Cuba/ ¿Por qué estallaron las protestas? Las causas profundas del malestar. [Carmelo Mesa-Lago]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jul 16 11:57:23 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

16 de julio 2021

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Cuba



Las causas profundas del malestar



¿Por qué estallaron las protestas en Cuba?



Carmelo Mesa-Lago *

Le Monde Diplomatique, julio 2021

https://www.eldiplo.org/



Cuba enfrenta la peor crisis económica desde los años 90. Las causas son
múltiples y van desde el fracaso de las reformas estructurales iniciadas por
Raúl Castro, el deterioro de Venezuela, su aliado estratégico, el
endurecimiento del embargo durante los años Trump y el impacto de la
pandemia. A esta dura situación económica se suma la ausencia de un líder
carismático, las dificultades para emigrar y el rápido alcance que adquieren
las protestas a través de las redes. Carmelo Mesa-Lago realiza un minucioso
análisis de la compleja situación que enfrenta la isla.



Las causas



No hay una sola causa de la crisis, sino múltiples que resumimos a
continuación (1).



1) El ineficiente sistema económico de planificación central y amplio
predominio de la propiedad estatal sobre el mercado y la propiedad no
estatal, que ha fracasado en todo el mundo incluyendo a Cuba. En su década
de gobierno, Raúl Castro intentó reformas estructurales orientadas hacia el
mercado, pero muy lentas, plagadas de obstáculos, desincentivos, impuestos y
vaivenes, por lo que no tuvieron efectos tangibles en la economía. El
gobierno ha rechazado seguir los lineamientos del modelo de “socialismo de
mercado” que ha tenido éxito en China y Vietnam. El actual presidente Miguel
Díaz-Canel decretó a comienzos de este año la unificación tributaria y
cambiaria pero, aunque necesaria, fue lanzada en el peor momento económico
y, hasta ahora, sólo ha generado efectos adversos.



2) La grave crisis económica y humanitaria de Venezuela que ha reducido
radicalmente su relación económica con Cuba: la compra de servicios
profesionales cubanos (el primer ingreso en divisas de la isla), el
suministro de petróleo con términos favorables (que cubre el 50% de las
necesidades cubanas) y la inversión directa. Dicha relación alcanzó su
cúspide en 2012-2013 con US$16.017 millones y disminuyó a la mitad en 2018,
en relación al PIB se contrajo de un 22% a un 8% y dicho descenso continuó
en 2019-2020. Los tres componentes se redujeron: la exportación de
profesionales en 24%, el envío de petróleo en 62% (de 104.000 a 40.000
barriles diarios) y la inversión de US$ 8.000 millones se esfumó (2).



3) La relación económica con China alcanzó un cénit en 2015 y 2016, cuando
se convirtió en el primer socio comercial cubano (superando brevemente a
Venezuela); su intercambio comercial (importaciones más exportaciones)
representó 17% y 20% respectivamente, pero disminuyó en 36% entre 2015 y
2019 a 14% del intercambio comercial. La razón clave fue una balanza
comercial negativa contra China (las exportaciones cubanas son muy
inferiores a las importaciones chinas) que ascendió a un déficit de US$
2.000 millones en 2015, por lo cual China redujo sus exportaciones a Cuba a
casi la mitad en 2015-2019. El valor total de las exportaciones cubanas se
contrajo en 65% entre 1989 y 2019, mientras que las importaciones aumentaron
y así también el déficit de mercancías (3). El problema fundamental de la
economía cubana es su incapacidad de financiar las importaciones con sus
propias exportaciones debido a la caída en la producción doméstica (como se
demostrará después).



4) Las fuertes medidas impuestas por la administración de Donald Trump que
revirtieron el proceso de acercamiento del presidente Barack Obama y
reforzaron el embargo (“bloqueo” en Cuba): la aplicación del Título III de
la ley del embargo que había sido suspendida cada seis meses por los
anteriores presidentes (incluyendo a Trump) y que permite demandar a las
compañías extranjeras que han “traficado” con bienes confiscados por el
gobierno cubano, lo cual ha paralizado la inversión; la restricción de
vuelos a Cuba; la imposición de un límite a las remesas y la prohibición a
Western Union de enviar dichas remesas a una agencia cubana manejada por los
militares; el endurecimiento de las sanciones a los bancos internacionales
que hacen transacciones con Cuba y la reinstalación de dicho país entre los
que patrocinan el terrorismo. Hasta ahora Joseph Biden no ha tocado dichas
sanciones. Nótese que la política de acercamiento de Obama con Cuba (la cual
apoyé) resultó en numerosas concesiones del primero, sin que Cuba cediese un
ápice a cambio. Por el contrario, la dirigencia cubana continuó criticando
al gobierno estadounidense por el mantenimiento del embargo que Obama no
podía eliminar pues los republicanos tenían mayoría en ambas cámaras (4).



5) La pandemia, que ahora alcanza el mayor número de casos y de muertes en
la Isla, a pesar de la inoculación de la población con dos vacunas
producidas en Cuba que no han probado su eficiencia. El Covid-19 ha afectado
severamente el turismo internacional, el gobierno exige que los viajeros
paguen de antemano un “paquete de aislamiento” para alojarse en hoteles
durante un período de cuarentena. La pandemia también ha impedido el viaje
de “mulas” que antes llevaban remesas, así como alimentos y otros bienes
para familiares o para su venta informal en Cuba. La combinación de las
medidas trumpistas y Covid-19 ha provocado la salida de compañías españolas
de turismo como Meliá y Bankia.



6) La implantación a inicios de 2021 de la “unificación monetaria y
cambiaria” que, aunque a largo plazo daría resultados positivos, a corto
plazo ha agravado muchos de los problemas anteriores, como un enorme
incremento de la inflación, presión para incrementar el desempleo, subida
notable del precio de los bienes y una fuerte escasez de alimentos y
medicinas (como se detallará después).



Los indicadores de la crisis económico-social



Las más recientes estadísticas oficiales de Cuba disponibles son las del
Anuario Estadístico de 2019 (ONE, 2020); las de 2020 no se colgarán en
Internet hasta octubre o noviembre de 2021; sólo hay algunas cifras dadas
por las autoridades cubanas.



Indicadores macroeconómicos. El producto interno bruto (PIB), que estaba
virtualmente estancado desde 2016, disminuyó en 0,2% en 2019 y cayó 10,9% en
2020; el promedio anual del período 2016-2020 fue de -1,3%. Con un
crecimiento adecuado tomaría tres años recuperar el quinquenio perdido
(Gráfico 1). La caída de 10,9% en 2020 es la mayor después de la de -14,9%
en 1993, el peor año de la crisis de los 90 (5). Según la CEPAL (6), el
descenso cubano de 2020 fue el más fuerte después del venezolano (30%) y
superior al promedio regional de 6,8%. El gobierno proyecta un crecimiento
de 6% en 2021, pero en el primer semestre hubo una caída de 2% (7), lo cual
requeriría un aumento de 8,2% en el segundo trimestre para alcanzar el 6%.
La CEPAL predice 2,2% en todo el año, el crecimiento más bajo después de
Haití; esa tasa demandaría un crecimiento de 4,4% en el segundo semestre.



El déficit fiscal en 2021 se proyecta que aumentará al 30% del PIB, el mayor
desde los años 90. La inflación en 2021 se estima por un experto entre 270%
y 470% (8) y por otro en 474% (9), la mayor después de la venezolana. La
liquidez monetaria en manos de la población superaba al valor del PIB en
2019, algo que no ocurría desde los años 90 (ONE, 2020). Con dicho excedente
medido en pesos nacionales (CUP) (10) virtualmente no hay nada que comprar.
Para ello se necesitan dólares, siempre y cuando estén depositados en bancos
que emiten una tarjeta magnética para comprar en las tiendas en divisas o se
tengan euros u otra moneda dura; la gran mayoría de los cubanos no tiene
acceso a dichas divisas. El 10 de junio, el gobierno prohibió el depósito en
dólares en los bancos dando un plazo de once días para hacerlo con los
dólares atesorados por la población (11).  Por ello, el valor del dólar en
el mercado negro se ha depreciado (del oficial de 24 a 65), mientras que el
valor del euro se ha apreciado (del oficial de 29,2 a 82).



Cuba no tiene un ahorro interno sustancial y su formación bruta de capital
pasó del 25% del PIB al 12% entre 1989 y 2018; el gobierno ha fijado una
formación de capital de 25% para lograr un crecimiento económico adecuado.
Sus reservas internacionales, aunque no se publican, deben estar a muy bajo
nivel o virtualmente exhaustas debido a la crisis económica. Por ello no hay
recursos para enfrentar el aumento de los costos de importación y el espacio
de las políticas fiscales es limitado. Por último, carece de un prestamista
de último recurso que pudiese ayudarla financieramente en la unificación al
no pertenecer al FMI, al Banco Mundial ni al BID.



Producción física. El índice de producción industrial, que se había
recuperado parcialmente desde 2013, disminuyó a 61,3% en 2019, 38,7% menor
al nivel de 1989 (Gráfico 2). La industria azucarera mermó a 30%, la
producción textil a 7% y los fertilizantes a 4% (ONEI, 2020). La producción
de petróleo menguó en 19% en 2010-2018 y la de gas natural declinó 23% en
2015-2019 (ONEI, 2011 a 2020), lo cual aumentó la dependencia cubana de la
energía importada. La escasez de petróleo ha provocado el retorno de los
“apagones” eléctricos de siete y más horas de duración, como ocurrió en la
crisis de los 90. De un total de 22 productos clave en la agricultura,
ganadería, pesca/mariscos, minería y manufactura en 2019, 19 de ellos
descendieron respecto a 2018, diez estaban bajo el nivel de 1989 y once eran
inferiores a cimas de producción previas (12). En 2021, la zafra azucarera
fue sólo de 792.000 toneladas (comparada con alrededor de 8 millones en los
años 80), una de las más bajas en la historia. De esa suma, 600.000 deben ir
al consumo interno y 400.000 han de ser exportadas a China, lo que implica
una reducción del consumo en 200.000 toneladas.



Sector externo. El valor de las exportaciones en 2019 era 62% menor que en
1989, mientras que las importaciones eran 22% mayores y el déficit en la
balanza comercial de bienes creció 187%. En 2020 hubo una caída de 30% en
las exportaciones y del 40% en las importaciones con lo cual disminuyó algo
el déficit en la balanza de bienes. El excedente en la balanza de bienes y
servicios menguó en 73% entre 2014 y 2019, de US$ 3.719 millones a US$994
millones. Esto de debió a que el valor de los servicios profesionales
(primer ingreso en divisas del país) pasó del 13,8% al 7,2% del PIB entre
2012 y 2019 (ONEI, 2015 a 2020), debido al recorte de la compra de servicios
por Venezuela, así como por la salida de médicos de Bolivia, Brasil, Ecuador
y El Salvador).



La escasez de petróleo ha provocado el retorno de los “apagones” eléctricos
de siete y más horas de duración, como ocurrió en la crisis de los 90.



Las remesas externas (segundo ingreso en divisas) en 2020 estaban 35% por
debajo de 2019. El ingreso bruto por turismo (tercero en divisas) en 2020
cayó 80% respecto a 2017. Entre enero y mayo de 2021, los turistas eran el
11% de los que había en igual período en 2020, o sea, un millón menos. La
ocupación de camas hoteleras era de sólo 48% en 2019 (ONEI, 2020, 2021). La
causa mayor de los descensos fue la pandemia, seguida de las sanciones de
Trump que restringieron los viajes y el envío de remesas (13).



Cuba no pagó su deuda renegociada con el Club de París en octubre de 2019 y
este le impuso una sanción de 9% sobre su saldo, aunque ha pospuesto su pago
(se desconoce por cuánto tiempo). También incumplió el pago de la deuda
renegociada con Rusia, que suspendió sus proyectos de inversiones. La
inversión extranjera directa virtualmente se paralizó debido al
recrudecimiento del embargo y la implementación por Trump del Título III ya
explicado.



Indicadores sociales. La tasa de participación laboral mermó de 76% a 65%
entre 2011 y 2019. El desempleo declarado (visible) en 2019 era de 1,3%, uno
de los más bajos en América Latina y en el mundo, pero en 2010 Raúl Castro
reconoció que había un excedente de mano de obra en el sector estatal
(desempleo oculto o subempleo) que primero dijo equivalía a 500.000
trabajadores, pero después se proyectó a 1,8 millones en 2015. Sólo 500.000
fueron despedidos de sus puestos, por lo cual quedaron más de un millón de
trabajos innecesarios, equivalentes al 29% de la fuerza laboral. Sumando
desempleo visible y oculto el total era de 30% (14). La unificación
monetaria debía resultar en el cierre de las empresas con pérdidas y el
consiguiente aumento del desempleo visible, pero el gobierno decidió dar un
año de transición para que las empresas lograran eliminar las pérdidas. Para
ello asignó 18.000 millones de CUP en el presupuesto, pero no hay garantía
de que al final de 2021 las empresas perdedoras tengan ganancias.



El salario real (ajustado a la inflación anual) en 2019 era el 64,3% del
nivel en 1989, por lo que el poder adquisitivo de la población mermó en 36%
(Gráfico 3). El salario medio de 879 CUP mensuales en 2019 equivalía a
US$37, insuficiente para cubrir las necesidades básicas. Para 2021 se
proyecta otra caída de 50% en el valor real del salario (15). La pensión
real en 2019 era el 47% del nivel de 1989, o sea, la mitad de su valor
(Gráfico 3). La pensión media nominal en 2019 era de 362 CUP mensuales
(ONEI, 2020), equivalente a 15 dólares mensuales, insuficiente para cubrir
las necesidades básicas alimenticias. Los jubilados y pensionados se
encuentran entre los grupos más pobres en la población; para subsistir deben
recibir remesas, ayuda de familiares o trabajar como informales. Debido a la
unificación monetaria en 2021, tanto los salarios como las pensiones fueron
aumentados, pero la enorme inflación excedió a dichos incrementos.



En 1989, Cuba se colocaba entre los primeros países de América Latina
respecto a sus indicadores de salud, pero la crisis de los 90 los afectó
adversamente y, a pesar de una mejora, muchos de ellos no han recuperado los
niveles previos. El acceso y la calidad de los servicios sanitarios se han
deteriorado severamente (16).



Aunque no hay cifras oficiales sobre la incidencia de la pobreza, todo el
análisis anterior indica que debe haber aumentado sustancialmente, por lo
cual, la asistencia social para proteger a la población vulnerable debió
expandirse, pero en realidad disminuyó entre 2005 y 2019 de 5,3 a 1,5
beneficiarios por 1.000 habitantes y de 2,3% a 0,4% del PIB (ver Gráfico 4)
(17).



Por último, la caída en la producción agrícola, ganadera y pesquera,
combinada con la reducción en la importación de alimentos por la escasez de
divisas ha provocado una aguda escasez de alimentos. El racionamiento que
antes aseguraba una cuota magra alimenticia a los cubanos se ha reducido
gradualmente, los alimentos sacados de la “libreta” ahora se venden por la
libre a precios cuatro o cinco veces superiores al precio racionado. Las
tiendas estatales que venden en divisas cargan una ganancia de 240%, pero
debido a la crisis y a la reducción de su importación cada vez hay menos
alimentos en los estantes. Es imposible comprar alimentos y medicinas con
CUP. Artículos típicos de la dieta cubana como arroz, frijoles y cerdo no se
encuentran o cuestan mucho. Como el suministro oficial se ha deteriorado, el
mercado negro se ha expandido y también sus precios. La libra de pollo
importado de Estados Unidos o Brasil al costo de un dólar se vende a siete
veces ese precio; el precio de una botella de aceite de cocinar se ha
multiplicado cuatro veces, un paquete de salchichas tres veces y la leche en
polvo que solo se vendía a los niños y los ancianos 120 veces (18).



Los alimentos sacados de la “libreta” ahora se venden por la libre a precios
cuatro o cinco veces superiores al precio racionado.



Factores que facilitaron las protestas



La anterior y virtualmente única protesta que hubo antes  de esta es el
“maleconazo”, que ocurrió en La Habana en 1994. Hay tres factores nuevos que
han contribuido a las protestas actuales, que ocurrieron en varias
provincias y fueron más nutridas.



Internet y redes sociales. Estas no existían en 1994 y ahora están
ampliamente difundidas entre la población. Los videos tomados en San Antonio
de los Baños, Palma Soriano, Alquízar, Matanzas y La Habana muestran un gran
número de manifestantes con un celular en sus manos. En la primera ciudad
aparece un hombre que exhorta a los que protestan a que difundan los videos
a otras provincias, lo que ocurre con gran rapidez.



Cierre de la válvula de escape. El gobierno cubano, cada vez que enfrentó
una grave situación económica, permitió el escape de los ciudadanos para dar
una alternativa. En el éxodo de Camarioca cientos de embarcaciones vinieron
desde Estados Unidos para sacar a familiares y amigos. En el “éxodo de los
balseros” de 1994 las autoridades permitieron fabricar balsas y
embarcaciones rudimentarias a unos 100.000 cubanos que escaparon y fueron
admitidos en Estados Unidos. Al final de su administración, Obama abolió la
resolución “pies secos y pies mojados” que aceptaba el ingreso a Estados
Unidos de los que lograsen tocar tierra. Después Trump reforzó las
restricciones a los inmigrantes cubanos. En los últimos meses han aumentado
los arribos por balsas, pero la guardia costera deportó a Cuba a la mayoría
de los que capturó. El cierre de la válvula de escape aumenta la presión
dentro de Cuba.



La ausencia de líder carismático. Cuando el “maleconazo” ocurrió, Fidel
Castro apareció en el medio de los manifestantes para convencerlos de que
dejaran de protestar, recitándoles los bienes traídos al pueblo por la
revolución (simultáneamente permitió el éxodo masivo). Raúl Castro, ya
retirado, no se mostró en público durante las protestas del fin de semana,
lo hizo el lunes por la televisión para ayudar a Díaz Canel.



Ojalá estas protestas fuercen al gobierno a un diálogo social con el pueblo
y eviten una situación peor.



* Profesor distinguido emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos en la
Universidad de Pittsburgh. Sus últimos libros son La seguridad social en
Nicaragua (INIET, Managua, 2020) y Sistema de pensiones en El Salvador
(Cepal, Santiago de Chile, 2020).



Notas



1. Mesa-Lago, Carmelo y Jan Svejnar (2020), The Cuban Economic Crisis, its
Causes and Possible Policies for the Transition, Miami, FIU Vaclac Havel
Program for Human Rights & Diplomacy, octubre.

2. Mesa-Lago, Carmelo y Pavel Vidal (2019), El impacto en la economía cubana
de la crisis en Venezuela y las políticas de Trump, Madrid, Instituto Elcano
de Asuntos Internacionales, Documento de Trabajo, mayo.

3. Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) (1995 a 2020),
Anuario Estadístico de Cuba 1996 a 2019, La Habana.

4. Mesa-Lago, Carmelo (2015), Normalización de Relaciones entre EEUU y Cuba:
Causas, Prioridades, Progresos, Obstáculos, Efectos y Peligros, Madrid, Real
Instituto Elcano de Estudios Internacionales, Documento de Trabajo No.
6/2015, 8 mayo.

5. Marrero, Manuel (2021), primer ministro, citado por AFP, “Cuba busca…”, 4
julio.

6. CEPAL (2021), La paradoja de la recuperación en América Latina y el
Caribe, Santiago.

7. Gil, Alejandro (2021), ministro de economía y planificación, citado por
AFP, “Cuba busca…”, 4 julio

8. Luis, Luis R. (2021), “Inflation in Cuba,” Association for the Study of
the Cuban Economy (ASCE), 19 mayo.

9. Vidal, Pavel (2020), Cuba Standard, Economic Trend Report Fourth and
First Quarters 2020/2021.

10. Antes de la unificación monetaria en enero de 2021 había dos monedas: el
CUP y el CUC (llamado “peso convertible”, pero que no se tranzaba en el
mercado internacional); un CUC equivalía a 24 CUP y era similar al dólar
estadounidense. La unificación devaluó el CUP en 70%.

11.(2021b), “Desentrañando la suspensión de depósitos en dólares en efectivo
en los bancos cubanos”, OnCuba, La Habana, 21 junio.

12. Mesa-Lago y Svejnar, Ídem 1.

13. (2021a), “La unificación monetaria y cambiaria en Cuba: Normas, efectos,
obstáculos y perspectivas”, Madrid, Real Instituto Elcano de Estudios
Internacionales, Documento de Trabajo 2/2021, febrero.

14. Ibídem.

15. Vidal, Ídem 9.

16. Mesa-Lago y Díaz Briquets (2021), “Healthcare in Cuba: Sustainability
Challenges in an Ageing System”, Journal of Latin American Studies, 53,
No.1, February 2021.

17. Mesa-Lago y Svejnar, Ídem 1.

18. Frank, Marc (2021), “Roaring inflation compounds Cuban’s economics
woes”, Reuters, 16 junio.

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