Vigencia/ Las intuiciones del marxista Mari醫egui. Razas, clases y altiplanos. {Paul Guillibert]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Dic 18 13:39:27 UYT 2022


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18 de diciembre 2022

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Vigencia



Razas, clases y altiplanos



Las intuiciones del marxista Mari谩tegui



Marxista heterodoxo, este pensador peruano que se desempe帽贸 en el primer tercio del siglo pasado merece ser le铆do a partir de las contradicciones de nuestro presente: la centralidad de las cuestiones raciales e ind铆genas en la lucha de clases, las recuperaciones de tierra como estrategia pol铆tica, el lugar de la fe en una revoluci贸n.



Paul Guillibert *

Le Monde Diplomatique, edici贸n Uruguay, diciembre 2022

https://ladiaria.com.uy/le-monde-diplomatique/

Traducci贸n de Micaela Houston.



La articulaci贸n de la lucha de clases y del antirracismo divide el bando progresista. Para algunos, la clase constituye el elemento determinante de todas las relaciones de dominaci贸n. Para otros, las formas contempor谩neas de racismo son el resultado de una cultura, es decir, de representaciones por las cuales una comunidad define su identidad y el individuo su pertenencia al grupo. La mayor铆a de las veces, el debate reactiva una controversia est茅ril que enfrenta a los partidarios de un 鈥渆nfoque econ贸mico鈥 y a los partidarios de un 鈥渆nfoque cultural鈥, como si la noci贸n de clase incumbiera en exclusiva al universo econ贸mico y la de raza a la esfera cultural. Este debate omite a menudo la historia del marxismo en contexto colonial. Entre los pensadores que han estudiado las condiciones econ贸micas de la dominaci贸n racial y las condiciones culturales de la dominaci贸n de clase, se destaca una de las figuras revolucionarias m谩s importantes del continente sudamericano: Jos茅 Carlos Mari谩tegui (1894-1930) (1)



En su obra m谩s acabada, Siete ensayos de interpretaci贸n de la realidad peruana, publicada en 1928, Mari谩tegui elabora su intuici贸n fundamental: en los pa铆ses antiguamente colonizados de Am茅rica Latina, la comprensi贸n de la historia en t茅rminos de lucha de clases debe atender a la especificidad de las sociedades campesinas e ind铆genas. Desde un punto de vista general, anuncia entonces un gran movimiento de traducci贸n y de adaptaci贸n del marxismo a los mundos no europeos en v铆as de descolonizaci贸n, que encontraremos con otras modalidades en los a帽os 1950-1960 en Frantz Fanon, Am铆lcar Cabral u Ho Chi Minh, por ejemplo.



Fundador del Partido Socialista obrero y campesino en 1928, y luego del Partido Comunista Peruano en 1930, Mari谩tegui rechaza todo an谩lisis sociol贸gico de la joven rep煤blica que prescinda del hecho colonial. La colonizaci贸n produjo una sociedad donde las jerarqu铆as raciales entre blancos, criollos, indios y negros determinan las posiciones de clase. Para el revolucionario peruano, el racismo poscolonial no es entonces un problema moral (como lo sugieren las tradiciones humanitarias o filantr贸picas), sino pol铆tico: el de la distribuci贸n de la propiedad. 鈥淣o nos contentamos con reivindicar el derecho del indio a la educaci贸n, a la cultura, al progreso, al amor y al cielo. Comenzamos por reivindicar, categ贸ricamente, su derecho a la tierra. Esta reivindicaci贸n perfectamente materialista deber铆a bastar para que no se nos confundiese con los herederos o repetidores del gran fraile espa帽ol [Bartolom茅 de Las Casas], a quien, de otra parte, tanto materialismo no nos impide estimar fervorosamente鈥.(2)



Los negros 鈥揺sclavos provenientes de la trata鈥 se exten煤an en las minas, los indios oprimidos se agotan en las grandes propiedades (latifundios), los blancos y los criollos dirigen las instituciones del poder y del comercio. Para Mari谩tegui, la relaci贸n con la tierra y la divisi贸n del trabajo son las que condicionan la posici贸n en las jerarqu铆as raciales y las que explican por qu茅 los indios quechuas o aymaras ven en el mestizo y en el blanco la figura del opresor. Mari谩tegui busca demostrar, a la vez, contra los liberales y los cat贸licos, la dimensi贸n econ贸mica del imperialismo y, en contra de la visi贸n dominante en el seno de la Internacional Comunista, que el racismo antiind铆gena no podr谩 resolverse en el seno de rep煤blicas independientes y racialmente homog茅neas. En su discurso en el Primer Congreso de la Internacional Comunista en Am茅rica Latina en 1929, titulado 鈥淓l problema de las razas en Am茅rica Latina鈥, Mari谩tegui escribe que 鈥渆ntre el 鈥榮e帽or鈥 o el burgu茅s criollo y sus peones de color no hay nada de com煤n. La solidaridad de clase se suma a la solidaridad de raza (y de prejuicio) para hacer de las burgues铆as nacionales instrumentos d贸ciles del imperialismo yanqui o brit谩nico鈥.(3)



El camino del inca



Por un lado, Mari谩tegui subraya el rol determinante de las jerarqu铆as raciales en la pertenencia de clase; por el otro, considera que estas son producidas por relaciones de propiedad, es decir que tienen un fundamento econ贸mico (y no solamente cultural), que favorece el desarrollo del imperialismo estadounidense. Es el acceso y el control de los medios de subsistencia, empezando por la tierra, lo que garantiza la reproducci贸n del poder blanco e imperialista. Esta lectura econ贸mica del racismo condujo a una estrategia revolucionaria y anticolonial: las recuperaciones de tierra.



鈥淓s l贸gico afirmar que sus reivindicaciones naturales [las de los ind铆genas] consisten en exigir la devoluci贸n de toda la tierra que puedan cultivar鈥.(4) Mari谩tegui se muestra mesurado: menciona la devoluci贸n solamente de las tierras que los indios tienen la capacidad de cultivar. La revoluci贸n agraria supone entonces una transici贸n pol铆tica que transfiera poco a poco la propiedad a los indios adapt谩ndose a sus necesidades y a sus medios. Si bien habla de una 鈥渄evoluci贸n de las tierras鈥, la pol铆tica comunista que 茅l defiende no tiene como ambici贸n copiar de forma id茅ntica la existencia de una comunidad originaria. Por el contrario, la reapropiaci贸n colectiva de una tierra que provee los medios de subsistencia de la comunidad supone reinventar una forma antigua en una sociedad de un tipo nuevo. Basada en una red de ayllus (un t茅rmino quechua que se refiere a comunidades rurales colectivizadas), la tierra debe proveer los medios para liberarse de la dependencia pol铆tica de la burgues铆a colonial y de la dependencia econ贸mica respecto del mercado. Aquellas y aquellos que no dependen de ning煤n amo para su subsistencia pueden decidir libremente sobre su futuro pol铆tico. Reapropiarse de la tierra no es s贸lo darse los medios de subsistencia material, es tambi茅n ganar autonom铆a pol铆tica respecto del poder blanco y capitalista.



Mito de base



Mari谩tegui agrega que la transformaci贸n pol铆tica del mundo econ贸mico exige una adhesi贸n a mitos revolucionarios. Al contrario de la idea llamada 鈥渃ient铆fica鈥, seg煤n la cual el comunismo habr铆a roto con el utopismo de los primeros pensamientos socialistas, el pensador peruano considera que toda revoluci贸n supone una forma de fe. Se trata a la vez de una tesis general sobre la historia de los pueblos y de un intento de dar a la pol铆tica peruana su mito fundador: el 鈥渃omunismo inca鈥.



Para el intelectual peruano, el concepto designa la existencia de un comunismo precolonial organizado seg煤n una estructura jer谩rquica: las comunas agrarias rurales basadas en una repartici贸n de la tierra y en la ausencia de propiedad privada son coordinadas por el Inca Supremo y por el poder religioso, que recaudan impuestos y tributos para asegurar cierto n煤mero de grandes obras, en particular de irrigaci贸n. La mayor parte de los comentaristas y de los historiadores han criticado el car谩cter anacr贸nico de la calificaci贸n de comunismo para una sociedad donde una parte de la riqueza producida por los campesinos es extra铆da por una clase pol铆tica y religiosa, sea por intermedio del impuesto, sea por un sistema de servidumbre. Dado que efectivamente parece existir en el seno del Imperio Inca una clase explotadora y una clase explotada, 驴c贸mo ver all铆 una forma de comunismo?



Por empezar, los ayllus son un r茅gimen de propiedad de la tierra en el que las tierras comunales son repartidas de manera peri贸dica entre cada familia, pero explotadas de forma colectiva. Para Mari谩tegui, esta estructura social es testimonio de un 鈥渃omunismo ind铆gena鈥, incluso de una 鈥渕entalidad comunista鈥, que se inscribe en la tradici贸n comunitaria de una tierra sin propietario privado y explotada de modo colectivo. Pero su tesis resulta m谩s provocadora aun cuando sostiene que el gobierno autoritario de los incas constitu铆a la 煤nica forma de comunismo conveniente para esta 茅poca y esta sociedad. Podr铆amos, es evidente, ver all铆 una justificaci贸n del estalinismo en v铆as de constituirse en Rusia. Pero Mari谩tegui defiende en realidad una forma de 鈥渞elativismo hist贸rico鈥 (5): no existir铆a un modelo pol铆tico del comunismo; el t茅rmino se referir铆a s贸lo a una organizaci贸n de las relaciones sociales basada en la ausencia de propiedad privada, pero que podr铆a presentarse seg煤n una multiplicidad de formas de gobierno.



Marxismo poscolonial



El rechazo de un modelo hist贸rico 煤nico permite criticar las visiones etnocentristas de la historia, transmitidas en particular por la Internacional Comunista en Am茅rica Latina (y seg煤n la cual los grupos sociales llamados 鈥渁trasados鈥 deber铆an seguir la v铆a de los grupos avanzados). Es imposible 鈥渃onsustanciar la idea abstracta de la libertad con las im谩genes concretas de una libertad con gorro frigio 鈥揾ija del protestantismo y del Renacimiento y de la Revoluci贸n Francesa鈥撯, a帽ade. Para Mari谩tegui, la idea de libertad humana no se resume en su manifestaci贸n europea moderna, basada en los derechos humanos burgueses y su iconograf铆a. Se expresa en singularidades concretas. Las formas de gobierno emergen de las sociedades que las han visto nacer. Es tambi茅n la raz贸n por la cual el comunismo moderno no puede desarrollarse sin tener en cuenta esta caracter铆stica de la 茅poca que es el individualismo liberal y el derecho de los sujetos a hacer reconocer su particularidad.



Pero hacen falta mitos, incluso religiosos, para suscitar la reflexi贸n y movilizar. Para 茅l, el mito se refiere a la dimensi贸n afectiva de representaciones, cuya fuerza es capaz de transformar la conciencia. Es en este punto que la distancia con el marxismo ortodoxo es la m谩s importante. Para el socialista andino, la religi贸n moderna es la instituci贸n que se hizo cargo de la fuerza afectiva de los mitos antiguos. La cr铆tica de las religiones en s铆 es una 鈥渄iversi贸n burguesa y liberal鈥,(6) porque 鈥渓a fuerza de los revolucionarios no est谩 en su ciencia; est谩 en su fe, en su pasi贸n, en su voluntad. Es una fuerza religiosa, m铆stica, espiritual鈥.(7) La convicci贸n seg煤n la cual la revoluci贸n debe ser fundada sobre el mito hace de 茅l uno de los precursores de la teolog铆a de la liberaci贸n, que confiere a la fe cristiana una fuerza emancipadora contra la modernidad capitalista.



Durante todo el siglo XX, las luchas anticoloniales y antirracistas han renovado las categor铆as marxistas para pensar las relaciones entre clase y raza. En 1944, en Capitalismo y esclavitud, Eric Williams, pensador marxista de Trinidad y Tobago, citaba por ejemplo esta frase de un cronista ingl茅s: 鈥淣i un solo ladrillo de la ciudad de Bristol fue fabricado sin la sangre de un esclavo鈥. El debate entre clase y raza 鈥搎ue se empobrece generalmente en una controversia sobre la econom铆a o la cultura鈥 pasa por alto toda la historia del 鈥渕arxismo negro鈥 y del 鈥渕arxismo poscolonial鈥, desde Jos茅 Carlos Mari谩tegui hasta C.L.R. James, desde Eric Williams hasta Cedric Robinson.



Todos, a su manera, demuestran que el marxismo debe renovarse para existir pol铆ticamente: 鈥淣o queremos, ciertamente, que el socialismo sea en Am茅rica calco y copia. Debe ser creaci贸n heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano鈥.(8)



* Paul Guillibert, autor de Terre et capital. Pour un communisme du vivant, Amsterdam, Par铆s, 2021.



Notas



1) V茅ase, en particular, Micha毛l L枚wy, 鈥淟鈥檌ndig茅nisme marxiste de Jos茅 Carlos Mari谩tegui鈥, Actuel Marx, Par铆s, Vol. 2, N潞 56, 2014.

2) Jos茅 Carlos Mari谩tegui, Siete ensayos de interpretaci贸n de la realidad peruana, m煤ltiples ediciones.

3) Jos茅 Carlos Mari谩tegui, 鈥淓l problema de las razas en la Am茅rica Latina鈥, en Ideolog铆a y pol铆tica. Biblioteca Amauta. Ediciones populares de las obras completas de Jos茅 Carlos Mari谩tegui, Lima, Amauta, 1969.

4) Ibid.

5) Jos茅 Carlos Mari谩tegui, _Siete ensayos de interpretaci贸n de la realidad peruana, op. cit.

6) Jos茅 Carlos Mari谩tegui, _Siete ensayos de interpretaci贸n de la realidad peruana, op. cit.

7) os茅 Carlos Mari谩tegui, 鈥淓l hombre y el mito鈥, en El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy. Obras completas, Biblioteca Amauta, Lima, Vol. 3/20.

8) Jos茅 Carlos Mari谩tegui, 鈥淎niversario y Balance (1928)鈥, op. cit.

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