Palestina/ ¿Cuál era el sentido de esta guerra de Gaza? [Edo Konrad]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Ago 12 23:09:01 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

12 de agosto 2022

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Palestina



¿Cuál era el sentido de esta guerra de Gaza?



Edo Konrad *

+972 magazine, 8-8-2022

https://www.972mag.com/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur

https://vientosur.info/



Con el anuncio de un alto el fuego negociado por Egipto el domingo por la
noche, los analistas israelíes se han apresurado a considerar como un éxito
la “armoniosa” campaña del primer ministro interino Yair Lapid y del
ministro de Defensa Benny Gantz. Después de arrestar violentamente a Bassam
al-Saadi, un alto líder de la rama del movimiento de la Yihad Islámica en la
Cisjordania ocupada, el ejército israelí encerró a las comunidades
fronterizas alrededor de Gaza durante casi media semana en previsión de un
presunto ataque de represalia. Finalmente comenzó a lanzar ataques aéreos en
la Franja de Gaza, a los que militantes palestinos respondieron con
andanadas de cohetes. Las escaladas han terminado con 44 personas palestinas
muertas, incluidos 15 niños y niñas, y más de 350 heridas.



Lapid y Gantz, que al parecer lanzaron la operación sin el consentimiento
necesario del gabinete de seguridad, se han ganado elogios por el precio
relativamente bajo que pagaron las y los israelíes en esta última ola de
violencia, así como por los ataques rápidos y "precisos" contra los
principales comandantes de la Yihad Islámica dentro de la franja. Aparte de
una serie de protestas de palestinos e izquierdistas israelíes en todo el
país, el público israelí, que se beneficia en gran medida del statu quo de
un asedio sin fin y el dominio colonial, saludó un ataque que parece haber
cambiado muy poco las cosas sobre el terreno.



Sin embargo, a pesar de los elogios a los líderes de Israel, las historias
que salen de Gaza, donde dos millones de personas palestinas, muchas de
ellas refugiadas de la Nakba, viven en condiciones insostenibles, eran casi
imposibles de soportar. Se difundieron imágenes de cuerpos de niños
carbonizados, edificios demolidos y cientos de personas huyendo de sus
hogares con sus posesiones más valiosas a la espalda. Las y los residentes
de Gaza, muchos de los cuales todavía se están reconstruyendo después de la
última guerra de Israel en la Franja en mayo de 2021, tendrán que enterrar a
los muertos y tratar a los heridos, con un futuro en el que la violencia
estará casi garantizada.



El asalto de tres días se hizo eco de otra operación israelí en 2019: el
asesinato del comandante de la Yihad Islámica Baha Abu al-Ata, que murió
mientras dormía en su casa. En aquel entonces, escribí que el ex primer
ministro Benjamin Netanyahu había iniciado el asesinato como una "vía de
escape de sus atolladeros políticos o legales". Esta vez, fue Lapid quien
parecía estar buscando una imagen de victoria, tal vez en un intento de
pulir sus credenciales de dureza antes de las elecciones israelíes. El
resultado fue una ofensiva no provocada contra una población civil cuyas
vidas están dictadas en gran medida por los caprichos del aparato de
seguridad israelí.



Así es como el establishment militar y político de Israel prefiere dirigir
las cosas. Gaza, en muchos sentidos, se ha convertido en la versión más
extrema del proyecto de bantustanización de Israel en Palestina. En lugar de
tener que gestionar directamente a millones de palestinos, la lógica del
apartheid israelí exige que los diversos enclaves en los territorios
ocupados sigan siendo algo autónomos, manteniendo al mismo tiempo el poder
supremo para controlar e intervenir en sus asuntos en favor de los intereses
de Israel.



Como resultado, mientras que en Cisjordania, Israel ha subcontratado gran
parte de sus tareas de seguridad a una Autoridad Palestina debilitada y
autoritaria, en Gaza, un territorio casi herméticamente sellado está
controlado por el igualmente autoritario Hamas.



Por contradictorio que parezca, Israel en realidad no quiere derrocar a
Hamás; lo necesita para mantener el statu quo, frustrando continuamente la
posibilidad de la unificación palestina al tiempo que impide que un grupo
aún más radical, como la Yihad Islámica, tome su lugar. Israel luchará
contra estos grupos palestinos para mantenerlos en línea y su sistema de
control permanecerá finalmente en pie.



Pero si es elegido en noviembre, es probable que Lapid aprenda la misma dura
lección que sus predecesores: que cada "victoria" militar en Gaza es
pírrica, y que Israel, a pesar de toda su grandilocuencia, no tiene una
estrategia a largo plazo para la franja que no incluya la guerra y el
derramamiento de sangre incesantes. Nunca ha habido, ni habrá, una solución
militar israelí para Gaza; el asesinato de combatientes y comandantes
palestinos solo abre las puertas a nuevas generaciones de militantes
endurecidos dispuestos a recoger la antorcha de la lucha armada.



Lo que es más importante, no hay razón para creer que todo un pueblo que
vive bajo la brutalidad de un asedio de 15 años, y más de siete décadas de
despojo, decida de repente ceder ante sus señores coloniales. Cualquier cosa
que no sea el desmantelamiento de estas estructuras opresivas no es sino un
retoque violento de un peligroso statu quo. *



Edo Konrad es el editor en jefe de la revista +972.

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