Colombia/ Sandra Ramírez: un "apoyo incondicional" a Petro y Francia Márquez. (Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Mayo 28 17:03:06 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

28 de mayo 2022

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Colombia



Las elecciones según Sandra Ramírez, primera ex FARC autoridad del Senado y
compañera del mítico Tirofijo



Es la primera ex integrante de las FARC que llegó a autoridad del Senado y
fue durante más de 20 años la compañera del mítico líder guerrillero Manuel
Marulanda, "Tirofijo". Negociadora de los acuerdos de paz, acusa al Gobierno
de Duque de haberlos paralizado.



Lucas Silva *

Página/12, 28-5-2022

https://www.pagina12.com.ar/



El lunes 20 de julio de 2020 fue una fecha importante para la senadora
colombiana Sandra Ramírez. Ese día fue elegida segunda vicepresidenta del
Senado y se convirtió en la primera exintegrante de la guerrilla de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en llegar al cargo.



Un año después hay otro episodio importante en su vida. Sandra Ramírez, que
en realidad nació hace 58 años en la región de Santander como Griselda Lobo,
acudió al registro de su país y cambió ese nombre por el que lleva
actualmente.



“Decidí cambiarlo porque por Griselda Lobo nadie me conocía, por eso me dejé
el que uso desde cuando ingresé a las FARC. Ahora, legalmente, me llamo
Sandra Ramírez Lobo”, explicó en aquel momento la senadora, que además fue
compañera sentimental de Manuel Marulanda 'Tirofijo' (1930-2008) por más de
dos décadas.



Ramírez ingresó al grupo guerrillero en 1981 como enfermera y adoptó el
nombre Sandra. En 1983 ingresó al secretariado del Estado Mayor Central de
las FARC y allí conoció a Marulanda, figura clave para comprender la
historia de la guerrilla en Colombia.



La actual senadora por Comunes participó como negociadora en los diálogos
con el Estado colombiano de La Habana, que llevaron a la firma del Acuerdo
de Paz de 2016. Este entendemiento habilitó la participación de los ex
integrantes de las FARC en la actividad política (en el marco de este
acuerdo, a Comunes le otorgaron cinco bancas en cada una de las cámaras).



Ramírez tiene una visión crítica del papel que jugó el gobierno de Iván
Duque (2018-2022) en la implementación de ese acuerdo firmado en 2016. “El
acuerdo de Paz ha sufrido un atraso enorme durante el gobierno de Duque.
Puso muchos palos en la rueda y no dejó avanzar. Paralizó el programa de
sustitución de cultivos ilícitos y perjudicó el funcionamiento de las
instancias de acuerdo. Tampoco hemos tenido un solo avance en la reforma
rural integral y Duque se negó a los diálogos con el ELN (Ejército de
Liberación Nacional). No hemos logrado avanzar en la paz completa y
lamentablemente el país sigue siendo una mancha de sangre”, declaró Ramírez,
entrevistada por la Agencia Regional de Noticias.



La violencia en la región de Catacumbo, en la frontera con Venezuela, o la
reciente masacre en Putumayo, en un operativo militar que dejó el saldo de
al menos 11 personas muertas, son algunos de los ejemplos que puso la
senadora para hablar de la violencia gubernamental.



“Seguimos hablando del Ejército y su responsabilidad con falsos positivos.
El gobierno de Duque siguió matando civiles desarmados y luego intentó
manipular a la opinión pública hablando sobre supuestos combates. Con Duque
en el gobierno la violencia se exacerbó en Colombia”, señaló.



Ramírez siguió con su razonamiento: “Duque dejará un país en total abandono.
Un país sumido en un grado de violencia impresionante, con reactivación de
los grupos paramilitares o paraestatales. Catorce grupos han resurgido en
este período de Duque. El país queda sumergido en una grave crisis
socioeconómica, ambiental y humanitaria. Duque prometió hacer trizas el
acuerdo de Paz y lo logró, ese es el legado que va dejarle a la nación”.



El paro nacional de 2021 y la candidatura de Petro



Más allá de las críticas a la actual administración, la senadora de Comunes
reconoce que el acuerdo de La Habana “abrió la puerta” para un cambio de
signo político, en referencia a un posible triunfo del izquierdista Gustavo
Petro en las elecciones presidenciales del domingo 29 de mayo.



“Silenciar los fusiles significó que la gente empezara a escuchar el
estruendoso ruido de la corrupción y de la crisis económica. A la guerrilla
se le echaba la culpa de todo. Si había crisis económica era culpa de la
guerrilla de las FARC, si había violaciones a los derechos era culpa de la
guerrilla fariana. Todo lo malo que pasaba en el país era por culpa de la
guerrilla. Pero resulta que la guerrilla fariana silenció los fusiles y la
situación está incluso peor que antes”, reflexionó.



Los acuerdos de Paz, según Ramírez, sirvieron para generar “conciencia de
cambio” y habilitaron “gigantescas movilizaciones” como las del 28 de abril
de 2021, en el marco del Paro Nacional contra el gobierno de Duque.



“Por un cúmulo de disconformidades, la juventud no resistió más y salió a la
calle en un reclamo permanente por sus derechos. Hoy estamos más cerca del
cambio, es altamente posible que llegue al gobierno un presidente que
necesitamos para que haga un tránsito de la guerra a la paz. Tenemos la
oportunidad muy cerca y los sectores populares ven en la fórmula
Petro-Francia Márquez una gran esperanza de cambio, en que sí podemos
mejorar. Este estado de crisis y violencia que tenemos ya no se puede
aguantar”, agregó.



La relación de Petro con el empresariado



“Un empleado que vote por Petro no cabe en mi esquema empresarial y
simplemente se tiene que ir”, escribió hace algunas semanas en sus redes
sociales el empresario Sergio Araújo Castro, uno de los fundadores del
partido derechista Centro Democrático. La polémica sobre la relación de
Petro con los empresarios quedó instalada, al punto que una Misión de
Observación Electoral calificó el comportamiento como “delictivo”.



La senadora Ramírez considera que Petro ha sido cuidadoso con este tema. “Es
cierto que una parte del empresariado le teme al cambio, pero hace poco
Petro hizo una reunión con cámaras empresariales y hablaron sobre cómo tener
una buena relación. Hay un sector del empresariado que se está acercando a
Petro y es algo importante, porque el distanciamiento tampoco es bueno”,
opinó.



Ramírez confía en que Petro logrará “generar confianza” con los inversores,
ya que un futuro gobierno necesitará “mucha gente dispuesta a colaborar con
el crecimiento de la economía”.



Lejos de estos acercamientos, según dijo, reacciones como las del empresario
Araújo Castro responden a lineamientos partidarios de un sector de la
derecha que no acepta “los tiempos de cambios”. “En esa lista están el
Centro Democrático y sus partidos religiosos aliados, el Partido
Conservador, algunos congresistas de Partido Cambio Radical y del Partido de
la U. De parte de ellos hemos tenido una campaña sucia, de permanente
estigmatización contra Petro. La derecha se siente arrinconada y sabe que
puede perder el poder, entonces está utilizando todo lo que tenga a su
alcance para evitar el triunfo de Petro”, comentó.



Comunes y la campaña de Petro



Ramírez no tiene dudas: para Comunes este momento histórico requiere un
apoyo “incondicional” a la fórmula Petro-Francia Márquez. Sin embargo, los
exintegrantes de las FARC tampoco están para “acercarse a la foto”.



“Nosotros indudablemente tenemos una carga negativa que todavía no logramos
sacarnos y eso genera resistencia, incluso dentro de las fuerzas
alternativas con quienes nos identificamos en muchos puntos del programa.
Será una cuestión de tiempo, tenemos todavía un camino para recorrer y hay
que hacer mucha pedagogía. Necesitamos que la gente nos identifique con lo
que somos hoy y no con la guerra, que es generalmente con los que nos
identifican a quienes estamos en Comunes. Es un proceso que lógicamente va a
demorar un tiempo”, explicó.



La decisión de bajar el nivel exposición se tomó junto a otros referentes
del Pacto Histórico. “Ha sido una decisión mutua, analizamos que era mejor
estar de esta manera. Aunque es evidente que seguimos trabajando en el
territorio, hablamos con la gente, tratamos de motivar sobre la importancia
y la necesidad de cambio, que hoy tiene el nombre y apellido de Gustavo
Petro”, concluyó.



Si llega a la presidencia, el líder del Pacto Histórico también tendrá
tareas pendientes para alcanzar la “paz completa”, según la senadora. Entre
ellas, Ramírez destacó la necesidad de retomar el diálogo con el ELN y todas
aquellas organizaciones "que tengan una plataforma política”, el
sometimiento a la justicia de los grupos paraestatales y en particular dos
puntos de los acuerdos de paz que no han logrado avances (el 4 y 5):
solucionar el “gravísimo problema” de los cultivos de drogas ilícitas y
establecer una política de verdad, justicia, reparación y no repetición.
“Son casi 10 millones de colombianos víctimas de la guerra y del conflicto
que nos azotó por más de 60 años. Necesitamos una política para salir
adelante como una sociedad perdonada y reconciliada”, propuso.



Los aprendizajes de la izquierda colombiana



A diferencia de lo que sucedió en anteriores elecciones, Ramírez considera
que esta vez las “fuerzas alternativas” de Colombia están trabajando en una
plataforma común como el Pacto Histórico, donde confluyen diversas fuerzas
políticas y partidos minoritarios.



“Eso significa que hemos avanzado, porque las fuerzas democráticas y de
izquierda empezaron a madurar y a caminar desde un objetivo común, que es
lograr un cambio que mejore las condiciones de vida”, opinó.



Según dijo, un eventual gobierno de Petro contará con el respaldo de al
menos 90 congresistas afines, a los que podrían sumarse apoyos
parlamentarios puntuales para algunas iniciativas del Ejecutivo. “La base
que tenemos es una fuerza importante para darle viabilidad a las
iniciativas”, señaló.



Reformar el sistema de salud, lograr un sistema educativo público y gratuito
de calidad, políticas de empleo, una reforma agraria integral, leyes de
promoción de la soberanía alimentaria, y una mayor conectividad y servicios
para los sectores rurales son algunos de los ejes de trabajo que Ramírez
visualiza que debería priorizar un gobierno de izquierda.



“Tengo mucha esperanza en un triunfo de Petro. Lograr que las fuerzas
alternativas asuman una posición de liderazgo es urgente. Colombia lleva más
de 200 años en manos de una clase política que ha gobernado a través de la
violencia, la mafia y la corrupción. A través del clientelismo y la
politiquería. El Estado ha sido su forma de vivir bien, con poder,
maltratando y asesinando a la oposición política. Creo firmemente que esta
es una oportunidad histórica de cambiar eso. La oportunidad no es dentro de
uno, dos o tres años, la oportunidad es ahora mismo”, concluyó.



* De la Agencia Regional de Noticias (ARN), especial para Página/12.

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