Israel/Palestina/ "El apartheid está frente a tus ojos donde quiera que vayas". [ Francesca Albanese - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Feb 19 23:05:00 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

19 de febrero 2023

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Israel/Palestina



Entrevista a Francesca Albanese *



"El apartheid está frente a tus ojos donde quiera que vayas"



Meron Rapoport

+972 Magazine, 6-2-2023

https://www.972mag.com/

Traducción de Enrique García – Sin Permiso

https://sinpermiso.info/



Poco antes de aceptar asumir el nombramiento de Relatora Especial de la ONU
para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese recibió un consejo de un
amigo israelí: ve Israel-Palestina ahora, porque pronto no te dejarán
entrar. Albanese, que conocía bien el país después de vivir en Jerusalén y
trabajar para la organización de ayuda a los refugiados palestinos, UNRWA,
durante tres años, siguió su consejo y fue. Este fue de hecho su último
viaje, al menos por ahora: desde su nombramiento en abril de 2022, Israel le
ha prohibido la entrada.



En una entrevista de Meron Rapoport, de la revista israelí +972, desde su
lugar de residencia en Túnez, donde reside con su familia por trabajo,
Albanese, una jurista italiana, dice que aunque podría haber viajado a
Israel con su pasaporte italiano, en Israel le dijeron que tenía que
solicitar un visado especial. Entre los países supuestamente democráticos,
dice, Israel es el único que impide la entrada a uno de los 55 relatores de
la ONU repartidos por el mundo. Incluso Afganistán, bajo el gobierno de los
talibanes, ha permitido que los relatores visiten su territorio.



Israel se opuso al nombramiento de Albanese de entrada, en parte porque
“elogiaba a las organizaciones que acusaban a Israel de ser un 'estado de
apartheid'”. El hecho de que trabajara en la UNRWA y fuera coautora de uno
de los libros más completos sobre los derechos de los refugiados palestinos
en el derecho internacional, tampoco ayudó. Su primer informe para la ONU,
publicado en septiembre de 2022, fue acusado rápidamente de antisemitismo.



La “evidencia” de ese "anti-semitismo" fue una nota que escribió durante la
guerra de Israel en Gaza en 2014, mucho antes de que fuera nombrada para el
cargo, diciendo que Estados Unidos está “subyugado por el lobby judío”.
Albanese se distanció públicamente de esos comentarios y dijo que “algunas
de las palabras que usé, durante la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza
en 2014, fueron desafortunadas, analíticamente inexactas e involuntariamente
ofensivas”. La propia Albanese rechaza cualquier acusación de antisemitismo.



El informe de Albanese sostiene que la ocupación israelí viola uno de los
principios fundamentales de Naciones Unidas y de la comunidad internacional:
el derecho a la libre determinación. Aunque escribe que Israel mantiene un
régimen de apartheid en los territorios ocupados, cree que la efectividad de
usar el marco del apartheid contra Israel es en realidad limitada; más bien,
escribe, el régimen tiene características evidentes de un colonialismo de
asentamiento. Y debido a que la idea misma de las Naciones Unidas se basa en
la liberación de los pueblos sobre la base del derecho a la libre
determinación, la forma más directa de poner fin a la ocupación es insistir
en ese derecho concreto.



Aunque una decisión reciente de la Asamblea General de la ONU de solicitar
una opinión consultiva sobre la legalidad de la ocupación a la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) no se basa en el informe de Albanese, es
probable que la corte utilice sus hallazgos en sus procedimientos. La
pregunta, desde su punto de vista, no es si la ocupación será declarada
ilegal; la verdadera pregunta es qué tipo de pasos recomendará el tribunal a
los estados miembros para poner fin a la ocupación.



Esta entrevista ha sido editada por su extensión y por claridad.



-¿Por qué pensó que no era útil usar la definición de apartheid en el
esfuerzo por poner fin a la ocupación israelí?



Eso no es lo que yo dije. Dije: la definición del régimen que Israel
mantiene en los territorios palestinos ocupados como apartheid es práctica y
legalmente correcta. Esto no quiere decir que no exista dentro de Israel,
pero no es parte de mi mandato como relatora de las Naciones Unidas, que
cubre solo la documentación de violaciones del derecho internacional en el
territorio que Israel ha estado ocupando desde 1967. Tampoco entiendo por
qué la gente está tan sorprendida por ello; es tan obvio, está frente a tus
ojos dondequiera que vayas.



En ese momento dije, y este es un punto clave en mi análisis, que era
necesario exigir el fin del régimen del apartheid, pero que esto debía ir
acompañado de la conciencia de que la soberanía israelí no debía reconocerse
automáticamente más allá de las fronteras en que el Estado de Israel fue
reconocido en 1948. Entiendo por qué la gente comenzó a apoyar la solución
de un solo estado. Si debe haber uno o dos estados no me corresponde a mí
decirlo, en este tema soy agnóstica. Pero hay una etapa intermedia a la que
no se puede escapar, y es el derecho de los palestinos a decidir su propio
destino.



Hasta ahora, [los palestinos] han hecho muchas concesiones para preservar la
posibilidad de un estado independiente. No podemos permitirnos decir que
esto ya no es posible, sobre todo porque la comunidad internacional insiste
en que esta es la única manera. Si ese es el caso, implementémoslo, y la ley
es muy clara en lo que esto implica: la clave es el derecho a la
autodeterminación, es decir, la liberación del control israelí.



-¿De verdad cree que esta es una forma más práctica de presionar a Israel
para que ponga fin a la ocupación?



No creo que esté ofreciendo un paradigma alternativo. El derecho a la libre
determinación es otra pieza del rompecabezas que da sentido al marco del
apartheid. Los territorios ocupados no son como Sudáfrica, son como Namibia.
Namibia fue ocupada militarmente [por el régimen del apartheid sudafricano],
y hubo una decisión consultiva de la CIJ que dijo que esta ocupación era
ilegal. La comparación con Namibia es útil para comprender las consecuencias
legales de una ocupación ilegal y la necesidad de desmantelar la ocupación
incondicionalmente. Esto no significa no tener en cuenta las preocupaciones
de seguridad de Israel.



Israel no puede garantizar la protección del pueblo palestino. La ocupación
debe concluir y retirarse las fuerzas israelíes, y en su lugar debe entrar
una fuerza temporal, internacional e independiente, una fuerza protectora,
que dará seguridad a los ciudadanos de ambos lados, mientras se desmantela
la ocupación militar y el proyecto colonial. También hay 700.000 ciudadanos
israelíes en los territorios ocupados [incluyendo Jerusalén Este]; si se
quedan, significa que quieren vivir en paz con sus vecinos palestinos.



-Me sorprendió escucharla que, incluso de acuerdo con el derecho
internacional, no es necesario que estas personas sean evacuadas.



Se ha desarrollado una sentencia en el derecho internacional, por ejemplo en
el caso de Chipre, que dice que después de años de vivir en un lugar, las
personas allí adquieren derechos. Esto es algo que hay que decidir. Lo que
está claro es que la tierra arrebatada a los palestinos desde 1967 debe
serles devuelta, no puede haber ley marcial ni presencia del ejército
israelí, e Israel no podrá proporcionar [a los colonos] servicios, subsidios
o protección. Quien decida quedarse será una minoría bajo las leyes del
Estado de Palestina.



-¿Son únicos los métodos de la ocupación israelí?



No son únicos, pero están muy relacionados con el colonialismo de
asentamientos. Lo siento, sé que a los israelíes no les gusta este concepto.
Sabemos lo ocurrido en Masafer Yatta, sabemos de demoliciones de casas, pero
los aspectos burocráticos [de la ocupación] son menos conocidos en todo el
mundo: prohibir a la gente construir, prohibirles entrar o salir.



Ahora estoy estudiando la forma en que Israel administra el encarcelamiento
en los territorios palestinos. Es horrible ver un método de encarcelamiento
tan amplio, que se utiliza como disuasión, como una forma de castigo
colectivo, como una forma de romper el espíritu, las relaciones y el tejido
social. Y este método se ha utilizado durante 55 años. La detención
administrativa es muy exclusiva de Israel. No digo que no suceda en otros
lugares, pero masivamente, en una escala tan grande, sí, es único. No creo
que la gente en todo el mundo entienda esto.



-Hablando del colonialismo de asentamiento, en un artículo en Haaretz, el
abogado de derechos humanos israelí Eitay Mack lo criticó duramente por un
pasaje de su informe en el que escribió que “el sionismo político vio a
Palestina como una tierra en la que establecer un estado para los judíos a
través de los asentamientos y el colonialismo.” ¿Puede entender por qué esto
se ve como una negación de la conexión histórica de los judíos con Israel?
Como si los judíos miraran el globo terráqueo y dijeran: ahí hay un bello
lugar, vamos a instalarnos allí. ¿Fue un error?



Pensé mucho, leí, estudié y hablé con la gente, y creo que sí, en este
párrafo en particular, simplifiqué. Y ahora entiendo que una simple oración
que reconociera que hubo una historia judía en esta tierra hubiera hecho más
fácil aceptar y comprender mi informe. No debería haberme conformado con
mencionar, en una nota al pie de página, que había una comunidad judía que
constituía el 10 por ciento de los habitantes de Palestina a fines del siglo
XIX. Reconocer que podría haber enfatizado esa conexión no invalida el resto
del informe; nada en esa conexión da legitimidad o permite lo que Israel
está haciendo en los territorios ocupados.



Quienes me acusaron de antisemitismo con el objetivo de atacar tanto a mi
mandato como a mí personalmente no merecen ni un momento de mi tiempo. Pero
una persona como Mack, a quien admiro profundamente y espero que sigamos
trabajando juntos porque tenemos una misión importante, creo que no entendió
el contexto y el mensaje de mi análisis.



Podría haber sido más sensible. No estratégicamente, porque para mí no es
una estrategia complacer a la gente de un lado o del otro, es una cuestión
de objetividad, de conciencia. En cuanto no reconoces una cosa como tal,
significa que dejas fuera gran parte de la historia del pueblo. Aún así, no
entiendo por qué la gente se molesta tanto cuando escucha la palabra
"colonialismo". Aparece en los escritos de los padres fundadores de Israel;
[Ze'ev] Jabotinsky mismo habló de “colonización”.



-El concepto de colonialismo de asentamiento es muy difícil de digerir para
los judíos en Israel y en todo el mundo. ¿Por qué decidió usarlo?



Le recuerdo que mi análisis se limita a 1967. Israel está violando el
principio fundamental del derecho del pueblo palestino a la
autodeterminación, y lo está haciendo de una manera que pretende limpiar la
mayor cantidad de territorio posible de la presencia e identidad palestina.
Esto se está intensificando con el nuevo gobierno: ocupando más territorio
para el beneficio exclusivo de los judíos israelíes, explotando los recursos
económicos, suprimiendo la identidad cultural y política.



Estas cosas son consistentes con el modelo y las prácticas del colonialismo
de asentamiento en Sudáfrica, Argelia, Canadá, en muchos lugares. A veces
ganó el colonialismo de asentamiento, a veces no. Y cuando escucho las voces
de ex soldados, de madres que perdieron a sus hijos, de personas en Israel
que viven con el miedo constante a los misiles, entiendo que la ocupación
también tiene un precio muy alto para los israelíes.



-Si el tribunal declara ilegal la ocupación israelí, ¿podría ser un punto de
inflexión en la forma en que la comunidad internacional la trata?



Respeto mucho y tengo mucha confianza en la independencia de los jueces de
la corte. No soy la única jurista que advierte que la ocupación israelí es
ilegal. Es ilegal porque no es temporal, no se gestiona en beneficio de la
población protegida y porque se ha convertido en una anexión del territorio.
También hay literatura que dice que la ocupación es ilegal porque también
aplica el apartheid [al área].



Mi aporte es que su misma existencia es incompatible con el derecho a la
libre determinación, y esto tiene un impacto en toda la comunidad
internacional. Es una obligación ineludible, no hay desviaciones de ella, ni
siquiera con respecto a terceros países. El punto de inflexión para mí es
que el tribunal, espero, ayudará a aclarar cuáles son las consecuencias, qué
pasos deben o no deben tomar los terceros países para poner fin a esta
situación.



-Entonces, si le entiendo bien, lo importante no es solo la declaración de
que la ocupación israelí es ilegal; esto es evidente. Lo importante, a sus
ojos, es qué pasos tomarán los estados miembros de la ONU para poner fin a
esta situación.



Sí, cuáles serán las consecuencias legales, porque la [ley] es muy
específica sobre esas consecuencias. Pensemos en Ucrania. ¿Necesitaríamos un
fallo judicial para determinar que la ocupación de Crimea es ilegal o para
declarar que la guerra que Rusia está librando en Ucrania es contraria al
derecho internacional? No, porque Ucrania es un país soberano, y en un país
soberano, la soberanía reside en el pueblo. La gente dice: 'Pero no hay
ningún país allí' [refiriéndose a Palestina]. No, hay un Estado de
Palestina, pero nació en cautiverio y nunca se le permitió florecer. E
incluso antes de eso, hubo un pueblo palestino y su soberanía como pueblo,
como entidad legal, ha sido reconocida desde 1919.



Espero que el tribunal sea útil y brinde orientación. Lo importante es
reconocer la situación actual: esta no es una guerra entre dos países, esto
es una ocupación. Existe una ley que obliga a todos los estados miembros de
la ONU a no reconocer una situación ilegal. Por ejemplo, los asentamientos
constituyen un crimen de guerra según el derecho internacional; por lo
tanto, cualquier [producto] que provenga de los asentamientos no debe ser
tratado como normal. No basta con ponerle una etiqueta de que es originario
de los asentamientos, debe estar estrictamente prohibido en los mercados
internacionales. Uno no debe ser cómplice de nada de lo que hace una
ocupación ilegal.



Entiendo que muchos países, incluido el mío, dicen “somos amigos de Israel”.
No, no sois amigos de Israel. No es bueno empeñarse en seguir por el camino
de la ilegalidad y la impunidad, y no tiene nada que ver con la amistad.
Esto no es del interés del pueblo israelí, e insisto en eso.



-¿Cómo están las cosas con respecto a su entrada en Israel?



Seamos claros: nunca pedí entrar en Israel. Debo entrar en un territorio que
Israel ocupa y sobre el que no tiene soberanía. Por supuesto, tengo interés
en coordinar mi visita con las autoridades israelíes como potencia ocupante.
Los relatores anteriores volaron a los territorios ocupados con sus
pasaportes sin tener que pedir ningún consentimiento previo. Si quieren que
haga una solicitud, la haré. Sigo pensando que es mi derecho anunciar mi
visita, llegar a la frontera y que se permita mi entrada. Lo único es que no
pueden garantizar mi seguridad al 100 por ciento. Me ocuparé de ello yo
misma. Me arriesgaré.



No los presioné y durante dos meses no supe nada de las autoridades
israelíes. Esto es muy irrespetuoso. No dejé de trabajar. Tuve reuniones en
Amman, pero también tuve reuniones [por internet] con palestinos e
israelíes. Me reuní con menores que estaban detenidos, con padres de niños
que fueron asesinados por fuego israelí y cuyos cuerpos nunca fueron
devueltos. Israelíes y palestinos me llevaron por recorridos virtuales. Si
Israel piensa que me impedirá obtener información, está equivocado.



Encuentro que, de una manera extraña, la guerra contra mí crea oportunidades
para que entre en contacto con los israelíes, porque la gente es curiosa. No
habría recibido tal exposición si mi mandato no hubiera sido tan
controvertido. Antes de hablar conmigo, la gente piensa que soy una especie
de criatura diabólica cuyo único propósito es empañar a Israel y a los
israelíes. Luego me hablan y se dan cuenta de que soy un ser humano
ordinario. Una abogada que investiga los hechos, los analiza y los comenta
desde el punto de vista jurídico. Puedo estar equivocada, como cualquier
persona, pero hay dentro de mí un deseo profundo, verdadero y sincero de que
el derecho internacional se aplique en este torturado país. Porque realmente
veo el potencial de que la gente viva en paz. Realmente lo veo, y no veo
otra forma de llegar a ella sino a través del respeto a la ley.



* Francesca Albanese, jurista y profesora de Derecho Internacional italiana,
es Relatora Especial de la ONU sobre los Territorios Palestinos.
Recientemente ha sido acusada de "anti-semitismo" por las autoridades
israelíes, que han pedido su cese por haber denunciado la insostenible
situación de los palestinos en los Territorios Ocupados por Israel,
condenada sistemáticamente por multitud de resoluciones de Naciones Unidas.

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