Estados Unidos/ La clase trabajadora y los efectos del Covid en el nuevo año [Adam Shils]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Ene 5 23:48:08 UYT 2021


  _____

Correspondencia de Prensa

5 de enero 2021

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Estados Unidos



La clase trabajadora y el Covid en el nuevo año



Adam Shils *

International Socialism Project, 3-1-2021

https://internationalsocialism.net/

Traducción de Correspondencia de Prensa



¿De qué manera afecta el actual rebrote del virus a la población de los
EE.UU. y en particular a la clase trabajadora? El impacto de la pandemia se
puede resumir en los siguientes puntos.



En primer lugar, la enfermedad sigue extendiéndose, con la cifra exorbitante
de 3.628 personas fallecidas sólo el día 29 de diciembre. El número total de
muertes supera las 339.000. Los efectos de las vacunas tardarán algún tiempo
en sentirse, sobre todo teniendo en cuenta que el suministro de la misma
está muy por debajo de las proyecciones. Se prevé un aumento de las
infecciones después de las fiestas de fin de año. La nueva cepa "británica",
con mayor peligro de contagio, es motivo de preocupación. En general, la
sombra del virus se cierne aún sobre el país.



En segundo lugar, cada día cientos de miles de trabajadores van a sus
lugares de trabajo, en los que el peligro de contagio es elevado. Esto se
debe tanto a que la interacción con el público es inevitable, por ejemplo en
el transporte público o en las tiendas de alimentos, pero también es el caso
en las industrias en las que la dirección no ha tomado las medidas de
seguridad necesarias, como en el caso de la industria frigorífica, más
precisamente en el empaquetado de la carne.



En tercer lugar, una cantidad importante de trabajadores son despedidos en
empresas cerradas temporalmente debido a la pandemia. En los restaurantes,
la industria hotelera y del entretenimiento, se suceden las oleadas de
despidos. Disney es un ejemplo simbólico de esto.



En cuarto lugar, muchos empleos van a desaparecer definitivamente y no se
trata solamente de las pequeñas empresas que han dado quiebra. El capital
utiliza la pandemia para reorganizarse. Las recesiones permiten que el
capital ponga a los capitalistas más débiles contra la pared, mientras que
los rivales más fuertes y más rentables pasan al primer plano. Este proceso
permite que el fuerte sobreviva y elimina a aquellos cuyas tasas de ganancia
son bajas. El virus configura la recomposición actual del capital. Un
reciente artículo del Financial Times lo dijo claramente: "El Goliat
estadounidense aplastó a David en el 2020 con una recuperación en forma de K
[recuperación a ritmos, tiempos o magnitudes diferentes]: Los titanes, desde
Starbucks a Mondelez, aumentan su influencia mientras que los rivales más
pequeños, las marcas más importantes o las finanzas más robustas deben
curarse las heridas". (30-12-2020) Las cicatrices de hoy van a tener serias
consecuencias para la clase trabajadora en el futuro. Y las empresas más
grandes hicieron bien su trabajo durante la crisis. Algunas de ellas
obtuvieron buenos resultados durante la pandemia. Un reciente análisis del
Washington Post encontró que "45 de las 50 mayores empresas de EE.UU.
obtuvieron beneficios desde el mes de marzo. La mayoría de las empresas
redujeron el personal y repartieron la mayor parte de los beneficios a sus
accionistas".



Cinco, incluso los trabajadores que reciben el subsidio de desempleo siguen
expuestos al peligro. El proyecto de ley de incentivos recientemente
aprobado les da a los trabajadores 300 dólares por semana, además de las
diversas ayudas brindadas por los estados. Pero esto va a durar solamente
once semanas. Después de la amenaza de Trump, el que se negó a firmar un
paquete de ayuda de 2.000 dólares, terminó firmando un proyecto de ley que
otorga sólo 600 dólares. El punto principal es que estos paliativos no son
lo suficientemente elevados, su duración en el tiempo es limitada y los
trámites para solicitarlos son muy engorrosos.



Seis, hay pocas cosas más angustiantes que el miedo a perder la casa. Se
estima que doce millones de personas corren riesgo de desalojo si no hay
moratorias. La nueva moratoria federal está programada para expirar el 31 de
enero. El absurdo y la enfermedad del capitalismo estadounidense
contemporáneo fue capturado por el titular del sitio web de WBOC en
Maryland: ¡"Las órdenes de 'quedarse en casa' son difíciles ante el
desalojo"!



Siete, el teletrabajo implica una gran presión para los padres. No sólo
existe la dificultad de trabajar y ocuparse de los niños al mismo tiempo,
sino que también está el problema de que los niños permanecen en línea,
realizando actividades que los padres no pueden acompañar ni vigilar.
Cualquier padre o niño que recuerde las frecuentes discusiones nocturnas
sobre los deberes puede imaginarse lo que significa ese tipo de discusiones
durante todo el día.



Ocho, el daño psicológico de la pandemia es obvio. El primer factor es la
preocupación ante la posibilidad de contraer la enfermedad y eventualmente
morir. El segundo componente es la ansiedad causada por los problemas
económicos ocasionados por la pandemia. Por último, estos componentes se
combinan con la obligación de estar en casa durante semanas y meses. Las
cuatro paredes comienzan a resultar estrechas. Se ha registrado un aumento
de la violencia doméstica.



Nueve, el racismo fundamental e intrínseco de la sociedad estadounidense ha
salido a la luz durante la crisis sanitaria. La última indicación de esto
son las cifras de desempleo del tercer trimestre, con el 7,9% para los
blancos, el 11,2% para los latinos y el 13,2% para los negros. La tasa de
hospitalización a causa del Covid es 4,7 veces mayor para los negros que
para los blancos. La mortalidad de los negros debida al Covid es el doble
que la de los blancos. Las grandes anomalías en la gestión de la salud
pública son conocidas de todos.



Diez, cualquiera que haya visto las noticias en la televisión durante los
últimos meses habrá visto las imágenes del hacinamiento en los hospitales:
pacientes en camillas en los pasillos, enfermos amontonados en pequeñas
habitaciones, y médicos y enfermeras trabajando con horarios insoportables.
Hoy en día, el sur de California es el epicentro de este problema. Mañana,
será en otro lugar. Hay un real peligro de que los diferentes sistemas
hospitalarios se vean desbordados cuando el Covid alcance picos locales
particularmente agudos.



Once, desde hace meses la atención se ha centrado en el desarrollo de la
vacuna. De esta manera, podríamos pensar que las autoridades médicas han
tenido mucho tiempo para preparar un programa de vacunación amplio y rápido.
Pero no es así. Hasta ahora sólo tres millones de personas han sido
vacunadas en los EE.UU., el 15% del objetivo inicial. Yahoo News escribió
que, "por ahora, la distribución se viene haciendo con cuentagotas".



Las razones de esta lentitud son evidentes. La gran avaricia y la
competencia entre las grandes empresas, el agotamiento del sistema sanitario
de los EE.UU., la enorme incompetencia de la administración Trump y la falta
de un plan nacional de salud centralizado, que se han combinado para crear
la situación actual.



Doce, la inseguridad alimentaria ha aumentado rápidamente como consecuencia
de la situación sanitaria actual. Las imágenes de grandes filas de vehículos
en los lugares de distribución de paquetes de comida son tan impresionantes
como las de los pasillos de los hospitales repletos de pacientes en
camillas. La organización Feeding America estima que 50 millones de
estadounidenses se van a encontrar en situación de inseguridad alimentaria
este año, lo que supone un fuerte aumento con respecto a las cifras de años
anteriores.



Trece, los ahorros son una red de seguridad para muchos miembros de la clase
trabajadora en el futuro y para tiempos de "vacas flacas". La  pérdida
significativa de ingresos ha llevado a muchos trabajadores a tener que
recurrir a sus ahorros para cubrir los gastos diarios. Se estima que un
tercio de la población ha tenido que sacar dinero de sus ahorros o del plan
de jubilación.



Catorce, 29% de los trabajadores que han vuelto a sus puestos de trabajo lo
han hecho con salarios más bajos o con menos horas de trabajo. Muchos
trabajadores que pudieron evitar el despido se ven obligados a trabajar en
turnos más cortos y con salarios más bajos. Este es otro factor importante
que causa un deterioro en el nivel de vida de la clase trabajadora.



Por último, se están realizando recortes en el gasto social. La falta de
dirección y de apoyo federal han hecho que los gobiernos estatales y locales
hayan tenido que soportar el mayor peso de la respuesta a la pandemia,
ocasionando grandes gastos por parte de esas instituciones. Para recuperarse
de esta situación, los gobiernos estatales y locales van a recortar los
gastos futuros. Ya hemos visto amenazas en ese sentido en los estados de
Illinois y de California. Obviamente, no se trata solamente de recuperarse
de los gastos médicos extraordinarios. Los políticos capitalistas, que desde
hace tiempo desean reducir los gastos sociales, pueden utilizar los costos
de la pandemia como una excusa para los recortes previstos desde hace mucho
tiempo.



Esta lista de los efectos del Covid sobre la clase obrera no es exhaustiva.
Los diferentes efectos se superponen y se intensifican. Sin embargo, el
punto principal es claro: la clase trabajadora estadounidense se encuentra
en una situación muy desfavorable y difícil, con efectos negativos tanto
sobre la confianza en sí misma como sobre la combatividad. Esto se puede
observar en el bajo número de paros y huelgas registrados en este momento.
En noviembre, no hubo huelgas continuas en ningún lugar de trabajo con más
de 1.000 trabajadores. El resumen de fin de año de Labor Notes brinda una
visión general clara y minuciosa. (https://labornotes.org/)



Pero nuestra tarea no consiste solamente en evaluar y lamentar esta
situación. Nuestra tarea es hacer algo al respecto. Los socialistas tienen
por delante tres prioridades:



Uno, apoyar todas las acciones de los trabajadores y de las comunidades que
luchan contra las reaperturas riesgosas y prematuras de los lugares de
trabajo. Por ejemplo, el Sindicato de maestros de Chicago y sus aliados en
la comunidad están luchando contra los planes de reapertura de las escuelas
públicas del estado sin medidas de seguridad que protejan a los alumnos y al
personal. Deberíamos seguir los consejos de los científicos de confianza, y
no de la dirección.



Dos, apoyar las campañas para un programa de vacunación rápido y
transparente. La incompetencia actual es inaceptable. Apoyamos las acciones
por una distribución nacional organizada y equitativa de la vacuna. Los
sindicalistas tienen razón; las industrias como la de la carne son lugares
de contagio y deberían ser prioritarias. Los activistas por los derechos de
los prisioneros tienen razón, las prisiones son también centros neurálgicos
y deberían estar en primer lugar en la lista de vacunación.



Tres, como siempre, la solidaridad entre trabajadores ocupa el lugar
principal de nuestra agenda. Aunque hoy las luchas sean pocas, todas las
luchas de los trabajadores son importantes para nosotros. Son la esperanza
del futuro. En este sentido, el apoyo a las luchas actuales de los
trabajadores de la salud es una de las grandes prioridades para los
socialistas en el comienzo de este año 2021.



* Adam Shils es miembro del International Socialism Project en Chicago.

  _____





--
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20210105/789c80a7/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa