Economía/ GameStop, una lección sobre lo absurda e inútil que es la bolsa [Doug Henwood]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Ene 30 23:35:10 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

30 de enero 2021

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Economía



GameStop, una lección sobre lo absurda e inútil que es la bolsa



Quienes están detrás de la burbuja de la empresa de videojuegos tal vez
pierdan un montón de dinero, pero nos hacen un favor: recordarnos que la
bolsa solo sirve para que se enriquezca un reducido número de personas que
no se lo merecen



Doug Henwood *

Jacobin,  27-1-2021

https://www.jacobinmag.com/

Traducción de Álvaro San José – CTXT

https://ctxt.es/es/



¿Quién podría haber sabido que GameStop se convertiría en tamaño juego?



El pasado verano, a la cadena de tiendas de videojuegos GameStop se la
consideraba una empresa física tradicional en decadencia. Estaba perdiendo
dinero, sus ventas llevaban años cayendo y las acciones cotizaban a unos
cuatro dólares. En el momento de escribir estas líneas, la tarde del
miércoles 27 de enero, sus acciones cotizan a 339 dólares. El día anterior,
al cierre de la sesión, apenas alcanzaban los 148 dólares. Nada mal como
aumento de rentabilidad de la noche a la mañana: 129%. Pero lo curioso es
que tres días antes las acciones estaban a 38 dólares, y su valor se había
multiplicado por diez en menos de una semana, ¿por qué?



Para responder a esta pregunta hace falta explicar el concepto de venta al
descubierto (short selling), algo que la mayoría de la población considera
prácticamente incomprensible. Una venta al descubierto es apostar a que una
acción (o cualquier otro activo de especulación, como los bonos o el oro) va
a bajar de precio. Sin embargo, para realizar esa apuesta tienes que vender
algo que no es de tu propiedad, un comportamiento para nada habitual. Para
hacerlo, tienes que tomar prestada la acción de un tercero que sí la tenga
en propiedad. Al igual que sucede con cualquier otro préstamo, hay que pagar
intereses y, en este caso, también hay que tener una garantía depositada
ante el corredor, que asegure que podrás pagar. Lo que esperas es que baje
el precio y que puedas comprar las acciones (cubrir una posición corta, en
la jerga) a un precio menor. Tus ganancias serían la diferencia entre el
precio de venta original y el precio de compra al cierre, menos cualquier
interés que hayas pagado por el título que tomaste prestado.



¿Pero qué pasa si te equivocas y los precios suben? Entonces tienes un
problema. Cuando compras una acción, te arriesgas a perder el precio total
de compra, pero no más. Con las ventas al descubierto, si te equivocas, no
existe un límite predefinido de lo que podrías perder si el precio sigue
subiendo. Y si el precio no para de subir, tu corredor te pedirá más
garantía en forma de dinero auténtico. En ese momento puedes darte por
vencido (cubriendo la posición corta y aceptando las pérdidas) o seguir
sumando más garantía a una posición débil con la esperanza de que el viento
sople finalmente a tu favor.



Pero volvamos a GameStop. El pasado agosto, el inversor Ryan Cohen, que
fundó la tienda online de alimento para mascotas Chewy y la vendió
obteniendo cuantiosos beneficios, comenzó a comprar acciones de GameStop. Le
dijo a la empresa que tenía que adaptarse a la era digital, cerrar un montón
de tiendas y dedicarse a vender online. Los inversores, que auguraban un
futuro mejor para la cadena de videojuegos en declive, empezaron a comprar
acciones y su valor se triplicó a finales de noviembre. Quizá el optimismo
no estaba justificado, pero tampoco era descabellado. Sin embargo, algunos
fondos de alto riesgo, en particular Melvin Capital Management, comenzaron a
vender al descubierto acciones de GameStop, porque creían que la supuesta
recuperación no era más que un cuento.



Ahí es donde hicieron su aparición los sospechosos habituales de Wall Street
Bets, un subforo del agregador de noticias Reddit, con un usuario conocido
como DeepFuckingValue a la cabeza, que comenzaron a comprar las acciones. Su
objetivo no era solo ganar dinero, sino también divertirse arruinando a
algunos fondos especulativos, y por eso comenzaron a comprar las acciones en
masa, como se dice en Wall Street. La consiguiente alza de precios obligó a
aquellos como Melvin, que tenían abiertas posiciones cortas, a cubrir
posiciones. Su avidez por las acciones, más la de los usuarios de Reddit,
disparó el precio de las acciones por las nubes.

GameStop se ha convertido en una de las grandes burbujas de nuestra era. El
martes 26 de enero se negociaban más acciones de GameStop que de Apple, las
acciones más importantes, y con un valor total de mercado 108 veces superior
al de la cadena de videojuegos. Según explicó James Mackintosh del Wall
Street Journal: los movimientos sobre el precio y el volumen de negociación
indican “una perturbación generalizada en el juicio de las personas”.



Este tipo de burbujas siempre terminan estallando y los usuarios de Reddit
que no hayan vendido sus acciones se quedarán con los bolsillos vacíos. (Por
sorprendente que parezca, la noticia de que Melvin cerraba su posición corta
el martes por la noche no parece haber aguado la fiesta. Por lo general, las
burbujas continúan mucho después de lo que los racionalistas pueden
predecir). Mientras tanto, es divertido ver cómo algunos miembros de Wall
Street se quejan de lo injusto de estos movimientos, porque este tipo de
juegos los juegan entre ellos y con el público en general todo el tiempo.
Inflan constantemente las cotizaciones o hacen que baje el valor de las
acciones dependiendo de sus propios intereses, y también maquinan contra lo
que perciben como actores débiles o vulnerables. Lo que sucede es que los
especuladores con nombres como DeepFuckingValue, que los están destruyendo
en la actualidad, no son la gente adecuada. No viven en Greenwich en casas
con 20 coches en el garaje.



Más divertido aún es ver cómo los acólitos del mercado bursátil piensan que
este tipo de juegos pervierte de algún modo la misión de la bolsa. Según
declaró en Twitter el columnista de Business Insider, Josh Barro: “Ya sé que
hay gente que piensa que esto es divertido, pero ¿para qué tenemos la bolsa?
Para que las empresas productivas puedan recaudar capital y hacer cosas
útiles. Desacoplar el precio de las acciones de su valor esencial (Gamestop
vale ahora casi tanto como Best Buy) hace que los mercados no puedan ayudar
a la economía real”.



Lo gracioso de este comentario, además de su fervor en plena farsa, es que
la bolsa no tiene casi nada que ver con recaudar capital para la inversión
productiva. Casi todas las acciones que se negocian en la bolsa, incluidas
las de GameStop, se emitieron hace años, lo que significa que las empresas
no ven un duro de los movimientos diarios de la bolsa. Las empresas emiten
acciones de cuando en cuando, en lo que se conoce como salida a bolsa (u
oferta pública inicial), pero en los últimos 20 años, según los datos del
profesor de economía Jay Ritter, las ofertas públicas iniciales han obtenido
un total acumulado de 657.000 millones, mucho menos del 2% de la inversión
privada total en cosas como obras y materiales durante el mismo período. En
el mundo real, al contrario de lo que sucede en la imaginación de Barro, las
empresas obtienen casi todo su capital de inversión de forma interna,
gracias a los beneficios. En lugar de obtener capital de los accionistas,
las empresas les entregan paladas de dinero a ellos. Desde el año 2000, las
500 empresas que componen el índice bursátil Standard & Poor’s 500 se han
gastado 8,3 billones de dólares comprando sus propias acciones para hacer
que suban de precio (un poco más de la mitad de sus ganancias totales
durante ese período y equivalente a casi el 20% de la inversión privada
durante estas dos décadas). La recompra de acciones no solo alegra a los
accionistas, sino que también engorda las nóminas de los CEO, que hoy en día
cobran casi siempre en acciones.



Bromas aparte, este drama, como la aparentemente interminable subida de las
acciones desde 2009, que solo se interrumpió brevemente durante la aparición
de la covid-19 el pasado marzo, es una clara señal de que el sistema
financiero está totalmente desconectado de la realidad económica. Los
billones de ayudas públicas a las empresas y las inyecciones de la Reserva
Federal en los mercados financieros han creado un chorro de dinero que no
tiene dónde ir excepto a los activos especulativos, en un momento en que las
UCI están desbordadas y 24 millones de personas le dicen a la Oficina del
Censo de EE.UU. que tienen dificultades para conseguir suficiente comida.
Sería aconsejable que Barro se preocupara más bien por eso.



* Doug Henwood publica el boletín de noticias Left Business Observer y es el
presentador del programa de radio Behind the News. Su último libro se titula
Me toca [My Turn]..

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