Reino Unido/ Un amplio movimiento social. La huelgas se multiplican mientras la inflación se dispara. [Nina Guérineau de Lamérie]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Ago 23 14:53:03 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

23 de agosto 2022

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Reino Unido



Huelga: "Los estibadores dicen que ya basta"



En Felixstowe, el mayor puerto de contenedores del país, los trabajadores
iniciaron el domingo una semana de movilizaciones por mejoras salariales
frente a la inflación, uniéndose a un movimiento social cada vez más amplio.




Nina Guérineau de Lamérie, enviada especial a Felixstowe

Libération, 22-8-2022

https://www.liberation.fr/

Traducción de Correspondencia de Prensa



"Suena muy francés, ¿no?" El sindicalista Miles Hubbard, con un chaleco
rojo, sonríe. Desde las 7 de la mañana de este domingo, el representante
regional del movimiento Unite the Union ocupa la rotonda situada frente al
mayor puerto de contenedores del Reino Unido: Felixstowe, en el sureste del
país, junto con unos cincuenta estibadores. La escena es similar a la de los
chalecos amarillos franceses.



Aquí es donde más de un tercio de los buques de carga extranjeros depositan
su carga. Cada año, cerca de cuatro millones de contenedores, cargados y
descargados sin descanso a todas las horas del día, pasan por estos muelles.
Pero este domingo, el ritmo es más lento mientras los barcos, llenos hasta
el tope, siguen llegando: la gran mayoría de los 2.550 empleados se
declararon en huelga para exigir mejores condiciones de trabajo y un aumento
de sueldo. Algo nunca visto desde 1989.



Esta huelga sin precedentes tendrá un "enorme impacto" en la cadena de
suministro, dice Miles Hubbard. "Un buque de carga puede transportar hasta
10.000 contenedores. Imagine lo que eso representa cuando lo multiplica por
10.000". Sin embargo, en el Reino Unido, aunque muchas empresas están
preocupadas, el organismo de transporte de mercancías Logistics UK no prevé
una "perturbación masiva", según un portavoz citado por la prensa británica,
afirmando que "todas las mercancías que llegan están programadas con mucha
antelación" y que todavía hay " gran cantidad de reservas". La clave, dijo,
era encontrar una alternativa si la huelga duraba más de lo previsto.



Banderas y dividendos



La acción, que se votó a finales de julio, consiste en ocupar la rotonda de
7 a 23 horas durante una semana. En este primer día, pocos estibadores
estaban presentes porque muchos estaban dedicando tiempo a sus familias.
Pero a pesar del reducido número de manifestantes, con banderas sindicales
en la mano, el movimiento atrae la simpatía de los automovilistas, muchos de
los cuales tocan bocina al ver a los chalecos rojos.

"Nuestros miembros quieren un aumento salarial del 10%, dice Miles Hubbard.
Hutchison tiene recursos más que suficientes para satisfacer esta demanda.
El puerto de Felixstowe obtuvo 61 millones de libras de beneficios en 2020
durante el Covid y también pagó 99 millones de libras en dividendos a sus
accionistas. Se necesitaría una pequeña parte de esa ganancia para pagar la
integralidad de nuestra remuneración". El hecho de que se nieguen "es
simplemente inicuo", insiste.



Las negociaciones se prolongan desde diciembre. Después de ofrecer un
aumento del 4%, luego del 5%, la dirección del puerto hizo finalmente una
propuesta final del 7%, más una bonificación de 500 libras, el 28 de julio.
"Tenemos una economía en declive, estamos entrando en recesión... Creo que
es una oferta muy justa", justificó el domingo por la mañana en la BBC el
portavoz portuario Paul Davey, que considera la huelga "decepcionante" y
acusa a Unite the Union de "utilizar esta huelga para sus aspiraciones
nacionales".



Heridas



"Insuficiente", le respondieron los estibadores el domingo, ya que estaba
muy por debajo de la tasa de inflación, que el Banco de Inglaterra prevé que
alcance el 13% este invierno, una cifra récord desde hace cuarenta años.
"Los estibadores trabajaron durante toda la pandemia. La descarga y la carga
de los barcos pueden provocar lesiones, es un trabajo extremadamente duro",
dice Miles Hubbard. Y los últimos aumentos salariales fueron inferiores a la
inflación de los últimos años. Este año decidieron que ya era suficiente".



Este hartazgo general condujo a miles de empleados a ir a la huelga por
primera vez. "Esta es mi primera huelga. Esta mañana miré mi teléfono,
estaba esperando un mensaje de mi empleador, diciéndome que viniera a hacer
mis horas. Pero no recibí nada y realmente se concretó en ese momento", dice
Jessica, de 26 años, conductora de camiones en el puerto desde hace cuatro
años. Ella y su amiga Caitlin, de 24 años, describen las jornadas laborales
de doce horas como "estresantes" y "agotadoras", con descansos de sólo
treinta minutos aquí y allá. Estás constantemente sentada y mirando hacia
abajo", dice Caitlin. A veces no has hecho ni una cuarta parte de tu trabajo
que quieres parar y dormirte". Sobre todo, cuentan, las máquinas que
utilizan son antiguas: "No tenemos aire acondicionado dentro de los
camiones. Durante la ola de calor de julio, fue horrible", dice Jessica.



Por todas estas razones, los huelguistas dicen que están decididos a ganar
esta batalla. Porque, como señalan, tienen la suerte de "tener un sindicato
fuerte de su lado". Este no es el caso de la mayoría de los británicos: en
Gran Bretaña, sólo el 23% de los asalariados estaban sindicados en 2020, y
sólo 13% en el sector privado, según cifras del gobierno británico.



"Más allá de los estibadores"



Desde los años de Thatcher, cuando fue Primera Ministra de 1979 a 1990, no
es nada fácil organizar acciones reivindicativas. En primer lugar, debe
obtenerse una mayoría a favor de la huelga en una votación secreta
organizada por un organismo independiente. En segundo lugar, hay que
notificar a los jefes el resultado, si es positivo. Es un sistema estricto,
en el que todo el mundo tiene que ser miembro del sindicato para
participar", dice Miles Hubbard. Y, sin embargo, con todos estos obstáculos,
obtuvimos un 94% a favor de la huelga.



Esta acción social histórica se suma al descontento social que se está
produciendo desde hace dos meses en el corazón del Reino Unido. Desde los
trabajadores del ferrocarril hasta los abogados, pasando por los conductores
de autobús, los profesores, los empleados de correos y los trabajadores de
la salud, los británicos, arrastrados a la precariedad por un costo de vida
insostenible, ya no ocultan su rabia. Este es un momento realmente
alentador, en el que los trabajadores están saliendo y diciendo que ya
basta", dijo John Carpenter, un profesor jubilado de 58 años que vino a
apoyar a los huelguistas el domingo. Esta huelga va más allá de los
estibadores. La gente está harta. Quieren tener un techo sobre sus cabezas,
una educación y unos servicios sanitarios decentes, para disfrutar de una
vida digna. Espero que esto sea un llamado de atención".



***



La a inflación se dispara y las huelgas se multiplican



Trabajadores ferroviarios, estibadores, recolectores de basura, trabajadores
de correos... Mientras la inflación supera la barrera del 10%, el país
atraviesa una ola de huelgas como no se había visto desde hace décadas.



Nina Guérineau de Lamérie, corresponsal en Londres

Libération, 20-8-2022



Por quinta vez desde junio, el Reino Unido está paralizado. Este jueves por
la mañana, en todo el país, más de 50.000 trabajadores ferroviarios
volvieron a unirse a los piquetes para exigir mayores salarios y mejores
condiciones de trabajo. Es la primera vez que el país asiste a una huelga en
treinta años, y continuará hasta que "consigamos un acuerdo", dijo el
dirigente del sindicato de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del
Transporte (RMT), Mick Lynch, que se ha vuelto muy popular, en la prensa
británica.



El RMT, que representa a 14 operadores ferroviarios y cuenta con el apoyo de
la Transport Salaried Staffs Association (TSSA) y de Unite, también pide que
el abandono de un plan de modernización ferroviaria que incluye 2.500
supresiones de puestos de trabajo. Las negociaciones llevan más de un año.
"Nuestros miembros están entrando en su tercer o cuarto año de congelación
salarial. Mientras tanto, los precios de los alimentos y del combustible se
disparan, y el aumento del costo de la vida hunde a los trabajadores en la
pobreza. Ya es demasiado, esto no puede continuar", dijo el jueves a Sky
News el secretario general del TSSA, Manuel Cortés.

En julio, la tasa de inflación británica superó la barrera del 10%, la
primera vez que se ve esto en el país desde hace cuarenta años. Y según las
últimas previsiones del Banco de Inglaterra, los precios podrían subir hasta
un 13% en octubre. La situación ha provocado que muchos trabajadores de los
servicios públicos, como los de correos, los de la salud, los recolectores
de basura y los docentes, manifiesten durante todo el verano para pedir al
gobierno que ajuste sus salarios a la tasa de inflación.



20% de los trenes



Hasta el fin de semana, los desplazamientos del otro lado del Canal de la
Mancha [en el reino Unido, ndt] prometen ser un verdadero quebradero de
cabeza. Tras una primera jornada de acción el jueves, habrá una segunda el
sábado. En medio de las vacaciones escolares, sólo el 20% de los trenes
circulan y en franjas horarias reducidas. La víspera de la huelga, el
ministro conservador de Transportes, Grant Shapps, arremetió contra los
sindicatos por querer "arruinar los planes de verano de millones de personas
que trabajan duro" y por "costar millones" a las empresas del sector
turístico y de entretenimiento.



El viernes, los conductores de autobuses y los trabajadores del metro de
Londres retomarán el relevo en la capital, donde la red de transporte estará
prácticamente paralizada. Y el domingo, miles de estibadores de Felixstowe,
el mayor puerto de contenedores del país, en el sureste de Inglaterra,
iniciarán una huelga sin precedentes de ocho días. El sector no había
organizado una acción de esta magnitud desde 1989.



En el caso de los trabajadores ferroviarios, la pugna con Network Rail, que
gestiona la mayoría de los ferrocarriles, e indirectamente con el gobierno
británico, no es nueva. "Esta situación se prolonga desde hace al menos 15
años. Comenzó entre 2006 y 2010, bajo el último gobierno laborista", explica
Gregor Gall, profesor de la Universidad de Leeds y especialista en
sindicatos y movimientos sociales británicos. Fue en ese momento cuando "se
consideró que la industria ferroviaria era ineficiente y el gobierno quiso
reducir la cantidad de subsidios pagados a este sector", continúa el
especialista. Esa presión continuó durante el gobierno de David Cameron, el
anterior primer ministro conservador, de 2010 a 2015, luego bajo Theresa
May, su sucesora, y de nuevo hoy. El fracaso de las últimas conversaciones a
finales de julio, en las que Network Rail habría puesto sobre la mesa un
aumento salarial del 8% en dos años, una "suma irrisoria" para el RMT, es la
prueba de que el conflicto es cada vez más complicado.



El giro a la derecha de los "tories"



El Reino Unido también atraviesa un periodo político delicado. Tras la
dimisión del primer ministro Boris Johnson el 7 de julio, ya se inició la
disputa para sucederlo en el seno del Partido Conservador. Los resultados
finales de la votación, que debe decidir entre la ministra de Asuntos
Exteriores, Liz Truss, y el ex ministro de Finanzas, Rishi Sunak, se
conocerán el 5 de septiembre. Los dos posibles sucesores de Johnson al frene
del país están "a la derecha del partido", señala Gregor Gall. Una señal,
según el académico, de que "el gobierno no está en absoluto dispuesto a
ceder".



Consciente de esta dinámica política, el jefe del poderoso RMT, Mick Lynch,
acusa al ministro de Transportes de "bloquear las negociaciones". Y predice,
en The Guardian, "una respuesta masiva de los trabajadores", que podría
adoptar la forma de "una acción generalizada y sincronizada". Este paso será
"necesario para los sindicatos", dice Gregor Gall, si quieren romper el
bloqueo y tener alguna esperanza de ser escuchados. La dirección laborista,
el principal partido de la oposición, se ha distanciado de los huelguistas.
"Si los laboristas apoyan a los sindicatos, estarán desanimando a muchos
votantes para que los voten" en las próximas elecciones generales que
tendrán lugar en 2024, concluye el experto.



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Huelga gigante en los transportes británicos : parálisis anunciada



El principal sindicato ferroviario, que exige aumentos salariales para hacer
frente a la inflación, iniciará una huelga masiva el martes. La huelga es la
mayor en 30 años y afectará a todos los trenes del país, así como al metro
de Londres.



Nina Guérineau de Lamérie, corresponsal en Londres

Libération, 20-8-2022



Inglaterra, Escocia y Gales están al borde de la parálisis. A partir de la
medianoche del lunes, más de 40.000 trabajadores ferroviarios iniciarán una
huelga que esta parte del Reino Unido no ha visto desde hace 30 años.
Dirigida por el sindicato Rail Maritime and Transport (RMT) en Network Rail,
que posee la mayor parte de la red ferroviaria del Reino Unido, la huelga se
extendió a los otros 13 operadores ferroviarios británicos. Los
sindicalistas protestan contra un plan de reestructuración y modernización
de las líneas, que según ellos incluye miles de supresiones de puestos de
trabajo. También exigen un aumento salarial de al menos el 7% para estar a
la altura de la creciente inflación mundial, así como mejores condiciones de
trabajo. Hay tres días de acción previstos: el martes, el jueves y el
sábado, en los que sólo circulará uno de cada cinco trenes. También se prevé
que sea muy difícil viajar los demás días.



La situación no tiene precedentes -los británicos no son conocidos por sus
manifestar regularmente- y podría durar hasta el otoño. El domingo, el
secretario general del RMT, Mick Lynch, amenazó en Sky News con continuar
"esta campaña durante todo el tiempo que sea necesario para conseguir un
acuerdo", seis meses o más. El personal ferroviario no tiene "ninguna otra
opción", coincidió Frances O'Grady, secretaria general del Trades Union
Congress. Muchos empleados con salarios bajos se verán muy afectados. Es
insultante imponerles una rebaja salarial cuando los ferrocarriles
obtuvieron 500 millones de libras de beneficios durante la pandemia.



Negociaciones en punto muerto



La acción coincide con una huelga de los demás trabajadores del metro de
Londres el martes, y podría ser seguida por profesores y trabajadores de
hospitales. Finalmente, el lunes, los abogados también anunciaron que irían
a la huelga la próxima semana. Ante estos movimientos, el descontento de los
ciudadanos se hace sentir en todas partes. En los medios de comunicación,
muchos estudiantes están preocupados por no poder llegar a sus exámenes, el
público de los festivales está preocupado porque se perderían el regreso del
festival de Glastonbury, que se celebra en el suroeste del país de miércoles
a domingo, y las personas mayores están preocupadas porque no puedrán acudir
a sus citas médicas. Y aunque parte de su frustración va dirigida a los
huelguistas, la mayoría también culpa al gobierno del Reino Unido por no
haber hecho nada para evitar la semana de perturbaciones. Las negociaciones
entre la patronal y los sindicalistas, que se mantienen desde hace varias
semanas, se han estancado a pesar de un gran número de reuniones. E incluso
las conversaciones del lunes por la mañana, que continuaron hasta la tarde,
no habrían llegado a buen puerto.



Docenas de sindicatos, el Partido Laborista y algunos diputados
conservadores están presionando al gobierno para que se una a las
conversaciones, diciendo que su falta de intervención reduce drásticamente
las posibilidades de encontrar un compromiso. Pero los ministros siguen
negándose a interferir: "No nos inmiscuimos en el proceso específico entre
un empresario y los sindicatos que representan a los empleados. Estamos ahí
para proporcionar el apoyo y el marco para que esas conversaciones tengan
éxito", dijo Simon Clarke, secretario jefe del Departamento de Economía, a
la BBC el lunes por la mañana. Sin embargo, añadió que los huelguistas no
deberían tener "expectativas irreales" de un aumento salarial, porque la
"realidad económica" lo hace "insostenible".



"Un acto de automutilación"



Por su parte, el ministro de Transportes, Grant Shapps, condenó secamente el
llamado a la huelga de los sindicatos en la prensa el último domingo
[21-08]: "Hoy necesitamos que nuestra red ferroviaria sea atractiva, e
iniciar una huelga ahora, con el pretexto de que no habrá aumento salarial
[...], lo cual es completamente falso, es un enorme acto de automutilación".
Estas declaraciones exasperaron a Kevin Rowan, miembro del Congreso de
Sindicatos. Entrevistado en Times Radio el lunes por la mañana, acusó al
gobierno de "limitar" los organismos públicos de revisión salarial, que
podrían hacer "una mejor oferta a los trabajadores". Dijo: "Hemos alcanzado
el nivel más alto de compresión salarial desde hace 200 años. Los aumentos
del 2% o del 3% no van a ser suficientes. Y sencillamente no es justo que
los trabajadores paguen el precio de los fracasos de este gobierno a la hora
de hacer frente a las causas de la inflación".

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