Industria Cárnica/ Capitalismo vegano: multinacionales alimentarias y BlackRock. [Gustavo Duch]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Ago 4 13:58:41 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

4 de agosto 2022

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Industria Cárnica



Capitalismo vegano: multinacionales alimentarias y BlackRock



Tras seducir a la población con las supuestas maravillas de la dieta vegana,
las transnacionales de producción de carne y los grandes fondos de inversión
aterrizaron en la industria de los alimentos que se presentan como
sustitutos



Gustavo Duch *

Ctxt, 4-8-2022

https://ctxt.es/es/



Hasta no hace mucho tiempo, seis o siete décadas atrás, la alimentación
mayoritaria de la población rural era austera, equilibrada y sujeta a las
posibilidades de sus territorios. En paralelo al desarrollismo y a la
concentración de la población en las ciudades, desde centros de estudios,
universidades y revistas de prestigio –en coordinación con la industria
alimentaria– se difundió el mensaje de la necesidad de mejorar los patrones
alimentarios, aumentando el consumo de proteínas, especialmente las de
origen animal. A fuerza de mucha publicidad y propaganda, pensemos en el
caso del fastfood, el mensaje permeó culturalmente y se instaló en el
imaginario como el patrón a seguir. Para satisfacer esta demanda “creada”,
se justificó, se agradeció y se encumbró a la industria alimentaria capaz de
producir mucha leche, carne y sus derivados a precios baratos, sin
contemplar ni preocuparse por sus desmedidas externalidades. Se llegó a
despreciar y ridiculizar la alimentación y la agricultura tradicional,
afectando cuerpos y territorios. De comprar y cocinar alimentos frescos se
pasó a los ultraprocesados recalentados en el microondas y la industria
salió claramente vencedora. Algo tan íntimo como nuestra alimentación ha
acabado delegándose en pocas megaempresas controladas por fondos de
inversión.



Sabiendo de lo ocurrido, y ahora que las tendencias alimentarias veganas
están alcanzando cuotas importantes, ¿puede ser que se esté repitiendo la
historia? ¿Es un éxito inducido culturalmente? Y, si fuera así, ¿son nuevos
actores o los de siempre?



Aunque pueda parecer contradictorio, las principales empresas
transnacionales de producción industrial de carne son quienes están detrás
de los alimentos que, basados en vegetales o en proteínas cultivadas en
laboratorios, se presentan como sustitutos de la carne, el pescado, los
huevos y la leche. En el informe Proteínas y Políticas de la entidad
Ipes-Food o en las páginas de la plataforma científica ALEPH2020 se puede
encontrar mucha información sobre esta realidad. Por ejemplo, la empresa
Vivera, muy conocida en Alemania, Holanda y Reino Unido por sus más de cien
referencias tipo salmón vegano o pollo kebab vegano, pertenece a la
brasileña JBS, la mayor productora del mundo de carne avícola y de vacuno y
la número dos en producción de carne de cerdo. En la cartera de JBS también
descubrimos que es la accionista mayoritaria de la española BioTech Foods,
dedicada al sector de la carne cultivada. En Estados Unidos, dos de las
principales empresas cárnica del país, Tyson Foods y Smithfield, han creado
divisiones propias para producir sus nuggets y salchichas a base de
vegetales para competir con las dos líderes en el sector, Impossible Foods
(asociado con Burger King) y Beyond Meat. En España nos encontramos con el
mismo fenómeno. La mayor integradora del país, líder en macrogranjas de
pollos y cerdos, Vall Companys, lanzó en 2019 el proyecto empresarial
Zyrcular Foods para elaborar sucedáneos de carne a partir de guisantes,
trigo o soja llegada de muy lejos, del cual ya podemos encontrar productos
en diferentes supermercados con su marca blanca. Y su expansión seguirá si
se les concede los 134 millones de euros presentados a los fondos de
recuperación Next Generation para abordar nuevos retos en este campo.



Si seguimos desmenuzando el mercado vegano, acabamos encontrando a más
empresas multinacionales que desde hace décadas controlan la alimentación
mundial, como Cargill, Nestlé, Danone, etc. Además, también encontramos
fondos de inversión como BlackRock, el mayor del mundo (apoyando a Tyson o
JBS entre otras), o Breakthrough Energy Ventures presidido por Bill Gates
(participando activamente en Impossible Foods y Beyond Meat).



El aterrizaje de las multinacionales alimentarias en este “segmento” no
podía hacerse sin la seguridad de haber seducido previamente a la población.
Como siempre han hecho empresas tan competitivas entre ellas, no tienen
ningún problema para encontrar lugares comunes, como la plataforma EAT,
gracias a la cual –con “la ciencia” amaestrada y los inversionistas
mencionados– se encargan de transmitir y cabildear a favor de estos nuevos
patrones alimentarios. Repitiendo cual mantras las maravillas de esta dieta
vegana para frenar la crisis climática y garantizar la salud eterna, han
conseguido imponer un relato que ha calado en la población y en las
administraciones. Y lo cierto es que reducir la solución de todos nuestros
males a retirar de nuestras dietas la proteína animal no solo es un relato
reduccionista, también es incorrecto. ¿Por qué no abordan las diferencias en
los modelos productivos de proteína animal, sabiendo como se sabe de la
importancia de los herbívoros en el ciclo de los nutrientes, el
aprovechamiento que hacen de alimentos que no compiten con la población
humana, su papel de fertilizadores de la tierra, etc.? ¿Ignoran que una
alimentación a base de proteínas de guisantes, soja, maíz o trigo es
replicar el mismo modelo de monocultivos responsables de los problemas que
dicen quieren solucionar? ¿Por qué no se reconoce la dependencia del
petróleo para tanto procesamiento, viajes y plásticos que visten a estos
pseudoalimentos?



¿Creíamos que el veganismo era un éxito del trabajo de sensibilización de
algunas oenegés? Cárnico o vegano, el capitalismo alimentario de siempre nos
aleja de la soberanía que urge recuperar y que solo puede establecerse
adaptando nuestra dieta a los ciclos de la abundancia de la tierra que
campesinas y campesinos, pastores y pastoras de nuestros territorios
correspondientes saben gestionar: en sus huertos y en sus granjas. Lo
sencillo es hermoso.



* Gustavo Duch, licenciado en veterinaria. Coordinador de 'Soberanía
alimentaria, biodiversidad y culturas'. Colabora con movimientos campesinos.

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