Chile/ "Veremos si Boric sostiene la ventaja". [Alberto Mayol - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Dic 3 13:36:10 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

3 de diciembre 2021

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Chile



Con el sociólogo chileno Alberto Mayol

«Veremos si Boric sostiene la ventaja»



Para Mayol, el repunte de la izquierda de cara al balotaje obedece a un
cambio de estrategia.  Enfrente, el académico percibe a Kast como estancado
y demasiado asociado a Piñera.



Cristian González Farfán, desde Valparaíso

Brecha, 3-12-2021

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A 11 días del inicio de la campaña presidencial con miras a la segunda
vuelta del 19 de diciembre en Chile, el ultraderechista José Antonio Kast
(que obtuvo un 27,91 por ciento de las preferencias en la elección del 21 de
noviembre) y el izquierdista Gabriel Boric (25,83 por ciento) mueven sus
fichas para conseguir el triunfo que los catapulte al Palacio de La Moneda.



Con casi la mitad del trecho recorrido hacia el balotaje, Boric logró
incorporar a su comando a una figura reconocida en el ámbito nacional la
expresidenta del Colegio Médico Izkia Siches, quien renunció a su cargo en
esa organización gremial para asumir como nueva jefa de campaña del
candidato del pacto Apruebo Dignidad (que incluye al Frente Amplio, al
Partido Comunista y a otros partidos). De igual manera, Boric ha concitado
apoyos de un arco transversal de la centroizquierda vinculada a la
ex-Concertación –incluida la Democracia Cristiana–, merced a un discurso más
conciliador que al comienzo de la campaña y a la inclusión de algunos puntos
de los programas de los candidatos afines.



Esta reformulación programática, sin embargo, ha sido vista con cierto
recelo por Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, uno de sus
aliados en Apruebo Dignidad. El timonel del Partido Comunista se mostró
contrario a la idea de rehacer el programa, mientras que el exprecandidato
presidencial comunista Daniel Jadue –derrotado por Boric en la primaria de
Apruebo Dignidad– arremetió contra los votantes del candidato del Partido de
la Gente, Franco Parisi (tercera mayoría en la elección, con un 12,8 por
ciento), a los que tildó de «tremendamente individualistas» y «con poca
conciencia de clase». Jadue, luego, se retractó de sus dichos.



Desde la otra vereda, el candidato de la coalición Frente Social Cristiano,
José Antonio Kast, incorporó a sus filas a la exsubsecretaria de Salud
Pública Paula Daza, en respuesta al efecto producido por el ingreso de Izkia
Siches al comando de Boric. Daza anunció la noticia el 26 de noviembre, pero
lo hizo sin renunciar a su cargo en el gobierno de Sebastián Piñera, lo que
fue interpretado por la oposición como un caso de intervencionismo
electoral. Dos días después de su anuncio, no obstante, abandonó su puesto
en el Ministerio de Salud y pasó a engrosar el equipo de Kast. Asimismo, dos
ministros de Piñera, Jaime Bellolio (secretario general de Gobierno) y Raúl
Figueroa (Educación), se han mostrado partidarios del Frente Social
Cristiano, directa o indirectamente.



Por otra parte, el candidato presidencial ultraderechista tuvo que salir a
dar explicaciones por los dichos misóginos del diputado electo del Partido
Republicano Johannes Kaiser, quien en un video subido a sus redes sociales
cuestionó el derecho a votar de las mujeres. Tras el escándalo que
provocaron sus palabras, Kaiser renunció al partido de Kast. Además, una
carta del candidato del pacto derechista Chile Podemos Más, Sebastián Sichel
(cuarto lugar en las preferencias con un 12,78 por ciento), en la que
condiciona su apoyo a Kast al cumplimiento de algunos cambios en el programa
provocó dolor de cabeza al interior de la tienda republicana. En este minuto
Kast se encuentra en Estados Unidos, donde ya se reunió con el senador
ultraconservador Marco Rubio, lo que también le ha valido críticas del bando
contrario. Se especula que el viaje de Kast tendría como objetivo reunirse
con el excandidato de la primera vuelta Franco Parisi. Hasta el cierre de
esta edición tal encuentro no se ha producido.



Para analizar todas estas variables y proyectar los resultados del balotaje,
Brecha conversó con el sociólogo y escritor chileno Alberto Mayol, quien
fuera precandidato presidencial por el Frente Amplio en 2017, aunque después
su relación con ese movimiento político terminó fracturada. El también
académico de la Universidad de Santiago estima que Boric logró algo valioso
con la llegada de Siches y que Kast no ha podido recomponerse de algunos
errores garrafales en esta segunda fase de la carrera. Todo esto ocurre en
medio de un proceso constituyente en curso que, en palabras de Mayol, se
arriesga a un estrepitoso fracaso con la eventual posibilidad de que Kast
sea electo.



—¿Se pone en riesgo el proceso constituyente con la eventual llegada de Kast
al poder?



Sí, absolutamente. Lo peor para un proceso constituyente es la confusión, ni
siquiera es que alguien sea capaz de boicotearlo. Si en el plebiscito de
salida hubiera un 53 por ciento a favor y un 43 por ciento en contra, por
ejemplo, la Constitución igualmente nacería con problemas.



—¿Cuánto se juega en esta elección? ¿Cree que es la elección más importante
en Chile después de la de Patricio Aylwin en el retorno de la democracia?



Debería ser la más importante. Ahora bien, así como quedó configurado el
Congreso, tal vez sea otro momento intersticial más y quedaremos a la espera
de que la próxima elección sea la más importante. Hay que decir que a veces
estos procesos de transformación se trancan, eso no es raro. De momento es
la elección más importante después de la de Aylwin, y si funciona el proceso
de transformación, es decir, si la nueva Constitución es legítima, sería la
elección más importante de la historia de Chile. Porque sería un cambio
geológico y se eliminaría la principal revolución política-económica que ha
tenido Chile: la revolución neoliberal.



—Inmediatamente después de su triunfo en primera vuelta, usted dijo que Kast
tenía ventaja sobre Boric de cara al balotaje. ¿Boric ha ido recuperando
terreno en esta especie de carrera de 100 metros planos?



Sí, la campaña de segunda vuelta de Kast ha sido objetivamente mala, se le
enredó con muchos apoyos condicionados. Naturalmente, cuando eres favorito,
el equipo detrás empieza a pesar mucho, y el equipo de Kast es de tercera
división, hablando en clave futbolística. Él sabe jugar en primera división,
pero no tiene un equipo que lo sustente y se ha notado. Su discurso más
radicalizado empezó a chocar con el sentido común y eso le ha hecho perder
energía, además de irritar a gente antivacunas que cuestiona, por ejemplo,
la incorporación de Paula Daza.



Por el contrario, en la campaña de Boric la convergencia de los actores ha
sido fluida y sencilla. Aunque siento que el factor Parisi es motivo de
problemas, que Boric no tiene la posibilidad de traspasar esos votos de
manera tan clara. Faltan los debates aún. Todas las semanas son distintas,
pero día a día Kast es menos que la candidatura de Boric. Haber incorporado
a Izkia Siches es como incluir a una vicepresidenta, es un nombre muy
potente que llega a compensar los problemas que tenía la candidatura. Boric
ahora corre con ventaja y veremos si es capaz de sostenerla. Hemos visto que
a ambos candidatos les cuesta sostener la ventaja cuando están punteros.



—¿En qué podría ayudar Siches en la campaña de Boric? ¿Qué virtudes tiene
ella que él no a la hora de conquistar votos? Llama la atención que en estos
días ella sola haya logrado convocar a una concentración sin la presencia
del candidato.



Bueno, esa es la ventaja de tener a alguien que podría ser candidata
presidencial por sí sola. Efectivamente, es capaz de producir un efecto
propio, que no necesita la presencia del candidato para que sea un evento
relevante. Pero además involucra una señal muy clara, porque Izkia viene de
ganarles batallas políticas al gobierno y a la derecha en el tema de la
pandemia. Y se las ha ganado con colaboración; nadie puede decir que los ha
torpedeado. Cuenta con muchos recursos para afrontar el desafío de derrotar
a la derecha y nunca criticó a Kast cuando tuvo ocasión de hacerlo.



Su aporte será muy relevante, porque lo que el Frente Amplio sabe hacer, muy
intensamente, es lo mismo de siempre. Y, en el fondo, la llegada de Izkia
–que está cerca del Frente Amplio, pero no pertenece a él ni a su cultura
política– le permitirá a Boric conectar con un público que sentía que le
estaban repitiendo las mismas cosas con las que ya no lo habían convencido.
Creo que, obviamente, falta enganchar más a la población adulta y allí se
requiere un discurso más intenso. Hay cosas que hacer, pero eso permite
salir de la endogamia del Frente Amplio.



—¿Puede Siches ayudar a instalar una nueva narrativa sobre los temas duros
que han sido la fortaleza de Kast: migración, orden público y seguridad
ciudadana?



Creo que va a ser difícil una narrativa más específica por los tiempos que
hay antes del balotaje, pero sí creo que puede ayudar a Boric a abordar el
tema de los votantes de la ex-Concertación sin disolverse a sí mismo. Está
el desafío de no ser la continuidad de la ex-Concertación, de ser críticos
con ella, pero al mismo tiempo de tratar a sus votantes con respeto y,
cuando cabe, con admiración en cosas pertinentes. Hay que construir puentes
con ese mundo de votantes, no tratarlos de estúpidos.



—¿Ve posible que Boric logre conquistar el mundo de la abstención (solo hubo
un 47,34 por ciento de participación en la primera vuelta)?



No creo que sea posible mover eso. Los fundamentos de la abstención son
estructurales y complejos. Es difícil conectar con ese mundo. Pasan muchas
cosas: hay edificios que se llaman colegios, pero no son colegios; hay una
segregación urbana que genera barrios donde hay gente que ni paga la micro
ni vota. Sí me parece importante que Boric logre convertir esta elección en
lo que fue el plebiscito del Apruebo y el Rechazo. Y aquí hay una gran
responsabilidad de la Convención Constitucional, que debe tener sentido y no
ser un experimento extraño. Hay una especie de autosatisfacción que
encuentro peligrosa: bate todos los récords a nivel de procedimiento, pero
¿dónde está el artículo 1 de la Constitución?



—¿No cree que eso responde a los plazos mismos que se trazó la Convención, y
que en esos plazos estaba la redacción del reglamento?



Creo que ellos se trazaron un plan de trabajo que está basado en ir a buscar
legitimidad donde no la hay. La legitimidad en la Convención está
sobrerritualizada: están desesperados por tener una legitimidad que la
Convención ya tenía.



—Volvamos a Kast. ¿Qué tan conveniente es que viaje ahora a Estados Unidos a
reunirse con el mundo más conservador de ese país? Y ante una posible
reunión con Parisi, ¿pueden ambos salir victoriosos o sería contraproducente
al leitmotiv de la campaña de Parisi: su consigna antipartidos?



La derecha no se ha dado cuenta, pero en todo este proceso, en que parece
renacer, se está muriendo más feo que en el estallido social. Están
articulándose de manera muy impertinente para el mundo que viene, están
fuera de juego. La candidatura de Kast tiene una inviabilidad de origen y de
ejercicio muy grande para lo que viene, incluso si gana la elección, lo que
sería una ironía. El mejor escenario para la derecha siempre fue Joaquín
Lavín (eterno candidato presidencial que surgió del pinochetismo y fue
acercándose a la centroderecha), que transitaba hacia un cierto reformismo.
Este experimento de la opción Kast destruye todo lo que se hizo para
construir la centroderecha, que era un trabajo intelectual serio. Ahora
tienen que apoyar a un candidato antivacunas, anti-ONU; o sea, la derecha
contra la globalización.



—¿Cree que los votos de Sebastián Sichel se podrían fragmentar tras su carta
de condiciones para respaldar a Kast? ¿Podrían apoyar a Boric o prevalecerá
la defensa del statu quo y del modelo económico?



Los votos de Sichel no son de la derecha: son de gente que a veces ha votado
por la derecha. Sichel se vació mucho, pero no tanto, ya que conservó un 13
por ciento. Y cualquier gesto en contra de esa carta de condiciones horada
el tránsito de esos votos. No sé si se pasarán a Boric directamente o se
pasarán a la abstención. Lo que hizo Sichel fue dejar en evidencia que,
dentro de sus posibilidades, Kast no es su candidato.



—¿Asistimos a una «piñerización» de la campaña de Kast? Con la imagen por el
suelo que tiene Piñera, ¿le resta votos a Kast que el gobierno sea cada vez
más protagonista en su campaña?



Claramente le resta votos. Toda la estrategia de Kast y del gobierno para
apoyarlo ha sido un error completo. Piñera es un personaje mecánico cuando
tiene que ser termodinámico, y viceversa. Es muy confuso y simplifica de
manera exagerada los fenómenos. Las medidas para apoyar a Kast rayan con lo
absurdo. Lo peor es que hicieron una copia pobre de lo que hizo Boric:
responder con Paula Daza la incorporación de Izkia Siches. No tenía por qué
salir a jugar el partido a esa cancha. Y más: encima a Daza la hicieron
renunciar de su cargo en el gobierno.

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