Irán/ Las principales perdedoras de la revolución de 1979 son las artesanas de la nueva revolución. [Elham Hoominfar]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Oct 19 19:59:39 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

19 de octubre 2022

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Irán




Las principales perdedoras de la revolución de 1979 son las artesanas de la
nueva revolución



Elham Hoominfar

A l´encontre. 14-10-2022

http://alencontre.org/

Viento Sur, 19-10-2022

https://vientosur.info/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur



Recientemente, en Teherán, la ciudad más grande de Irán, Mahsa Amini, una
kurda de 22 años, fue detenida por la “policía de costumbres” iraní por
llevar de manera inadecuada el hiyab impuesto por el gobierno. Fue golpeada,
y tres días después murió. La reacción de los iraníes, especialmente de las
mujeres jóvenes iraníes, no se hizo esperar. Hoy en día, lo que inicialmente
se consideró una “simple” protesta parece convertirse en una nueva
revolución en Irán, como el país no ha conocido en más de cuarenta años. Las
mujeres están a la vanguardia del movimiento reivindicativo.



Analistas que observan los acontecimientos en Irán y en las redes sociales
[a pesar de las medidas tomadas por el gobierno para bloquear Internet al
máximo] considerarán, a la vista de estos acontecimientos, que probablemente
es la primera vez que las mujeres están a la vanguardia de un movimiento. En
realidad, las mujeres han estado a la vanguardia de la mayoría de las
movilizaciones en Irán, pero esta es la primera vez que las demandas de las
mujeres, para poner fin a la violencia y la discriminación por motivos de
género, están a la vanguardia de las manifestaciones en todo el país [cuya
población urbana asciende al 76% del total]. Como sociólogo que trabaja en
movimientos sociales, considero que las movilizaciones actuales por la
igualdad de género en Irán forman parte de una lucha de décadas contra la
opresión de las mujeres. No se trata solo de protestar contra el asesinato
de una joven [y muchas otras, actualmente] por parte del gobierno iraní
porque no llevaba adecuadamente su hiyab; más bien se trata de la
culminación de décadas de opresión de las mujeres y políticas misóginas, una
protesta que rápidamente se convierte en revolución.



***



De lo que somos testigos en Irán tiene una larga historia de resistencia
contra un régimen teocrático que tomó el poder después de la revolución de
1979 con violencia y brutalidad. Después de la revolución islámica, el
ayatolá Khomeini declaró obligatorio el uso del hiyab, obligando a las
mujeres a cubrirse el cabello y el cuerpo. Poco después, los islamistas
aprobaron las leyes de la sharia para gobernar la vida y el cuerpo de las
mujeres /1 y /2.



En lugar de aceptar estas nuevas limitaciones de su libertad corporal, el 8
de marzo de 1979, Día Internacional de la Mujer, solo unas semanas después
de la revolución [contra el régimen del Shah], miles de mujeres organizaron
protestas callejeras masivas para protestar contra las nuevas formas de
opresión sexista y las leyes de la Sharia destinadas a limitar sus
libertades. Sus principales eslóganes fueron “No hicimos una revolución para
volver atrás” e “Igualdad, igualdad, ni tchador ni pañuelo”. Finalmente,
estas protestas callejeras fueron brutalmente reprimidas y la sociedad iraní
no hizo mucho para apoyar a las mujeres. En su mayor parte, las
organizaciones sociales y políticas no apoyaron estas manifestaciones porque
creían que corrían el riesgo de desencadenar una contrarrevolución /3, /4 y
/5. En ese momento, las demandas de las mujeres no eran una prioridad.



Sin embargo, en 1979, lo que estaba en juego, y lo que lo sigue estando en
las movilizaciones y protestas presentes, que se están extendiendo en Irán,
no es simplemente un movimiento solo contra las leyes que imponen
obligatoriamente el hiyab. En efecto, después de la revolución de 1979, el
papel de las mujeres en la sociedad iraní cambió fundamentalmente. Los
líderes islamistas lograron establecer una segregación entre los sexos,
usurpando muchos derechos que las mujeres habían adquirido a través de
movimientos históricos. Desde el comienzo de la República Islámica, el
Estado utilizó todas las herramientas que tenía en ese momento, incluidos
los medios de comunicación, los sistemas educativos, las decisiones
políticas y el sistema jurídico, para presentar el uso del hiyab y las leyes
islámicas que restringen los roles sociales y los derechos de las mujeres
como convenciones y reglas sociales esenciales.



Una de las herramientas utilizadas en las últimas cuatro décadas para hacer
cumplir la opresión sexista ha sido la “policía de las costumbres”, la misma
entidad que ahora se hace responsable de la trágica muerte de Masha Amini.
Patrullas de vigilancia callejeras [en las que se integran mujeres] recorren
regularmente los espacios públicos para garantizar que las mujeres respeten
el uso del hiyab y desalentar vigorosamente el uso de productos cosméticos.
Otros “guardianes de la moralidad” están presentes en casi todas las
instituciones gubernamentales y en todas las universidades públicas o
privadas de Irán, con el fin de hacer cumplir no solo el código de
vestimenta de las mujeres, sino también el comportamiento de las mujeres y
los hombres según el sistema ideológico sexual de la sharia [es decir, una
ley islámica que codifica la vida religiosa, social, polítia e individual;
hay establecidos “castigos” específicos; en 2012 el Consejo de los
Guardianes -un organismo no elegido de juristas religiosos- examinó el
conjunto de la legislación a fin de certificar la compatibilidad entre la
Constitución de Irán y la sharia y aprobó un código penal modificado
respecto al de 1991 - Red.].



El resultado de este sistema de opresión de género y políticas misóginas,
que dura desde hace décadas, ha afectado a todos los aspectos de la vida de
las mujeres. La segregación de género se ha aplicado sistemáticamente a
todos los lugares en los que pueden verse a las mujeres en público:
escuelas, transporte público, universidades, espacios de ocio y lugares de
trabajo. Como resultado, las mujeres han sido excluidas, sus condiciones de
trabajo y educación se han vuelto cada vez más precarias. En las décadas
posteriores a la revolución, las mujeres han sido despedidas regularmente de
su puesto de trabajo por su vestimenta, comportamiento y estilo de vida. Las
mujeres no tenían derecho a continuar muchas áreas de estudio en las
universidades y estaban excluidas de ciertos tipos de trabajo /6 y /7.



Después de la revolución, una de las pocas oportunidades que se ofrecieron a
las mujeres fue continuar sus estudios en las universidades. Desde la década
de 1980 hasta la actualidad, las mujeres han ocupado un lugar cada vez más
importante en las universidades. Sin embargo, su condición de ciudadanas
altamente cualificadas no ha abierto nuevas oportunidades a las mujeres en
los lugares de trabajo. Las estadísticas aquí son ilustrativas. Antes de la
revolución, en 1976, la tasa de alfabetización de las mujeres era del 35%,
mientras que su participación en la población activa era del 12,9%. En 1986,
solo el 8,2% de las mujeres estaban empleadas en Irán, a pesar de una tasa
de alfabetización del 52% /8. En 2016, el año más reciente para el que hay
estadísticas disponibles, la participación de las mujeres en la actividad
profesional fue del 14,9%, un aumento impresionante en comparación con la
cifra de 1986. Sin embargo, su tasa de alfabetización era del 82,5%! 9. Hoy
en día, a pesar de su impresionante nivel de educación a lo largo de las
décadas, la mayoría de las personas empobrecidas en Irán son mujeres /10
que, según la Sharia, se supone que dependen económicamente de los hombres.
Esta es solo una de las muchas injusticias de las que las mujeres han sido
víctimas durante décadas. Este es un contexto decisivo para comprender las
protestas actuales.



Al mismo tiempo, la sharia, que gobierna la familia y el matrimonio, ha
relegado sistemáticamente el estatus de las mujeres a un segundo plano. No
tienen los mismos derechos en materia de matrimonio, divorcio y custodia de
sus hijos. Los certificados de nacimiento se refieren al padre del niño o la
niña, pero se omite el nombre de la madre, lo que elimina sus derechos
legales sobre sus propios hijos. El matrimonio de menores es legal. La
elección de un trabajo, un lugar de residencia o la posibilidad de que una
mujer abandone el país depende totalmente del permiso de su marido. La
poligamia ha sido legalizada y alentada; por otro lado, mujeres  encontradas
con un hombre diferente a su marido han sido condenadas a muerte por el
Estado /11 y /12.



Desde la revolución de 1979, legal y oficialmente, las mujeres se han
convertido en ciudadanas de segunda clase, lo que no era el caso antes.
Antes de 1979, las desigualdades de género eran numerosas en Irán, pero este
apartheid entre los sexos es nuevo. Además, está claro que las mujeres que
pertenecen a familias poderosas del Estado y que creen en este sistema
ideológico obtienen muchas ventajas, por ejemplo, ocupan ciertos puestos
gubernamentales, mientras que las mujeres de la clase trabajadora se
encuentran en condiciones más difíciles y precarias /13. Aunque el
calificativo general “mujeres” debe usarse con precaución, las mujeres,
especialmente las mujeres de la clase trabajadora y las mujeres de las
minorías étnicas y religiosas, han sufrido y perdido más bajo el régimen
islámico. Esto puede hacernos pensar que las mujeres han sido las que más
han perdido con el régimen islámico.



***



Sin embargo, las mujeres iraníes nunca han sido víctimas silenciosas de su
estatus y condición de marginadas. Además de haber organizado la primera
manifestación masiva contra el régimen islámico, el 8 de marzo de 1979, las
mujeres han estado utilizando instrumentos visibles, y también ocultos,
durante décadas, para contrarrestar su propia opresión. Las mujeres
participan activamente en los movimientos populares para promover la equidad
de género, resolver problemas ambientales y mejorar los derechos de la niñez
y las minorías étnicas. Por ejemplo, hace unos años [en 2018], las “jóvenes
de la calle Enqelab” [la calle principal de Teherán que conecta la plaza
Enqelab con la plaza del imán Hossein; su nombre completo: calle Enqelab-e
islami;  reemplazó a la calle Shah Reza, el fundador de la dinastía Pahlavi]
han protestado quitándose su pañuelo en la calle como signo de protesta
contra el hijab obligatorio en Irán [desde 2017, en los “miércoles blancos”,
pañuelos inmaculados han aparecido en las calles como protesta contra el
velo obligatorio -Red].   El hecho de que las mujeres, y en particular las
mujeres jóvenes, hayan retirado recientemente y quemado sus pañuelos en las
calles es una continuación de estas protestas anteriores. En efecto, en
todos los movimientos sociales en Irán desde la revolución, las mujeres
siempre han participado y a menudo han estado a la vanguardia de las
protestas contra la opresión.



Lo nuevo en las recientes protestas es que sus acciones son objeto de
atención nacional e internacional, y sus exigencias relacionadas con el
hiyab son evidentes y puestas en primer plano. De hecho, el principal
eslogan del movimiento actual, “#Mujer, Vida, Libertad”, proviene de un
movimiento de liberación, las mujeres kurdas partisanas en Turquía y Siria.
Que han soportado décadas de discriminación étnica y tienen una historia de
lucha contra el patriarcado, la opresión nacional, la tiranía, las
consecuencias del colonialismo y el Estado Islámico. Su mensaje se extiende
mucho más allá de Irán. Las mujeres iraníes, actualmente en primera línea en
la movilización general, llaman la atención no solo sobre su propia
opresión, sino también sobre la de las mujeres afganas. Las mujeres de
Oriente Medio y otros lugares “salen” a las redes sociales y también a la
calle para apoyar a sus hermanas en la primera línea de la lucha.



***



Irán ha conocido muchas protestas en las últimas décadas. La sociedad iraní
se ha enfrentado sin duda a una acumulación de diferentes problemas. El
régimen [corrupto] de la mulacracia refleja su incapacidad en diferentes
áreas. En cuanto a las cuestiones económicas, cabe señalar que una de cada
tres personas iraníes sobrevive por debajo del umbral de la pobreza /15.



La respuesta de los dirigentes ha sido constante: la represión violenta. La
memoria colectiva de las y los iraníes está marcada por la opresión y la
humillación. Recientemente, el Estado Islámico respondió a la expansión del
movimiento matando brutalmente a hombres y mujeres. Aunque las estadísticas
oficiales no están disponibles, se estima que el gobierno iraní mató al
menos a 200 personas, 19 de ellas menores /16. El 30 de septiembre, la
República Islámica de Irán bombardeó y mató al menos a 95 personas en
Zahedan [la capital de la provincia de Sistan-et-Baluchistán; los habitantes
forman parte, en su mayoría de la etnia Baluchi y hablan baluchi - Réd.] que
salían de la oración [de una mezquita sunita]. Sin embargo, las tácticas de
opresión violenta del Estado tienen el efecto contrario: la revolución se
está extendiendo. “[El tema de la unidad de las diversas movilizaciones se
ha afirmado en los últimos días y pone en jaque las tácticas de división del
régimen que perora sobre la voluntad de dividir el país por “minorías” -
Réd.]”



Eslóganes como “Es una revolución de las mujeres,  todo el sistema está en
el punto de mira” y “No lo llames protesta, sino revolución” atestiguan un
compromiso social más amplio con un cambio progresista, a pesar de la
violencia con la que los dirigentes intentan silenciarlo. Y el movimiento se
extiende. Recientemente, esta revolución ha superado las fronteras del
género, la etnia, la nacionalidad y la religión.



Esta semana, las mujeres baluchíes (las mujeres más necesitadas y oprimidas
de Irán por su etnia, sexo y religión) hicieron una declaración al unirse al
movimiento “Mujeres, Vida, Libertad” y afirmando que están en pie y luchando
con sus hermanas para construir la primera revolución femenina de la
historia /17. Entre quienes se unen masivamente al movimiento se encuentran
jóvenes: estudiantes de la universidad, colegios y escuelas secundarias,
pero también artistas y atletas que ponen en peligro sus vidas para
construir un Irán más justo para todos y todas. Varios sectores de la clase
trabajadora, que se encuentran en el corazón de la economía iraní, llaman a
la huelga para apoyar el movimiento: entre ellos profesores, sindicatos y,
lo que es más importante, los que trabajan en los centros petroleros y
petroquímicos: Asalouyeh, Abadan, Bouchehr...



Como iraní y socióloga especializada en movimientos sociales, la progresión
de este espíritu revolucionario con las jóvenes en primera línea es tan
estimulante como alarmante la observación de las tácticas de brutal opresión
del Estado. Sin embargo, es importante entender este momento en un contexto
más amplio. El asesinato de Mahsa Amini por parte de la policía de las
costumbres fue una chispa que encendió las brasas de ira y activismo que se
habían estado incubando durante décadas.



Se trata de una revolución de las mujeres que va más allá de las fronteras
de la etnia, la nacionalidad y la religión. El apoyo de varios grupos
étnicos a estas protestas es la fuerza de esta revolución. Esta revolución
apunta contra toda la estructura de discriminación y reacción en Irán y
Oriente Medio. Esto no significa que pronto veamos el resultado de esta
revolución de las mujeres. Todavía hay capas tradicionales en la sociedad
que se inquietan por los eslóganes y los movimientos emancipadores. Esto no
significa que los grupos anti-movimiento no estén activos,   pueden causar
derivas. La República Islámica puede reprimir severa y brutalmente este
movimiento. Con todas estas amenazas y condiciones reales, todo esto
significa que estamos al comienzo del fin de un período. (Artículo publicado
en MR online el 13 de octubre de 2022; traducción al francés de la redacción
de A l'encontre)



* Elham Hoominfar es una socióloga iraní que comenzó sus estudios en Irán.
Después de un doctorado en la Utah State University Logan, actualmente
enseña en el Northwester Weinberg College of Arts & Sciences. Estas son las
indicaciones que Elham Hoominfar da sobre sus investigaciones: “Hoy lleva a
cabo investigaciones sobre la justicia ambiental, la gobernanza del agua, la
mercantilización de la naturaleza y la resistencia social, poniendo el
acento en la economía política en los países del Sur y del Norte. También
está trabajando en otra investigación sobre la discriminación de género y
los movimientos de mujeres en Irán. También está trabajando en un libro en
persa sobre el idioma y la justicia educativa en Irán”.



Referencias



1/  Moghissi, Haideh. 1996. Populism and Feminism in Iran: Women’s Struggle
in a Male-Defined Revolutionary Movement. New York: St Martin’s Press

2/ Higgins, Patricia J. 1985. “Women in the Islamic Republic of Iran: Legal,
Social, and Ideological Changes.” Signs: Journal of Women in Culture and
Society 10 (3): 477—494.

3/ Moghissi, Haideh. 1996. Populism and Feminism in Iran: Women’s Struggle
in a Male-

4/ Defined Revolutionary Movement. New York: St Martin’s Press

5/ Poya, Maryam. 1999. Women, Work and Islamism: Ideology and Resistance in
Iran. London: Zed Books

6/ Haeri, Shahla. 2009. “Women, Religion and Political Agency in Iran.” In
Contemporary Iran: Economy, Society, Politics, edited by Ali Gheissari,
125—150. Oxford: Oxford University Press.

7/ Poya, Maryam. 1999. Women, Work and Islamism: Ideology and Resistance in
Iran. London: Zed Books

8/ Hoominfar, E., & Zanganeh, N. (2021). The brick wall to break: women and
the labor market under the hegemony of the Islamic Republic of Iran.
International Feminist Journal of Politics, 23(2), 263-286.

9/ Ibid.

10/ Ibid.

11/ women.ncr-iran.org

12/ Sahraoui, Hassiba Hadj. 2015. “Iran: Proposed Laws Reduce Women to ‘Baby
Making Machines’ in Misguided Attempts to Boost Population.” Amnesty
International, March 11. Accessed December 16, 2020.

13/ Hoominfar, E., & Zanganeh, N. (2021). The brick wall to break: women and
the labor market under the hegemony of the Islamic Republic of Iran.
International Feminist Journal of Politics, 23(2), 263-286.

14/ Nomani, Farhad, and Sohrab Behdad. 2006. Class and Labor in Iran: Did
the Revolution Matter? Syracuse, NY: Syracuse University Press.

15/ meidaan.com

16/ www.human-rights-iran.org <http://www.human-rights-iran.org>

17/ www.akhbar-rooz.com <http://www.akhbar-rooz.com>

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