Argentina/ Gambito de dama. La crisis en el gobierno tras las PASO. [Fabián Kovacic]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Sep 17 11:31:12 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

17 de septiembre 2021

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Argentina



La crisis en el gobierno argentino tras las PASO



Gambito de dama



Mientras la vicepresidenta se distancia de la conducción económica
presidencial, el macrismo de Horacio Rodríguez Larreta celebra un resonante
triunfo y la ultraderecha se prepara para entrar al Congreso en noviembre.



Fabián Kovacic, desde Buenos Aires

Brecha, 17-9-2021

https://brecha.com.uy/



La decisión del ministro del Interior de Argentina, Eduardo de Pedro, de
poner a disposición su cargo ante el presidente, Alberto Fernández, por la
derrota electoral del domingo desató la crisis en la coalición oficialista.
Lo siguieron los ministros de Ambiente, Juan Cabandié; Cultura, Tristán
Bauer, y Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, los tres más cercanos a
la vicepresidenta, Cristina Fernández. A ellos se sumó media docena de
funcionarios de segunda y tercera línea también del ala dura que responde a
Cristina Fernández. «Esto es una masacre insólita y ridícula, porque todos
tenemos buenos números de gestión para mostrar en plena pandemia», confió a
Brecha un ministro cercano a Alberto Fernández.



El miércoles estalló la crisis e inmediatamente quedaron expuestos los
protagonistas de la puja. El sector liderado por Cristina Fernández protesta
por la estrategia electoral que le hizo perder votos en provincias donde la
imagen pública de la vicepresidenta es mayor que la del propio gobernador.
Este jueves, Cristina publicó una explosiva carta donde acusa al presidente
y su entorno de no escuchar sus propuestas y críticas a «una política de
ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad
económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que,
indudablemente, iba a tener consecuencias electorales». «No lo dije una vez…
me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación», remata. La
tremenda derrota del domingo, de repetirse con los mismos números en las
elecciones legislativas de noviembre, dejaría al peronismo, por primera vez
desde 1983, sin mayoría propia en el Senado –la cámara presidida por la
vice–, un espacio clave no solo para el tratamiento de leyes, sino también
para el vínculo con los gobernadores peronistas.



El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, líder del Frente
Renovador y potencial presidenciable en 2023, reunió esta semana a su sector
para analizar la situación y dar un tibio apoyo al presidente. Mientras
tanto, los ministros fieles a Alberto Fernández analizaron la situación en
la Casa Rosada, ratificaron su permanencia en el gabinete y sumaron el apoyo
de la Confederación General del Trabajo, los gobernadores peronistas y
algunos movimientos sociales, como el Movimiento Evita, de arraigada
inserción territorial en el Gran Buenos Aires y media docena de provincias
donde el gobierno sufrió la derrota el domingo.



Cristina Fernández tiene su principal apoyo en su partido, Unidad Ciudadana,
y en la organización La Cámpora, liderada por su hijo Máximo Kirchner,
cabeza del bloque de Diputados del frente oficialista y con influencia
directa en la gobernación de Buenos Aires, gestionada por el exministro de
Cristina Fernández, Axel Kicillof. El reclamo de este sector apunta
directamente a lo que entiende como una gestión deficiente del presidente y
dos de sus colaboradores: el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el de
Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. La propia vicepresidenta llamó a
Guzmán en la tarde del miércoles para aclararle que ella jamás pidió su
renuncia. Para Guzmán fue un día D: no solo estuvo a punto de salir del
elenco oficial, sino que ese mismo día presentó el proyecto de la ley de
presupuesto 2022 con las proyecciones económicas y los ajustes planteados
para saldar la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri con el
Fondo Monetario Internacional (FMI). Los voceros de Guzmán y Kulfas
confirmaron a Brecha que los ministros siguen, pero no se sabe por cuánto
tiempo.



Para contrarrestar la derrota del domingo, el presidente estudia tres
medidas concretas: un aumento del 10 por ciento para todos los salarios, un
incremento del 11 por ciento para los bonos de los jubilados y los
pensionados, y modificaciones impositivas a favor de la clase media,
golpeada por la inflación en medio de la pandemia. Lo cierto, al cierre de
esta edición, es que la interna oficial así expuesta quiebra, quizá de forma
definitiva, una alianza de 19 partidos que llegaron para frenar la debacle
liberal causada por cuatro años de macrismo.



Los políticos antipolíticos



Antes de las elecciones, Javier Milei reconoció que fue asesor del
exgobernador de Tucumán impuesto por la dictadura, el exmilitar condenado
por delitos de lesa humanidad Antonio Bussi, cuando este fue diputado, en
los años noventa. Además, llevó como segunda en su lista a la abogada
Victoria Villaruel, defensora de militares con prontuarios similares al de
Bussi. No en vano, en su plataforma electoral apuntan a terminar con los
juicios por delitos de lesa humanidad en el país. Por otra parte, a pesar de
su prédica antiestatista, el carismático economista trabaja actualmente para
el grupo empresarial de Eduardo Eurnekian, el cuarto mayor contratista del
Estado argentino, beneficiado por diversos subsidios y concesiones públicas.



Nada de eso impidió que el ícono mediático, hasta hace poco outsider del
mundillo político, cosechara algo más del 13 por ciento en las elecciones
primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del domingo en la
capital argentina, donde fue la tercera fuerza, mientras que su socio en la
provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, se quedó con algo más de 4
puntos porcentuales y mejoró su performance como precandidato presidencial
en 2019. «Milei representa la reacción de los votantes que vieron en el
primer Macri el ideario de la antipolítica. Para 2015, cuando llegó a la
presidencia, Macri había perdido ese discurso y negoció con el mundo
político para poder gestionar», señala a Brecha el consultor Raúl Aragón.
«Son experiencias que generalmente no duran mucho en el firmamento político,
pero pueden producir cimbronazos en el sistema» y torcer el rumbo de la
discusión pública, remata. Lo cierto es que, de repetir los números del
domingo en las parlamentarias de noviembre, tanto Milei como Espert se
asegurarían una banca en Diputados.



Con su típico discurso antipolítico y verborrágicamente desaforado, tras
conocerse los resultados el líder de Avanza Libertad señaló en LN+ al jefe
de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como «el gran perdedor en la
ciudad», por el crecimiento, a sus expensas, de la nueva fuerza derechista.
Lo cierto es que Rodríguez Larreta fue el ideólogo del victorioso enroque de
la campaña macrista entre María Eugenia Vidal y Diego Santilli. La
exgobernadora pasó de ser candidata en la provincia de Buenos Aires a
postularse por la capital, donde finalmente se quedó con el 48 por ciento de
los votos. Santilli, que fue de la capital a la provincia, logró triunfar en
la interna partidaria sobre el neurólogo Facundo Manes y, sumando los votos
de ambos, superó al peronismo. A nivel nacional, Juntos por el Cambio (J×C)
logró el 40 por ciento de los votos, frente al 31 por ciento del Frente de
Todos, mientras que la tercera fuerza fue la izquierda trotskista, que
consiguió el 6 por ciento y en la provincia de Buenos Aires superó a Espert.



Deuda oficial



«Con la macroeconomía ordenada no se ganan elecciones» fue la frase repetida
en la Casa Rosada el lunes, tras la derrota. El gobierno busca entender por
qué su renegociación de la deuda externa con los privados y el FMI, su
estabilización de las cuentas generales y sus anunciados proyectos de obras
públicas no alcanzaron a la hora de seducir al votante. Por eso el gobierno
piensa anunciar con cierta urgencia el paquete de medidas económicas en
alivio de las clases medias de cara a noviembre.



Si la derrota del Frente de Todos en seis de las ocho provincias que
elegirán senadores en noviembre se repitiera con números similares a los del
domingo, el peronismo perdería dos senadores y pasaría a tener 35 bancas. El
nuevo Senado podría albergar 31 asientos para J×C y seis para los partidos
provinciales, poniendo en aprietos el cuórum peronista. Algo similar
ocurriría en Diputados, donde el peronismo pasaría de 120 a 116
legisladores, mientras que J×C crecería de 114 a 116. Las dos bancas de
diferencia se las llevarían la buena elección de Espert en Buenos Aires y la
de Milei en la capital.



Pero en noviembre habrá que ver hacia dónde se vuelca el 6 por ciento de los
votos que suman los partidos que en las PASO no alcanzaron el piso requerido
del 1,5 por ciento, si se modificará el 6 por ciento de los votos en blanco
y anulados, y si el 33 por ciento de los empadronados que no concurrieron al
cuarto oscuro esta vez lo hará. «Escuchamos el mensaje de la sociedad y
mañana nos pondremos a trabajar para revertir este resultado», dijo Alberto
Fernández sobre la medianoche del domingo, en un escenario originalmente
montado para festejar un triunfo.

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