Palestina/ La lucha contra la COVID-19 en los territorios ocupados [Ghada Majadle]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Ago 26 23:17:10 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

26 de agosto 2020

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Palestina



La lucha contra la COVID-19 en los territorios ocupados de Palestina



Ghada Majadle

The Lancet, setiembre 2020

https://www.thelancet.com/

Viento Sur, 25-8-2020

https://vientosur.info/



El brote de la enfermedad coronavirus 2019 (COVID-19) en los territorios
palestinos ocupados, y en Gaza específicamente, pone de relieve el efecto de
un bloqueo continuado sobre la salud pública. En 2007, tras la toma de
posesión de Hamás, Israel y Egipto impusieron un bloqueo terrestre, aéreo y
marítimo a Gaza. De acuerdo con la decisión del gabinete de Israel en ese
momento, se declaró que Gaza estaba gobernada por una “entidad hostil”
debido a los ataques de Hamas a los ciudadanos israelíes. El bloqueo incluía
la prohibición de lo que se conoce como materiales de doble uso (aquellos
que pueden utilizarse tanto para fines civiles como militares). Sin embargo,
la prohibición incluye artículos que no tienen nada que ver con la seguridad
-por ejemplo, ciertos tipos de alimentos- y otros que se prohibieron como
castigo -como las limitaciones de electricidad. El carácter extensivo del
bloqueo ha tenido un efecto devastador en la salud y el bienestar de los
residentes de Gaza.



En el 30 de junio de 2020, se han diagnosticado un total de 2.443 casos de
COVID-19 en el territorio palestino ocupado, 72 de los cuales han sido en
Gaza /1 (VS: a 16 de agosto se habían acumulado 21.554 casos, 4.225 por
millón de habitantes, y 119 personas fallecidas, 23 por millón de
habitantes,, y la situación de la transmisión es clasificada por brotes).



Los Ministerios de Salud palestinos, tanto en Gaza como en Ramallah, han
reconocido que su capacidad para contener la propagación de la COVID-19 se
ve limitada por la escasez actual y preexistente de material de asistencia
sanitaria, incluidos los medicamentos y material desechable. Las medidas de
salud pública han puesto su énfasis en la precación y han contribuido en
gran medida a una tasa de infección muy baja durante los tres primeros meses
de la crisis; por ejemplo, Gaza ha recomendado que las personas que regresen
de fuera de Gaza por el cruce de Rafah o Erez permanezcan en cuarentena
durante 21 días, en lugar de 14 días /2 .



Sin embargo, estos esfuerzos se ven obstaculizados por las restricciones
especiales a las que se enfrenta el sistema de salud palestino. Si incluso
los sistemas de atención de la salud bien equipados de los países europeos
han encontrado difícil el manejo de esta crisis, es probable que el servicio
de salud palestino, que soporta la carga de la escasez de presupuesto y una
fragmentación desde hace décadas, se encuentre en una situación mucho peor.
La separación entre Jerusalén oriental, Gaza y la Ribera Occidental, y las
restricciones que Israel impone a la libertad de circulación de los
pacientes, el equipo médico y el personal sanitario, obstaculizan
estructuralmente el buen funcionamiento del sistema de salud palestino.



El bloqueo de 13 años significa que no se dispone de muchos tratamientos en
Gaza y que el personal sanitario local no tiene conocimientos médicos
actualizados. En consecuencia, más de 9.000 pacientes necesitan permisos de
salida israelíes para salir de la Franja de Gaza cada año con el objetivo de
recibir un tratamiento que no está disponible a nivel local, de los cuales
una cuarta parte son pacientes con cáncer /3.



La insuficiente cantidad de equipo necesario para tratar la COVID-19 en el
territorio palestino ocupado (por ejemplo, 87 camas con ventiladores en la
unidad de cuidados intensivos para casi 2 millones de personas, y una
escasez de equipo de protección personal) se ve agravada por las deficientes
condiciones de salud pública: una crisis de agua y electricidad, una pobreza
desenfrenada y una alta densidad de población /4 .



Mientras tanto, los pacientes que necesitan un tratamiento que no está
disponible a nivel local se enfrentan a un dilema: seguir sin recibir
tratamiento o correr el riesgo de infectarse por la COVID-19 al salir de la
Franja de Gaza. A este dilema se suma el regreso obligatorio a los centros
de aislamiento de Gaza, los cuales no cuentan con el equipo necesario, lo
que supone un riesgo adicional para la salud. La OMS estima que, a finales
de marzo, había unos 1.200 pacientes que debían abandonar Gaza para recibir
tratamiento, entre ellos docenas de pacientes con cáncer /5.



Médicos de Israel por los Derechos Humanos (PHRI, la organización de salud y
derechos humanos en la que ambos trabajamos) ha exigido que Israel actúe de
forma transparente y publique las políticas del país para prevenir un brote
en el territorio ocupado de Palestina. El Convenio de Ginebra exige que la
Potencia ocupante adopte “las medidas profilácticas y preventivas necesarias
para combatir la propagación de enfermedades contagiosas y epidemias ” /6.
Aunque Israel tiene preocupación por su seguridad, las restricciones que ha
impuesto dejan a miles de personas sin acceso a una atención adecuada. Hay
indicios iniciales alentadores de que se ha producido una cooperación entre
Israel, la Autoridad Palestina y Hamas, al menos indirectamente. Sin
embargo, es preciso adoptar nuevas medidas.



Para que los sistemas de salud palestinos puedan gestionar el brote, Israel
debe levantar su cierre de la Franja de Gaza para permitir el funcionamiento
adecuado del sistema de salud y otros servicios esenciales de Gaza ante la
pandemia de COVID-19. El levantamiento del cierre debe incluir la
eliminación de las barreras a la circulación de mercancías. En los casos en
que no se disponga de medicamentos y equipo debido a la escasez de
presupuesto o a argumentos de doble uso, Israel debe ayudar a garantizar el
suministro de los materiales que faltan en la mayor medida posible.
Simultáneamente, las autoridades israelíes deben trabajar con Hamas y la
Autoridad Nacional Palestina para encontrar soluciones para los pacientes
que actualmente no pueden salir de la Franja de Gaza pero que deben recibir
un tratamiento no disponible en esta.



PHRI presentó una petición al Tribunal Supremo de Israel exigiendo la ayuda
mencionada. En su respuesta del 7 de mayo, Israel detalló parte de la muy
limitada ayuda que se ha proporcionado hasta ahora. Sin embargo, dadas las
mencionadas deficiencias en los sistemas de salud de Gaza y la Ribera
Occidental y el alcance de la responsabilidad de Israel, la ayuda que ha
proporcionado hasta ahora es en gran medida simbólica. La petición ante el
tribunal ha sido retirada, pero PHRI seguirá presionando para que se aumente
la asistencia a Gaza, especialmente a la luz de una posible segunda oleada.



Referencias



1.WHO. Coronavirus disease 2019 (COVID-19) situation report 27.

2.Palestinian National Authority. Ministry of Health, Unit of Information
System Daily report for COVID 19 virus.

3.WHO. Right to health 2018.

4.WHO. Coronavirus disease (COVID-19) situation report 33.

5.WHO. Health access. Barriers for patients in the occupied Palestinian
territory.

6.International Committee of the Red Cross. Geneva convention relative to
the protection of civilian persons in time of war (fourth Geneva
convention).

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