Brasil Mafias territorializadas en la Amazonía y la agenda anti-indígena de Bolsonaro: la mano y el gatillo. [Luis Fernando Novoa Garzón]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Jun 25 22:55:21 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

25 de junio 2022

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Brasil



Mafias territorializadas en la Amazonía y la agenda anti-indígena de
Bolsonaro: la mano y el gatillo



Luis Fernando Novoa Garzón *

Correio da Cidadania, 24-6-2022

https://correiocidadania.com.br/

Traducción de Correspondencia de Prensa



Después de vidas enteras dedicadas enteramente a otros, quedan fragmentos,
rastros y restos humanos del indigenista Bruno Vieira y del periodista Don
Philips. Restos es lo que nos tornamos los que seguimos en el mismo intento.
Sí, nos emboscaron, dispararon, quemaron y descuartizaron. Ahora, sólo
reuniendo nuestros fragmentos y los fragmentos de esta historia de terror
normalizada podremos volver a estar completos.



Entregar e identificar los cuerpos tras la confesión y localización de los
restos por parte de uno de los verdugos, ¿es lo que se presenta como el
resultado exitoso de la "Operación Javari"? La Policía Federal (PF),
repetidamente decapitada para subordinarse a las arbitrariedades palaciegas,
sacó a la luz lo que quedaba de los cuerpos como si su misión estuviera
cumplida.



Desaparecido, no encontrado. La prisa por cerrar el caso es esclarecedora.
Los asesinos actuaron solos, sin mandantes ni una organización criminal
implicada, afirman descaradamente los investigadores. Sin embargo, se sabe
que hasta ocho personas pudieron alternar la emboscada, la ejecución, la
desfiguración y el ocultamiento de los cuerpos, lo que presupone una
premeditación y una división de tareas conjunta. Tal condición es más que
suficiente para caracterizar a una organización criminal: la animadversión
asociativa de un grupo movido por fines delictivos privados y/o de terceros.



En los días en que Bruno y Dom permanecieron desaparecidos u ocultos, el
cerebro de la escalada de invasiones, intrusiones y asesinatos en los
Territorios Indígenas, tendiendo un puente para el avance de la minería y el
agronegocio, esperaba la desaparición. "Hay decenas de miles de personas que
desaparecen todos los días", así que ¿por qué preocuparse sólo por "estos
dos?", redarguyó el presidente, destilando su habitual cinismo. Sería más
sencillo para su base de apoyo en la Amazonia si el caso se convirtiera en
una fatalidad anónima.



En cuanto se dio cuenta de que la tesis no se sostendría, el presidente
comenzó a culpar a las víctimas de la "aventura" en una "zona extensa y
peligrosa". No es el entorno físico el que determina un mayor o menor nivel
de riesgo, sino las dinámicas socioterritoriales que se están autorizando y
legitimando. El Amazonas no parece en absoluto peligroso para los mineros de
oro, los grileiros (usurpadores de tierras con documentos falsificados: ndt)
, los pistoleros y las empresas de productos básicos que les siguen la
pista. Es peligroso, sí, para quienes lo defienden. Con cada declaración
presidencial y cada Proyecto de Ley, Medida Provisional, Orden Ejecutiva e
Instrucción Normativa enviada por el Ejecutivo, se crean expectativas de un
mayor saqueo de la Amazonía, dejando a sus pueblos y comunidades
tradicionales marcados para la muerte, en cuerpo y alma.



El garante de los torturadores dijo estar convencido de que si Bruno y Dom
hubieran hecho arreglos previos con la FUNAI (Fundación Nacional del Indio),
nada de esto habría ocurrido. Marcelo Xavier, el testaferro (¿o orfebre?)
colocado a la cabeza del cuerpo, falsea a coro: "Es importante que la gente
entienda que cuando se va a entrar en un área como ésta, hay todo un
procedimiento". ¿Significa esto que si la "Nueva FUNAI", convertida en algo
parecido a una Oficina de Crimen Ambiental Organizado, fuera advertida,
tendría las manos asesinas de sus compañeros?



La FUNAI, cuando era algo parecido a una agencia pública, destinada a crear
una interfaz dialógica y una construcción conjunta de políticas públicas
territoriales con los pueblos indígenas, con todos sus límites y
contradicciones, trató de proteger o al menos no facilitó las intrusiones,
ni se alineó con las presiones de todo tipo sobre sus territorios.



Al final de la línea, se espectacularizan las confesiones de los pescadores
mientras se oscurece a quienes controlan el carrete, es decir, la
planificación de la ejecución selectiva en un día, hora y lugar
determinados. Una vez alcanzada la embarcación de Bruno y Dom en el río
Itaquaí, afluente del Javari, nadie oyó el intercambio de disparos. La caza
de la mañana, ¿quién sabe quién lo hace? El entrelazamiento de actividades
ilícitas alrededor y dentro de las tierras indígenas es de alto interés para
las actividades lícitas basadas en la extracción de recursos naturales. Al
igual que la desinversión y el desguace de las empresas públicas allana el
camino para su privatización, las presiones descaracterizadoras del tráfico
y la minería abren flancos para nuevas apropiaciones y saqueos.



Mientras los desnudos, los sin tierra, confiesan sus crímenes, es el Rey
quien permanece desnudo. ¿El que vea y cuente lo que ve, vivirá?



¿A quién indulta la Policía Federal cuando dice en una nota oficial que los
"verdugos actuaron solos" e incluso "sin mandantes y sin organizaciones
criminales"?



Es necesario vendar los ojos y borrar las denuncias, pruebas e indicios que
van en sentido contrario a estas declaraciones, como las realizadas por la
Unión de los Pueblos del Valle del Javari (Univaja) y la Asociación de
Kanamarios del Valle del Javari (Akavaja) sobre invasiones, minería, tala de
árboles y pesca ilegal.



En particular, borrar los juramentos de venganza de la red criminal de
garimpo (operadores de la minería ilegal: ndt)  instalada en la región,
parcialmente desmantelada en septiembre de 2019 por la Operación Korubo, la
última gran operación conjunta entre PF, IBAMA (Instituto Brasileño del
Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables) y FUNAI antes de las
intervenciones y desmantelamiento de estos organismos. 60 de las 122 balsas
mineras fueron incautadas y destruidas entre los ríos Javari, Jutaí y
Curuena, como se puede comprobar en las zonas marcadas en el mapa utilizado
en la planificación de la Operación.



Borra también el antes y el después de esta Operación. La advertencia sobre
la gravedad de la propagación de la minería ilegal en el Valle del Javari
fue hecha en abril de 2019 por el propio Bruno Araújo Pereira, cuando estaba
en la Coordinación General de Pueblos Indígenas Aislados y de Contacto
Reciente (CGIIRC). El objetivo era destruir las balsas y las dragas para
presionar en sentido contrario al desmantelamiento de las políticas de
reconocimiento de las tierras indígenas y de protección de los pueblos
aislados, imponiendo la máxima restricción de acceso.



La regulación y la acción en defensa de los pueblos aislados es la última
línea de resistencia de los derechos territoriales en Brasil, ya
deshilachados cuando la concesión de licencias de los grandes proyectos del
PAC en la región entre 2006 y 2014. Pero fue a partir del golpe de Estado de
2016 y del ascenso de las fuerzas ultraliberales y milicianas en 2018 cuando
el desmantelamiento se profundizó, tanto en el terreno discursivo como en
las prácticas materiales. Tras el estallido de la Operación Korubo, último
escollo de una política indígena no integrista, los ánimos se caldearon
entre los lobbies mineros y agrícolas y el sertanista fue rápidamente
destituido.

Borrar las pruebas aportadas por la "Operación Ágata conjunta" en la Triple
Frontera, en marzo de este año, después de un barrido del río Japurá, cuando
se pudo demostrar cómo la minería y el narcotráfico se han fusionado en la
práctica, ya sea en la circulación o en el lavado de oro y dinero.



Para borrar, finalmente, la última denuncia pública del sertanista
asesinado, a menos de 30 días de su muerte. Señaló el retroceso en la lucha
contra las actividades ilícitas en la región y que la minería ilegal había
vuelto al nivel anterior a la Operación Korubo: "los mineros están ahí y la
información que tenemos de otros kanamari es que el río Curuena está lleno
de balsas de mineros.



No faltaron razones para la ejecución de dos aliados de los indígenas que
estaban acorralados y rodeados por acaparadores de tierras, madereros y
mineros.



Los receptores de oro sucio, los dueños de las DTVM (Distribuidoras de
Títulos y Valores Mobiliarios) que están muy bien conectados con las esferas
institucionales en los tres niveles de la Federación, al mismo tiempo que
limpian el terreno de la operación, también llevan propuestas de minería
obligatoria en tierras indígenas al Congreso y a la Agencia Nacional de
Minería.



Hay preguntas cuyas respuestas cuestan cabezas. Ay de quien responda que
esté interesado en ocultar otras autorías y coautorías, en ocultar los
vínculos de esta organización criminal con otras organizaciones y sus
respectivas actividades ilícitas. Ay de quien demuestre las conexiones entre
estas organizaciones, las oligarquías políticas locales y estatales y los
operadores clave de Brasilia.



Por eso hay quienes declaran que no hay directores y hay quienes obedecen.
El desacuerdo, la ira repentina, es la razón segura por la que no aparece la
verdadera motivación. De la pesca al oro: la pesca y la caza de contrabando,
así como el tráfico de cocaína y la extracción ilegal de oro son muy
rentables. La cadena de mando de estas actividades paga en el sentido de
"vale lo que cuesta". No es poca cosa, en términos de intimidación y
silenciamiento de la denuncia del secuestro de territorios, hacer
desaparecer a un sertanista orgánicamente reconocido por el pueblo y a un
periodista de reputación internacional.



Una corrupción de la teoría de la industria naciente, aquella que necesita
de la protección aduanera para crecer, sería la teoría de los enclaves
nacientes que necesitan de regímenes neoliberales autoritarios para
desmantelar las normas sociales y ambientales, produciendo así subsidios
regulatorios a la inversa. Así se han ampliado los corredores de extracción
y circulación de materias primas -lícitas e ilícitas- en la Amazonia, con
conexiones globales comunes.



El problema, por tanto, no es la ausencia del Estado, sino una presencia
claramente decidida, encaminada a disolver los acuerdos y pactos sociales
anteriores. La agenda anti-ambiental y anti-indígena, además de los acuerdos
financieros y patrimoniales proporcionados por Guedes (Paulo Guedes,
ministro de economía: ndt), es la piedra angular del apoyo al actual
gobierno y lo seguirá siendo para el próximo. Los fascismos territoriales
que sostienen la bancada de los commodities (más grande que la de los
rurales) en el Congreso Nacional y esa antena en el sillón presidencial
están demarcando sus posiciones con sangre en el frente amazónico.



El ataque directo y en profundidad al Valle del Javari, con cerca de 5.000
indígenas de las etnias Marubo, Mayoruna, Matis, Kanamary, Kulina, Korubo y
Tyohom-Dyapah, así como varios grupos aislados, es una prueba decisiva para
el destino de la región en su conjunto. Bruno y Dom no murieron defendiendo
sólo los bosques y los ríos, sino a los pueblos co-creados con ellos. Y son
los pueblos aislados y recién contactados los que mejor comprenden esta
concomitancia entre seres, tiempos y lugares. Está en juego la posibilidad
de convivir y aprender de estas formas de vida no instrumentales, la
posibilidad de poder reconocernos algún día como una nación multi y
pluriétnica, está en juego.



* Luis Fernando Novoa Garzón es sociólogo y profesor de la Universidad
Federal de Rondônia.

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