Nicaragua/ El agotamiento de la dictadura y el rol crucial de la disidencia sandinista. [Julio L髉ez Campos]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Jul 20 22:10:20 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

20 de julio  2023

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacci贸n y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Nicaragua



El agotamiento de la dictadura y el rol crucial de la disidencia sandinista



El sandinismo da se帽ales de distanciamiento y ruptura silenciosa con el orteguismo. Sumar esa fuerza disidente es tan importante como unir a las dem谩s.



Julio L贸pez Campos *

Confidencial, 19-7-2023

https://confidencial.digital/



No se puede negar hoy que el actual r茅gimen dictatorial se incub贸 desde la revoluci贸n sandinista. De su seno naci贸 el danielismo, versi贸n primaria y temprana del caudillismo, en el contexto del enfrentamiento con las agresiones reaganianas, que m谩s tarde devendr铆a en dictadura. Surgi贸 facilitado por la correlaci贸n de fuerzas entre las tres tendencias del FSLN en la lucha contra el somocismo y, m谩s adelante, creci贸 durante la revoluci贸n, por la actitud oportunista de cuadros importantes y la indeterminaci贸n de una parte del liderazgo nacional, enfrascado en est茅riles y supuestas discusiones ideol贸gicas que, sotto voce, se rumiaban en el FSLN y enmascaraban disputas internas de poder.



Ya fuera de la presidencia, y al mejor estilo estalinista, Ortega fue marginando, hasta excluir por completo, a quienes no se plegaron a su proyecto personal de control y poder, y termin贸 apropi谩ndose del Frente Sandinista y las c煤pulas de las organizaciones sindicales y populares, en aquel despelote posterior a la ca铆da del campo socialista y la derrota electoral del sandinismo. Hay que reconocer la incapacidad del sandinismo cr铆tico de prever lo que desde su seno se estaba gestando, y, sobre todo, la falta de continuidad de las distintas corrientes que surgieron a partir de 1990, para enfrentarlo de manera resuelta y sostenida desde adentro del FSLN.



M谩s tarde vendr铆a el pacto de Ortega con el liberalismo 鈥晀ue algunos al interior del FSLN quisieron teorizar como pacto anti olig谩rquico鈥 que condujo al reparto de todas las instituciones y que ser铆a decisivo para asfixiar a la embrionaria democracia que buscaba abrirse camino entre las disputas de la transici贸n. Despu茅s vendr铆a la alianza sin precedente con el sector empresarial y el gran capital, con rango constitucional; la aquiescencia de los partidos de oposici贸n con lo que estaba pasando; el respaldo de una parte de los l铆deres de la Iglesia cat贸lica (Miguel Obando y Bravo); el evidente pragmatismo de Washington y de los organismos financieros internacionales, que consideraban funcional a sus intereses y pol铆ticas el 鈥減opulismo responsable鈥 de Ortega.



Todo ello fue acompa帽ado con la abundancia de dinero concedido por la Venezuela de Hugo Ch谩vez, que iba directo al bolsillo de los Ortega-Murillo; las migajas para planes y programas clientelares; los precios favorables de materias primas; las remesas y la inversi贸n extranjera directa creciendo; luchas populares congeladas y dirigencias castradas; la macroeconom铆a neoliberal imponiendo estabilidad; un relato interno te帽ido de sandinismo y los aplausos un谩nimes de las izquierdas institucionales del continente.



Todos estos factores combinados hicieron posible el proceso de consolidaci贸n y despliegue de la dictadura de Ortega y Murillo. De 2007 a 2017, fue la d茅cada de su fortalecimiento y plenitud. Y hay que subrayarlo: no ser铆a de ninguno de estos sectores que emerger铆a la explosi贸n social de abril de 2018 que abri贸 la crisis del r茅gimen.



Y ahora鈥 驴d贸nde estamos?



Despu茅s de haber ganado un tiempo estrat茅gico con negociaciones que no condujeron a ning煤n lado, y luego de la liquidaci贸n a plomo y fuego de la rebeli贸n de abril, masacrando a un pueblo desarmado, la dictadura resolvi贸 destruir, de manera gradual y de cualquier forma, todas las expresiones y posibilidades de existencia de vida pol铆tica o social independiente del Estado y su control; se jur贸 que nunca m谩s permitir铆a el germen de posiciones aut贸nomas e independientes y que conservar铆a su poder sin importar el precio.



Uno a uno, cayeron todos los islotes que, con sus particulares agendas, daban vida y movilizaban a gentes con posiciones propias. La 煤nica vida pol铆tico-social que quedaba, en una sociedad civil expandida, fue siendo ahorcada. M谩s de 3000 de esos organismos plurales fueron desaparecidos del mapa. Sus responsables, exiliados, encarcelados, perseguidos; y sus miembros, dispersados o desaparecidos en el mar de la migraci贸n forzosa. Estas c茅lulas, que en buena parte daban existencia a la sociedad civil en una precaria vida democr谩tica, fueron liquidadas, aniquiladas, por la represi贸n del r茅gimen.



El mensaje ha sido claro y brutal. La dictadura no permite ninguna forma de existencia social o pol铆tica fuera de su control. La 煤nica alternativa es sumisi贸n al r茅gimen o desaparici贸n. Sabemos que todas las libertades y derechos de los ciudadanos tuvieron la misma suerte.



Aparejado con este proceso, tambi茅n avanz贸 durante esa d茅cada, el control y subordinaci贸n corrupta de los mandos militares y policiales. Ante el dilema del curso a tomar, claudicaron sin honor ni resistencia y optaron por la sumisi贸n incondicional. Nicaragua fue vaciada de todas las expresiones de incipientes instituciones democr谩ticas. Solo qued贸 la farsa de los 鈥減oderes del Estado鈥 y, en el silencio y el miedo generalizado, el relato atropellante de la dictadura y de sus mediocres ep铆gonos.



驴Hacia d贸nde vamos?



Una lectura literal de la descripci贸n anterior podr铆a conducir a grav铆simos errores de deducci贸n, lo que por cierto ocurre con frecuencia en la interpretaci贸n de los hechos. Podr铆a dar la falsa imagen de la dictadura como un monstruo bic茅falo, poderoso e imbatible, y una sociedad sin esperanzas. Pero, nada m谩s lejos de la realidad.



Cualquier persona que aprenda de las lecciones de la historia sabe que la existencia de un r茅gimen dictatorial o democr谩tico es viable y sostenible, siempre y cuando, las bases y fuentes de poder que lo sustentan se mantengan s贸lidas, siga contando con la adhesi贸n y respaldo de la mayor铆a de sus ciudadanos o cuente, por lo menos, con el respaldo de una fuerza importante y beligerante en la sociedad. Y, desde luego, siempre que la poblaci贸n y sus funcionarios no comiencen a retirarle su apoyo, cooperaci贸n o respaldo.



Miremos someramente c贸mo estaban y c贸mo est谩n hoy algunos de esos indispensables pilares de sustentaci贸n. Seg煤n la encuesta de CID Gallup de mayo 2015, tres de cada cuatro encuestados ten铆an opiniones positivas sobre Daniel Ortega (75%). Realmente un nivel muy alto de opiniones favorables. La se帽ora Murillo tambi茅n estaba en nivel similar, con el 70% de opiniones positivas. El binomio luc铆a con un fuerte e incontestable respaldo. Algo similar ocurr铆a con la jefa de la Polic铆a.



Otro dato m谩s expl铆cito: el 53% de encuestados apoyaba el desempe帽o de Ortega como presidente, teniendo 鈥晄eg煤n CID Gallup鈥, el 铆ndice de aprobaci贸n ciudadana m谩s alto entre sus hom贸logos de los 煤ltimos diez a帽os. Todo un r茅cord. Es m谩s, el 57% afirmaba que Ortega dejar铆a al pa铆s en muy buenas condiciones tras su tercer mandato. Para entonces, en pleno periodo de consolidaci贸n, el 52% identificaba al FSLN como el partido de su preferencia y su identificaci贸n con 茅l era incuestionable. Y su mayor apoyo proven铆a de los habitantes metropolitanos, sobre todo, de los j贸venes entre 16 y 24 a帽os de edad.



Una r谩pida revisi贸n de la 煤ltima encuesta de CID Gallup, de julio 2023 (https://confidencial.digital/politica/cid-gallup-56-de-la-poblacion-opina-que-ha-aumentado-la-corrupcion-en-los-ultimos-seis-meses/) muestra que el 61% de encuestados desaprueba la gesti贸n presidencial de Ortega y s贸lo el 29% lo aprueba. Adem谩s, s贸lo el 13% se identifica con el FSLN como la agrupaci贸n pol铆tica de su simpat铆a. Es importante observar los datos sobre la credibilidad de las instituciones: la Presidencia s贸lo tiene el 26%; el Ej茅rcito, 29; la Polic铆a, 25% y el FSLN s贸lo el 25%. Seg煤n esta encuesta, Ortega s贸lo contar铆a con el 34% de opiniones favorables y el 54% desfavorable, y la se帽ora Murillo con el 38% favorable y el 49% desfavorable. Balance incontestablemente negativo en ambos casos. Todo lo contrario de la encuesta de 2015.



Los datos anteriores los mencionamos 煤nicamente para llamar la atenci贸n sobre un proceso de desgaste en curso de los pilares de sustentaci贸n del r茅gimen. Por si ello no fuera suficiente, habr谩 que preguntarse si la represi贸n generalizada sobre la Iglesia cat贸lica suma o resta fuerza de sustentaci贸n al r茅gimen. Sin duda, tampoco se fortalece la alianza con el gran capital con el peso de la represi贸n y las confiscaciones a Piero Coen (https://confidencial.digital/politica/ortega-ejecuta-confiscacion-del-empresario-piero-coen-ubilla/). uno de los m谩s importantes capitales del pa铆s. Incertidumbres y temores de la dictadura son ahora m谩s que evidentes con sus recientes disposiciones legales y severas normas de control interno, que criminalizan la desafecci贸n o deserci贸n de las filas policiales, su m谩s importante instrumento cotidiano de represi贸n.



Hoy nos encontramos con el nivel hist贸rico m谩s bajo de respaldo a la dictadura que hacen de Ortega y Murillo los personajes m谩s repudiados del pa铆s. M谩s importante a煤n, ese proceso se viene operando de manera significativa al interior del sandinismo amplio, no orteguista y, sin duda, de manera silenciosa en los n煤cleos m谩s cercanos que forman parte de las articulaciones estatales y pol铆ticas del r茅gimen. Y, seguramente, avanza sigilosamente en el seno del Ej茅rcito y la Polic铆a. En todo esto consiste la importancia estrat茅gica de este fen贸meno en curso. (Sugerimos ver detalles sobre el FSLN en art铆culo reciente de Manuel Orozco, (https://confidencial.digital/opinion/la-caida-de-la-popularidad-y-el-apoyo-a-daniel-ortega-en-el-fsln/)



Aunque desde sectores de la oposici贸n en el exilio algunos hacen hasta lo imposible para no reconocer el car谩cter determinante de esta fuerza de existencia real, la experiencia hist贸rica sobre estas situaciones no da lugar a dudas. Para que caiga un r茅gimen dictatorial como el de Ortega (sin recurrir al uso de la acci贸n extranjera militar directa), tiene que haber un proceso de erosi贸n y debilitamiento de las propias fuerzas tradicionales de sustentaci贸n. Y en Nicaragua ese proceso ya inici贸.



Si verdaderamente queremos derrotar a la dictadura y no pasar especulando 煤nicamente con la eventualidad de un maltrecho y virtual proceso electoral que asegure el protagonismo de ciertos liderazgos en el exilio, es esencial tomar en cuenta y dar su justo lugar a las pol铆ticas que impulsen el distanciamiento de los funcionarios p煤blicos con el r茅gimen y reconocer la importante funci贸n del sandinismo no orteguista en esta tarea.



Si queremos de verdad lograr el objetivo estrat茅gico de deponer a la dictadura, tenemos que asumir que necesitamos de la participaci贸n de todas las fuerzas antidictatoriales sin exclusiones. Pero, aun as铆, ello no ser铆a suficiente. Es indispensable consensuar m铆nimamente lo que vendr铆a despu茅s. Qu茅 democracia queremos. Qu茅 pa铆s queremos. Si se trata de una democracia sin exclusiones ni revanchismos. Incluyente, plural, respetuosa de las libertades y los derechos humanos, pero con justicia y, desde luego, sin impunidad.



El sandinismo est谩 dando se帽ales de distanciamiento y rupturas silenciosas con el orteguismo. Sumar esa fuerza disidente es tan importante como unir a todas las dem谩s. No se trata de salir de perdonavidas diciendo que se ser谩 comprensivo con 鈥渓os que han votado por el FSLN鈥. Se trata de socavar y debilitar los pilares de sustentaci贸n del r茅gimen en su base pol铆tica, en los aparatos estatales, policiales y militares. Se trata de estimular las m谩s variadas formas de distanciamiento, obstrucci贸n, no cooperaci贸n y ruptura con el r茅gimen. Se trata de estimular la ruptura de estas fuerzas con el r茅gimen y fortalecer en ellos la confianza y esperanza de un pa铆s mejor en el que alcanzamos todos.



Los discursos de odio antisandinista no pondr谩n fin a la fuerza que 茅ste representa en un pa铆s llamado Nicaragua. El sandinismo es muy anterior al surgimiento del FSLN y seguro le sobrevivir谩.  Eso s铆, con ese discurso s贸lo fortalecen al r茅gimen y le facilitan el agrupamiento de sus bases. Es momento de tomar nota de los cambios silenciosos que se est谩n operando en las bases de apoyo del r茅gimen y de unir todas las fuerzas para profundizar el distanciamiento y la ruptura hasta derrocarlo.



* Julio L贸pez Campos, polit贸logo nicarag眉ense desterrado y desnacionalizado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Recientemente nacionalizado espa帽ol. Fue director de Relaciones Internacionales del FSLN en los a帽os 1980.



Art铆culo relacionado



Ortega y Murillo convocan a un 鈥榩etit comit茅鈥 para celebrar el 44 aniversario de la Revoluci贸n Sandinista - Wilfredo Miranda Aburto (https://www.divergentes.com/ortega-y-murillo-celebran-el-aniversario-de-la-revolucion-con-un-petit-comite/)

  _____





--
Este correo electr贸nico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ pr髕ima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20230720/020c5b3f/attachment-0001.htm


M醩 informaci髇 sobre la lista de distribuci髇 Boletin-prensa