Estados Unidos/ "Un número récord de trabajadores dimiten y van a la huelga". [Sonali Kolhatkar]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Oct 28 17:34:55 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

28 de octubre 2021

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Estados Unidos



"Un número récord de trabajadores dimiten y van a la huelga”



Sonali Kolhatkar *

A l´encontre, 25-10-2021

http://alencontre.org/ameriques/

Traducción de Correspondencia de Prensa



El 14 de septiembre de 2021, una joven de Luisiana llamada Beth McGrath
publicó en Facebook un vídeo de ella misma trabajando en Walmart. Su
lenguaje corporal muestra una energía febril cuando encuentra el valor para
hablar por el interfono y anunciar su dimisión a los compradores. "Aquí todo
el mundo está sobrecargado de trabajo y mal remunerado", comienza, antes de
pasar a denunciar a algunos de los directivos por su comportamiento
inapropiado e insultante. "Espero que no les hablen a sus familias como nos
hablan a nosotros", dijo, antes de terminar con un "¡q**k this job!” ¡(qué
trabajo de…)



Quizá Beth McGrath se haya inspirado en Shana Ragland, de Lubbock (Texas),
que hace casi un año hizo una renuncia pública similar en un vídeo de TikTok
que colgó desde la tienda de Walmart donde trabajaba. Las quejas de Shana
Ragland eran similares a las de Beth McGrath, ya que acusó a los directivos
de denigrar constantemente a las trabajadoras. "Espero que no les hables a
tus hijas como me hablas a mí", dijo por el intercomunicador de la tienda
antes de concluir con "Que se vayan a … los directivos, que se joda esta
empresa".



Las renuncias virales de estas dos jóvenes marcan el final de un año de
inestabilidad laboral en Estados Unidos que los economistas han bautizado
como la "Gran Dimisión". Las mujeres, en particular, se consideran las
pioneras de esta tendencia.



La gran dimisión



La gravedad de la situación fue confirmada por el último informe de la
Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) (12 de octubre de 2021), que indica
que un porcentaje récord de 2,9% de la fuerza laboral renunció a su trabajo
en agosto de 2021, lo que equivale a 4,3 millones de renuncias.



Si una tasa tan alta de abandonos se produjera en un momento en el que los
puestos de trabajo son abundantes, podría verse como un signo de una
economía en auge en la que los trabajadores pueden elegir su trabajo. Pero
el mismo informe del BLS muestra que las ofertas de empleo también han
disminuido, lo que sugiere que está ocurriendo algo más. Un nuevo sondeo de
Harris (12 de octubre) entre personas asalariadas ha revelado que más de la
mitad de los trabajadores quiere dejar su trabajo. Muchos evocan la falta de
atención por parte de su empleador y la falta de flexibilidad en la
programación de su trabajo como razones para querer dejar su puesto. En
otras palabras, millones de trabajadores en Estados Unidos están simplemente
hartos.



La alteración del mercado laboral es tan grave que Jack Kelly, colaborador
principal del medio de comunicación proempresarial Forbes.com, definió la
tendencia como "una especie de revolución y levantamiento de los
trabajadores contra los “malos” jefes y las empresas que se niegan a pagar
adecuadamente y se aprovechan de su personal" (8 de octubre de 2021). En lo
que podría ser una referencia a los vídeos virales como los de Beth McGrath,
Shana Ragland y la creciente tendencia de posts #QuitMyJob, Jack Kelly
continúa: "Los que dejan sus trabajos están haciendo una declaración
poderosa, positiva y de afirmación de sí mismos, están diciendo que ya no
van soportar más esos comportamientos abusivos".



Por su parte, algunos consultores sugieren que se puede contrarrestar la
bronca de los trabajadores con "ejercicios para reforzar vínculos", como
"compartir el reconocimiento", y juegos. Otros proponen aumentar la
confianza entre trabajadores y jefes o "ejercer la curiosidad empática" con
respecto a los empleados. Pero estos enfoques superficiales ignoran por
completo lo esencial.



Hay que considerar que estas renuncias van de la mano de otra poderosa
tendencia que muchos economistas ignoran: la creciente disposición a la
huelga de los trabajadores sindicalizados.



Las grandes huelgas



El 13 de octubre de 2021, los equipos de rodaje de la industria
cinematográfica anunciaron que podrían declararse en huelga, ya que 60.000
miembros de la Alianza Internacional de Empleados Teatrales de Escena
(IATSE) habían votado a favor de una huelga nacional. [El domingo 17 de
octubre se llegó a un acuerdo muy reñido para mejorar la situación del
personal de rodaje; la amenaza de una huelga hizo que, finalmente, la
balanza se inclinara.] [1]



Unos 10.000 empleados de John Deere (maquinaria agrícola), que están
representados por el sindicato United Auto Workers (UAW), también se
preparan para la huelga tras rechazar un nuevo contrato. La red de clínicas
Kaiser Permanente se enfrenta a una posible huelga de al menos 24.000 de sus
enfermeras y otros trabajadores de la salud en los estados del oeste - [la
votación para la huelga se extendió hasta el 20 de octubre] - por los bajos
salarios y las condiciones de trabajo. Y unos 1.400 trabajadores de Kellogg
en Nebraska, Michigan, Pensilvania y Tennessee ya están en huelga por
salarios y beneficios inadecuados [plan de salud, pensión].



Se han anunciado tantas huelgas, y con tanta rapidez, que el ex secretario
de Trabajo [1992-1997, bajo el mandato de Bill Clinton] Robert Reich la
calificó de "huelga general no oficial" (The Guardian, 13 de octubre de
2021).

Sin embargo, la representación sindical sigue siendo extremadamente baja en
Estados Unidos, resultado de décadas de esfuerzos concertados de las
empresas para reducir el poder de negociación de los trabajadores. En la
actualidad, sólo un 12% de los trabajadores están afiliados a un sindicato.



El número de huelgas y de trabajadores en huelga podría ser mucho mayor si
el porcentaje de sindicalización fuera mayor. Los trabajadores no
sindicalizados, como Beth McGrath y Shana Ragland, contratados por empresas
históricamente antisindicales como Walmart, podrían haber organizado a sus
compañeros en lugar de recurrir a las publicitadas dimisiones individuales.
Aunque los mensajes de dimisión en las redes sociales tienen un impacto
significativo en las discusiones sobre el descontento de los trabajadores,
tienen poco impacto directo en las vidas de los trabajadores y compañeros
que dejan atrás.



Un ejemplo de cómo la organización sindical ha marcado una diferencia
concreta en las condiciones de trabajo es el nuevo contrato que acaban de
ratificar 7.000 trabajadores de las farmacias Rite Aid y CVS (Consumer Value
Store) de Los Ángeles. El sindicato United Food and Commercial Workers Local
770 negoció un aumento salarial de casi el 10% para los trabajadores, así
como la mejora de las prestaciones y las normas de seguridad.



Y cuando las empresas no cumplen, los trabajadores tienen más influencia
cuando actúan como un colectivo unitario para la negociación solidaria que
como individuos. Por ejemplo, los trabajadores de Nabisco que se pusieron en
huelga en cinco estados este verano. Mondelez International, la empresa
matriz de Nabisco, obtuvo beneficios récord durante la pandemia gracias al
aumento de las ventas de sus productos para aperitivos. La empresa era tan
rica que le pagaba a su director general 16,8 millones de dólares en
compensación anual y gastaba 1.500 millones de dólares en recompra de
acciones a principios de este año, mientras que el salario medio de los
trabajadores era de unos apenas 31.000 dólares al año. Muchos puestos de
trabajo de Nabisco se trasladaron a México, donde la empresa pudo reducir
aún más los "costos" laborales.



Después de semanas de piquetes [que comenzaron el 10 de agosto de 2021], los
trabajadores de Nabisco en huelga, representados por el Sindicato
Internacional de Panaderos, Confiteros, Tabacaleros y Molineros de Granos,
volvieron al trabajo [el 18 de septiembre de 2021] después de haber logrado
modestos aumentos retroactivos del 2,25%, bonos de 5.000 dólares y un
aumento de las contribuciones del empleador a sus planes de pensiones. La
empresa, cuya facturación aumentó un 12% este año, puede permitirse estas y
otras medidas.



Junto con las dimisiones masivas, estas huelgas de trabajadores revelan un
profundo descontento con la naturaleza del trabajo en Estados Unidos, que de
hecho se remonta a décadas atrás. Las empresas han ejercido un dominio sobre
la política, destinando una parte de sus beneficios a presionar al gobierno
para obtener aún más beneficios a costa de los derechos de los trabajadores.
Al mismo tiempo, el poder de los sindicatos ha disminuido, una tendencia
directamente relacionada con el crecimiento de la desigualdad económica
[desigualdades que reflejan el endurecimiento de los acuerdos de
explotación].



Empresas y legislación



Pero ahora, cuando los trabajadores refuerzan su posición, las empresas
están preocupadas.



A raíz de estas huelgas y dimisiones, los legisladores intentan activamente
reforzar las leyes laborales federales existentes. Los grupos empresariales
están presionando a los demócratas [2] para que debiliten las medidas
pro-laborales incluidas en la legislación "Build Back Better" (BBB,
“Reconstruir mejor)) que se está debatiendo en el Congreso [3].



En la actualidad, los empresarios pueden violar las leyes laborales sin
mayores consecuencias porque la Junta Nacional de Relaciones Laborales
(NLRB) no tiene poder para multar a los infractores. Sin embargo, los
demócratas quieren dar a la NLRB el poder de imponer multas de entre 50.000
y 100.000 dólares a las empresas que violen las leyes laborales federales.
La propuesta "Reconstruir mejor" también pide que se aumenten las multas a
los empresarios que infrinjan las normas de la Administración de Seguridad y
Salud en el Trabajo (OSHA). [Es la agencia del gobierno federal cuya misión
es prevenir las lesiones, enfermedades y muertes en el lugar de trabajo.]



La Coalición por un Lugar de Trabajo Democrático, un grupo de presión
empresarial que quiere cualquier cosa menos democracia en el lugar de
trabajo, está muy preocupada por los cambios propuestos. Ha enviado una
carta a los parlamentarios en este sentido. Queda por ver si los grupos de
presión de las empresas consiguen que esta vez la legislación laboral siga
desdentada. Pero mientras los trabajadores siguen abandonando el trabajo y
aumentan las huelgas entre los trabajadores sindicalizados, los empresarios
ignoran las señales de advertencia de rabia y frustración por su cuenta y
riesgo. (Artículo publicado en el sitio web de Economía para Todos el 16 de
octubre de 2021, que forma parte del Instituto de Medios Independientes)



* Sonali Kolhatkar es fundadora y presentadora de Rising Up With Sonali, un
programa de televisión y radio emitido en Free Speech TV y en las emisoras
de Pacifica



Notas de la redacción de A l´encontre



[1] "Este es un final a la Hollywood", dijo Matthew Loeb, presidente de
IATSE, el principal sindicato del sector, en un comunicado publicado el
sábado por la noche. Representa a decenas de miles de estos trabajadores del
espectáculo. El comunicado del sindicato dice que el acuerdo propuesto
"aborda cuestiones fundamentales, como los períodos de descanso razonables,
las pausas para comer, un salario digno para los que están en la parte
inferior de la escala salarial y aumentos sustanciales en la compensación"
de las grandes empresas. La Alianza de Productores de Cine y Televisión
(AMPTP) -que representa a Disney, Warner y Netflix, entre otros- se negó a
aceptar algunas de las demandas de IATSE hasta el último momento. "Nos
enfrentamos a algunas de las empresas de tecnología y entretenimiento más
ricas y poderosas del mundo, y conseguimos un acuerdo con la AMPTP que
satisface las necesidades de nuestros miembros", dijo Matthew Loeb. Los
equipos de rodaje no se ponían en huelga desde 1945. La movilización
sindical durante las negociaciones, que se vieron obstaculizadas por la
negativa de las grandes empresas, condujo a este avance.

[2] Paige Smith, el 6 de octubre de 2021, escribió en Bloomberg Law: "Una
coalición de más de 600 grupos empresariales está atacando la propuesta de
los demócratas de la Cámara de Representantes de permitir que la Junta
Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) multe a los empleadores que violen
las leyes laborales federales, y está instando a que la disposición se
elimine de un paquete de gasto social masivo".

[3] El programa con este nombre (BBB) se centra, en primer lugar, en la
infraestructura física de más de un billón de dólares, que fue aprobada en
el Senado por los republicanos, lógicamente. Pero los demócratas
"progresistas" proponen que se acepte primero el proyecto de
"infraestructura social" de 3,5 billones de dólares, ya que este proyecto
(aunque más pequeño de lo que se pretendía en un principio) no cuenta con el
apoyo de los republicanos y de al menos dos senadores demócratas muy
conservadores. Esto lo condenaría al fracaso. Incluye una importante
infusión de fondos para el cuidado de los niños, una ampliación del número
de beneficiarios y del alcance de los programas de seguro de salud pública,
reducciones sustanciales de las primas de los seguros privados e inversiones
masivas en educación y vivienda pública, recortes fiscales para las familias
y la creación de más de 10 millones de puestos de trabajo de energía verde.
Para financiar parte de este programa, se propone reducir los beneficios
otorgados a los ricos por los republicanos durante los años de Trump. Por
ahora, el BBB está en el medio del camino.

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