Estados del Golfo/ Trabajadoras y trabajadores migrantes afectados por la crisis del petróleo y el Covid-19 [Andrea Wright]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Mayo 7 00:43:20 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

7 de mayo 2020

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redacción y suscripciones

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Estados del Golfo

 

Trabajadoras y trabajadores migrantes afectados por la crisis del petróleo y
el Covid-19

 

Andrea Wright *

A l´encontre, 4-5-2020

http://alencontre.org/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur

https://www.vientosur.info/

 

Una vez más, muchos trabajadoras y trabajadores migrantes sudasiáticos en el
Golfo se encuentran en situaciones extremadamente precarias, causadas por
convulsiones económicas mundiales. Durante las últimas semanas he hablado,
por teléfono y mediante mensajes de texto, con trabajadores indios que
trabajan en el Golfo para averiguar cómo la pandemia mundial de coronavirus
está afectando sus vidas. Con el cese de proyectos petroleros, debido a la
caída de la demanda y a las anteriores guerras de precios entre Arabia
Saudita y Rusia, las y los trabajadores migrantes del sur de Asia están cada
vez más preocupados de que no se les pague por su trabajo y de que sus
empresas ya no paguen su alojamiento en los campamentos.

 

Estas preocupaciones están lejos de ser exageradas, especialmente cuando se
considera la experiencia de un gran número de personas trabajadoras que
fueron abandonadas tras la recesión de 2008. Las circunstancias de hoy son
más difíciles. Con el aislamiento forzado para contener la propagación del
virus y las restricciones de movimientos entre los campos de trabajadores,
no está claro cómo quienes son abandonados bajo las restricciones de
cuarentena actuales podrán satisfacer sus necesidades diarias. Se enfrentan
a la incertidumbre, se preocupan por la salud de su familia y se preguntan
cómo sobrevivirán ellos y sus familias si pierden sus empleos.

 

En 2009, me senté con un grupo de trabajadores migrantes del sur de Asia que
vivían en un campamento abandonado en Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos
(EAU)  1/. Mientras escuchaba a estos hombres contar sus experiencias, un
musulmán indio, Aijaz, se volvió hacia mí y me preguntó en hindi: "No
tenemos ningún diploma, ninguno de nosotros puede leer. ¿Por qué no nos dan
el dinero que nos deben? ... ¿Por qué nadie nos está ayudando?”. Aijaz y los
demás residentes del campamento abandonado son solo algunos de los asiáticos
del sur que encontré durante mi investigación en 2009 y 2010 en los EAU.
Entonces el Golfo todavía estaba en estado de shock por la Gran Recesión de
2008 y muchos proyectos petroleros se estancaron. Las empresas quebraron y
las y los propietarios de las sociedades huyeron de los EAU por temor a
acabar en la cárcel por deudas.

 

Las y los trabajadores abandonados a menudo me decían que nunca se les
pagaba por el trabajo que habían realizado antes del cierre de su empresa.
No solo no se les pagaba, sino que los hombres en estos campamentos no
tenían acceso a agua, comida y electricidad. Los trabajadores abandonados
dependían de los trabajadores empleados que vivían en campamentos vecinos,
que compartían su comida y agua. Un grupo de voluntarios del sur de Asia de
clase media y alta también ayudó al proporcionar alimentos para el iftar
[comida que se toma todas las noches] durante el Ramadán y proporcionando
artículos higiénicos. Finalmente, estos voluntarios organizaron una
recaudación de fondos y, con las ganancias, compraron billetes de avión para
el regreso de Aijaz y sus camaradas de campo.

 

Hoy, durante la pandemia de Covid-19, las y los trabajadores migrantes del
sur de Asia están cautivos de las decisiones gubernamentales y comerciales.
Tienen pocas oportunidades de tomar sus propias decisiones y no tienen
buenas soluciones. Las y los trabajadores temen que si permanecen en el
Golfo, corren el riesgo de ser abandonados por sus empleadores e infectados
con el coronavirus debido al pequeño tamaño de las habitaciones en las que
están confinados. Si regresan a la India estando confinados, temen la
hambruna, el aumento de la deuda, el desempleo, la posible pérdida de
cualquier propiedad de tierra y la campaña antimusulmana del gobierno de
Narendra Modi.

 

Covid-19 y confinamiento en el Golfo

 

Las y los trabajadores migrantes del sur de Asia, incluso antes de la
pandemia de coronavirus, viven en campamentos superpoblados, en gran parte
aislados del resto de la gente residente en el Golfo. Hoy, estos lugares
superpoblados y aislados significan que también están cada vez más
amenazados con contraer el Covid-19. Al igual que las y los pobres en gran
parte del mundo, las y los trabajadores migrantes contraen la enfermedad y
mueren a causa de ella en un porcentaje más alto que el resto de la
población.

 

La infección en el Golfo está en pleno crecimiento. El 14 de abril de 2020,
los Estados del Golfo informaron colectivamente de 16.613 casos de Covid-19.
Al 29 de abril, los Estados del Golfo tenían 50.572 casos. Qatar tiene la
tasa de infección más alta, con 4.361 casos por 1 millón. La mayoría de las
y los infectados son trabajadores migrantes que viven en un campamento a las
afueras de Doha. El 11 de abril, Bahrein declaró que 45 de las 47 personas
recién diagnosticadas eran trabajadoras y trabajadores extranjeros y, el 23
de abril, cientos de trabajadores migrantes fueron puestos en cuarentena
después de que un número desconocido contrajera la enfermedad. La agencia de
prensa saudita indicó el 5 de abril que el 53% de los casos en Arabia
saudita eran migrantes y el Ministerio de Salud indicó el 16 de abril que
las y los trabajadores extranjeros representaban el 80% de los nuevos casos
de Covid-19 en el país.

 

Aunque los informes son incompletos, se cree que las y los trabajadores
extranjeros representan en todo el Golfo la mayoría de las infecciones y
muertes por Covid-19. Sin embargo, el acceso de las y los trabajadores a los
recursos médicos parece depender en gran medida de las políticas de las
patronales. Según las personas trabajadoras migrantes del sur de Asia con
quienes hablé, también enfrentan dificultades cuando buscan tratamiento.
Esto se debe, en parte, a su limitado conocimiento de los recursos médicos
en el Golfo. Además, las y los migrantes deben someterse a exámenes médicos
antes de establecerse en el Golfo, algo que a muchos les resulta
desagradable, desconocido e intrusivo. Las y los migrantes son disuadidos de
intentar conseguir un tratamiento debido a esta experiencia limitada y
negativa de la atención sanitaria y debido a que muchos de ellos conocen
colegas que han sido devueltos a su país, y han perdido su empleo, por causa
de su enfermedad.

 

A pesar de estas preocupaciones, cuando una clínica de Abu Dabi ofreció una
prueba Covid-19, atrajo a cientos de personas, en su mayoría trabajadoras y
trabajadores con salarios bajos. Además, algunos patronos me dijeron que
habían llevado a las y los trabajadores con síntomas graves a los hospitales
locales. No todos los trabajadores tienen el mismo acceso a la atención
médica. Recientemente, un grupo de trabajadores indios que trabajan en Ajman
[capital del Emirato de Ajman] y enfermos con Covid-19 envió un mensaje por
Twitter al Ministro Principal del Estado de Telangana en India y al Times of
India para decir que estaban siendo mantenidos en cuarentena y que no se les
suministraban medicamentos.

 

Las y los trabajadores indios señalan que su vida diaria ahora se limita a
su habitación y, si tienen suerte, a su lugar de trabajo. Según mis
conversaciones, parece que la mayoría de los proyectos en los sectores del
petróleo y la construcción se han detenido, mientras que algunas fábricas
permanecen abiertas. Cuando hablé con Ahmed, un trabajador manual de Bihar,
India, que trabaja en Abu Dhabi, describió su situación de la siguiente
manera: está confinado en una pequeña habitación estilo dormitorio con otros
siete hombres indios. Todo el trabajo en su empresa está detenido, pero
Ahmed espera recibir su próximo salario. Otro trabajador indio, Syed, que
trabaja en Sharjah (EAU), explicó que el trabajo en su fábrica continúa,
pero que le toman la temperatura al comienzo de cada turno de trabajo.
Además del trabajo en la fábrica, Syed también está confinado en su
habitación. No está seguro de lo que le sucederá si tiene fiebre. Me puse en
contacto con funcionarios de algunas compañías que me dijeron que estaban
usando habitaciones vacías en los dormitorios de sus empleados para poner en
cuarentena a aquellos con síntomas. Por otro lado, otras compañías están
ansiosas por que sus trabajadores abandonen el Golfo. En la zona industrial
de Qatar, un área con una alta tasa de infecciones por Covid-19, Amnistía
Internacional informa de que los trabajadores nepaleses que viven allí son
arrestados por la policía, enviados a centros de detención y luego
deportados a Nepal.

 

Se multiplican los obstáculos para el regreso al país

 

Los trabajadores migrantes indios no solo están amenazados por el hambre o
las enfermedades, sino que también son indeseables tanto en el Golfo como en
la India. El 19 de marzo de 2020, los Emiratos Árabes Unidos prohibieron la
entrada en el país de titulares de visados de residencia válidos y
comenzaron a suspender los visados de trabajo. El 23 de marzo, las dos
principales compañías aéreas de los EAU, Etihad y Emirates, detuvieron todos
los vuelos de pasajeros y cerraron las fronteras del país. Otros estados del
Golfo han implementado medidas similares: Bahrein cerró sus fronteras a
todos los estados del Consejo de Cooperación del Golfo excepto a sus
ciudadanos el 18 de marzo  2/, Kuwait el 13 de marzo, Qatar el 18 de marzo y
Arabia Saudita el 15 de marzo.

 

Luego, el 25 de marzo, India lanzó el confinamiento nacional y el cierre de
sus fronteras. Entre el anuncio y el cierre efectivo de las fronteras,
ciudadanas y ciudadanos indios de todo el mundo regresaron al país.
Coincidiendo con esto, el gobierno declaraba que todos los ciudadanos que
pasaban por el Golfo deberían someterse a una cuarentena de 14 días, a pesar
del hecho de que otros países como Estados Unidos tenían tasas de infección
por Covid-19 más alto que los Estados del Golfo. Esta medida tuvo un impacto
desproporcionado en los indios pobres, que tienen un control limitado sobre
sus rutas de vuelo y que tienen más probabilidades de trabajar en el Golfo
que en América del Norte o Europa.

 

Hoy, con las fronteras cerradas, el gobierno indio se niega a repatriar a
sus ciudadanos y ciudadanas que trabajan en el Golfo. Esta decisión ha sido
fuertemente rechazada, tanto en India como en el Golfo. En una carta al
primer ministro Narendra Modi, el ministro principal del estado indio de
Kerala abogó por la repatriación de las y los trabajadores porque "las
medidas preventivas y los métodos de cuarentena implementados en Dubai no
son efectivos ni adecuados"  3/ . Emiratos Árabes Unidos también quieren que
India repatrie a las y los trabajadores y ofrezca pagar los vuelos y las
pruebas de Covid-19 para las y los trabajadores indios que regresan,
mientras amenaza con dejar de contratar a más trabajadoras y trabajadores
indios en el futuro si su gobierno no actúa rápidamente. En respuesta, el 11
de abril, el embajador indio indicó que India no podía aceptar personas
trabajadoras repatriadas mientras el confinamiento en India no fuera
levantado, lo que está actualmente previsto para el 3 de mayo.

 

Durante nuestras conversaciones, las y los migrantes expresaron su
preocupación por el riesgo de contraer el coronavirus, ser abandonados por
sus patronos o ambos. Sin embargo, a pesar de estas inquietudes, casi todos
los trabajadores indios con los que hablé dijeron que preferirían seguir
trabajando en el Golfo mientras se les siga pagando. La preocupación más
apremiante para muchos es pagar las necesidades diarias de sus familias,
incluida la comida. Si regresan a la India, se preguntan cómo ganarán dinero
para alimentar a sus familias. Esta preocupación es compartida por los
pobres sudasiáticos, porque las medidas de confinamiento implementadas por
sus gobiernos obstaculizan su capacidad para trabajar y, en consecuencia,
para alimentarse. Estos últimos días, personas desempleadas en todo el sur
de Asia han organizado protestas, desde trabajadores de fábricas y de la
construcción en Pakistán hasta trabajadoras y trabajadores de la confección
en Bangladesh y migrantes internos que viven en las ciudades más grandes de
India  4/. Las y los manifestantes dicen que morirán de hambre si sus
gobiernos no intervienen para alimentarlos o subsidiar sus salarios perdidos
durante las medidas de confinamiento del coronavirus.

 

Los beneficios y costes (la deuda) de migrar al Golfo

 

Cada año, aproximadamente un millón de hombres indios, en su mayoría de
zonas rurales, viajan a los países productores de petróleo de la Península
Arábiga para trabajar como obreros. La mayoría de los indios del Golfo
trabajan en trabajos no calificados o semi-calificados, dos de las
categorías utilizadas por el gobierno indio para clasificar a los
trabajadores migrantes. Los trabajadores no calificados se refieren a los
trabajadores manuales que, según mi investigación, trabajan principalmente
en el sector de la construcción. Los trabajadores semi-calificados
generalmente tienen capacitación o experiencia técnica y ocupan puestos como
instaladores de tuberías, dobladores, electricistas, fontaneros, operadores
de prensa, albañiles, soldadores y conductores.

 

Muchas familias pobres ven la migración transnacional como una forma de
mejorar sus condiciones de vida. Si bien históricamente muchos inmigrantes
provenían de Estados del sur de la India, como Kerala y Tamil Nadu, hoy la
mayoría de ellos provienen de Estados del norte, como Bihar y Uttar Pradesh,
que son los más dependientes de la agricultura y experimentan tasas más
altas de desempleo y subempleo  5/. En estos Estados, la mayoría de las
explotaciones agrícolas tienen menos de un acre (un acre equivale a entre
0,4 y 0,5 hectáreas) de tamaño y sus propietarios trabajan muy
frecuentemente en lo que el gobierno indio llama trabajos ocasionales,
ganando un promedio de 2 a 3 dólares al día  6/.

 

Por otro lado, los migrantes me dicen que trabajar en el Golfo genera entre
seis y diez veces más que un trabajo similar en India. Por lo tanto, es
tentador asumir la deuda necesaria para comprar billetes de avión y pagar
toda una serie de tarifas a subcontratistas, agentes y agencias
gubernamentales por visas y empleos.

 

Esta deuda, a menudo acompañada de tasas de interés muy altas, es la mayoría
de las veces más alta de lo que gana toda una familia anualmente. En las
cientos de entrevistas que he realizado con migrantes indios desde 2008,
observo que la abrumadora mayoría pide prestados entre aproximadamente 915 y
1.570 dólares (70.000 y 120.000 rupias) para conseguir un trabajo en el
Golfo. Los migrantes más afortunados pueden pagar esta cantidad al cabo de
entre dos y cuatro años de trabajo, aunque no es raro encontrarse con
hombres que han trabajado en el Golfo durante más de una década y que
todavía están pagando su deuda.

 

Regresar a la India, antes de poder pagar sus deudas, significa que los
migrantes no pueden atender a las necesidades de sus familias. Además, esta
deuda corre el riesgo de que los prestamistas se apoderen de los pocos
activos de sus familias, como sus pequeñas granjas. Por ejemplo, Raj, que
trabajaba en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos, pero que estaba de licencia
bianual en su aldea en el sur de la India cuando se establecieron
restricciones de viaje, me dijo que estaba "desesperado" por volver a
trabajar en Sharjah porque" no hay dinero ni comida"en su pueblo. Tiene
miedo de perder su trabajo en los Emiratos Árabes Unidos y, en consecuencia,
no poder pagar sus deudas. Previendo un futuro sombrío, Raj cree que pronto
estará "desempleado y sin tierra".

 

El ascenso del "sentimiento anti-musulmán" en India también obstaculiza los
retornos

 

Los inmigrantes indios dicen que tienen pocas posibilidades de optar por
quedarse en el Golfo o regresar a la India, pero ninguna de estas opciones
es "buena". Cuando pregunto qué sucederá después, algunos responden con una
expresión árabe, tawakkaltu ala-Allah, indicando que "confían en Dios".
Otros me responden simplemente preguntándome en hindi, ¿kya karo? o "¿qué
debo hacer?" Ambas respuestas apuntan al hecho de que los trabajadores de
agencias temporales están extremadamente limitados para decidir su propio
futuro. A merced de las decisiones gubernamentales y comerciales, les
preocupa lo que sucederá después. Si se ven obligados a permanecer en el
Golfo, arriesgan su salud y sus trabajos, mientras que su regreso a la India
conlleva sus propios riesgos.

 

Muchos migrantes temen que la discriminación religiosa que experimentan
regularmente en la India, como musulmanes, esté empeorando. Un número
desproporcionado de inmigrantes indios en el Golfo son musulmanes. Las y los
musulmanes en la India se enfrentan a una serie de desigualdades sociales y
económicas. Faiz, un musulmán indio que trabaja en Abu Dhabi, explicó cómo
la discriminación religiosa contribuyó a su decisión de emigrar. “Los
hindúes encuentran trabajo más fácilmente [en India]. Nosotros [los indios]
tenemos un gobierno secular, pero de hecho, la mayoría de los no musulmanes
son favorecidos… Cuando hay un nombre musulmán [en una solicitud de empleo o
CV], ellos [los empleadores] tienen un actitud diferente, y esto casi
siempre se aplica al gobierno, la educación y los negocios”. Según un
informe de 2006 del gobierno indio, los musulmanes indios viven en áreas con
poca infraestructura y son discriminados regularmente en la esfera pública
7/. Las personas musulmanas indias también están en desventaja por las bajas
tasas de alfabetización, el acceso desigual a las instituciones educativas y
gubernamentales y la representación sesgada en los medios de comunicación.
Estas desventajas a menudo convergen con disparidades económicas regionales
para acentuar las desigualdades que enfrentan.

 

Hay frecuentes informes de violencia contra gente musulmana en la India, que
están estrechamente relacionados con las políticas nacionalistas hindúes que
excluyen políticamente a las y los musulmanes. Un ejemplo reciente es la Ley
de Enmienda de Ciudadanía, aprobada en 2019, que acelera el proceso de
ciudadanía para las personas provenientes de Asia del Sur de todas las
religiones que ingresan a la India, excepto las musulmanas. Tras la
aprobación de esta ley, estallaron protestas por la exclusión de los
musulmanes en toda la India. Las protestas en la capital, Nueva Delhi, a
fines de febrero de 2020 provocaron enfrentamientos violentos entre hindúes
(incluidos miembros de la fuerza policial) y musulmanes. Los disturbios
dejaron al menos 53 muertos, dos tercios de ellos musulmanes  8/. Durante
estos disturbios, un grupo que defendía “India para los hindúes” y otras
consignas nacionalistas hindúes desfiló alrededor de una mezquita en llamas
y colocó una bandera de un dios hindú en el minarete de la mezquita  9/.

 

Hoy, el coronavirus no hace más que atizar la violencia anti-musulmana en
India. En las últimas semanas, las redes sociales en la India han difundido
falsas acusaciones de que las personas musulmanas indias transmiten
Covid-19, y estos rumores se utilizan para incitar a la violencia contra
ellas. El 7 de abril, por ejemplo, hindúes atacaron a un grupo de hombres
musulmanes en Jharkhand [estado indio que ha sido separado de Bihar] y
mataron a una persona después de que se difundieron rumores de que había
gente musulmana que estaba "escupiendo" para infectar deliberadamente a la
hindú con el coronavirus  10/.

 

Los trabajadores migrantes necesitan garantías internacionales

 

La discriminación, la violencia y la falta de recursos en la India
significan que la repatriación de las y los trabajadores migrantes no aborda
las crisis de derechos humanos que se ven exacerbadas por la pandemia
mundial. Las mismas desigualdades sociales y económicas que influyeron en la
decisión de las y los migrantes de viajar al Golfo para trabajar conducirán
a tasas de hambre más altas durante el confinamiento de la India y tasas de
mortalidad más altas como resultado del Covid-19 .

 

Del mismo modo, también es insoportable para los inmigrantes desempleados
permanecer en el Golfo sin garantías y supervisión adicionales. Las
experiencias de los trabajadores abandonados a raíz de la recesión mundial
de 2008, las condiciones de vida actualmente deplorables de los trabajadores
y los recursos limitados significan que los migrantes en el Golfo viven en
circunstancias extremadamente peligrosas.

 

Si bien muchos de estos problemas pueden parecer peculiares del Golfo, las
experiencias de las y los trabajadores migrantes en todo el mundo demuestran
las conexiones globales y los desafíos que representa la resolución de las
crisis en los marcos nacionales. Los próximos pasos de los gobiernos y las
organizaciones internacionales deben considerar las respuestas al
coronavirus en una escala que supere las fronteras nacionales para
desarrollar garantías para proteger la vida y los medios de subsistencia de
las personas más vulnerables al virus y vicisitudes del capitalismo.   

 

* Andrea Wright es profesora asistente en el Departamento de Antropología y
el Programa de Estudios de Asia y Medio Oriente en William & Mary, .Artículo
publicado en Middle East Report Online , con fecha del 30 de abril de 2020:
https://merip.org/2020/04/no-good-options-for-migrant-workers-in-gulf-covid-
19-lockdown/ 

 

Notas

 

1/ A excepción de las y los funcionarios, todos los nombres son pseudónimos.

2/ Los estados del CGG son Kuwait, Bahrein, Arabia Saudita, Emiratos Árabes
Unidos, Qatar y Oman.

3/ Como es habitual en India cuando se habla del Golfo, Dubai es utilizado
para designar a todos los Estados del Golfo.

4/ Shazia Hasan, “Workers Protest for Payment of Wages, Dues in Karachi,”
Dawn, April 19, 2020; “’Starving’ Bangladesh Garment Workers Protest for Pay
during COVID-19 Lockdown,” Arab News, April 13, 2020; Joe Wallen, “Protests
Break out in India as Migrant Workers Stranded and Starving far from Home,”
The Telegraph, April 17, 2020.

5/ Periodic Labour Force Survey, Annual Report, June 2017–June 2018 (New
Delhi: Ministry of Statistics and Programme Implementation, Government of
India, 2019); Ministry of Overseas Indian Affairs, Annual Report 2012-13.
(New Delhi: Government of India, 2013).

6/ National Sample Survey Office (NSS), “Employment and Unemployment
Situation in India, NSS Report No. 554” (New Delhi: Ministry of Statistics
and Programme Implementation, Government of India, 2014).

7/ Prime Minister’s High Level Committee, Social, Economic and Educational
Status of the Muslim Community of India, (Government of India, November 29,
2006).

8/ PTI, “It’s Official,” TheWire.in, March 8, 2020; Jeffrey Gettleman,
Sameer Yasir, Suhasini Raj and Hari Kumar, “How Delhi’s Police Turned
Against Muslims,” The New York Times, March 12, 2020.

9/ Naomi Barton, “Delhi Riots,” TheWire.in, February 25, 2020.

10/ Arunabh Saikia, “The Other Virus,” Scroll.in, April 8, 2020.

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