Perú/ Amazonia a las puertas de una catástrofe [Luis Hallazi]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Mayo 28 15:34:34 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

28 de mayo 2020

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Perú



Amazonia peruana a puertas de una catástrofe



Luis Hallazi *

Rebelión, 28-5-2020

https://rebelion.org/



Panshin Nete[1] es uno de los cuatro mundos shipibos, el que simboliza el
color de las enfermedades, el color de las desgracias y de la muerte.
Cuentan que el Panshin Nete está representado por el arcoíris y que cuando
repentinamente aparece en medio de las colinas, el pueblo Shipibo teme una
tragedia. La pandemia del coronavirus es el presagio de esa tragedia que
viene azotando a toda la humanidad, pero que en las frías estadísticas se
ceba con los más vulnerables y desprotegidos de éste mundo dramáticamente
desigual en el que, sin reflexión, continuamos afanados en retornar a la
normalidad.



Los pueblos indígenas de la amazonia peruana suman 51, organizados en
aproximadamente 2 435 comunidades nativas[2]. De esos pueblos se sabe que
por lo menos 15 de ellos estarían contagiados del SARS-CoV-2, conocido por
COVID-19, entre ellos las etnias: Awajún, Ashaninka, Achuar, Candoshi,
Kichwa, Matses, Shipibo-Konibo, Urarina, Ticuna, Yine, Huni Kuin, Culina, se
calcula extraoficialmente que habría más de diez mil contagiados.



De ellos el pueblo Shipibo- Konibo con más de 35 mil personas, organizado en
153 comunidades nativas, principalmente asentadas alrededor del rio Ucayali
y afluente es el que está siendo duramente golpeado por COVID 19 se han
registrado más de 500 contagios y 58 fallecidos[3]. De la misma manera, la
comunidad indígena urbana de Cantagallo en Lima, tiene contagiados alrededor
del 73% de los más de 2500 shipibos que viven hacinados a las faldas del rio
Rimac, registrándose hasta el momento tres muertes. En ambas comunidades son
sus ancianos y ancianas poseedores de la memoria ancestral shipiba los que
están en inminente peligro, al igual que muchos de sus artistas contagiados
o en estado de salud grave. La pérdida cultural ya es una realidad y solo
después de esta borrasca pandémica sabremos realmente la magnitud de lo que
hemos perdido.



Evidencias de una catástrofe



Si bien ningún Estado se preparó para enfrentar esta pandemia y rápidamente
sus sistemas sanitarios fueron rebasados, es necesario apuntar que en el
caso peruano desde el inicio (enero) de las primeras acciones para la
contención ante la llegada de COVID 19, no se tomó en cuenta la
vulnerabilidad epidemiológica de los pueblos indígenas. Así pasaron 67 días
de la emergencia sanitaría, sin medidas específicas para atender a dichos
pueblos, omitiendo como Estado la obligación de adoptar a tiempo medidas de
prevención, atención y mitigación ante el contagio de la enfermedad, lo que
se concretiza en la violación del derecho a la vida, salud y a la existencia
digna de estos pueblos.



Como se sabe, 56 días después de declarado el estado de emergencia el
Ministerio de Cultura, ente rector de los pueblos indígenas, emitió una
tardía respuesta a través del Decreto Legislativo N° 1489, decreto
insuficiente para atender la urgencia humanitaria que ya requerían las
comunidades indígenas. Bajo ese marco es que, 11 días después, se aprueba el
“Plan de intervención del Ministerio de Salud para comunidades indígenas y
centros poblados rurales de la Amazonia frente a la emergencia de Covid 19”.




Si uno revisa la información organizada en el reciente repositorio sobre
COVID 19 y Pueblos Indígenas[4] se encuentra que la primera exigencia dada
desde los pueblos indígenas data del 16 de marzo, el mismo día que empieza
la cuarentena en todo el territorio nacional. Se trata de un pronunciamiento
de la Unión Indígena Asháninka Nomatsiguenga del Valle Pangoa (KANUJA)[5]
reaccionando a dicha declaración de emergencia y pidiendo atención
específica para sus comunidades. Dos días después AIDESEP[6] ,principal
organización indígena amazónica, se pronunciaba ordenando el cierre de sus
territorios comunales y evidenciando la vulnerabilidad de las comunidades
indígenas ante el acecho de la COVID 19.



A partir de allí, se registran diversos pronunciamientos, cartas y
solicitudes que contenían información sobre lo que estaba ocurriendo en los
territorios indígenas. Se identificaban falencias de autoridades e
institucionalidad, pero, al mismo tiempo, se adoptaban decisiones que las
mismas organizaciones indígenas ejecutaban. Tal es así, que la medida de
cuarentena a nivel nacional fue prácticamente paralela al cierre de los
territorios indígenas, demostrando la eficacia en la gobernanza territorial
de los pueblos originarios.



Mientras eso ocurría en los territorios, los órganos competentes para
atender a los pueblos indígenas no tuvieron capacidad de reacción. No es que
actuaron de manera negligente, porque eso significa actuar con falta de
cuidado o diligencia en el cumplimiento de sus obligaciones, simplemente no
funcionaba esa parte del Estado que debería responder oportunamente a la
situación que se iba agravando en las comunidades indígenas. Es más, ya en
la situación de contagio y atención en el caso de la comunidad de Cantagallo
en Lima (el epicentro del contagio) la reacción del Estado era tardía; la
comunidad pide apoyo el 7 de mayo[7] y 5 días después esta recién llega. Es
el mismo caso para la comunidad de San Francisco en Ucayali, donde el 14 de
mayo se anuncia la situación de más de 40 fallecidos y tres días después el
Estado recién reacciona. Otros ejemplos pueden caracterizar también la
negligencia del ente competente por ejemplo con respecto a la entrega de
víveres que, sin articulación con municipios, sin lista de comunidades
beneficiarias, ni protocolos para a la entrega y recibimiento de canastas de
alimentos, convirtió al propio Estadoen vector de contagio[8].



A veces las palabras y los papeles no solo se agotan ante la burocracia,
sino que terminan careciendo de contenido, y esa es la impresión que se
tiene cuando se revisan las más de cien cartas, pronunciamientos y
solicitudes que, desde el inicio del estado de emergencia, interpelaban al
Estado con algún tipo de respuesta que no llegó y cuando lo hizo llegó de
manera tardía. En suma, lo que apreciamos de manera evidente es que hasta el
momento son los pueblos indígenas, los que han gestionado la emergencia
sanitaria de COVID 19. Nunca como ahora los reflectores de ineficiencia
burocrática dejaron ver a toda luz la inoperancia de una languideciente
institucionalidad en materia de pueblos indígenas.



La pandemia continua así es que el primer punto ante una reacción tardía es
aprender cómo operar cuando el daño ya está hecho y sobre todo cuando el
tejido comunal de los pueblos indígenas se está encargado de gestionar la
crisis en este mismo momento. Queda eso o, caso contrario, nos encontramos a
las puertas de lo que podría constituir un etnocidio en nuestra amazonia por
una omisión ya histórica en la atención de estos pueblos.



Respuesta sanitaria: Plan de intervención en comunidades nativas



Mediante resolución ministerial 308-2020-MINSA, el 21 de mayo se aprobó
finalmente el esperado plan de intervención, dispositivo que debió tenerse
al inicio de la emergencia sanitaria para prevenir y mejorar la capacidad de
atención ante propagación de COVID 19 (como detalla en sus objetivos).
Recordemos que este plan se enmarca dentro del D.L. 1489 que generó una
estrategia limitada de implementación y ejecución de servicios y acciones
para la protección y atención de los pueblos indígenas, donde se plantearon
5 ejes, uno de ellos es la respuesta sanitaría, los otros cuatro son: el
control territorial, abastecimiento de bienes, información y alerta
temprana, y protección de pueblos en aislamiento voluntario y contacto
inicial (art. 4.3).



El plan atenderá la emergencia sanitaria en 10 regiones amazónicas con un
presupuesto insuficiente de 88 millones de soles. Tomando en cuenta que,
prácticamente, se trata de implementar una política sanitaria en emergencia
bajo la realidad de precarios establecimientos de salud, falta de medicinas
e insumos básicos como el oxígeno, falta de personal médico especializado y
sin contar con recursos para traslados y conexiones aéreas en casos graves,
la realidad es que con dicho presupuesto no se podrá atender ni a Loreto.



El documento técnico enmarca la manera cómo se fortalecerá las medidas de
prevención desde el nivel comunitario y cómo es que se mejorará esa
capacidad resolutiva de los que implementarán las acciones operativas: las
Direcciones Regionales de Salud, las redes de salud y las denominadas
IPRESS, Instituciones Prestadoras de Servicio de Salud. La responsabilidad
de difusión, implementación y supervisión está a cargo de la Dirección de
Pueblos Indígenas y Originarios, dependiente de la Dirección General de
Intervenciones Estratégicas en Salud Publica del MINSA. La pregunta es si
habrá capacidad para que esta pequeña dirección de pueblos indígenas pueda
cumplir con el encargo.



El plan no es nacional, puesto que deja excluida de la atención a las
comunidades campesinas. El ámbito de aplicación es para 10 regiones
amazónicas, pero, incluso en el mismo plan, se menciona que priorizarán la
atención 5 distritos de la región de Loreto: Caballococha, Requena,
Contamana, San Lorenzo y El Estrecho. Probablemente los recursos asignados
no den para más. Por otro lado, no queda claro la articulación
intersectorial con el Ministerio de Cultura, sabiendo que es esta
institución la que tiene que aprobar distintos lineamientos y protocolos
para la atención con pertinencia cultural y con enfoque intercultural
(art.4.1 DL 1489).



El plan tampoco aclara la participación de las organizaciones indígenas para
su implementación, sobre todo para el fortalecimiento de las medidas de
prevención, lo único que refiere es la capacitación a líderes y agentes
comunitarios de salud. Volvemos a mencionar: las comunidades y sus
autoridades locales, regionales y nacionales, vienen encargándose en la
práctica, con sus limitaciones, de atender la crisis, por lo que es
necesario incorporar esa experiencia y aprendizaje y repotenciar las
acciones realizadas en la implementación de este plan.



Finalmente, la crisis pandémica COVID 19 sigue al acecho en los territorios
indígenas. Esperemos que la reacción del Estado sea tangible a partir de
estos instrumentos, puesto que la reiterada omisión de sus obligaciones
puede constituir una catástrofe cultural. Hay, que duda cabe,
responsabilidad política de sus funcionarios, pero, sobre todo, esta crisis
sanitaria nos ha puesto los límites a los que se atiene la retórica
intercultural. Necesitamos urgentemente aprender y desaprender caminado con
los pueblos indígenas para incorporar en nuestras instituciones estatales
mecanismos de co-gobernanza. De eso trata el reto del diálogo intercultural
y para eso hay esperanza, así como en el relato shipibo existe un mundo de
desgracia llamado Panshin Nete, coexiste también el mundo Jakon Nete o mundo
de la esperanza, allí las estrellas, que en lengua shipiba se llaman
wishmabo, representan la vida de cada shipibo o animal muerto y esas
estrellas simbolizan la perpetuidad e inmortalidad del pueblo shipibo.



* Luis Hallazi es abogado y politólogo, investigador en derechos humanos.



Notas



[1] Relato Shipibo-Konibo de  Los Cuatro Mundos, Inin Metsa /Harry Pinedo,
en Antiguamente en el monte los animales, las plantes y otras seres eran
gente, tradiciones orales de las naciones Shipibo y Uitoto, Casa de la
Literatura Peruana, 2019.

[2] Datos según el Sistema de Información de Comunidades Nativas del
Instituto del Bien Común-IBC

[3] MongaBay
https://es.mongabay.com/2020/05/peru-pueblos-indigenas-58-fallecidos-covid-1
9-shipibo-konibo-ucayali/

[4] Servindi Repositorio Covid 19 y Pueblos Indígenas:
http://www.servindi.org/actualidad/24/05/2020/repositorio

[5] Servindi: 16 de marzo :
https://www.servindi.org/actualidad-noticias/20/03/2020/edit-indigenas-deman
dan-intensificar-coordinaciones-y-medidas-en-sus

[6] Aidesep 18 de marzo:
http://www.aidesep.org.pe/noticias/pronunciamiento-emergencia-indigena-ante-
el-coronavirus

[7] Servindi 7 de mayo:
https://www.servindi.org/actualidad-noticias/07/05/2020/hay-mas-de-300-shipi
bos-esperando-la-respuesta-del-gore-ucayali

[8] PUINAMUDT 30 de abril:
https://observatoriopetrolero.org/cuatro-casos-covid-19-en-delegacion-de-mun
icipalidad-de-trompeteros-que-recorrio-comunidades-achuar-y-urarinas-en-el-r
io-corrientes/

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