Palestina/ Covid-19, trabajo y sindicatos en Cisjordania y en la Franja de Gaza. [RSISL]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Feb 6 23:23:28 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

6 de febrero 2023

https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

germain en montevideo.com.uy <mailto:germain en montevideo.com.uy>

  _____



Palestina



Covid-19, trabajo y sindicatos en Cisjordania y en la Franja de Gaza



Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas (RSIS), 23-1-2023

https://laboursolidarity.org/fr/

Traducción de Correspondencia de Prensa

El nuevo informe, "Trabajadores palestinos: Covid-19, Trabajo y Sindicatos
en Cisjordania y la Franja de Gaza" (*), pone de relieve las múltiples
formas en que los trabajadores palestinos fueron afectados por la pandemia,
al tiempo que eran sometidos a un trato inhumano frente al apartheid
israelí. Con una perspectiva centrada en el trabajo, esta investigación
pretende recopilar las repercusiones de la pandemia en estos trabajadores y
sus familias y cartografiar las diversas respuestas de los militantes
sindicales y los sindicatos.



Los efectos profundos del COVID-19 sobre las condiciones laborales y los
trabajadores golpearon al mundo de forma desigual. El impacto de la pandemia
en Palestina es especialmente significativo debido a su "economía cautiva",
fragmentada y subdesarrollada, resultado de décadas de ocupación.



La vida en Palestina ha estado regida por severas restricciones a la
circulación, restricciones a la entrada de productos en los territorios
palestinos ocupados, una elevada tasa de desempleo (45% en Gaza en 2019) y
una gran cantidad de empleo informal. El sector de la construcción "es
notoriamente explotador y peligroso para los trabajadores palestinos, con
una regulación o supervisión mínimas". Una encuesta realizada en 2017 por el
Ministerio de Trabajo reveló que el 70% de los andamios utilizados en las
obras de construcción israelíes no cumplen las normas de seguridad exigidas.
La negligencia de los contratistas y del gobierno israelí está directamente
relacionada con las lesiones y muertes de los trabajadores palestinos. En
2019, de las 40 muertes por accidentes laborales en el sector de la
construcción israelí, 33 fueron palestinas. Esto revela la división del
trabajo dentro del sector; mientras que los palestinos tienen empleos en los
puestos de trabajo más peligrosos, los ciudadanos judíos israelíes ocupan
puestos de dirección, de ingeniería y de planificación.



El informe explica cómo la pandemia agravó las condiciones de trabajo en
Palestina, sometida a la ocupación israelí y al régimen de apartheid. Afirma
que Palestina es un país que ha evolucionado en el contexto de una "economía
cautiva" y subdesarrollada que ha soportado décadas de ocupación militar
israelí y colonialismo de asentamientos. El hecho de adoptar una perspectiva
centrada en la mano de obra local, cambia la narrativa basada en la idea de
"dos bandos diferentes del conflicto" para centrarse en las desigualdades
estructurales de clase arraigadas en la sociedad israelí.



Con la firma de los Acuerdos de Oslo, y la trampa de la soberanía que estos
indujeron, el control de Cisjordania permaneció -a menudo indirectamente- en
manos de Israel. La distribución económica sigue esta fragmentación
geográfica y política y los principales sectores permanecen en manos
israelíes. Esta mínima redistribución del poder significa que la mayor parte
de la economía palestina sigue estando esencialmente "cautiva". El Protocolo
de París de 1994, o Protocolo sobre Relaciones Económicas entre Israel y la
OLP, tuvo un impacto desequilibrado, e imposibilitó que Palestina
desarrollara relaciones comerciales significativas con terceros países.
Además, este protocolo le daba a Israel la última palabra sobre lo que
Palestina podía importar o exportar. El control israelí sobre las
importaciones farmacéuticas es un ejemplo evidente: impide que la economía
palestina acceda a importaciones más baratas procedentes de otros países.



La economía palestina ha llegado a estar tan intrínsecamente ligada a la
economía israelí que resulta difícil describirla como una economía
individual. La mano de obra palestina ha sido integrada en la economía
israelí como fuente de mano de obra barata; los palestinos constituyen la
mayoría del sector de la construcción. Así, los palestinos cubren ahora la
escasez de mano de obra creada por el servicio militar obligatorio en
Israel. Cuando escuchamos decir que la economía israelí va bien, debemos
recordar que esto se explica en parte por el crecimiento de la "economía
cautiva" de Palestina.



Además, la mayor parte de la ayuda al desarrollo que se le otorga a
Palestina se recicla en la economía israelí debido a la dependencia de los
palestinos de los bienes y servicios israelíes. Los proyectos de
reconstrucción y recuperación priorizan las infraestructuras de seguridad en
vez de los servicios humanos. Esto crea una espiral de retroalimentación
positiva en la que los palestinos proporcionan una fuente de mano de obra
barata y no protegida para el desarrollo israelí, sin que los trabajadores
dispongan de los ingresos, la vivienda, la educación o la atención sanitaria
necesarios para encontrar empleos más estables y con contratos formales a
nivel microeconómico, o para atraer más oportunidades a Palestina a nivel
macroeconómico.



Esto significa que en 2020, el sector laboral palestino ya era frágil, con
una debilidad estructural arraigada que le impedía ser resistente ante las
múltiples crisis. Las medidas adoptadas como respuesta a la pandemia
tuvieron un efecto devastador en las condiciones de trabajo de los
palestinos: el desempleo aumentó considerablemente; las restricciones a la
circulación hicieron que el acceso a la ayuda, al trabajo y a los servicios
resultara inexistente; los suministros sanitarios y farmacéuticos fueron
restringidos severamente por Israel y el sector educativo se vio gravemente
afectado.



Conociendo las condiciones existentes de trabajo precario y las
restricciones a las importaciones antes del Covid-19, podemos entender mejor
por qué y cómo los impactos del Covid-19 fueron tan graves en Palestina. En
2020, 1 de cada 8 trabajadores palestinos trabajaba en asentamientos
israelíes. Durante los numerosos confinamientos, a menudo fueron
vilipendiados como portadores de enfermedades y aquellos que trabajaban en
la salud continuaron su trabajo sin contratos, salarios fiables ni
protecciones básicas. Además, el 61% de las personas con ingresos en
Cisjordania y el 31% en la Franja de Gaza, que son pilares económicos, no
recibieron ningún salario durante el bloqueo de la primavera de 2020. Al
examinar Covid-19 como un amplificador de las vulnerabilidades
preexistentes, este informe sitúa la crisis actual en un contexto histórico
y estructural. La atención prestada a las condiciones precarias de los
trabajadores palestinos contribuye a aclarar la complejidad de la crisis en
lugar de descartarla por considerarla "demasiado difícil".



Pese a las condiciones de vida inhumanas agravadas por los efectos
desiguales de la pandemia, los palestinos siguen defendiendo sus derechos y
organizándose. La organización de los trabajadores y la sindicalización han
aumentado, y existen pruebas de un aumento del peso del sindicalismo entre
los trabajadores y de los movimientos de cambio social después de la
pandemia.



El informe utiliza el prisma del trabajo para explorar la dinámica del poder
social y resulta útil incluso cuando se aplica más allá de Palestina. Este
trabajo muestra claramente que es imperativo centrarse en las realidades
vividas y tener en cuenta la dinámica del poder socioeconómico para permitir
la comprensión y la puesta en práctica del cambio.



En conclusión, la fragmentación geográfica y política del pueblo palestino
ha dado lugar a una economía palestina sometida a la economía israelí. Esta
"economía cautiva" genera malas condiciones de trabajo y muy poco margen de
maniobra y de autosuficiencia. Esta situación se ve reforzada por la
expansión colonial israelí y la destrucción de infraestructuras vitales,
como hospitales y pozos de agua.



Esto crea un círculo vicioso en el que gran parte de la ayuda destinada a la
Autoridad Palestina se recicla en la economía israelí, ya que Palestina
compra sus productos en Israel. Esta vulnerabilidad se vio agravada por la
pandemia de Covid-19, lo que provocó un mayor "deterioro" de las condiciones
de trabajo y de la viabilidad socioeconómica de los palestinos. Sin embargo,
los trabajadores palestinos no permanecieron pasivos y respondieron creando
y formando sindicatos y movimientos sociales, los que a menudo tienen
fuertes vínculos con los movimientos feministas palestinos.



* El informe completo en inglés puede leerse aquí :
https://www.rosalux.ps/wp-content/uploads/2022/09/WORKING-PALESTINE-COVID-19
-Labourand-Trade-Unions-in-the-West-Bank-and-Gaza-Strip.pdf)

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20230206/bcdafbe1/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa