Colombia/ Recrudece la protesta contra la violencia policial [Katalina Vásquez Guzmán]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Sep 16 00:31:04 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

16 de setiembre 2020

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Colombia



En lo que va del año murieron 230 personas en 56 masacres en todo el país



Recrudece la protesta contra la violencia policial en Colombia



Son ya siete días continuos de protestas no solo en las plazas y avenidas,
sino también en la virtualidad, donde crece el llamado a la renuncia del
Ministro de Defensa de Iván Duque, Carlos Holmes, y a la reforma estructural
al cuerpo policial.



Katalina Vásquez Guzmán, desde Medellín

Página/12, 15-9-2020

https://www.pagina12.com.ar/



Cuando bajaba de un bus, en medio de las fuertes protestas que desató el
asesinato de Javier Ordóñez a manos de policías en Bogotá, Jennifer recibió
un disparó. Murió. Gabriel, Julián y en total 13 personas también. El dolor
y la rabia son incontenibles: la masacre número 56 del año en Colombia
indignó aún más a los jóvenes y ciudadanos que exigen al Estado protección a
sus vidas en vez de ser acribillados mientras reclaman sus derechos. En
medio del confinamiento, el pueblo colombiano venía condenando virtualmente
el asesinato de 230 personasen lo que va del año, según Indepaz. La
indignación por el homicidio de Ordóñez que quedó registrado en video
mientras suplicaba “por favor” llevó la gente a las calles. El doloroso 2020
ha incluido, además del horrible record del regreso de las masacres, el
desplazamiento forzado masivo de comunidades rurales, la amenaza constante
por parte de paramilitares, y el creciente asesinato de líderes sociales y
defensores humanos, y de los ex guerrilleros de Farc.



Además, las organizaciones campesinas, indígenas y afros han vivido el
exterminio con más fuerza durante la cuarentena, y el hostigamiento no solo
de grupos al margen de la ley que se disputan sus territorios tras la salida
de la ex guerrilla y del Estado mismo de l zona ha venido en aumento. Los
operativos armados por la erradicación de la coca se llevan por delante a
quienes se empeñan a defender el programa de sustitución voluntaria acordado
en La Habana, que les llevó a erradicar las matas, pero no al pago prometido
por parte de gobierno. Varios campesinos han sido asesinados en diversos
puntos recónditos de la geografía colombiana. Al cierre de esta edición, la
Organización Zonal Indígena del Putumayo dio a conocer que en medio de
confrontaciones entre Policía y campesinos que se oponen a la erradicación
un indígena menor de edad fue herido con un arma de fuego.



Para Jose Quiroga, activista de Medellín conocido como Aquinoticias, “hay un
malestar general en la sociedad colombiana que viene creciendo y que se ha
manifestado en los últimos diez años con movilizaciones en los sectores
indígenas y campesinos. En el sector urbano, los últimos tres años se ha
tenido una fuerte movilización; luego vino el Paro Nacional del año pasado
que se vio interrumpido por la pandemia; y ahora la gente volvió a las
calles tras el asesinato de Ordónez”.



Para Jose, quien también es abogado e influencer, lo que se expresa hoy en
las calles de Colombia es la respuesta a la exclusión social y política, el
malestar que tiene el pueblo por las pruebas de la relación entre el
narcotráfico y el equipo del actual gobierno de Iván Duque y, en los últimos
días y marchas consecutivas, el dolor por la violencia policial que le
arrebata la vida a los más jóvenes y el rechazo generlizado al abuso de la
Fuerza Pública que, el año pasado, terminó con la vida de Dylan Cruz
alcanzado por armas de la policía en la capital, y que está levantando todo
tipo de denuncias: abuso sexual, obstrucción a la labor informativa,
detenciones irreguales, y hasta detenciones en centros clandestinos como se
evidenció en videos donde, además, se prueba cómo los agentes de policía se
intercambian armas con hombres de civil, disparan en equipo, y además
apuntan directamente al cuerpo de los manifestantes y los golpean en estado
de indefensión.



Los hombres y mujeres que perdieron la vida por los disparos indiscriminados
de los agentes eran todos jóvenes y algunos, como Jennifer, ni participaban
de la protesta. También es este el caso de Angie, que recibió una bala y fue
encontrada herida y agonizando por su familia. Por eso y por el exceso de la
fuerza que la alcaldesa de la capital, Claudia López, no ha podido detener
alegando insubordinación en la Policía, los movimientos estudiantiles,
organizaciones y ciudadanos sin filiación alguna están manifestándose a
diario. Los videos muestra cómo, además, los policías atacaron casas en
barrios periféricos, amenazaban a los vecinos en los balcones, y dispararon
contra conjuntos residenciales. Además, atacan a transeúntes desprevenidos y
les propinan golpizas. Desde la noche del 9 de septiembre cuando iniciaron
las movilizaciones y disturbios, ongs como Temblores y Campaña Defender la
LIbertad reportan casi un centenar de heridos. La mayoría son civiles, y un
porcentaje mínimo son agentes. En algunos casos, como lo asegura el padre
Alejandro Angulo del Centro de Investigación y Educación Popular CINEP, en
Colombia las protestas suelen ser infiltradas por agitadores profesionales.
En las redes sociales, muchos afirman que quienes destruyen el comercio
podrían ser policías o vándalos pagados por policías para generar caos y
deslegitimar la protesta. Por su lado, el gobierno y el empresariado acusan
a guerrillas urbana de los desórdenes.



Según Angulo, el uso de armas de fuego es inaceptable en las protestas. La
fuerza policial se hizo para cuidar.  “El poder político y la fuerza
deberían ser neutrales, servir a toda la población en vez de estar del lado
de los ricos,” señala. El investigador contribuye con el Banco de Datos de
DD.HH .y Violencia Política.  En su Revista Noche y Niebla ha dado conocer
que los mayores violadores de derechos humanos en Colombia en 2019 fueron
los paramilitares y la policía. Según el informe del banco ciado en la
revista, en 2019 se presentaron 411 hechos de violación a los dd.hh. por
parte de policías en todo el país, mientras los de “paras” fueron 461.



Son ya siete días continuos de protestas no solo en las plazas y avenidas,
sino también en la virtualidad, donde crece el llamado a la renuncia del
Ministro de Defensa de Iván Duque, Carlos Holmes, y a la reforma estructural
al cuerpo policial.  “La ciudadanía está exigiendo una reestructuración
profunda de la Policía. Que pase del Ministerio de Defensa al Ministerio del
Interior. Que la doctrina cambie, que supere la doctrina del enemigo
interno, que se desmonte el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y que se
judicialice a los policías y políticos responsables,” explica el activista
José Quiroga a Página/12.  Afirma que es inadmisible que la sociedad se
preocupe más por las paredes dañadas que por los cuerpos de sus
conciudadanos abatidos por quienes deberían cuidarles. En los puestos de
policía que fueron incendiados y dañados durante las protestas, grupos
culturales y vecinos instauraron bibliotecas y llevan a cabo veladas
musicales donde invitan a educar la rebeldía y cesar la violencia. Todos
están de acuerdo en que hoy día en Colombia la Policía no nos cuida. ¡Nos
están matando¡ gritan también los muros de las capitales graffiteados en
formatos gigantescos durante el fin de semana pasado.

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