Estados Unidos/ El fracaso supremo del Partido Demócrata [Margaret Kimberley]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Sep 29 01:38:23 UYT 2020


  _____

Correspondencia de Prensa

29 de septiembre 2020

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Estados Unidos



El fracaso supremo del Partido Demócrata



El ala corporativa del Partido Demócrata se ha negado a apoyar medidas que
beneficien a la gran mayoría de su base, y prefiere hacer una campaña
electoral centrada en el rechazo a un hombre malvado y sus lugartenientes.



Margaret Kimberley *

Rebelión, 28-9-2020

https://rebelion.org/

Traducción de Paco Muñoz de Bustillo – Rebelión



La razón que se utiliza con mayor frecuencia para silenciar las críticas a
los demócratas es la autoridad que posee el presidente para nombrar a los
jueces federales. Pero, a este respecto, los demócratas están metidos en
otra debacle creada por ellos mismos. Cualquiera que intente cuestionar al
Partido Demócrata se encuentra de inmediato con esta reacción: “¿Y qué me
dices de la Corte Suprema de Justicia?” La propia pregunta, una variante del
argumento del mal menor, es una admisión de culpa. La muerte de la jueza de
la Corte Suprema de Justicia Ruth Bader Ginsburg ha sacado a la luz la
corrupción que llevó al fracaso frente a Donald Trump y ahora frente al
nombramiento de un magistrado que reforzará la mayoría republicana en el
máximo órgano federal de justicia.



El falso Partido Demócrata no es más que una estrategia de mercado usada con
fines políticos. Sus donantes, una combinación de grandes compañías
farmacéuticas (Big Pharma), compañías de seguros, bancos, fondos de
inversión, medios de comunicación, empresas tecnológicas y otros intereses
empresariales, ponen el dinero y llevan la batuta. Aunque digan comprender
las necesidades de sus votantes, les dan una excusa tras otra para explicar
por qué nunca pueden conseguir lo que quieren. Los propagandistas demócratas
no hacen sino repetir hasta la saciedad que los republicanos son peor y, a
cambio, obtienen unos niveles de apoyo poco entusiastas y cada vez más
débiles.



Se supone que el caso de la Corte Suprema de Justicia sea el que pone fin a
todos los argumentos. El hecho de que los demócratas manejaran tal mal el
asunto es una de las razones por las que han deificado a la difunta jueza
Ginsburg. Tienen que desviar la atención del lío que han montado. Los
tribunales federales no desempeñarían un papel político tan importante si
los demócratas verdaderamente se propusieran ganar y mantener mayorías
legislativas. Cuando Barack Obama era presidente, perdieron más de 900
escaños en órganos legislativos estatales, la Cámara de Representantes y el
Senado.



La pérdida de la mayoría en el Senado fue particularmente devastadora.
Ginsburg debió haberse retirado cuando Obama aún tenía el control necesario
dentro del partido para nombrar a su reemplazo. Pero en lugar de hacerse a
un lado, la dama de 80 años a quien ya habían diagnosticado un cáncer tuvo
una postura arrogante. En 2014 Ginsburg desdeñó las llamadas prudentes que
le sugerían su retiro y afirmó públicamente: “Díganme, ¿a quién podría haber
nombrado el presidente para la Corte Suprema más adecuado que yo?”. Gracias
a su arrogancia, los demócratas se encuentran atrapados en una mezcla de
pánico y muestras de duelo exageradas.



Por supuesto los republicanos hicieron de las suyas cuando el magistrado
conservador Antonin Scalia murió en 2016. Entonces controlaban el Senado y
simplemente se negaron a permitir que el nombramiento decidido por Obama,
Merritt Garland, saliera adelante.



A pesar de su constante intimidación sobre los nombramientos judiciales, los
demócratas están dejándose llevar con una extraña despreocupación durante la
campaña electoral y comportándose con la misma actitud abúlica que les hizo
perder la elección de 2016. En el estado de Michigan, uno de los
imprescindibles para ganar, la campaña de Biden no está haciendo ningún
acercamiento personal a los votantes y no existe nadie a quien puedan
acercarse quienes tengan intención de ayudar. Por supuesto, no existen
oficinas de campaña porque no existe una campaña sobre el terreno.



Los demócratas ya han hecho la campaña más importante: asegurarse de que
Bernie Sanders no fuera el candidato escogido. Ganarle a Trump obviamente no
es lo más importante para ellos. Retorcerse las manos por la muerte de
Ginsburg es todo lo que pueden hacer los demócratas para defenderse.



Si se tomaran en serio alcanzar el poder y mantenerlo, la Corte Suprema de
Justicia tendría menos importancia. Los llamadas elecciones menores captan
poca atención o fondos mientras que el control de las cámaras de
representantes estatales y del Congreso penden de un hilo. Por supuesto la
Corte Suprema de Justicia es importante, pero no tanto si un partido tiene
un programa por el que luchar.



Pero el programa de los demócratas no tiene nada en común con las
necesidades de la gente. Conseguir dinero y movilizarse sobre ciertos temas
no tiene interés para ellos. Lo único que les importa es conseguir millones
de dólares para la presidencia, el trampolín que utilizan para hacer sus
negocios. En 2016 los 100.000 millones de dólares que Hillary Clinton obtuvo
de sus donantes no sirvieron para nada. Donald Trump capturó la imaginación
de las masas que se identificaban como blancas y combinó su entusiasmo con
el robo de votos y las estratagemas para conseguir ganar Michigan y otros
estados. El resto es historia.



Ahora los liberales se dedican a hacer plegarias al espíritu de la difunta
Ginsburg y enviar dinero a comités demócratas de acción política como
ActBlue. Los tres días posteriores a la muerte de Ginsberg, ActBlue recibió
un total de 100 millones de dólares en pequeños donativos. Claro que Hillary
Clinton consiguió más dinero que Donald Trump, pero cuatro años de
propaganda han acabado con el pensamiento crítico de la mayor parte de los
demócratas. Creen que repetir una estrategia perdedora funcionará esta vez
de alguna manera.



Mientras tanto Donald Trump está enviando a las ciudades patrullas
fronterizas y otros agentes no identificados para que hagan detenciones, ha
designado a Nueva York, Portland y Seattle “jurisdicciones anarquistas”
(sic) que ya no tiene derecho a recibir fondos federales y anima a los
catetos que le apoyan a votar dos veces y bloquear las entradas a los
centros de votación anticipada.



Si Trump consigue imponer políticas fascistas es porque carece de una
oposición real. Los demócratas no se movilizan porque no tienen la voluntad
de hacerlo. No les importa demasiado si ganan algún despacho que no sea el
de la presidencia, pero si ese puesto se ve amenazado por alguien situado
ligeramente a la izquierda también lo rechazarán. Avergonzar a alguien y
regañarle por el voto que emite no reemplaza a un programa pero ellos no
quieren hacer cambios políticos. Por eso solo les queda señalar con el dedo
y rezar a santa Ruth.



La mayoría absoluta conservadora de la Corte Suprema de Justicia es algo
pésimo para el país. Pero el Partido Demócrata tiene una gran
responsabilidad en ello. Cuanto antes sufran el abandono de los votantes y
elaboren políticas progresistas mejor será para ellos. La gente debe
salvarse y para ello lo primero es distanciarse de los perdedores. Hacer
donaciones a su comité de acción política es un desperdicio, lo mismo que
idolatrar a la justicia muerta. En ese sentido, idolatrar a un partido
político muerto también es un desperdicio.



* Margaret Kimberley: Es autora de la columna Freedom Rider (así llamada en
homenaje a los activistas de derechos humanos que lucharon contra el racismo
en 1961; circulaban en buses por el sur de EE.UU. para poner a prueba la ley
que declaraba ilegal la segregación en el transporte interestatal; a menudo
eran atacados por supremacistas blancos). Artículo publicado originalmente
en Black Agenda Report: 23-9-2020 https://www.blackagendareport.com/

  _____





--
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20200929/49ad3e63/attachment.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa