Suiza/ Seguro de vejez, supervivencia e invalidez y la demografía: el arte de transformar la pseudo-evidencia en perfectos engaños. [Benoit Blanc]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Sep 1 23:37:42 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

1° de septiembre 2022

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Suiza



El seguro de vejez, supervivencia e invalidez (AVS21) y la demografía



El arte de transformar la pseudo-evidencia en perfectos engaños



Benoit Blanc

A l´encontre, 27-8-2022

https://alencontre.org/

Traducción de Viento Sur

https://vientosur.info/



“La estabilidad financiera del AVS se ve amenazada porque los baby boomers
se acercan a la edad de jubilación y la esperanza de vida aumenta”. Esta es
la primera frase de la presentación por el Consejo Federal del “contexto” de
la votación sobre el AVS21 [AVS: seguro de vejez, subrevivientes e
invalidez, ndt] el próximo 25 de septiembre. Y es el ejemplo perfecto de
cómo los partidarios de subir la edad de jubilación de las mujeres manipulan
los datos, a veces indiscutibles, a veces sesgados, para hacerlos decir
engaños. Veamos un poco en detalle.



Un boom que no es eterno



Los baby boomers acechan al debate sobre las pensiones. Las estadísticas de
nacimientos muestran que estos superaron los 80.000 a partir de 1943, los
90.000 a partir de 1957 y los 100.000 entre 1962 y 1969. A partir de 1975,
su número volvió a estar por debajo de los 80.000.



Esto significa que la mayoría de los baby boomers estará jubilado en 2035.
Desde 2040, las cohortes que se jubilarán serán significativamente menos
numerosas. Por lo tanto, el aumento más rápido en el número de personas que
llegan a la jubilación está limitado en el tiempo, alrededor de dos décadas.
Por otro lado, a partir de 2035, las generaciones nacidas después de 2010,
más numerosas, entrarán de lleno en el mercado de trabajo.



El eventual problema que plantea la generación de los baby boomers es, por
tanto, coyuntural; no puede justificar una medida definitiva, como elevar la
edad de jubilación de las mujeres a los 65 años y después a todos los demás
a los 66 o 67 años.



Además, el fuerte desarrollo del AVS a principios de los años 1970, con la
octava revisión [ver artículo publicado en Correspondencia de Prensa el
21-8-2022:  https://correspondenciadeprensa.com/?p=28916) que multiplicó por
dos el importe de las pensiones, se produjo con la jubilación de una
generación anterior de baby-boomers (entre 1897 y 1912, más de 90.000
nacimientos al año), mientras que las siguientes generaciones, que
financiaban sus pensiones, correspondían a años de baja natalidad (menos de
70.000 nacimientos al año entre 1927 y 1940). Por supuesto, la gran
inmigración de la posguerra también contribuyó a la financiación de la
seguridad social. Sin embargo, en ese momento, nadie planteó este espectro…



Esperanza de vida: un río largo y tranquilo… ¿verdaderamente?



La segunda amenaza a la estabilidad financiera sería el aumento de la
esperanza de vida, presentado como inexorable. En 2020, ciertamente cayó 0,5
años para las mujeres y 0,9 años para los hombres, como resultado de la
pandemia de la COVID-19. Pero no importa: “Según los escenarios
demográficos, la tendencia alcista se mantendrá, a pesar de la caída
observada en 2020 por la pandemia de la COVID-19”, afirma la Oficina Federal
de los Seguros Sociales (OFAS) en su hoja informativa “AVS 21: desafíos
demográficos y situación financiera”.



Se pueden tener algunas dudas. En 2019, unas 68.000 personas murieron en
Suiza. En 2020 este número ha aumentado a más de 76.000. En 2021, el número
de muertes se mantuvo significativamente más alto que el nivel de 2019, con
71.000 muertes. Finalmente, desde enero hasta principios de agosto de 2022,
el monitoreo semanal de la mortalidad de la Oficina Federal de Estadística
(FSO) ha registrado alrededor de 3.000 muertes más de lo esperado. La
pandemia de la COVID-19 explica parte de este exceso de mortalidad. Pero
entre mediados de junio y principios de agosto han muerto más de 1.300
personas que las previstas: la ola de calor ha desempeñado un papel
determinante durante este período y este exceso de mortalidad sobrepasa al
observado durante la gran ola de calor de 2003 (alrededor de 1.000).



El nivel de esperanza de vida en 2021 (y obviamente en 2022) aún no ha sido
publicado por el FSO. Pero parece poco probable, con estas cifras, que los
valores de 2019 puedan recuperarse de inmediato. En cuanto a volver de forma
sostenible a la senda de crecimiento de décadas precedentes... En su informe
sobre  Los escenarios de la evolución de la población de Suiza y de los
cantones 2020-2050, publicado en 2020, la OFS observa que las “evoluciones
de las esperanzas de vida son cada vez más irregulares” (p. 30).



A poco que se tomen en serio las advertencias de los climatólogos, las olas
de calor se repetirán, probablemente con mayor frecuencia. Las olas de calor
provocan sistemáticamente picos de exceso de mortalidad entre las
poblaciones más vulnerables, las personas de más edad en primer lugar. La
evolución de la pandemia de COVID-19 es incierta y no es modelizable la
aparición de nuevas pandemias. Pero estas últimas están en parte ligadas a
la evolución del clima así como a las actividades humanas en el origen de su
perturbación. Confiar en la continuación del crecimiento lineal de la
esperanza de vida se basa en un optimismo discutible.



Una sobreestimación sistemática... mata sistemáticamente...



El exceso de mortalidad provocado por las olas de calor afecta casi
exclusivamente a las personas mayores. La relacionada con la pandemia de
COVID-19 también afecta principalmente a las personas mayores de 65 años.
Esto solo puede reforzar una tendencia observada por la OFS con respecto a
sus escenarios demográficos: sobreestiman sistemáticamente a la población de
65 años y más.



El Monitoreo de los escenarios de población de Suiza 2020-2050, publicado en
septiembre de 2021, señala así, para el año 2020, que “la población de 65
años o más está sobreestimada por estos tres escenarios [de base]” (p. 4).
La constatación fue la misma con respecto a los escenarios anteriores, de
2015, cuya evaluación se realizó en 2020 por el FSO en su publicación  Los
escenarios de la evolución de la población de Suiza y de los cantones
2020-2050 : “Hay que señalar que la población de 65 años o más está
sobreestimada [entre 2015 y 2019] por estos tres escenarios [de base]” (pág.
29). Sin embargo, esta constatación, que va más allá del efecto de un año
excepcional marcado por la pandemia de la COVID-19, no encuentra su lugar en
los argumentos del Consejo Federal cuando se trata de vender AVS21.



Tasa de dependencia sesgada



Esto nos lleva de nuevo a la famosa tasa de dependencia. Así la presenta el
Consejo Federal en su mensaje pro-AVS21: “La relación entre el número de
cotizantes y el número de beneficiarios es, por lo tanto, muy importante, ya
que los ingresos y los gastos deben estar equilibrados. Desde 1948, esta
relación ha sido cada vez más desfavorable: en ese momento, había en
promedio 6,5 personas en edad de trabajar por 1 jubilado; en 2020, esta
relación ha caído a 3,2 a 1 y, según el FSO, caerá aún más para 2050, de 2,2
a 1”.



Acabamos de ver que la OFS reconoce que tiende a sobrestimar a la población
de 65 años y más. ¿Y cómo está la situación de la población en edad de
trabajar? En este caso, el truco está en la propia fórmula: “en edad de
trabajar” no es sinónimo de “trabajar”.



La población “en edad de trabajar” se refiere, por convención, a las
personas entre 20 y 64 años. Pero la proporción de ellas que ejercen una
actividad lucrativa, y por tanto contribuyen a la financiación de la AVS, ha
evolucionado considerablemente a lo largo de las décadas. Entre 1970 y 2020,
la población activa ocupada ha aumentado así un 62%. Esto es mucho más que
el aumento del 49% en la población en “edad de trabajar”. Una de las causas
–junto con la inmigración– de esta diferencia es obviamente el fuerte
aumento del número de mujeres que ejercen una actividad profesional: ¡el
aumento es del 118 % entre 1970 y 2020!



Sobrestimar el número de personas mayores y subestimar el número de personas
que contribuyen a través de su actividad profesional a la financiación de
las pensiones: ¡la receta para exponer una alarmante tasa de dependencia es
una garantía “satisfecha o reembolsada”!



Al final, es la productividad lo que decide...



La presentación de la situación demográfica está sistemáticamente sesgada
para alimentar el discurso alarmista de quienes quieren imponer el aumento
de la edad de jubilación. Pero la manipulación decisiva es la siguiente:
centrar la atención en la demografía para ocultar mejor lo esencial, el
aumento de la productividad del trabajo y, en consecuencia, de la riqueza
disponible para la sociedad. Pero es sobre ella sobre lo que se basa la
financiación de las pensiones.



¿Cuál es la magnitud de esta evolución? En 2020, la productividad horaria
del trabajo (descontada la inflación) fue un 41 % superior a la de 1991.
Ello corresponde a un aumento medio del 1,2 % anual. Durante el mismo
período, la riqueza total, medida por el Producto Interior Bruto (PIB),
creció un 58% (después de la inflación). Esto corresponde a un aumento
promedio anual del 1,6%, una combinación del aumento de la productividad[1]
y el crecimiento de la población activa. ¡Este es el secreto de la
financiación del AVS, del que el Consejo Federal tiene cuidado de no hablar!



¿Qué significan estos datos para el futuro? Si la riqueza producida
anualmente continúa creciendo al ritmo de las últimas tres décadas, el PIB
de Suiza será un 21% más alto en 2032 (descontada la inflación) que en 2020.
La cotización salarial suplementaria del 1% es suficiente para garantizar la
estabilidad financiera del AVS (el 0,5 % descontado de la nómina, el otro
0,5 % pagado directamente por el empleador) representaría, por lo tanto,
solo una pequeña parte de este aumento de la riqueza disponible: ¡el 1 % de
cotización al AVS constituye menos del 0,6 % del PIB! No quedarían afectados
ni la renta disponible de los y las asalariados/as ni la posibilidad de
invertir en actividades útiles al desarrollo de la sociedad.



Por lo tanto, la futura financiación del AVS no plantea ningún problema y no
hay razón para aumentar la edad de jubilación. ¡NO al AVS21 el próximo 25 de
septiembre!



Nota



[1] Sobre la confusión productividad/productivismo, ver el artículo de
Jean-Marie Harribey, “La productivité est-elle synonime de productivisme?”
(Redacción A l’encontre).

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