Brasil/ El crimen de Bolsonaro en el Pantanal brasileño [Marcelo Aguilar]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Oct 2 11:10:36 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

2 de octubre 2020

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Brasil



El crimen de Bolsonaro en el Pantanal brasileño



Marcado a fuego



En tiempos de peste respiratoria, se queman y deforestan grandes extensiones
de dos de los ecosistemas más importantes de Brasil y el mundo: la Amazonia
y el Pantanal. La catástrofe coincide con la política de desarme de las
instancias de fiscalización ambiental que apadrina el ministro de Medio
Ambiente, Ricardo Salles, una gestión que dejará graves consecuencias,
difíciles de revertir.



Marcelo Aguilar, desde San Pablo

Brecha, 2-10-2020

https://brecha.com.uy/



Entre el primero de enero y el 27 de setiembre se quemaron 3.461.000
hectáreas del Pantanal, un 23 por ciento de ese bioma, según datos
difundidos el martes 29 de setiembre y recogidos por el Laboratorio de
Aplicaciones de Satélites Ambientales de la Universidad Federal de Rio de
Janeiro. De acuerdo al Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales
brasileño (INPE), el aumento de focos de calor en el Pantanal fue este
último mes de setiembre 180 por ciento mayor que el registrado en setiembre
de 2019.



El Pantanal es el mayor humedal del planeta y encierra una enorme
biodiversidad. Su superficie, de más de 170 mil quilómetros cuadrados, se
extiende principalmente entre los estados brasileños de Mato Grosso y Mato
Grosso del Sur, y en menor medida por áreas de Bolivia y Paraguay. Su
principal factor de regulación son las crecientes del río Paraguay, que en
la época de llena inundan gran parte de los territorios, situación que se
mantiene durante varios meses del año.



Según explica a Brecha Alexandre Pereira, analista ambiental del Instituto
Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA),
«este año el río Paraguay alcanzó valores de crecida bajísimos, que no eran
registrados desde hace 47 años. Esto significa que las planicies que en este
momento deberían tener agua están extremadamente secas y la vegetación, que
debería estar sumergida, está expuesta». Además, la sequía se combina con un
invierno muy caluroso y con precipitaciones bastante por debajo del promedio
histórico: «Al sumar estos factores, tenemos un escenario propicio para que
ocurran grandes incendios forestales, lo que en parte ayuda a explicar este
comportamiento extremo del fuego. Pero el clima por sí solo no explica todo.
Se precisa de un agente que inicie el incendio y ese agente son personas. Si
no, no habría incendios como estos».



En riesgo



Según la investigación de la Policía Federal, el fuego que afecta al
Pantanal en Mato Grosso del Sur surgió de cuatro grandes estancias. La
hipótesis es que se trata de un modus operandi similar al aplicado durante
el «día del fuego» del 10 de agosto de 2019, cuando estancieros del estado
de Pará quemaron de forma simultánea e intencional grandes extensiones de la
Amazonia y dieron inicio a los enormes incendios que tuvieron gran
repercusión mundial el año pasado (véase «Corte raso», Brecha, 23-VIII-19).



Un estudio de Reporter Brasil apunta en el mismo sentido con respecto al
fuego que, más al norte, afecta por estos días al estado de Mato Grosso, el
que también habría surgido de grandes productores de la zona. Sin embargo,
la explicación del Ministerio de Medio Ambiente va en sentido contrario. La
«persecución a los ganaderos» del Pantanal sería la causa de los incendios,
según el ministro Ricardo Salles. El jerarca y su presidente han repetido
durante los últimos días, en franca contradicción con la comunidad
científica, que, como se han restringido las quemas preventivas en estancias
y áreas de protección, aumenta la cobertura vegetal, y que, como hay menos
ganado pastando, hay más posibilidades de incendio.



En el Pantanal conviven cerca de 5 mil diferentes especies animales y
vegetales, pero todavía no se manejan números precisos sobre la cantidad
afectada. A partir de las impactantes fotos de jaguares con las patas al
rojo vivo que en los últimos días han recorrido las redes sociales, Pereira
propone una reflexión: «Diversos jaguares murieron o están gravemente
heridos porque no pudieron escapar de los incendios. Si esto le pasa a este
animal, que es un felino muy ágil, que consigue moverse muy bien, tanto en
la tierra como en el agua, imaginen la cantidad de animales que no tienen la
misma agilidad y que mueren o sufren a causa de los incendios». Para el
analista, «eventos como el de estos incendios van a ocurrir cada vez con más
frecuencia. Es posible que el Pantanal, de la forma en la que lo conocemos
hoy, deje de existir si no ocurren intervenciones duraderas e intensas para
evitar la interferencia de las actividades humanas en sus procesos
naturales».



Señales



En la Amazonia las cosas no están mucho mejor. El 2020 se perfila como un
año de gran destrucción. Se estima que el total deforestado alcanzará 15 mil
quilómetros cuadrados este año, superando los 10 mil del año pasado, que
supieron ser la mayor extensión dañada desde 2008. Según los datos
divulgados por el INPE en agosto, en los últimos 12 meses el aumento de
alertas de deforestación fue de 34 por ciento. Este último mes de setiembre
fue el segundo peor en cantidad de focos de incendio en la Amazonia, según
publicó este jueves Folha de São Paulo: con respecto a setiembre del año
pasado, los focos aumentaron en un 60 por ciento.



En diálogo con Brecha,Ane Alencar, directora de ciencia del Instituto de
Investigación Ambiental de la Amazonia, afirma que este aumento del desmonte
tiene un impacto directo en el aumento de los incendios: «Es importante
entender que la Amazonia es una selva húmeda. Sin perturbaciones, no se
prendería fuego. Para que haya incendios naturales debería haber eventos
extremos de sequía consecutivos, como tuvimos en 2005 y 2010. Pero ahora no
tenemos ese escenario. Si no se está quemando de forma natural, ¿por qué la
mitad del fuego del país está allí? Porque ese fuego se relaciona
directamente con el desmonte. Si aumenta el desmonte, aumenta la fuente de
ignición, que es esa biomasa talada».



El desmonte I



La estrategia bolsonarista es, desde bastante antes de la elección, tirar de
la piola al máximo y si pasa, pasa. Esta estrategia fue condensada mejor que
nadie por el ministro Salles en la reunión de gabinete del 22 de abril,
liberada a la prensa por el Supremo Tribunal Federal en mayo. Salles dijo en
aquella oportunidad que la pandemia era ideal para «passar a boiada» («hacer
pasar el ganado»): «Como toda la atención de la prensa está volcada al
covid-19, es un buen momento para pasar las reformas infralegales de
desreglamentación y simplificación».



Antes de asumir, Bolsonaro quería fusionar los ministerios de Agricultura y
Medio Ambiente. No se pudo, y Salles fue su premio consuelo. Designarlo al
frente del Ministerio de Ambiente fue poner al zorro a cuidar a las
gallinas. Aliado de los ruralistas, de discurso violento, el ministro ha
tomado la línea de frente de las acciones antiambientales del gobierno.



En acuerdo con su cartera, y a pesar de la situación crítica de las quemadas
y el desmonte, el presidente presentó al Congreso un proyecto de presupuesto
que recorta los recursos del IBAMA, principal órgano fiscalizador y ejecutor
de las políticas ambientales y del Instituto Chico Mendes de Preservación de
la Biodiversidad (ICMBIO), que fiscaliza las unidades federales de
conservación y actúa en la preservación de la biodiversidad en todo el país.
El recorte en el IBAMA para 2021 será de un 4 por ciento y en el ICMBIO, de
un 12,8 por ciento.



El desmonte II



El ataque no es únicamente presupuestal. En mayo de 2019, el gobierno la
emprendió contra el Consejo Nacional de Medio Ambiente, que tiene influencia
directa en la elaboración de leyes ambientales en el país. Bajó sus miembros
de 96 a 23 y redujo la participación de la sociedad civil a cuatro bancas.
En la nueva configuración, diez lugares los ocupa el gobierno, siete
representan a estados y municipios, y dos, a cámaras empresariales. Con
esto, el Poder Ejecutivo aumentó su poder de voto y diluyó el peso de las
posibles opiniones contrarias.



En una polémica reunión celebrada este lunes 28, el consejo eliminó las
reglas de protección permanente de los manglares (lo que en la práctica
permitirá la construcción de grandes resorts en esas áreas) y la necesidad
de una licencia ambiental para proyectos de irrigación, reserva y captación
de agua, entre otros. No obstante, el Ministerio Público Federal –que
participa de la instancia como observador– afirmó que llevará estas
decisiones a la Justicia. Desde julio, la Fiscalía pide la remoción de
Salles a través de un recurso presentado en Brasilia que lo acusa de
«desestructuración dolosa de las estructuras de protección al
medioambiente».



Para Alencar, «esto es parte de esa estrategia de passar a boiada: primero
sacar a los que pueden discrepar y después aprobar las medidas. Medidas que
están al servicio de la especulación inmobiliaria y de otros grandes grupos
económicos. El ministro está al servicio de esos intereses, que no son
comunes, ni del medio ambiente, ni de la nación».



Según esta geógrafa y doctora en recursos forestales y conservación, «el
gobierno protege a los criminales, a quienes quieren especular con tierras
amazónicas, a los productores que no respetan el código forestal. Esto
preocupa incluso a sectores tradicionales del agronegocio, porque la imagen
del país es pésima y el gobierno no hace nada para solucionar la situación,
al contrario, sólo atiza el fuego».



El cuco



Al abrir la Asamblea General de la ONU, el 22 de setiembre, y al dirigirse
esta semana al organismo especializado en biodiversidad de las Naciones
Unidas, Bolsonaro mantuvo la misma narrativa que acostumbra desde los
incendios amazónicos del año pasado: «Organizaciones aliadas con algunasONG
comandan crímenes ambientales en Brasil y en el exterior», y por eso es
preciso que «todos los países se unan contra males como la biopiratería, el
sabotaje ambiental y el bioterrorismo».



Luego, como siempre, jugó para la tribuna del nacionalismo brasileño:
«Rechazo vehementemente la codicia internacional sobre nuestra Amazonia. La
vamos a defender de acciones y narrativas que agredan los intereses
nacionales». Esta última frase es, como mínimo, contradictoria con otras
apreciaciones de Bolsonaro en la materia. En una escena embarazosa del
recientemente estrenado documental El foro, del cineasta alemán Marcus
Vetter, que transcurre en el Foro Económico Mundial de Davos de 2019,
Bolsonaro le dice al exvicepresidente estadounidense y actual ambientalista
Al Gore que a Brasil le gustaría mucho «explotar la Amazonia junto a Estados
Unidos».



Sin clima



Estas mentiras y contradicciones sobre la crisis ambiental se enredan en la
maraña de la polarización política. «Es muy difícil dar la discusión
ambiental en este contexto. Muchas personas que votaron a Bolsonaro
seguramente no quieren que la Amazonia sea destruida, pero todo se ha
convertido en un circo político: son los izquierdistas y ambientalistas que
quieren boicotear al presidente y al país. Inflamado por los propios
bolsonaristas, ese discurso termina por sacar el foco de lo más importante:
que el problema no se está resolviendo», explica Alencar. Alexandre Pereira
prefiere no pronunciarse sobre el asunto: «Mi negativa ya es un buen indicio
para entender el clima que existe para las discusiones ambientales».



Para Alencar, durante este gobierno «se ha extendido una sensación de
impunidad muy grande, producto de la afirmación constante de que en realidad
no está ocurriendo nada. Todo esto da a la sociedad la idea de que está todo
bien con deforestar, que hay que ocupar la Amazonia, las tierras indígenas,
o que los propios indígenas son quienes tienen la culpa. Son mentiras que
incentivan a la ilegalidad».



Las consecuencias pueden ser graves y difíciles de paliar: «Toda esa
legislación ambiental que había sido construida a lo largo de los años, y
que de cierta forma se respetaba, ahora está siendo contestada. Se tendrá
que ser muy inteligente e innovador para poder borrar realmente las huellas
de la era Bolsonaro».

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