Uruguay/ Médicos proponen una cuarentena obligatoria hasta el 12 de abril [Amanda Muñoz]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Mar 21 11:51:13 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

21 de marzo 2020

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Uruguay



SMU propuso a las autoridades una cuarentena general hasta el 12 de abril



Especialistas en salud pública y epidemiología aportan reflexiones sobre
estrategias drásticas de contención.



Amanda Muñoz

La Diaria, 21-3-2020

https://ladiaria.com.uy/



“Una cuarentena obligatoria mucho más enérgica que la que tiene nuestro
país” pide el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) para contener la expansión
del SARS-Cov-2, el nuevo coronavirus.(1)  Así lo expresó de tarde Gustavo
Grecco, presidente del SMU, al dar una conferencia de prensa poco después de
que terminara la segunda reunión del Comité Intersectorial de Crisis,
integrado por sindicatos y representantes del gobierno y a la que
concurrieron también referentes de mutualistas y emergencias móviles.



En diálogo con la diaria, Grecco relató que las autoridades del Ministerio
de Salud Pública (MSP) recibieron la propuesta, pero que no se consideró en
la reunión: “Oficialmente el MSP nos dice que toma conocimiento, que recibió
el documento y que lo vamos a discutir en un ámbito específico. Eso, para
nosotros, es tarde”, dijo. Grecco agregó que Luis González Machado,
presidente de la Junta Nacional de Salud, se comprometió a discutir esta
propuesta antes del viernes, cuando volverá a sesionar el comité.



El principal objetivo de la propuesta del SMU es “evitar la afluencia de
pacientes de forma abrumadora”, de modo que el sistema de salud “pueda
organizarse y absorber el flujo”, dijo Grecco en la conferencia. En
concreto, proponen que se decrete cuarentena obligatoria hasta el 12 de
abril, “sin llegar al extremo de colapso de la economía y de servicios
básicos que deben mantenerse” para asegurar la alimentación, la recolección
de residuos y la salud, aunque con una restricción mayor de servicios como
el transporte público.



Agregó que si bien hay un porcentaje importante de la población que cumple
con el distanciamiento social dispuesto, otra parte importante no lo hace, y
que “los contagios están ocurriendo por no respetar el aislamiento”. El SMU
habla de “un desarrollo progresivo, estructurado y programado de la
cuarentena”, con una evaluación permanente, potenciada por la posibilidad de
ampliar la capacidad de hacer test diagnósticos a los casos sospechosos y al
personal de la salud (algo que se logrará con la habilitación de nuevos
laboratorios, tal como anunció el MSP). Esos test diagnósticos permitirán
tener un mejor rastreo de casos para indicar aislamiento (de quienes tienen
el virus) y cuarentena (a quienes estuvieron en contacto con alguien que lo
tiene). Pasada la cuarentena, el SMU propone “que se restituya la actividad
de manera progresiva”.



¿Contener o mitigar?



El 12 de marzo, el día antes de que se confirmaran en Uruguay los primeros
cuatro casos del nuevo coronavirus, el Departamento de Medicina Preventiva y
Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (que
forma a epidemiólogos y a especialistas en salud pública y en administración
de servicios de salud) escribió un editorial titulado “Covid-19: encuentros
y desencuentros de la salud pública, la ciencia, la incertidumbre y la
política global” en el que expuso sobre “la falsa dicotomía contención
versus mitigación” en la contención de una epidemia.



El artículo detalla que las medidas de contención implican básicamente “el
uso de restricciones (por ejemplo al ingreso de personas a un país),
identificación de caos y contactos, con su correspondiente seguimiento”, y
la cuarentena para quienes estuvieron expuestos a la infección. Mencionaron
que este tipo de medidas “extremas” están establecidas en el Reglamento
Sanitario Internacional (RSI), que es vinculante para los estados parte de
la Organización de las Naciones Unidas, y que deben usarse al amparo de la
normativa nacional e internacional, incluyendo acuerdos de derechos humanos.



La “mitigación” implica tomar medidas para minimizar el impacto de la
epidemia, o sea, aplanar la curva y que el sistema de salud no colapse. “La
controversia mitigación versus contención ha sido motivo de acaloradas
discusiones en ámbitos académicos, pese a que en los hechos ambas
estrategias no son en absoluto excluyentes. El control de una enfermedad
transmisible puede implicar seleccionar medidas de uno u otro tipo, solas o
combinadas, para lograr el resultado pretendido”, se afirma.



El texto no da respuestas concluyentes sobre qué conviene hacer, pero
problematiza lo que implica tomar este tipo de decisiones. Ante la pregunta
de si deben “cuarentenarse millones de personas”, como en Italia, responde
que “la toma de estas medidas podría tener impacto en la pendiente de la
curva de transmisión, pero eso no está garantizado, por ejemplo, si la
circulación comenzó, como se sospecha, mucho antes de la detección de casos
graves”.



“Debiera ser intuitivo llegar a la conclusión de que los países de la
región, incluido Uruguay, deben optar por una combinación de estrategias,
basada en el escenario más probable, según la información de la que hoy se
dispone y que permita adecuar esa respuesta (escalar o decalar) según la
necesidad, a medida que la incertidumbre se reduzca”, pronosticó el
artículo. A su entender, la toma de medidas excepcionales “implica un riesgo
alto”, y planta que en escenarios como los del Covid-19 el énfasis suele
colocarse “en la prevención de la transmisión entre personas, a través de
una combinación de medidas”, como el autoaislamiento de quienes tienen la
enfermedad, el distanciamiento social, el cuidado de grupos vulnerables y de
no contagiar a otros; también por medio de la potenciación del primer nivel
de atención, el rol potencial de la telemedicina, la participación activa
del personal de enfermería durante el seguimiento y la clasificación de
casos, entre otros aspectos.



El artículo plantea que a medida que las epidemias avanzan “afectando más
países y existiendo circulación sostenida, el uso de medidas de contención
deja de ser recomendado como criterio general”, y que “expertos de todo el
mundo se han manifestado respecto de que ya nos encontramos en una fase en
que estas medidas no solamente tienen una utilidad limitada, sino que pueden
ser incluso contraproducentes”.



“Covid-19 ha representado el ‘cisne negro’ de la política de salud
internacional”, se asegura, porque muchas de las medidas dispuestas han
interferido con el respeto pleno de los derechos humanos y las libertades
individuales pactadas en el RSI. “Es creciente el número de eventos
relacionados a xenofobia y racismo tras la emergencia de Covid-19”, se
afirma. La evaluación es hecha desde una mirada de salud pública, porque se
afirma que no es posible “saber hoy cuál es el costo indirecto de la toma de
medidas excepcionales, bajo el objetivo de prevenir enfermedad y muerte”, y
que “la restricción del comercio desde zonas afectadas ya está impactando en
la distribución de insumos médicos, tales como medicamentos, o dispositivos,
como tapabocas, vacunas, etcétera”. Se recuerda además que “las capacidades
de vigilancia epidemiológica, una de las funciones esenciales de salud
pública, son críticas para detectar precozmente, planificar y brindar
insumos necesarios para la toma de decisión”, concepto que se refuerza en el
editorial de ayer, y se recuerda la responsabilidad compartida por toda la
sociedad para combatir la epidemia.



Decisiones



¿Qué pasa si se decreta cuarentena y se levanta cuando ya empiecen los fríos
y todavía haya gente que pueda contagiar y se desconoce? ¿En qué medida
puede provocar un gran daño en otras enfermedades? ¿Conviene desarrollar las
actuales medidas de distanciamiento que mantienen la circulación en un alto
grado? Son preguntas que no tienen respuesta. Consultados durante la
conferencia que dieron el miércoles, Jorge Facal y Julio Vignolo, expertos y
asesores del MSP, reconocieron el riesgo de implementar medidas drásticas
como el cierre de escuelas, pero defendieron la estrategia actual, y
señalaron que se intenta minimizar el impacto negativo.



También lo sabe el SMU. Consultado al respecto, Grecco reafirmó que “estamos
en fase de crecimiento exponencial del virus en la sociedad” y que “de
acuerdo con los modelos matemáticos y estadísticas de las probabilidades, el
porcentaje de pacientes que sabemos que van a enfermar y a enfermar
gravemente por Covid-19 satura al sistema de salud”, y que es prioritario
“intentar cortar la circulación del virus para evitar una difusión mayor; si
después va a recircular no podemos adivinarlo”. Añadió que, “a diferencia de
lo que pasa en Europa, estamos entrando en invierno”, lo que hace tener “un
panorama mucho más sombrío y de incertidumbre de lo que pase en tres o
cuatro meses”.



Nota



1) Hasta ayer se registraban 110 casos de coronavirus en el país, cuatro de
esas personas se encuentran internadas. (Redacción Correspondencia de
Prensa]

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