Análisis/ Las guerras que cambiaron el Cáucaso del Sur [Vicken Cheterian]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Dic 13 00:29:55 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

13 de diciembre 2020

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Análisis



Las guerras que cambiaron el Cáucaso del Sur

Vicken Cheterian

A l’encontre, 12-12-2020

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Traducción de Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa



El conflicto de Nagorno-Karabaj fue el primer conflicto étnico-territorial
que surgió en la Unión Soviética. En el momento culminante de las reformas
de Gorbachov, esta guerra en el Cáucaso Sur simbolizó la rápida
desintegración de lo que una vez fue una superpotencia militar y la segunda
economía más grande del mundo [en términos de volumen de producción]. El de
Karabaj y otros conflictos similares a principios de los años 90 fueron el
resultado del derrumbe del Estado, que era la URSS.

La reciente guerra entre Armenia y Azerbaiyán, conocida ahora como la
Segunda Guerra de Karabaj, es un enfrentamiento entre dos Estados-nación
establecidos recientemente. Tiene varias similitudes con la guerra de 2008
entre Georgia y Rusia. De hecho, una comparación de la segunda guerra de
Karabaj y la guerra de 2008 podría ayudarnos a sacar conclusiones sobre
algunas de las consecuencias y a identificar las tendencias más amplias en
el Cáucaso, un gran teatro de inestabilidad nacido de entre los escombros
del derrumbe soviético.

Tanto Georgia en 2008 como Armenia en 2020 eran ambas sociedades
posrevolucionarias. Los dirigentes políticos que surgieron de la revolución
georgiana en 2003 y los de Armenia en 2018 ejercían una total hegemonía
sobre las instituciones políticas. Mikheil Saakashvili fue elegido
Presidente en enero de 2004 con el 96% de los votos, mientras que el partido
de la Alianza "Mi Paso" de Nikol Pachinian ganó las elecciones
parlamentarias de diciembre de 2018 con 88 escaños en un total de 132. Ambos
mandatarios llegaron al poder con mensajes de democratización y de lucha
contra la corrupción. ¿Cómo explicar que hayan caído en la trampa de los
conflictos etno-territoriales? Además, ¿de qué manera la influencia de la
guerra de 2008 en los acontecimientos internos de Georgia podría ayudarnos a
comprender las evoluciones posibles en Armenia?

En primer lugar, hay que tener en cuenta algunas diferencias entre Georgia y
Armenia. Georgia se enfrentó a dos acusaciones de separatismo étnico, en dos
provincias que gozaban de autonomía en la época soviética. Tbilisi [o
Tiflis, capital de Georgia] debió también hacer frente al desafío del
control central de las periferias, incluida la rica provincia de Adjaria [en
la parte sudoriental del país con una frontera común con Turquía y costa en
el Mar Negro], así como de los distritos montañosos controlados por grupos
armados como los valles de Kodori [1] o Pankisi [2]. Por otra parte, Armenia
debía resolver el problema de la seguridad en Nagorno-Karabaj ante etnias
que luchaban por la autonomía contra las autoridades centrales de
Azerbaiyán. Por lo tanto, mientras que Tiflis apoyaba el principio de la
integridad territorial de los Estados, Armenia apoyaba el principio de la
autodeterminación.

Otra diferencia importante entre ambos es que en 2008 Georgia buscaba
activamente ingresar en la OTAN, y Saakashvili optó por una asociación
estrecha con Washington. Armenia no tenía tales aspiraciones. Formaba parte
de la alianza militar de Rusia. Georgia en 2008 y Armenia en 2020 tenían
ejes de seguridad esencialmente opuestos. Por último, aunque hayan sido los
dirigentes georgianos los que tomaron la iniciativa militar al enviar sus
fuerzas a la batalla para apoderarse de Tskhinvali [capital de Osetia del
Sur], no fue Armenia la que desencadenó la segunda guerra de Karabaj. Los
dirigentes azerbaiyanos estuvieron siempre a favor de una solución militar
del conflicto. Y fue Bakú [capital de Azerbaiyán] la que decidió la agresión
militar el 27 de septiembre de 2020. Mientras que Saakashvili pretendía
cambiar el status quo anterior, el primer ministro armenio, Nikol Pachinian,
quería mantenerlo.

Iniciar guerras

El calendario de ambas guerras fue bien elegido, ya que los conflictos de
2008 y 2020 comenzaron bajo dos acontecimientos internacionales.

Ambos comenzaron antes de las elecciones presidenciales de EE.UU., pero por
razones diferentes. Mikheil Saakashvili temía que una posible derrota del
Partido Republicano implicara la pérdida del apoyo de Washington. Por eso,
los meses anteriores a las elecciones presidenciales de noviembre de 2008
[Barack Obama vs. John McCain] fueron una última oportunidad para lanzar un
desafío militar, esperando contar con el apoyo del Ejército de los Estados
Unidos. Para el Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, las elecciones
presidenciales en los Estados Unidos, así como la pandemia mundial de
Covid-19, eran distracciones que podían mantener a los actores
internacionales alejados de la guerra de Karabaj, y a los medios de
comunicación mundiales ocupados con "otra cosa". La guerra de 2008, que
comenzó con la operación militar georgiana en la capital de Osetia del Sur,
Tskhinvali, el 7 de agosto, coincidió con otro acontecimiento mundial que
iba a servir de cortina de humo: la inauguración de los Juegos Olímpicos de
Beijing el 8 de agosto.

Una de los elementos más importantes que hay que destacar es que ninguno de
los "protectores" acudió al rescate de sus protegidos para detener la guerra
de forma efectiva. La guerra de 2008 coincidió con el fin de las maniobras
militares conjuntas de Estados Unidos y Georgia; el personal militar
estadounidense todavía estaba en Georgia cuando estalló la guerra. Sin
embargo, la administración de George W. Bush, incluso en manos de los
neoconservadores, no iba a arriesgarse a una guerra con Rusia, una potencia
nuclear.

En 2020, Rusia tenía en sus manos la posibilidad de intervenir decisivamente
y frenar el ataque conjunto de Azerbaiyán y Turquía contra su aliado,
Armenia. El ataque azerbaiyano empezó un día después de que Rusia terminara
importantes maniobras militares en el norte del Cáucaso, llamadas
Kavkaz-2020 [Cáucaso-2020], en las que participaron unos 80.000 soldados.
Rusia estaba claramente indignada por la intervención militar turca en el
sur del Cáucaso y la presencia de varios miles de mercenarios sirios en la
zona de conflicto. Sin embargo, los cálculos rusos de costo-beneficio le
indicaron que no debía intervenir.

Al final, tanto Occidente -Estados Unidos y Francia, que actuaron como
mediadores en 2008- como Rusia intervinieron para poner fin a las guerras y
salvar a sus protegidos de una derrota total. En 2008, fue al cabo de menos
de cinco días de guerra. En 2020, después de 44 días de guerra, y después de
que Armenia se viera obligada a firmar un acuerdo humillante. Este
"documento" hizo que Armenia perdiera los últimos territorios azerbaiyanos
que aún estaban bajo su control (no recibió a cambio las localidades
armenias de Karabaj bajo control azerí), y no obtuvo ninguna promesa sobre
el estatuto final de Karabaj, el meollo del conflicto.

El hecho de que la guerra de 2008 durara sólo cinco días significa que fue
menos devastadora, con un número relativamente bajo de víctimas, ya que las
pérdidas militares georgianas fueron inferiores a 200. Las autoridades
georgianas también aplicaron una política de censura de la xenofobia
antirrusa, por ejemplo, prohibiendo la difusión de una canción considerada
antirrusa en los canales de televisión locales. Por el contrario, la segunda
guerra de Karabaj fue mucho más mortífera, no tanto entre los civiles -que
fueron evacuados de las zonas de guerra- como entre los militares. La guerra
también condujo al surgimiento de una nueva ola de odio interétnico, con
imágenes de propaganda bélica invadiendo las pantallas de ambos bandos.

Stepanakert y otras localidades armenias fueron intensamente bombardeadas
durante la guerra, mientras que las ciudades azerbaiyanas de Barda y Ganja
fueron objeto de ataques con misiles. En las redes sociales circuló un gran
número de videos filmados por soldados de élite azerbaiyanos torturando y
asesinando a prisioneros de guerra armenios, lo que sugiere una política
sistemática. En el bando armenio también aparecieron videos similares de
abusos contra prisioneros de guerra azerbaiyanos, aunque en número mucho
menor. El apoyo de la población azerbaiyana a la guerra fue incondicional y
las manifestaciones en favor de la guerra en julio de este año son
probablemente uno de los factores desencadenantes de la segunda guerra de
Nogorno Karabaj.

Después de la guerra, en 2008, la Unión Europea estableció una "Misión
Internacional Independiente de Investigación sobre el Conflicto en Georgia",
encabezada por la experimentada diplomática suiza Heidi Tagliavini. Una
misión de investigación independiente similar sería necesaria para aclarar
la responsabilidad de la segunda guerra de Karabaj y los crímenes cometidos
durante los 44 días que duró el conflicto. De hecho, sería necesario
establecer una segunda comisión histórica que remonte al surgimiento del
conflicto en 1988 e investigue una serie de tabúes que siguen alimentando el
antagonismo, entre ellos Sumgait [pogromo contra los civiles armenios en la
ciudad de Sumgait en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, el 27
de febrero de 1988] y una serie de otros pogromos antiarmenios en el
Azerbaiyán soviético, la limpieza étnica en la Armenia y el Azerbaiyán
soviéticos, Khojaly [26 de febrero de 1992, ahora Ivanian] y otras masacres
durante la Primera Guerra de Karabaj, entre otras. Sin una comisión
independiente por la verdad y sin aclaraciones, las narraciones polarizadas
seguirán alimentando el odio. Una comisión de este tipo podría ayudar a las
partes a distinguir por fin los crímenes de la justicia y a tomar un camino
diferente en el futuro.

Consecuencias

La guerra de 2008 marcó un giro en la política internacional. Después de
unas dos décadas de repliegue militar ruso, el 008 marcó un cambio radical
en la política rusa. Moscú no sólo puso fin al desafío georgiano de retirar
sus fuerzas de Osetia del Sur, sino también a las ambiciones georgianas de
unirse a la OTAN. En 2020, esta tendencia se vio confirmada. La intervención
de última hora de Rusia no sólo salvó lo que quedaba de Karabaj del riesgo
de ser aniquilado por las fuerzas azerbaiyanas, sino que también impuso sus
"fuerzas de mantenimiento de la paz" dentro de Azerbaiyán [corredor de
Latchin], algo que los sucesivos líderes de Bakú habían rechazado en el
pasado. Actualmente, Moscú tiene un pie dentro de Azerbaiyán y podría
utilizarlo contra cualquier desafío a su influencia en la zona de conflicto
de Karabaj. Rusia también consiguió el objetivo de marginar a Turquía tanto
del acuerdo de alto el fuego del 9 de noviembre como de las dimensiones
militares del mantenimiento de la paz. Al final, Rusia salió ganando en un
conflicto en el que había invertido muy poco.

La tendencia decreciente de la influencia occidental en el Cáucaso
meridional, que empezó en 2008, se confirmó nuevamente en 2020. El Grupo de
Minsk de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa)
-una estructura creada para gestionar, pero no necesariamente resolver, el
conflicto de Karabaj- rfue marginalizado por Moscú. Más adelante, a Rusia le
podría interesar que Francia o los Estados Unidos desempeñaran algún papel
en la región de Karabaj, siempre y cuando ese nuevo papel no vaya más allá
de los límites de la nueva influencia rusa en la región, a saber, su dominio
militar.

Mikheil Saakashvili logró mantenerse en el poder para proseguir su segundo
mandato presidencial tras la derrota de 2008 [hasta noviembre de 2013,
entonces gobernador de la provincia de Odessa] sólo gracias a la masiva
ayuda financiera de Europa y de Estados Unidos, que ascendió a 4.000
millones de dólares. Occidente optó por no ayudar a Nikol Pachinian después
de la revolución de 2018 y no parece haber cambiado de orientación después
de la guerra destructora. Moscú tampoco quiere salvar la carrera política de
Nikol Pachinian, el cual llegó al poder gracias a una ola de protestas
populares, algo que la élite rusa teme desde la Revolución Naranja de 2004
en Ucrania. Es difícil imaginar qué fuerza podría salvar a Pachinian hoy en
día.

Eso no significa que Armenia vaya a volver a los viejos tiempos. Es cierto
que Georgia no pudo seguir con su transformación política después de 2008,
pero no retrocedió a la situación anterior a 2003, con un Estado débil y una
realidad caótica. Lo que es más importante, el Movimiento Nacional Unido, el
partido político fundado por Saakashvili, sobrevivió a las elecciones
celebradas posteriormente en Georgia, constituyendo una oposición
parlamentaria. Lo mejor que le puede pasar a la Alianza Pashiniana "Mi Paso"
es sobrevivir a su inevitable caída del poder y convertirse en una verdadera
oposición. (Artículo publicado en Open Democracy, 7-12-2020:
https://www.opendemocracy.net/



Notas

1] El Valle de Kodori está formado por un río en Abjasia. Hasta 2008, sirvió
de frontera natural entre la autoproclamada república autónoma de Abjasia y
el territorio abjasio que todavía está controlado por el gobierno georgiano
y que éste describe como Alta Abjasia. En 2008, durante la segunda guerra de
Osetia, la República de Abjasia recuperó el control de la región con la
ayuda de las fuerzas armadas rusas. (Redacción A l´encontre)

2] El valle del Pankissi se encuentra al noreste de la capital Tbilisi (o
Tiflis), y es fronterizo con Chechenia. (Redacción A l´encontre]

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