Qatar/Arabia Saudita/ "Los reyes del petróleo y sus esclavos". [Quentin Müller - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Nov 6 15:02:45 UYT 2022


  _____

Correspondencia de Prensa

6 de noviembre 2022

https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

germain en montevideo.com.uy <mailto:germain en montevideo.com.uy>

  _____



Qatar/Arabia Saudita



Entrevista a Quentin Müller



«Los reyes del petróleo y sus esclavos»



Guy Zurkinden

A l’encontre, 4-11-2022

https://alencontre.org/

Traducción de Correspondencia de Prensa



"Malas condiciones de trabajo, agua en mal estado, jornadas de trabajo
prolongadas, sabemos que no es bueno para nuestra salud, pero ¿podemos
elegir realmente? Qatar y los patrones nos utilizan para construir los
estadios, y luego nos echan cuando nuestros cuerpos ya no aguantan más". -
Testimonio de un obrero nepalí que trabajó en las obras del Mundial de
Qatar.



"El padre de familia me dijo con una voz endemoniada: 'Si te mato, aquí y
ahora, tu país no hará nada por ti'". "Baba estaba detrás de mí. Cuando pude
levantarme para mirarlo de frente, me tiró agua hirviendo en el brazo. Sentí
que mi piel se derretía, sin ningún dolor. Tenía tanta rabia en mí, tanta
adrenalina (...) No me curaron después de eso. Baba y Mamá se sentaron en la
mesa del salón. Encima de la mesa, había una pistola y, al lado, dos balas.
El kafeel [patrón "protector", según el sistema de la kafala] insinuó que
podría matarme si no aceptaba grabar un video en el que debía decir me había
quemado el brazo accidentalmente". –



Testimonios de dos mujeres kenianas que regresaron a su país después de
trabajar como empleadas domésticas en Arabia Saudí. La primera fue violada
por el hijo de la familia para la que trabajaba.



A través de unos sesenta testimonios -desde el obrero que construye los
estadios de la Copa del Mundo hasta la criada que trabaja en las casas
saudíes o qataríes, pasando por los guardias de seguridad, los empleados de
los restaurantes o incluso los mercenarios enviados a combatir por los
Estados del Golfo en las guerras, a veces de manera forzada, en Libia o en
Yemen- un libro sorprendente, Les esclaves de l'homme-pétrole [1], les da
voz a los esclavos modernos cuyo trabajo forzado hizo posible la
organización de la Copa del Mundo en Qatar, y gracias a los cuales se
construye la "prosperidad" de todos los Estados del Golfo.



A través de estos relatos, Sébastien Castelier y Quentin Müller, periodistas
independientes, trazan los contornos de toda una región, el Golfo Pérsico,
en la que "el hombre-petróleo (...) está en el origen de un comercio de
esclavos modernos, un comercio posible gracias al silencio de la comunidad
internacional y a la pobreza y corrupción de los Estados cómplices de Asia y
África. Utilizamos el término 'esclavos' porque no es exagerado calificar de
esclavos a un número importante de trabajadores asiáticos y africanos en el
Golfo."



Una situación que no fue obstáculo para que el consejero federal de la UDC
(Unión Democrática del Centro, Suiza), Ueli Maurer, "Ueli el normal",
anunciara muy orgulloso que iría a Qatar a ver los partidos de la selección
suiza. Es cierto que Maurer, que comparó (en 2014) a las mujeres con
"utensilios de cocina usados", debe sentirse como pez en el agua (¿o en la
arena? ) en un Estado en el que las mujeres siguen sometidas a sus tutores
masculinos (maridos, padres, hermanos, abuelos o tíos en general) y
permanecen sujetas al permiso de sus tutores masculinos "para tomar
decisiones clave en la vida, como casarse, estudiar en el extranjero con
becas del gobierno, ocupar muchos de los puestos de trabajo en el gobierno,
viajar al extranjero hasta cierta edad y recibir ciertos tipos de atención
sanitaria reproductiva" [2].



Quizás el consejero federal de la UDC aproveche también la ocasión para
abordar con el emir el aumento de la participación del fondo soberano qatarí
en el Credit Suisse [3], o el futuro establecimiento del banco privado
Julius Bär en el emirato [4]. (G.Z.)



***



-A través de sesenta testimonios, ustedes les dan voz a los trabajadores
migrantes de los países del Golfo, así como a sus familias. ¿Qué fue lo que
motivó este enfoque?



Quentin Müller – Muchos documentales y reportajes de calidad han mostrado
los abusos que sufren los trabajadores en Qatar. Pero la voz de estos
trabajadores y trabajadoras se ha escuchado muy poco. Era casi imposible
conocer sus motivaciones, sus emociones y su intimidad. Son personas que se
encuentran doblemente desposeídas: desposeídas de sus derechos y de su
dignidad en el trabajo, y desposeídas de su voz en los medios de
comunicación. Por ello, tratamos de devolverles a estos trabajadores su
parte de humanidad, poniendo sus historias en el centro de nuestro libro.



-Este año visitaron la Zona Industrial de Doha, la capital de Qatar, donde
viven 400.000 obreros que trabajan en las obras de la Copa del Mundo. ¿Qué
pudieron constatar?



En esta zona, que sirve de dormitorios, aislada del centro de la ciudad, los
trabajadores de África y Asia (aquí no hay trabajadores europeos ni árabes,
ya que son los africanos o asiáticos los que realizan los trabajos duros y
mal pagados) se alojan en edificios insalubres. Ocupan habitaciones
superpobladas y polvorientas y duermen en literas infestadas de pulgas. A
menudo sólo hay dos pequeñas cocinas por cada trescientos empleados. El agua
es de mala calidad. ¡Un verdadero depósito de esclavos!



Además de estas condiciones de vida catastróficas, están los abusos que
sufren estos trabajadores: algunos trabajan hasta nueve meses sin un solo
día de descanso, por miedo a ser despedidos; otros pasan hambre porque no
les pagan el salario cada mes; las jornadas de trabajo pueden durar 12 horas
con un calor sofocante; los trabajadores agotados caen en el alcoholismo; se
ocultan los accidentes de trabajo…



Sin embargo, las autoridades qataríes hacen hincapié en el progreso social,
un argumento retomado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)...



Qatar afirma que ha mejorado el código laboral. También es el único país del
Golfo que ha abolido la kafala, ese sistema que permite a un empleador
ejercer un poder casi absoluto sobre un trabajador al prohibirle cambiar de
empleo o salir del país sin su consentimiento.



El problema es que estos nuevos derechos son teóricos. ¿Por qué son
teóricos? Porque si un trabajador decide hacerlos valer ante los tribunales,
las consecuencias son inmediatas: dejará de cobrar, perderá su empleo y
puede ser deportado. El proceso legal, por otra parte, durará meses, durante
los cuales el trabajador no podrá enviar nada de dinero a su familia. Estos
trabajadores migrantes no tienen tiempo para la justicia. Las empresas lo
saben y continúan impunemente con sus abusos.



-El periódico The Guardian estima que 6.750 trabajadores han muerto en las
obras de la Copa del Mundo. ¿Qué opinión les merece esta cifra?



Esta cifra tuvo el mérito de dar a conocer las malas condiciones de trabajo
en Qatar y de suscitar la indignación internacional por la organización de
la Copa del Mundo en esa región. Sin embargo, creo que subestima la magnitud
del fenómeno. El periódico británico no tuvo en cuenta las numerosas muertes
de trabajadores procedentes de países africanos o de Filipinas. Tampoco tuvo
en cuenta la trágica realidad de los muchos trabajadores que desarrollan
patologías en Qatar debido a las desastrosas condiciones de trabajo, y que
son enviados de vuelta a sus países de origen cuando se enferman y allí se
mueren.



También se podría ampliar el punto: ¿cuántos trabajadores inmigrantes han
muerto construyendo el prestigio qatarí, los lujosos edificios y el
urbanismo que fueron necesarios para que el emirato consiguiera organizar la
Copa del Mundo?



-¿Qué motivos llevan a estos emigrantes a ir a la Península Arábiga, a pesar
de los riesgos?



Una necesidad vital. Estos trabajadores proceden de países muy pobres:
Nepal, India, Bangladesh, Uganda, Kenia, Filipinas, etc. Sin el salario que
envían a sus casas cada mes desde los Estados del Golfo, sus familias no
podrían comer todos los días y sus hijos no podrían ir a la escuela. Por eso
soportan años de abusos en la región del Golfo.



Y es también debido a la dependencia en que se encuentran estos
trabajadores, en una relación de poder extremadamente desfavorable ante su
empleador.



-Ustedes entrevistaron a trabajadoras domésticas. Sus historias son
aterradoras...



Trabajar día y noche, palizas, violaciones, torturas. El maltrato que sufren
las trabajadoras domésticas está por encima de todos los demás. Por una
razón: el infierno que soportan tiene lugar en la intimidad del hogar. Es
ahí donde se revela la verdadera cara de estas ricas familias saudíes,
qataríes, emiratíes o bahreiníes, que cuentan con una impunidad casi total.

Su libro describe una "esclavitud moderna" que va mucho más allá de Qatar...



Todos los países del Golfo practican el trabajo forzado de los inmigrantes.
Este sistema se mantiene desde la creación de estos países y su
independencia después de la Segunda Guerra Mundial. La kafala es una
herencia de la esclavitud, abolida muy tardíamente en la región. Por poner
un ejemplo: hasta los años 60, las grandes familias qataríes enviaban a sus
esclavos a trabajar en las plataformas petrolíferas británicas y luego se
apropiaban de los salarios que estas empresas les pagaban.



Se suele decir que el petróleo es la principal riqueza de los Estados del
Golfo. En realidad, es su mano de obra extranjera. En Qatar hay 2,6 millones
de extranjeros frente a 300.000 qataríes. Sin su trabajo, no habría nada: ni
extracción de gas, ni construcción, ni aeropuertos, ni restaurantes, ni
transporte. Sin los inmigrantes, estos países no existirían, ¡a pesar de
todo su petróleo, gas y enormes reservas financieras!



-¿Cómo se puede combatir este sistema de esclavitud?



Es muy difícil para los trabajadores inmigrantes defender sus derechos,
debido a su extrema dependencia del empleador. Y en varios de estos países,
incluido Qatar, ¡los sindicatos están simplemente prohibidos!



Creo que les corresponde a los países africanos y asiáticos de los que
proceden estos trabajadores inmigrantes actuar, uniéndose para exigir más
derechos y dignidad para sus ciudadanos. Desgraciadamente, estamos lejos de
eso.



-¿Qué opina del debate sobre el boicot al Mundial?



Como periodista, nuestro trabajo no es dar órdenes judiciales. Nuestro
trabajo ha sido mostrar cómo se hizo este Mundial y, sobre todo, cómo se
inscribe en una dinámica que domina toda la región del Golfo.

Sin embargo, creo que es muy importante ser consciente e indignarse con lo
que ha ocurrido en torno a este Mundial de Qatar. Un país empieza a ir mal
cuando su gente deja de indignarse por cosas serias. Entonces es la gente la
que debe formarse su propia opinión. (Noviembre 2022)



Notas



[1] Sébastien Castelier, Quentin Müller: Les esclaves de l’homme-pétrole.
Éditions Marchialy, 2022.

[2] Amnesty International: Rapport sobre Qatar 2021.

[3] Les Echos, 2 noviembre 2022.

[4] Le Temps, 7 juniob2022.

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20221106/5e0ce074/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa