Estados Unidos/ ¿Por qué un "socialista" elogia a Colin Powell, un criminal de guerra? [Lance Selfa]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Oct 24 15:18:57 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

24 de octubre 2021

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Estados Unidos



¿Por qué un “socialista” elogia a Colin Powell, un criminal de guerra?



Lance Selfa *

International Socialism Project (ISP), 21-10-2021

https://internationalsocialism.net/

Traducción de Correspondencia de Prensa



Se podía esperar que las principales figuras del establishment
estadounidense elogiaran al ex secretario de Estado Colin Powell, fallecido
el 18 de octubre. Después de todo, Powell fue un miembro destacado de la
élite de la política exterior durante décadas en su calidad de general de
cuatro estrellas, asesor de seguridad nacional, jefe del Estado Mayor
Conjunto y secretario de Estado.



Ayudó a organizar la invasión estadounidense de Panamá en 1989, la
destrucción de Irak en 1991 y la invasión "humanitaria" de Somalía en 1991.
Y como secretario de Estado, aportó el testimonio crucial a las Naciones
Unidas que condicionó la opinión pública para apoyar la invasión y la
ocupación de Irak en 2003. La guerra, basada en la mentira de que Irak
escondía "armas de destrucción masiva" -de las que no se encontró ninguna-
mató a cientos de miles de personas. Por ello, Powell y los demás
arquitectos de la guerra deberían haber estado en el banquillo de los
acusados en un tribunal de crímenes de guerra, en lugar de ser aclamados
como grandes estadistas.



Por eso resulta sorprendente leer el tuit del diputado Jamaal Bowman
(demócrata de Nueva York), autodenominado socialista y miembro de los
Socialistas Democráticos de América (DSA por sus siglas en inglés), sobre la
muerte de Powell: "En su calidad de hombre negro que trataba de entender el
mundo, Colin Powell fue una fuente de inspiración. Era de la ciudad de Nueva
York, fue al City College y llegó a los más altos cargos de nuestra nación.
Les mando amor, fuerza y plegarias a la familia y a los amigos del
Secretario Powell. Descanse en paz, general. "



¿Por qué un “socialista” rinde así homenaje a alguien como Powell?



La declaración de Bowman recuerda la de otra "elegida" de DSA, la diputada
Alexandria Ocasio-Cortez (AOC, demócrata de Nueva York), que en 2018 emitió
una declaración en la que elogiaba el legado del difunto senador John McCain
-un conservador al que le gustaban todas las guerras- por "representar un
ejemplo sin parangón de decencia humana y servicio a los Estados Unidos."



Las declaraciones de Bowman y de AOC en sí no son tan importantes como el
hecho de que ambos hayan sentido la necesidad de hacerlas. Se sumaron al
resto de la casta política profesional en los rituales del decoro que rigen
en el Congreso. Pero, ¿no se supone que ellos, y los demás miembros de "la
brigada" -el pequeño grupo de representantes progresistas, entre los que se
encuentran al menos tres miembros de la DSA- eran diferentes de todos los
demás representantes habituales del Congreso? ¿No eran ellos los "rebeldes
del Congreso" que representaban a la clase trabajadora y a los movimientos
sociales "detrás de las líneas enemigas"?

Sería fácil enumerar una serie de declaraciones o acciones individuales para
criticar a los miembros de la Brigada. Que la mayoría de ellos votan a favor
de presupuestos militares gigantescos. Que AOC votó "presente" en proyectos
de ley que autorizaban gastos para el sistema de misiles "Cúpula de Hierro"
para Israel. Que Bowman votó a favor de la "Cúpula de Hierro". Que la
mayoría de ellos votó a favor de la financiación del Departamento de
Seguridad Nacional después de que éste encarcelara a los niños inmigrantes
en campos fronterizos. O que Ilhan Omar haya votado a favor de 3.300
millones de dólares de ayuda a Israel.



Cada una de estas acciones individuales puede ser criticada por sí misma.
Pero lo que es más pertinente es lo que dicen sobre cómo estos
representantes se ven a sí mismos y cómo ven su papel en el Congreso. Y aquí
está claro que no actúan como socialistas, sino como demócratas
"progresistas". De hecho, Ilhan Omar es la jefa de la bancada progresista,
lo que significa que está encargada de garantizar que los miembros de su
grupo voten de acuerdo con lo que decida la bancada.



Por eso es conveniente que veamos lo que está haciendo ahora el Caucus
[bancada] Progresista. Durante meses, mantuvo como una importante posición
de principios su promesa de no votar el proyecto de ley "bipartidista" de
Biden sobre infraestructuras de carreteras y puentes antes de votar para
aprobar el proyecto de ley "Build Back Better" ("Reconstruir mejor") de la
administración, el Plan de Rescate Americano (American Rescue Plan). Los
progresistas se aferran a ese proyecto de ley -que promete gastar billones
en la próxima década en la salud, el cuidado de los niños, el cambio
climático y otras prioridades sociales- porque no confían en que los
demócratas más conservadores lo apoyen si aprueban primero el proyecto de
ley de infraestructuras con votos progresistas. Mientras tanto, los
progresistas son los principales defensores de la política de Biden en el
Congreso.



Esto incluye a los autodenominados socialistas. En el programa Face the
Nation de la CBS, el 3 de octubre pasado, Ocasio-Cortez dijo: "Biden ha sido
un aliado de confianza para todo el partido demócrata... Es, de hecho, un
moderado... tiende la mano, busca la apertura. Trata de entender nuestra
perspectiva. Por eso defiendo su plan de trabajo". El senador Bernie
Sanders, ha alabado las propuestas de Biden como las más "transformadoras"
desde el New Deal de los años 30 y actuó, como presidente de la Comisión de
Presupuestos del Senado, como un líder  virtual del plan de Biden.



Cuando la administración anunció su plan en junio, planteó un presupuesto de
6 billones de dólares (unos 600.000 millones al año). Al cabo de un mes,
redujo el precio a 3,5 billones de dólares. A pesar de ello, Sanders dijo
que representaba un "momento crucial en la historia de Estados Unidos". En
el momento de escribir este artículo, a finales de octubre, la Casa Blanca y
los líderes del Congreso están negociando activamente la reducción del
proyecto de ley a unos 2 billones de dólares, o sea un tercio de lo previsto
originalmente. ¿Los progresistas -o su séquito socialista- piensan acabar
con estas concesiones que buscan para ganar votos conservadores?



No contemos con ellos. De hecho, Ilhan Omar busca siempre los votos para
apoyar cualquier acuerdo "menos malo" que se consiga. Y en ese momento,
puede que ni siquiera importe si se aprueba primero el plan "Reconstruir
mejor" “Build Back Better”) o el plan de infraestructuras.



El bloguero de centro-izquierda Keaton Weiss planteó este escenario, que
parece plausible:



Queda por ver si son capaces de hacerlo. En las negociaciones del Plan de
Rescate Americano (American Rescue Plan), los progresistas de la Cámara de
Representantes no pelearon para mantener la disposición sobre el salario
mínimo de Bernie Sanders en el proyecto de ley después de que ocho
demócratas del Senado se unieran a los republicanos para rechazarla. Así
que, si el pasado es un prólogo, hay pocos motivos para ser optimistas.



Si aún queda un motivo de esperanza, es que ya tomaron posición públicamente
en esta lucha por las infraestructuras, y que ceder ahora sería visto como
otra derrota humillante para la izquierda. Pramila Jayapal rechazó en el
acto la ridícula oferta de Joe Manchin de 1,5 billones de dólares, diciendo
claramente: "Esto no va a ser así". La pregunta sobre el destino del
proyecto de ley de infraestructuras es si ella y su grupo pueden mantener
ese mismo nivel de confianza sin un apoyo claro de la dirección del partido.



Dado que los demócratas necesitan todos los votos que puedan conseguir para
aprobar el Plan de Rescate Americano, los socialistas deberían, en teoría,
tener la misma influencia que los conservadores de la Cámara de
Representantes y del Senado para obligar a los demócratas a apoyar sus
prioridades.En lugar de ello, tenemos el espectáculo de la derecha y de las
empresas que la apoyan determinando el acuerdo final, con los progresistas y
los socialistas siguiéndolosdetrás y proclamando su compromiso de salvar el
programa de Biden. Es una ilustración perfecta del pacto con el diablo que
los socialistas aceptan cuando firman su apoyo al Partido Demócrata.



* Lance Selfa autor de The Democrats: A Critical History (Haymarket, 2012) y
editor of U.S. Politics en Age of Uncertainty: Essays on a New Reality
(Haymarket, 2017).

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