Colombia/ La tregua pedida por Gustavo Petro y los 15 mil documentos desclasificados. [Gustavo Veiga]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Ago 30 14:03:00 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

30 de agosto 2022

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Colombia



“Que el Catatumbo sea la capital nacional de la paz”, dijo el flamante
presidente



La tregua pedida por Gustavo Petro y los 15 mil documentos desclasificados



La base de datos, anexos y archivos desclasificados que el decreto 588 de
2017 promovía para esclarecer la verdad, tuvieron gran impacto entre la
comunidad de investigadores en Estados Unidos.



Gustavo Veiga

Página/12, 30-8-2022

https://www.pagina12.com.ar/



Las diferentes caras de la interminable guerra civil en Colombia se
superponen. En clave actual, el presidente Gustavo Petro pidió hace pocos
días “una tregua” en Villavicencio. El viernes último visitó El Tarra, donde
fue baleada una parte de su comitiva que lo precedía en el viaje. No la
tiene fácil el máximo dirigente del país. Ni siquiera completó un mes de
gobierno. Tampoco es fácil la historia de esta tierra donde la lógica del
conflicto armado se ha naturalizado durante más de siete décadas.



Todo se refleja en el informe final de la Comisión de la Verdad. Su
plataforma virtual es un archivo desplegable que explica muchos años de
dolor incontenible. Los asesinatos masivos. El millón de exiliados
distribuidos por 24 naciones. Los falsos positivos. El narcoterrorismo. Los
paramilitares. Las diferentes guerrillas. La injerencia de Estados Unidos
basada en una doctrina contrainsurgente que ha sido acompañada de un
despliegue militar inusitado. Lejos de disminuir después de la paz firmada
en 2016, el gasto en las fuerzas armadas aumentó en los años siguientes. Las
cifras más actuales hablan de que subió un 4,7 % en 2021, elevándolo a 10,2
billones de dólares. El segundo en el continente, solo por detrás de Brasil.



Petro acaba de ir a uno de los territorios donde la violencia domina la vida
cotidiana: el Catatumbo, al noreste colombiano, en el departamento de
Santander. Incluso viajó contra lo que suponía el anuncio de que no iría,
comunicado por su ministro de Defensa, Iván Velásquez, después del ataque a
tiros contra sus funcionarios en una ruta.



Los cultivos de coca y la presencia de bandas narco, de cara a la frontera
con Venezuela, transformaron la región en casi ingobernable. También tienen
presencia en la zona el ELN, las disidencias de las FARC y otros grupos
armados. El presidente cuando llegó se reunió con los campesinos y escuchó
sus reclamos mientras participaba en un Consejo de Seguridad. “Que el
Catatumbo sea la capital nacional de la paz”, exclamó en un acto horas
después.



Su gesto busca que se replique en otros gestos. Colombia los necesita para
ir dejando atrás las consecuencias de una guerra prolongada. Las
conclusiones de la Comisión de la Verdad son demoledoras cuando describen el
pasado, pero también inquietan cuando apuntan al futuro. Un solo dato
alcanza para demostrarlo: desde el año pasado operan en el país grupos
ilegales mixtos, integrados por ex paramilitares, delincuentes comunes e
inclusive ex militares y ex guerrilleros. Ahora se reciclan y conviven entre
sí aquellos que se repelieron durante décadas.



De todas las derivaciones del conflicto armado, acaso una de las menos
difundidas es la del millón de exiliados. Una cantidad que fue aumentando
desde los años ’60. Se vieron obligados a salir de Colombia hacia Brasil,
Ecuador, Argentina, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Grecia, Suiza,
Irlanda y Canadá, entre otros países. El tema está tratado en la plataforma
virtual de la Comisión de la Verdad. Se explica por “la zozobra prolongada y
el miedo por sus vidas”, sin omitir que además de exiliados hubo asilados
internos, a quienes se conoce como “desplazados”. Otro vértice del drama
colombiano.



En el país de Gabriel García Márquez y su realismo mágico hay dos y hasta
tres generaciones de exiliados. Aunque los registros del tema escasean, el
informe final va recreándose con testimonios en off que se escuchan en la
misma plataforma (https://www.comisiondelaverdad.co/) Los relatos se agrupan
por décadas y así se puede acceder a voces que cuentan cómo se escaparon en
barco hacia España e Italia entre 1960 y 1969. También una explica que salió
hacia Chile en los ’70 antes de la caída de Salvador Allende por el golpe de
1973.



Un concejal de la Unión Patriótica que partió al exilio en Ecuador en 1987
también aporta su testimonio. Pertenecía al frente de izquierda que entre
desaparecidos y asesinados tiene un registro escalofriante: 5.733 víctimas y
entre ellas, dos candidatos presidenciales: Jaime Pardo Leal y Bernardo
Jaramillo Ossa. Un senador cuenta que en los ’90 tuvo que salir hacia Suiza
primero y después Israel. Un periodista testigo de una masacre en 1997
siguió el mismo camino que una campesina diez años después. Ella pertenecía
a una comunidad afrocolombiana de pescadores de Urabá. Las voces se
multiplican en esa página que sostiene: “Hay futuro si hay verdad”. Es la
bitácora más completa de una situación que el gobierno de Petro intenta
desactivar por completo y que condiciona el futuro de Colombia.



La base de datos, anexos y documentos desclasificados que el decreto 588 de
2017 promovía para esclarecer la verdad, tuvieron gran impacto entre la
comunidad de investigadores en Estados Unidos. El National Security Archive
con sede en Washington es una organización con más de 35 años que accedió a
información secreta y vital para entender por qué EE.UU ha sido un actor
clave en la trama de violencia que sufre Colombia desde la década del 60 o
incluso antes.



Esto resultó evidente desde que la Casa Blanca empezó a tratar al
narcotráfico como un problema de seguridad nacional. Esa definición, según
la Comisión de la Verdad, agravó el conflicto en Colombia. La ONG National
Security Archive fue fundada en 1985 por periodistas y académicos para
controlar el secretismo gubernamental en aumento. Su archivo – dice su
propia página web – “combina una gama única de funciones: centro de
periodismo de investigación, instituto de investigación sobre asuntos
internacionales, biblioteca y archivo de documentos estadounidenses
desclasificados”. El diario Los Angeles Times la llama “la colección no
gubernamental más grande del mundo”.



De ahí surge una confesión de altos funcionarios de Inteligencia citados por
el propio Archivo. Consideraban que la represión al narcotráfico en Colombia
exigía en la década del 80 –en pleno apogeo del Cártel de Medellín que
lideraba Pablo Escobar– de “un esfuerzo coercitivo sangriento, costoso y
prolongado”. Esa política continuó años después bajo la tutela de Estados
Unidos. El analista principal del National Security Archive, Michael Evans,
se unió al Comisionado de la Verdad, Alejandro Valencia Villa, y otros
académicos de la Universidad Nacional de Colombia para celebrar el
lanzamiento de la plataforma. Desde el 24 de agosto ya se pueden ver y
estudiar algunos de sus 15 mil documentos.

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