Estados Unidos/ El marketing de las tabacaleras revela el racismo institucional. [Michael Schwalbe]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Abr 7 15:47:41 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

7 de abril 2021

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Estados Unidos

 

El marketing de las tabacaleras revela el racismo institucional

 

Michael Schwalbe *

A l’encontre, 6-4-2021 

http://alencontre.org/

Traducción de Ruben Navarro – Correspondencia de Prensa 

 

Cuando de destruir la vida de los negros se trata, ninguna institución
estadounidense moderna puede rivalizar con la industria del tabaco.

 

No sólo porque 45.000 estadounidenses negros mueren cada año debido a
enfermedades provocadas por el tabaco; no sólo porque el tabaquismo es el
principal factor de riesgo de las principales causas de muerte -enfermedades
cardíacas, cáncer, derrames cerebrales- entre los estadounidenses negros; no
sólo porque el cáncer de pulmón, causado principalmente por el tabaquismo,
es la principal causa de muerte por cáncer entre los estadounidenses negros;
no sólo porque los fumadores negros sufren el mayor índice de muertes
vinculadas al tabaquismo. Peor que eso.

 

Lo peor es que gran parte de este inventario de muertes y enfermedades no es
el resultado fortuito del hecho de que alrededor del 15% de los
afroamericanos sean fumadores (la mayoría de los cuales quiere dejar de
fumar). Es el resultado de sesenta años de comercialización selectiva de
cigarrillos mentolados por parte de la industria tabacalera dirigida a la
comunidad negra. Se trata de un racismo institucional que opera a la vista
de todos.

 

El mentol [aumenta la absorción de la nicotina, la droga del tabaco] es un
problema porque es una maniobra de venta que funciona a la perfección. Según
el lenguaje publicitario, "enfría y suaviza" la garganta pero, en realidad,
adormece la garganta y hace que el humo del tabaco sea menos agresivo. De
esta manera, es más fácil que los niños empiecen a fumar y más difícil que
los adultos dejen el tabaco.

 

En los años 50, apenas un 5% de los fumadores negros fumaban cigarrillos
mentolados. Pero los expertos en marketing descubrieron que los fumadores
negros tenían una ligera preferencia por los cigarrillos mentolados, una
preferencia que las empresas tabacaleras decidieron explotar. Así pues, la
industria comenzó a publicitar en gran medida las marcas de cigarrillos
mentolados en las comunidades negras y en los medios de comunicación negros.
La industria también comenzó a patrocinar festivales de jazz y otros eventos
culturales en las comunidades negras, reforzando el vínculo entre las marcas
de mentolados y la "identidad negra".

 

Todo eso resultó muy rentable para las empresas. A mediados de la década de
1970, el 44% de los fumadores negros consumían cigarrillos mentolados.
Actualmente, esa cifra se eleva al 85%, lo que es una prueba del gran poder
depredador del marketing de la industria tabacalera.

 

Aunque algunas tácticas publicitarias (por ejemplo, los grandes carteles)
hayan sido eliminadas por el Master Settlement Agreement a finales de los
años 90, [1] la industria sigue haciendo promociones en los puntos de venta
y descuentos en productos con tabaco mentolados (los cigarros baratos son el
último ejemplo de ello) en las comunidades negras. La industria también se
apropia de los elementos de la cultura negra en sus promociones: los músicos
de jazz y los DJ de rap forman parte de sus imágenes predilectas.

 

Las organizaciones de salud pública llevan años luchando contra la
utilización del mentol por parte de las grandes tabacaleras. El African
American Tobacco Control Leadership Council ha intentado -con un éxito
considerable en California y Massachusetts- prohibir el mentol en ciudades y
estados de todo el país. En Carolina del Norte, el centro histórico del
monstruo del tabaco, el Center for Black Health and Equity (Centro para la
Salud de los Negros y la Igualdad) ha llevado adelante una labor de
educación de la comunidad negra sobre la publicidad manipuladora de la
industria tabacalera de los cigarrillos y cigarros mentolados.

 

La aprobación de la Ley de Prevención del Tabaquismo y Control del Tabaco en
las Familias, [Family Smoking Prevention and Tobacco Control Act] promulgada
por Obama en junio de 2009, le otorgó a la Administración de los Alimentos y
Medicamentos [Food and Drug Administration, FDA] la capacidad de prohibir el
mentol en los productos con tabaco. Esta ley prohíbe los sabores de fruta y
caramelo en los cigarrillos pero, considerando la influencia política de la
industria del tabaco, el mentol quedó excluido de la prohibición. La
decisión sobre el mentol dependería de los resultados de futuras
investigaciones sobre sus efectos en la salud.

 

En 2011, el Comité consultivo científico de los productos del tabaco de la
FDA (FDA’s Tobacco Products Scientific Advisory Committee) examinó los datos
recogidos y llegó a la conclusión de que "retirar el mentol de los
cigarrillos del mercado sería beneficioso para la salud pública en los
Estados Unidos." En 2013, la FDA llevó a cabo otro estudio y volvió a
constatar que los cigarrillos mentolados suponían un mayor riesgo para la
salud que los cigarrillos normales. La constatación inicial de hace ya una
década debería haber indicado el fin del mentol, pero la FDA no hizo nada al
respecto.

 

Después de la evaluación de 2013, las organizaciones de salud pública
presentaron una petición ciudadana solicitando a la FDA que prohibiera el
mentol como aromatizante del tabaco. Aunque esto no dio lugar a ninguna
acción inmediata, la presión ejercida durante años por estas organizaciones
hizo que Scott Gottlieb, director de la FDA bajo el mandato de Donald Trump,
propusiera promulgar la prohibición del mentol. Pero el republicano Richard
Burr, de Carolina del Norte (miembro de la Cámara de Representantes desde
1995 y luego del Senado desde 2005) -siguiendo los pasos de otro senador de
Carolina del Norte financiado por la industria del tabaco, Jesse Helms
(senador de 1973 a 2003)- se opuso a la propuesta. Richard Burr convenció a
Trump de que se opusiera a la acción de la FDA sobre el mentol y la
propuesta quedó en nada.

 

El verano pasado, en el mes de julio de 2020, el African American Tobacco
Control Leadership Council y también Action on Smoking and Health, en
colaboración con la American Medical Association y la National Medical
Association, presentaron una demanda en el tribunal federal de distrito del
norte de California para exigir a la FDA que respondiera a la petición
ciudadana presentada en 2013. Utilizando un eufemismo, la demanda calificaba
la inacción de la FDA respecto al mentol de "retraso poco razonable". La FDA
presentó una réplica al pedido con la promesa de que respondería antes del
29 de abril de 2021.

 

Las tabacaleras, por supuesto, quieren seguir utilizando el mentol. La
industria gasta actualmente millones de dólares en una campaña de referéndum
para anular la prohibición impuesta en California. Una de las estratagemas
más falaces consiste en afirmar que la prohibición del mentol le dará a la
policía un motivo para detener y controlar a los negros, lo que es una
rotunda mentira, como ha señalado Karen Bass, representante de California en
el Congreso y ex presidenta del Congressional Black Caucus. En efecto, la
prohibición se aplicaría a la venta de productos con tabaco mentolados, no a
su posesión.

 

No está claro qué puede suceder. La FDA podría por fin actuar y prohibir el
mentol. Si el gobierno de Biden aprobara la prohibición, sería el fin de
esta historia inadmisible de racismo institucional por parte de la industria
del tabaco.

 

Si la FDA, dirigida actualmente por Janet Woodcock, comisionada en ejercicio
nombrada por Biden, sigue sin actuar, el Congreso podría intervenir y
aprobar una legislación para retirar del mercado los productos de tabaco
mentolados, como ya lo han hecho Canadá y la Unión Europea. Para llegar a
ese punto, es necesario que la presión pública sea más fuerte que los 50
millones de dólares anuales de los grupos de presión [lobbying] de la
industria tabacalera.

 

El racismo institucional puede ser difícil de percibir porque a menudo queda
disimulado bajo rutinas organizativas que no tienen una intención consciente
de ser racistas pero que producen sistemáticamente desigualdades raciales.
La comercialización de productos de tabaco mentolados dirigida a la
comunidad negra es una excepción, en su caso, el ejemplo es contundente.

 

A largo plazo, la solución a la pandemia mundial de enfermedades provocadas
por el tabaco es la abolición de las empresas tabacaleras. Mientras tanto,
tenemos hoy la oportunidad de reducir drásticamente la capacidad de la
industria para sacar provecho de la destrucción de vidas negras. Si las
vidas negras importan (if Black Lives Matter), no debemos dejar pasar esta
oportunidad. (Artículo publicado en Counterpunch, 2-4-2021:
https://www.counterpunch.org/ 

 

* Michael Schwalbe es profesor de sociología en la North Carolina State
University.

 

Nota 

 

1] El acuerdo marco sobre el tabaco se celebró originalmente en noviembre de
1998 entre las cuatro mayores empresas tabacaleras de los Estados Unidos
-Philip Morris, RJ Reynolds, Lorillard (filial de Loews) y Brown &
Williamson (filial de British American Tobacco)- y los fiscales generales de
46 estados. (Redacción A l’encontre)

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