Brasil/ Irresponsabilidad del gobierno y falta de un plan de vacunación lleva al "sálvese quien pueda". [Gulnar Azevedo e Silva - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Ene 12 12:20:45 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

12 de enero 2021

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Brasil



Entrevista a Gulnar Azevedo e Silva



La omisión del gobierno y la falta de un plan de vacunación lleva al
"sálvese quien pueda" en la lucha contra el covid-19



La médica considera que las acciones individualistas de las personas y la
carrera por la vacuna por parte de los estados y municipios es un reflejo de
la mala gestión federal, que puede generar largas consecuencias para el SUS
(Sistema Único de Salud).



João Vitor Santos, 11-1-2021

http://www.ihu.unisinos.br/

Traducción de Correspondencia de Prensa



Primero vinieron las imágenes del comienzo de la vacunación en el Reino
Unido y luego el final del año cuando las personas, ya cansadas de todo el
desgaste de la pandemia, decretaron por su cuenta el fin del covid-19 en
Brasil. Las fiestas clandestinas y las playas abarrotadas hicieron que se
disparara el número de muertos y contaminados, que ya estaba creciendo. Para
la doctora y presidenta de Abrasco, Gulnar Azevedo e Silva, todo refleja lo
que ella llama "un gobierno totalmente incompetente e irresponsable para
enfrentar la situación". En la entrevista, concedida a IHU On-Line, reconoce
que toda esta situación genera una especie de “sálvese quien pueda” en la
que la solidaridad parece ceder paso al individualismo. Pero considera que
está mal culpar a las personas por estas acciones. "No podemos arrojar el
desastre que está enfrentando esta pandemia a la cuenta de la población",
dice.



Gulnar Azevedo e Silva es licenciada en Medicina por la Universidad Estatal
de Río de Janeiro - UERJ, tiene una maestría en Salud Colectiva por la misma
institución y un doctorado en Medicina por la Universidad de São Paulo -
USP. Es profesora titular en el Instituto de Medicina Social - IMS - UERJ.
Además, desarrolla investigaciones en el campo de la epidemiología de las
enfermedades crónicas no transmisibles, con énfasis en la epidemiología
aplicada a la evaluación de las políticas de prevención y control del
cáncer. Forma parte del Comité Directivo del programa de vigilancia de la
supervivencia del cáncer a nivel mundial (CONCORD), dirigido por la Escuela
de Higiene y Medicina Tropical de Londres - LSHTM. Actualmente es presidenta
de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva - Abrasco.



- Vivimos el negacionismo de la pandemia, la guerra de las vacunas y ahora
estamos en la guerra de las jeringas. Mientras tanto, en Brasil, hemos
llegado a 200 mil muertes por el covid-19. ¿Qué revelan estos episodios
sobre nuestra situación?



Revelan un gobierno totalmente incompetente e irresponsable para hacer
frente a la situación. Es la pandemia más grave de los últimos 100 años;
nunca hemos experimentado tal situación en nuestras generaciones. Y tenemos
un gobierno que estaría en mejores condiciones de responder si siguiera la
tradición que el Brasil ya ha tenido con respecto a la vacunación. El país
tiene mucha experiencia, son 47 años del Plan Nacional de Inmunización -
PNI, y es una lástima que estemos viendo todo esto ahora. Es una
irresponsabilidad del gobierno actual.



- Es muy difícil y complicado hablar de hipótesis, pero vimos al principio
de la pandemia una postura ligeramente diferente, cuando la dirección de
Luiz Henrique Mandetta al frente del Ministerio de Salud. Si hubiéramos
seguido esa línea, ¿podríamos estar enfrentando otra realidad?



Es complicado porque Mandetta ya era ministro en el gobierno actual y gran
parte del problema que vemos, además de una desestructuración del PNI, es la
desfinanciación del SUS.



Al mismo tiempo que el Ministro Mandetta salía en la televisión para hablar
[de la pandemia], también se configuraba como una de las personas que venían
desmantelando políticas muy importantes, como la política de salud mental,
la política de atención primaria. Así que no puedo compararlo con esa
gestión.



Puedo decir que si hubiéramos continuado el PNI de hace años, que enfrentó
varias epidemias, que implementó varias vacunas, que logró vacunar al mismo
tiempo a muchas personas en la época del H1N1 en Brasil, sin hacer ningún
escándalo, simplemente siguiendo lo que ya es posible dentro de la
estructura del PNI, creo que sería mejor. No pongo el punto de análisis de
Mandetta, porque ya no forma parte del gobierno de Bolsonaro; pongo énfasis
que estaríamos en mejores condiciones si él SUS no hubiera pasado por todo
el debilitamiento que ha sufrido en los últimos tiempos y si se valorara el
PNI, como ha sucedido en las últimas décadas.



- Es difícil disociar el PNI del SUS. ¿Es por eso que los ataques al SUS se
reflejan también en el PNI?



Por supuesto, porque para vacunar necesitamos SUS. Y esto en todas las
etapas.



- Después de las idas y venidas del gobierno federal, los municipios y
estados dicen que, si es necesario, saldrán en busca de vacunas. ¿Cuáles son
las consecuencias de estas acciones aisladas? ¿Por qué es tan importante
unificar un plan nacional de inmunización contra el covid-19, algo que ya
está incluido en el propio PNI?



El PNI  siempre ha tratado muy bien todas las necesidades de vacunación en
Brasil. No es de extrañar que haya sido reconocido en todo el mundo y
considerado, tal vez, uno de los mayores programas de inmunización del
mundo. El PNI garantiza alrededor de 20 vacunas para las poblaciones, según
la indicación científica de su uso, como las dosis de vacunas en niños,
adolescentes, ancianos, y esto nunca ha sido un problema. De hecho, Brasil
siempre ha manejado todo esto muy bien y, como dijo el ex ministro José
Gomes Temporão en una entrevista con el periódico O Globo, Brasil logró
vacunar a 10 millones de personas en un día, lo que no es poca cosa.



Sin embargo, lo que hay que tener en cuenta es que el problema de esta
pandemia no puede resolverse si un solo lugar, un estado, vacuna a toda una
población y los demás no tienen acceso. No lo resuelve porque Brasil está
compuesto por varios estados, es un país muy grande con mucha circulación, y
resolver el problema en un territorio no garantiza el control de la pandemia
en todo el país. Por el contrario, separará a una población que será
inmunizada mientras que muchos otros segmentos de la población no lo serán.
Y así la pandemia no terminará.



Además, promoverá una fractura, porque hará que se rompan las políticas
nacionales, que son políticas centralizadas y en el caso de la vacunación es
una política correctamente centralizada. Así que al hacerlo, crea una
fractura y establece un precedente increíble dentro de la mayor pandemia que
hemos visto.



- En otras palabras, ¿podemos tener consecuencias negativas no sólo en la
pandemia, en esta inmunización contra el covid-19, sino también en otros
procesos de vacunación?



Claro, debilita totalmente una acción que tendría que ser una acción
nacional.



- Los expertos han estado abogando por medidas de distanciamiento junto con
la vacunación para neutralizar el nuevo coronavirus en Brasil. ¿Por qué es
tan importante la combinación de estas dos acciones?



En realidad, la vacuna no es la solución. Como dicen, no es la bala de
plata. Es una nueva vacuna que se está jugando a esta escala poblacional
ahora; la experiencia es importante, pero todavía hay varias lagunas.
¿Cuánto tiempo protege? ¿Cuánto tiempo tendremos que vigilar y evaluar si
habrá algún efecto secundario? A este ritmo y con este virus altamente
transmisible, debemos tener en cuenta que no vamos a tener una vacuna para
todos al mismo tiempo, e incluso si la tuviéramos, no podríamos vacunar a
toda la población en poco tiempo hasta que la epidemia se reduzca
totalmente.



Por otro lado, como tenemos esta necesidad de vigilancia, la ciencia todavía
tiene que dar varias respuestas. Lo que tenemos concretamente, además de la
vacuna, que viene o vendrá - espero que venga en los próximos meses en
Brasil - es: lo que consigue reducir la transmisión de esta enfermedad es
seguir las medidas clásicas de salud pública. En otras palabras, el
distanciamiento físico, el aislamiento de los casos confirmados y
sospechosos, el uso de mascarillas y el no fomento de la aglomeración
social. Estas son medidas a las que no podemos renunciar. Probablemente en
este año 2021 todavía tendremos que hacer esto y hacer exactamente lo que
las autoridades de salud púbica proponen, al mismo tiempo que la vacuna
podrá inmunizar a la gente



Lo que la vacuna muestra hoy en día es que evita que las personas se
enfermen una vez que se infectan con el virus, y al enfermarse, también se
evita una peor progresión. Así que no puedes renunciar a nada de eso; es la
vacuna y eso.



- A finales de año, vimos una explosión de fiestas clandestinas, playas
concurridas y también fiestas de fin de año en los más variados estratos
sociales. La pandemia ahora revela el egoísmo y la falta de solidaridad de
los brasileños...



Tenemos que separar un poco las cosas, no podemos cargar en la cuenta de la
población, responsabilizar a los brasileños, por el desastre que genera esta
pandemia. Podemos decir sí, que los brasileños necesitan entender que en
este momento, más que nunca, que ciudadanía, respeto y solidaridad son
fundamentales. No sirve de nada una estrategia individual, no sirve de nada
que una persona se vacune y su entono no, porque no resolverá el problema y
la pandemia continuará.



Sobre lo que se habla, de que la sociedad es menos solidaria,
lamentablemente la tendencia es que el ser humano busca primero cuidarse a
sí mismo. Pero eso depende mucho de la educación, de los ejemplos y no
estamos viendo ejemplos correctos y que nos muestren lo que hay que hacer,
por parte del Jefe de la nación.



Ayer [7-1-2021], Brasil registró oficialmente 200.000 muertes y tampoco
estamos viendo ningún ejemplo de solidaridad con las víctimas. Esto empuja a
sacar lo peor de las personas, - como hemos visto en los EE.UU. - la falta
de solidaridad, el egoísmo. Para revertir esta imagen, necesitamos
comunicación, educación y una actitud ejemplar.



- ¿Cómo mantienen la esperanza los profesionales de la salud ante esta
situación?



Los profesionales de la salud, trabajadores y trabajadoras, han tenido una
actitud heroica, especialmente los que están en la primera línea del SUS,
atendiendo a las personas desde el comienzo de la pandemia. Imagina su nivel
de estrés y agotamiento.



Gracias a ellos y a la estructura y capilaridad del SUS, ha sido posible
atender a tantos brasileños. Hay que solidarizarse con los profesionales de
la salud, apoyarlos y presionar al gobierno para que sean valorados, para
que tengan equipos de protección individual y para que haya una organización
y una planificación estratégica -que nunca se produjo- para hacer frente a
la pandemia, con integración de los estados, los municipios y la esfera
federal.



- Aunque el gobierno federal aún no ha decidido cómo será el proceso de
vacunación gratuita y universal, las clínicas privadas están tratando de
importar y administrar dosis. Incluso el ministro de sanidad, Eduardo
Pazuello, dijo que es posible. ¿Qué revela esta situación sobre Brasil y
cómo tratar la pandemia en el país?



La falta, la omisión y la ausencia de un programa que determine la
vacunación universal y gratuita, sin un liderazgo que asegure lo que hoy se
puede hacer, correctamente, con contratos, claridad y transparencia, hace
que las personas busquen alternativas individuales.



Es muy difícil comprar una vacuna hoy en día a través de clínicas privadas,
sobre todo porque no hay ninguna vacuna disponible en el mundo para eso. No
se trata de un tema tan impactante para enfrentar la pandemia, pero este
tipo de acciones se llevan a cabo en la medida en que no se ve una respuesta
correcta, la cual debe ser dada por el gobierno. Todo lo que ha sucedido
hasta ahora se debe a la falta de organización, transparencia y
comunicación. Esta situación hace que las personas busquen propuestas
individuales que serán ineficaces, teniendo en cuenta la dimensión de esta
pandemia.



- ¿La falta de gestión en esta crisis ha hecho crecer la idea de "sálvese
quien pueda"?



Sí, cada uno cuidando de sí mismo. Pero en el caso de una pandemia, no
funciona, porque una pandemia no se controla individualmente; tiene que
verse desde el punto de vista de una estrategia de población. Vacunar a una
persona sin vacunar al entorno no resuelve el problema, porque el virus
sigue circulando.



- La semana pasada, el Ministro Pazuello dijo que la vacunación debería
comenzar en enero y nuevamente, en sus discursos, se involucró en polémicas
sobre el tema. ¿Es posible empezar a vacunar este mes?



Es decepcionante ver cómo la máxima autoridad sanitaria tiene un discurso
tan descoordinado, desarticulado e incompetente para hacer frente a la
crisis. Nada de lo que dijo fue suficiente para que entendiéramos cuando, de
hecho, la vacunación va a comenzar y lo que el gobierno está pensando en
hacer. La declaración del ministro fue muy decepcionante, y muestra la
incapacidad del gobierno federal para hacer frente al problema.



No creo - a menos que las cosas avancen muy rápido - que vayamos a tener
esta buena noticia en enero, porque varias etapas del proceso no están
claras, no sólo en relación con la vacuna, sino también en cuanto a cómo
llegará y cómo se organizarán los grupos de riesgo. Por ejemplo, ¿cómo vamos
a vacunar a los que tienen otras enfermedades? ¿Cómo sabremos quiénes son
estas personas? ¿Cómo se supervisará este proceso? ¿Cómo llegarán los
insumos a los puestos de vacunación? ¿Cómo llegará la vacuna en la forma y
temperatura requeridas? Esta información aún no está clara.



El gobierno está anunciando la compra de cien millones de dosis de CoronaVac
en São Paulo. ¿Está cerrada esta compra? ¿Está el acuerdo en vigor? ¿Han
finalizado todos los pasos? La situación es preocupante y es con
desconfianza que recibimos el mensaje del ministro y, repito, de manera no
transparente y sin una respuesta coordinada.



- ¿Cuáles son los mayores obstáculos para iniciar la vacunación en Brasil?
¿Cómo superarlos?



La primera es la aprobación en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria -
Anvisa. Después de la aprobación, saber cómo llegarán las dosis y, en este
momento, cuántas dosis, efectivamente, tenemos a mano. Eso hay que decirlo.
Entonces, tenemos que hacer el cálculo bien hecho y también la
identificación de los grupos de riesgo, porque no hay vacunas para todos,
por desgracia.



Ningún país del mundo está vacunando a todo el mundo porque no hay una
vacuna disponible para todos. Así que los grupos de riesgo tendrán que estar
muy bien organizados para asegurar la vacunación. Eso es un paso. El otro
paso es saber si hoy tenemos todos los insumos necesarios, los profesionales
capacitados para realizar la vacunación, y si se está articulando la gestión
de distribución, vigilancia, monitoreo.



En realidad, todo está en suspenso. Brasil tiene experiencia en otras
campañas de vacunación. El Programa Nacional de Inmunización de Brasil fue
el responsable de las vacunaciones, está claro que hoy en día la escala de
vacunación es mucho mayor, pero no se puede desechar la experiencia
anterior.



Brasil es un país que podría vacunar, porque tenemos profesionales
capacitados como sanitaristas, epidemiólogos, virólogos, personas que
trabajan con la formación de profesionales de la salud, la estructura del
SUS, pero la opción de este gobierno fue deconstruir y desmantelar la
estructura que existía.



- ¿Cuál es su evaluación sobre el calendario y la organización de los grupos
que deben ser inmunizados primero? Según el calendario, los maestros no
están entre las prioridades y algunos estados hablan de la posibilidad de
reabrir las escuelas. En algunos estados, como Rio Grande do Sul, se está
pidiendo la inclusión de profesores en los primeros grupos.



La Organización Mundial de la Salud - OMS también hace una propuesta de
grupos prioritarios. Ciertamente, entre los primeros deben estar los
profesionales de la salud, que, de hecho, están en riesgo porque están
tratando con pacientes infectados. En esta lista figuran también los que
pueden tener un empeoramiento del cuadro, una vez que la infección del
virus, como los ancianos y las personas con problemas de salud, las
poblaciones físicamente discapacitadas y vulnerables, como los indígenas y
los quilombolas (comunidades rurales negras, originarias de la lucha contra
el sistema esclavista: ndt) que viven en condiciones en las que hay un mayor
riesgo de que la enfermedad evolucione.



- ¿Algo más que quiera añadir?



Tenemos que subrayar que más importante que decir si la vacunación es
obligatoria o no, tenemos que hacer entender a las personas que sí, la
vacunación es un acto de ciudadanía y solidaridad. También es un acto de
salvar vidas. No tengas miedo de vacunarte. Recuperemos la historia
brasileña de que la población siempre ha tenido una excelente adherencia a
las campañas de vacunación. No creo que la población se niegue a hacerlo.



Debemos llamar la atención sobre el tema de la vacunación, pero sin
renunciar a otras medidas de protección. Esto es diferente a decir si la
persona quiere o no ser vacunada; se trata de llevar la discusión al otro
lado, el lado positivo, de la pertenencia, el lado del pueblo brasileño, sí,
es un pueblo que se preocupa por el otro y tenemos que rescatar lo mejor de
nuestra tradición de solidaridad y preservación de la vida.

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