernar la salida a la recesión económica
con el programa y el auxilio financiero del Fmi.



En diálogo con Brecha, el periodista especializado Jorge Duarte –director
del recomendable portal InfoGremiales (http://www.infogremiales.com.ar/)
<http://www.infogremiales.com.ar/>  uno de los pocos sitios con información
diaria sobre el movimiento obrero– comenzó analizando las claves políticas
del paro general: “El paro del 29 llegó en medio del agravamiento de todas
las variables económicas y sociales de Argentina y en el marco de una
conflictividad sindical en ascenso. En este contexto, la Cgt decide retomar
el liderazgo cedido en la conducción del conflicto social a manos del
moyanismo (por el líder camionero Hugo Moyano), la Cta y los movimientos
sociales que ganaron la calle con mucho ímpetu en los últimos años. También
veo la medida como un intento de calmar las tensiones internas entre los
gremios que quieren confrontar con más fuerza contra Cambiemos y los
sindicatos que apuestan saldar sólo en las urnas los retrocesos laborales
registrados durante la presidencia de Macri”.



Por otro lado, Duarte agregó que: “Por eso, la presión en las calles
ejercida por los gremios alejados de la Cgt sirvió para empujar la huelga
del miércoles. No me parece casual que, al igual que sucedió el año pasado,
tras un paro general lanzado por Moyano, la Cgt nuevamente decida, unas
semanas después, la convocatoria a un cese de actividades. Históricamente
los dirigentes cegetistas eran algo así como los administradores del humor
social. Hoy ese lugar lo fueron perdiendo con base en su desmovilización,
pero, de alguna manera, conservan la potestad de hacer sentir su poder con
un paro que, en definitiva, fue más contundente que el del último 30 de
abril”.



Acercamiento arriba



A su vez, la protesta obrera llega en un contexto nacional marcado por la
fiebre electoral y el acercamiento a una fecha clave, 22 de junio, día en
que las fuerzas partidarias deben oficializar sus candidatos y mecanismos de
alianzas, en caso de que decidan confluir con otras listas. En ese sentido,
el anuncio de la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Fernández
modificó el posicionamiento de los gremios de cara a los comicios
nacionales.



Hasta entonces, la Cgt oficial y la Corriente Federal de Trabajadores –donde
confluyen el moyanismo y sindicatos de porte como el Smata (producción de
autos) y La Bancaria– dividían sus apetencias entre adherir a la dos veces
jefa de Estado, al ex ministro de Economía Roberto Lavagna o al líder del
Frente Renovador Sergio Massa. Pero la nominación de Alberto Fernández como
candidato a primer mandatario fue interpretada en el ancho y heterogéneo
mundo panperonista –cobijado hasta semanas atrás en la tríada mencionada–
como un corrimiento del kirchnerismo al centro. Ese desplazamiento implicó,
para sectores justicialistas con mucho poder –los gobernadores y la propia
Cgt–, una señal de que el poskirchnerismo se estaba erigiendo como el boleto
más ganador en octubre.



La última significativa manifestación sindical de apoyo a la dupla Fernández
fue dada por el propio Héctor Daer, uno de los dos titulares de la Cgt,
secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad, y hasta
ayer nomás muy distanciado de los horizontes kirchneristas. “Con Alberto
Fernández tengo una larga amistad. Estoy convencido del fortalecimiento de
este espacio como instrumento electoral y también político. Acompañaré  esta
propuesta que creo va a contener a la mayor cantidad de argentinos y que
genera esperanzas”, twiteó Daer para beneplácito del ex jefe de Gabinete de
Néstor Kirchner.



A su vez, Antonio Caló, máximo referente de la Uom (metalúrgicos), parte de
la Cgt oficial, otro de los referentes sindicales que había decidido jugar
fichas con Lavagna, el último miércoles blanqueó, en declaraciones radiales
con la periodista María O’Donnell, su nueva preferencia electoral. “En el
último tiempo perdimos 60 mil puestos de trabajo los metalúrgicos”, comenzó
a decir Caló, cuando recibió una pregunta al hueso de O’Donnell: “Pero,
Caló, ¿usted quién quiere que gane en octubre?” A lo que el líder de la Uom
respondió con una referencia deportiva: “Vos sos de San Lorenzo, María,
entonces querés que gane el Cuervo (apodo de ese club de fútbol). Yo soy
peronista, entonces deseo que gane el peronismo. En el simulacro de votación
que hicimos en el último congreso de la Uom el 80 por ciento votó por
Cristina”.

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