Ecuador/ "Tenemos una sociedad estructuralmente racista". [Leonidas Iza - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Oct 16 12:33:39 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

16 de octubre 2021

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Ecuador



Entrevista a Leonidas Iza, líder indígena



“Tenemos una sociedad estructuralmente racista”



El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador,
reafirma la importancia de tener “estados plurinacionales” con diversidad
cultural.



Eduardo Delgado

La Diaria, 16-10-2021

https://ladiaria.com.uy



La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) aglutina a
15 nacionalidades y 18 pueblos indígenas y es una de las organizaciones
ecuatorianas con mayor poder de movilización. Su presidente, Leonidas Iza,
se define como un hombre de izquierda y busca pasar de una sociedad
controlada por una sola cultura a una intercultural, para lo que, dice, es
necesario cambiar de estados uninacionales a otros plurinacionales. Sostiene
que la sociedad ecuatoriana es estructuralmente racista, discriminatoria,
patriarcal y adultocéntrica y que quienes más sufren las consecuencias son
la niñez y las mujeres.



-Comencemos por la coyuntura. ¿Cuáles son las causas y los planteos de las
movilizaciones que están realizando?



El Ecuador vive un momento muy crítico en términos económicos: hay una
crisis instalada luego de la pandemia que se ha profundizado más con las
últimas decisiones políticas de las autoridades del Estado. Hay cinco temas
centrales, que son los más emergentes: el incremento de los precios de los
combustibles, que es una premura; el problema del impago de muchas familias
al sistema financiero; el problema del bajo precio de los productos de los
campesinos es serio; el problema de la minería en los territorios de los
pueblos indígenas es una cuestión muy jodida y complicada; y el problema de
la flexibilización laboral. Sobre todos ellos hemos manifestado nuestras
preocupaciones al presidente de la República de manera presencial y que
necesitamos una respuesta de forma urgente.



-Están en una mesa de diálogo con el gobierno. ¿Manejan un plazo máximo para
tener estas respuestas?



Más bien, lo que ha ocurrido es que el presidente de la República ha tenido
una referencia negativa sobre las luchas. Nosotros hemos exigido que
tengamos mínimamente respuestas por lo menos al incremento del precio de los
combustibles, que debe congelarse. Realmente no hay apertura, existe una
posición muy radical en contra de las propuestas que tiene la mayoría del
pueblo ecuatoriano. Es una situación que no permite avanzar; lo que se
pretende es trasladar únicamente a los sectores más empobrecidos y populares
la crisis económica de muchos grupos económicos que se han beneficiado de
políticas del Estado.



El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, es uno de los mencionados en la
investigación sobre evasión fiscal, hecha por varios medios de comunicación,
llamada Pandora Papers. ¿Qué piensa de esto?

Hemos sido enfáticos: hay una ley aprobada en el Ecuador sobre quiénes
pueden tener la calidad moral y ética para dirigir este país. En
consecuencia, la ley prohíbe que ningún mandatario, ninguna autoridad, ni
siquiera un candidato, pueda tener un vínculo con los paraísos fiscales,
porque no tendrían ninguna calidad moral para exigir a los ecuatorianos que
paguemos impuestos. ¿Cómo es posible que podamos tener un gobernante con
antecedentes de vergüenza a nivel mundial que esté haciendo una campaña para
el ingreso de capitales extranjeros, cuando ni los recursos producidos en el
Ecuador ha tenido la valía de invertirlos en este país y los ha sacado para
otros sitios? Esto está instalado en la sociedad ecuatoriana; pedimos a la
Asamblea Nacional que sea riguroso el proceso de investigación. Si hay
evasión tributaria y él juró en una escritura pública que no tenía nada de
aquello, se convierte en un delito de perjurio y testaferrismo, porque la
ley dice con claridad que ni el representante directo ni terceros como
familiares deben tener vínculo con paraísos fiscales. O sea que se debe
garantizar el debido proceso, una investigación minuciosa y decidir en la
Asamblea Nacional; si esto es comprobado, en términos legales garantiza un
proceso de destitución.



-¿Cómo evalúa en retrospectiva la decisión de la Conaie de llamar a votar
anulado en las últimas elecciones?



En términos políticos se enfrentó una coyuntura limitada en una bipolaridad
política entre lo que decía el correísmo y el anticorreísmo. Frente a eso,
la estrategia política de la derecha logró que mucha gente votara en contra
de la persecución que se tuvo en tiempos de Rafael Correa. Nosotros
definimos que no podíamos estar de un lado o del otro, sino sostener la
lucha y dar un voto nulo. Sabíamos que esto iba a suceder con la derecha,
pero como dirigentes tuvimos que respetar la decisión de las estructuras
organizativas. De pronto, en términos individuales se podía tener otra
valoración del escenario político, pero, respetuosos de un proceso
democrático interno de la Conaie, tuvimos que sostener esta decisión
colectiva.



-¿Cómo define a la Conaie para un lector uruguayo?



Es una de las organizaciones más fuertes e importantes –no la única– del
Ecuador. Aglutinamos 15 nacionalidades, 18 pueblos indígenas que estamos
articulados aproximadamente en 10.000 comunidades en todo el Ecuador.
Tenemos una cobertura en tres regiones del país: en la Amazonía con la
Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía, Confeniae; en la
sierra, la Ecuarunari, que integran 11 provincias y 18 pueblos de la
nacionalidad kichwa; y en la costa integramos los pueblos y las
nacionalidades que son de la Conaice, la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de la Costa Ecuatoriana. Esa es la estructura que se mantiene,
pero el último encuentro garantizó que la Conaie debe dar un salto
cualitativo en el que debemos reconocer y articular los procesos
organizativos con estos fenómenos migratorios que se han dado en los últimos
años, por los que está también nuestra gente localizada en las grandes
ciudades. Es así que estamos en proceso de construcción de organizaciones en
las grandes ciudades como Quito, Guayaquil y Esmeraldas, para que tengan un
vínculo directo con la Conaie, y también tenemos una base en Estados Unidos
de hermanos migrantes que han salido de aquí de diferentes pueblos y
nacionalidades, están localizados en ese país y son nuestra filial a nivel
internacional.



-¿Cómo se define ideológicamente?



Política e ideológicamente me defino como un hombre de izquierda, que
defiende los intereses de las causas populares. Me han dicho que soy radical
y lo soy en contra de la corrupción y de la explotación de la madre
naturaleza y de los seres humanos. Ese es nuestro norte, nuestro horizonte,
sin dejar a un lado nuestra identidad cultural. Por eso hemos llamado a esta
gran unidad de clase, pero también a esta gran unidad de nuestra identidad
como pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador.



De una sociedad con una visión monocultural pasar a una diversidad de
culturas, pasar de una institución monolítica a instituciones
plurinacionales, pasar de una sociedad controlada por una sola cultura a una
intercultural.

¿Se puede decir que la Conaie es una organización amazónica, que mira la
Amazonia como una zona que integran varios países?

Sí, la Confeniae es parte de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas
de la Cuenca Amazónica, la Coica, que está presente en nueve países, y hay
una sola propuesta para la cuenca amazónica que se dio en el último
encuentro internacional sobre el cambio climático: poder garantizar que 80%
de la Amazonía ecuatoriana sea el pulmón del mundo. También articulamos a
nivel de la sierra con la coordinadora de organizaciones indígenas a nivel
andino. Al día de hoy, como pueblos y nacionalidades, desde la Conaie
buscamos poder garantizar una plataforma fuerte a nivel continental, donde
integrar a todos los pueblos, nacionalidades, trabajadores y sindicatos que
podamos trabajar hacia una real transformación de nuestra sociedad.



-A veces se define al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachackutik como el
brazo político de la Conaie. ¿Usted cómo define esa relación?



La Conaie parió al movimiento Pachackutik, que nació a partir de las luchas.
En las discusiones fogosas que se tenían en ese tiempo se decía: “Hay que
construir un instrumento político institucional propio en los espacios para
tomar los gobiernos locales, provinciales, las alcaldías, juntas
parroquiales y la posibilidad también del gobierno nacional”. Así también
participamos en la Asamblea Nacional con nuestros representantes, en los
últimos años hemos tenido un promedio de entre cinco y siete asambleístas,
pero la última vez llegamos a 25. En consecuencia, nos mantenemos en esta
unidad orgánica e indisoluble. La Conaie como gestora, promotora del
nacimiento del movimiento Pachackutik, y este movimiento como un brazo
político de la lucha dentro de las instituciones establecidas del Estado,
para seguir garantizando los derechos de la mayoría de los ecuatorianos y no
sólo de los pueblos indígenas.



-¿Las manifestaciones de octubre de 2019 contra el gobierno por los aumentos
de combustibles y otras medidas fueron un acontecimiento histórico para el
movimiento indígena ecuatoriano?



En efecto, hemos saludado la valía de las decisiones. Aquí hay una
confrontación en las lógicas que se miran desde cada sector. Nosotros
sostenemos que fue una lucha muy violenta propinada por parte del gobierno
nacional, del Estado, con todo lo que significa el aparato policial y
militar, que agredieron a nuestros pueblos. Y por otro lado, la versión de
las clases pudientes de nuestro país pretende trasladar esa violencia
únicamente a los manifestantes, cuando no teníamos condiciones mínimas y lo
único que hicimos fue defendernos de la violencia instalada por el Estado
ecuatoriano. Es así que creemos que este proceso de lucha fue muy
importante.



Hemos demandado que los estados uninacionales a nivel continental deben
pasar a estados plurinacionales, y estos deben construir sociedades
interculturales, que permitan el respeto de las diferencias y poder
participar en ellas.



-En su Constitución, Ecuador se define como un estado plurinacional. ¿Qué
significa esto en los papeles y en la realidad actual del país?



Como principio fundamental de una sociedad que hemos venido discutiendo
desde 1990 con mayor fuerza, hemos demandado que los estados uninacionales a
nivel continental deben pasar a estados plurinacionales, y estos deben
construir sociedades interculturales que permitan el respeto de las
diferencias y poder participar en ellas. A nivel institucional, el Estado
ecuatoriano y los otros del continente deberían reconocer las instituciones
milenarias de los pueblos que hemos vivido aquí antes de llamarse Ecuador,
Colombia o Bolivia. En ese sentido, creemos que la plurinacionalidad no es
desde la perspectiva del poder sino desde la perspectiva de las clases
populares. Porque en el Ecuador tenemos declarado en la Constitución de la
República un estado plurinacional e intercultural, pero en la práctica, por
garantizar la plurinacionalidad muchas de nuestras autoridades son
criminalizadas, compañeros enviados a las cárceles por la aplicación de la
justicia indígena, por la defensa del territorio, por el derecho a la
consulta previa, libre e informada. Muchas veces estas instituciones que son
construidas milenariamente no son respetadas por nuestros estados, por eso
demandamos y exigimos que la Constitución de 2008 debe pragmatizarse en la
realidad, en la práctica, para poder hacer este salto cualitativo de una
sociedad con una visión monocultural a una diversidad de culturas, pasar de
una institución monolítica a instituciones plurinacionales, de una sociedad
controlada por una sola cultura a una intercultural.



-Días atrás fue otro aniversario del 12 de octubre de 1492. ¿Qué le genera
esta fecha, cómo se debe conmemorar?



Hemos sido claros y con mayor fuerza en los últimos años. Creemos que el 12
de octubre de 1492 significó barbarie, muerte, lodo y sangre de los pueblos
y nacionalidades. Al día de hoy hemos declarado y ratificado esta fecha como
de lucha y resistencia por conquistar los derechos degradados y enterrados
por la colonia, la República y los estados capitalistas modernos. Así que
seguimos en pie caminando y esto tiene que convertirse en un ícono de unidad
entre todos los dispuestos a seguir luchando contra el colonialismo y contra
el modelo económico capitalista que está acabando con la vida humana y con
la naturaleza en esta única madre tierra que tenemos.



Tenemos una sociedad estructuralmente racista, discriminatoria, patriarcal y
adultocéntrica, y en los sectores donde más decanta esta violencia es en la
niñez y en las compañeras mujeres.



-Usted dijo que “de cada diez compañeras mujeres, ocho son violentadas; de
esas, seis compañeras están siendo violentadas sexualmente”. ¿Esto ocurre a
la interna de la población indígena? ¿Qué se está haciendo y qué más
considera que se debe hacer para revertir la situación?



Así es. Tenemos una sociedad estructuralmente racista, discriminatoria,
patriarcal y adultocéntrica, y en los sectores donde más decanta esta
violencia es en la niñez y en las compañeras mujeres. Por eso hemos dicho
que no es un problema del hombre contra la mujer o de la mujer contra el
hombre, sino de la estructura social, donde tenemos que hacer los esfuerzos
para poder superar estos estadios inferiores que más han carcomido la
dignidad de los seres humanos. Por eso hemos profundizado la aplicación de
la justicia indígena, de cómo vamos entendiendo que se debe ser rigurosos
con los niveles de violencia instalados en los hogares y en contra de los
niños. Por eso nos parece importante, ahora más que nunca, poder llevar
adelante una agenda conjunta; tenemos una agenda del feminismo comunitario
establecido dentro de nuestras organizaciones. En efecto, los indicadores
que hemos mencionado son absolutamente reales, por lo cual debe preocuparnos
a las autoridades, a la estructura social, y no trasladar esto como un
problema moral sino como un problema estructural que estamos obligados a
debatir y a superar.



-Fue catequista en su juventud. ¿Cuál es su relación con las religiones?
¿Qué balance hace del rol histórico de la iglesia católica con relación a
los indígenas en América Latina?



Hubo un poder establecido en la Edad Media que la iglesia católica utilizó
para acabar con muchos territorios. Hemos hecho una diferenciación; no
podemos confundir la espiritualidad de la gente de todas las formas de
manifestación religiosa con el poder establecido a partir de la religión, y
debemos cuestionarlo. Debemos desempolvar esa historia y denunciar que esos
procesos no pueden ser aceptados como normales. Todo eso fue parte de la
iglesia católica imperante para, a través de la religión, imponer un poder
en la región y el mundo. Pero hemos dicho que luego de esos procesos
dolorosos la gente ha quedado con la posibilidad de participar de su propia
espiritualidad y somos absolutamente respetuosos de cómo puedan avanzar en
esos términos.



-Ha mencionado como importante en su formación el libro del uruguayo Eduardo
Galeano Las venas abiertas de América Latina. ¿Qué conoce de Uruguay y qué
lo vincula a este país?



Creo que en todos los países latinoamericanos convivimos sobre la misma
historia, en menor o mayor porcentaje, con lo que significaron la
discriminación, el racismo y todo este proceso colonialista. Debo saludar el
aporte fundamental que ha hecho Eduardo Galeano desde su país, de alimentar
la discusión sobre estos procesos históricos dolorosos para las poblaciones
indígenas y los hermanos afro. Cuando miramos a detalle el triángulo
negrero, lo que significaron los procesos de mitas establecidos (sistemas de
trabajo obligatorio) y la valoración de los minerales preciados que se han
llevado a Europa, que fueron 16 millones de kilos de oro y 30 millones de
kilos de plata, son cuestiones objetivas. Los países convivimos con estas
mismas historias, de las cuales ahora al menos estamos obligados a darnos la
cara, la mano y conectar con las luchas en nuestros territorios.



-¿Por dónde considera que debe ir ese camino que ustedes y otras
organizaciones en el continente defienden, contrario a la política
extractivista?



Creo que la primera tarea de los compañeros es cómo podemos, en la práctica,
defender los territorios a través de las constituciones y las leyes. Aquí el
tema central va a ser cuántos compañeros estamos dispuestos a articular y
coordinar a nivel continental para defender los territorios. Y tiene que
venir una segunda parte que es cómo podemos disputar lógicas económicas del
capitalismo y el neoliberalismo frente a las economías locales y
comunitarias que van a ser la alternativa luego de estos procesos. No
tenemos otra alternativa; si no se garantizan procesos de economías
circulares, comunitarias, localización de iniciativas económicas y
fortalecerlas, cuando nuestras economías estén articuladas no vamos a poder
librarnos de la economía mundial. Por lo menos salvaguardemos nuestros
territorios, nuestra soberanía alimentaria y los procesos autónomos. Los
países a nivel de América Latina tenemos dos procesos: uno es el que tiene
que ver con la titularidad de derechos de los pueblos y nacionalidades
indígenas; el otro es el los sectores populares, trabajadores, sindicatos,
obreros, las clases populares de todas las etnias que estamos dispuestos a
caminar de manera conjunta hacia un proceso de transformación social.

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