Colombia/ Difícil reto. El comienzo del nuevo gobierno. [Pablo Montoya]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Ago 12 23:02:04 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

12 de agosto 2022

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Colombia



El comienzo del nuevo gobierno



Difícil reto



Con un discurso que giró en torno a la economía, el cambio climático y la
paz, Gustavo Petro asumió un mandato de cuatro años que genera altas
expectativas entre la población. Una tarea que no estará exenta de
resistencias.



Pablo Castaño

Brecha, 12-8-2022

https://brecha.com.uy/



Gustavo Petro quería que su toma de posesión fuese una fiesta popular y lo
consiguió. La tarde del domingo 7, horas antes del inicio del acto, ríos de
personas marcharon por las calles vacías de coches hacia la plaza Bolívar de
Bogotá, donde tuvo lugar la ceremonia de investidura. La fiesta se extendió
por todo el centro de la ciudad, con 70 eventos culturales y musicales, en
un ambiente que recordaba más a un carnaval que a un acto institucional.
También hubo celebraciones en plazas de otras ciudades, como Medellín y
Cartagena, pero a Bogotá llegó gente de todo el país.



El entusiasmo que desbordó el domingo las calles de Bogotá está más que
justificado: es la primera vez que un candidato de izquierdas llega a la
presidencia y la primera también que la vicepresidencia es ocupada por una
mujer afrocolombiana y de origen popular. Las excepciones históricas se
acumulan en un país donde para un líder social progresista es más probable
morir asesinado que llegar a una posición de alta responsabilidad en el
Estado. Solo este año han muerto más de 90, a manos de diversos grupos
armados. Paz es una de las palabras más repetidas, tanto en el discurso del
nuevo presidente como entre los asistentes a la celebración. Luis David,
miembro de la Guardia Campesina del Catatumbo, espera que «Petro ayude a los
campesinos en el proceso de paz». La esperanza de acabar con el conflicto
también ha sido una de las razones para votar al Pacto Histórico de Leslie,
bogotana de 19 años.



Petro ha concedido a formaciones como el Partido Liberal y la Alianza Verde
la presidencia de destacadas comisiones parlamentarias y ha nombrado a
algunos ministros de perfil técnico que en principio son más próximos al
centro que a la izquierda. Estos nombramientos, entre los que destaca el del
reputado jurista Iván Velásquez como ministro de Defensa, le han valido a
Petro el apoyo de personas que no votaron por él. Este arreglo pragmático
con el centro político debería proporcionarle a Petro un año o dos de «luna
de miel» parlamentaria, explica el politólogo Esteban Salazar, de la
fundación Paz y Reconciliación, al menos hasta las municipales de 2023. Una
mayoría necesaria para impulsar el ambicioso programa del Pacto Histórico.



El primer gran proyecto será la reforma tributaria, que Petro pretende
presentar este mismo lunes, con el objetivo de paliar la falta crónica de
recursos del Estado después de décadas de gobiernos neoliberales, más amigos
de poner alfombra roja a las multinacionales que de realizar las inversiones
públicas necesarias en el segundo país más desigual de América Latina. Como
recordó el nuevo presidente en su primer discurso, «el 10 por ciento de la
población colombiana concentra el 70 por ciento de la riqueza». Petro quiere
que los ricos paguen más, en un país que hasta ahora tiene un nivel récord
de exenciones fiscales para las multinacionales. El nuevo gobierno
necesitará amplios recursos para hacer frente a la emergencia social que
sufre el país desde la pandemia –casi 13 millones de personas no pueden
permitirse comer tres veces al día– y a la vez impulsar cambios
estructurales, especialmente la transición ecológica y la reforma de los
sistemas de salud y educación.



Reducir la dependencia de Colombia de los combustibles fósiles y el
extractivismo será una de las tareas más difíciles del gobierno, ya que el
petróleo es la principal exportación del país y la minería de carbón sigue
siendo un sector muy destacado. La continuidad del extractivismo fue uno de
los puntos ciegos del ciclo progresista latinoamericano de los años 2000;
está por ver si será diferente en esta nueva ola de izquierdas que se abre
paso en el continente. Un reto que tiene mucho que ver con la capacidad del
gobierno de «poner coto» a la dependencia respecto del capital extranjero,
como advierte el investigador del Observatorio de Multinacionales en América
Latina Gorka Martija. Por lo pronto, el programa del Pacto Histórico prevé
prohibir el fracking y la minería a cielo abierto, y suspender las nuevas
exploraciones de hidrocarburos.



Mejorar el acceso a los sistemas de salud y educación fueron dos de las
grandes demandas de los movimientos sociales que sacudieron Colombia en 2019
y 2021, que debilitaron al gobierno conservador de Iván Duque y allanaron el
camino para la victoria del Pacto Histórico. La deuda del nuevo gobierno con
estas movilizaciones es incontestable. La principal exigencia del Paro
Nacional del 2021, fuertemente reprimido por el gobierno de Duque, era
detener una reforma fiscal regresiva… y ahora la primera prioridad de Petro
es aprobar una reforma de signo opuesto. Los jóvenes fueron los
protagonistas de las protestas de 2019 y 2021, en las que la exigencia de
más inversión en la universidad pública ocupó un lugar central, y fueron
precisamente los jóvenes uno de los colectivos que decantaron la balanza
electoral del lado de la izquierda en las elecciones. El mismo Petro
reconoció en su discurso el día de la victoria que se la debía a los jóvenes
y a las mujeres, movilizadas en gran parte por la figura de su compañera de
fórmula. Márquez también fue la principal responsable del incremento de la
participación electoral de sectores populares de regiones empobrecidas,
sobre todo en las costas pacífica y caribeña, donde Petro y Francia
obtuvieron entre el 60 y el 80 por ciento de los votos.



Petro tiene, además, la difícil tarea de acelerar la aplicación del acuerdo
de paz firmado con las FARC en La Habana en 2016 e iniciar conversaciones de
paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional –al que durante el
acto de toma de posesión el presidente del Senado pidió directamente que
dejase las armas– e incluso con el Clan del Golfo, un poderoso grupo
criminal formado por residuos de los grupos paramilitares desmovilizados en
2004 y 2006. En definitiva, la rueda de la violencia que provocó alrededor
de 800 mil muertes y más de 6 millones de desplazados en las últimas décadas
en Colombia aún no se ha detenido del todo. El dueto Petro-Francia, que ha
llenado de esperanza a millones de colombianos, tiene por delante el difícil
reto de cerrar el negro capítulo de la guerra en la historia de Colombia y
conseguir que la nueva era de paz también traiga justicia para un país
desgarrado por las desigualdades.



Una tarea titánica que se encontrará con muchas resistencias, y que
seguramente solo podrán llevar adelante con el apoyo activo de los millones
de personas que derrotaron al gobierno de Duque en el Paro Nacional de 2021.
Una de ellas es Valentina, una joven de 20 años que fue al acto de posesión
de Petro acompañada de una amiga, con una bandana de la bandera colombiana y
una vuvuzela en la mano. Tiene mucha esperanza de que el nuevo gobierno
traiga un cambio real, pero advierte: «Si el man no cumple, igual saldremos
a protestar contra él». Ahora Petro tiene la enorme responsabilidad de
cumplir las expectativas de sus bases, que el domingo celebraron en las
calles de Colombia el inicio de una nueva época para el país.

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