Grecia/ El fin de una era para SYRIZA. [Antonis Ntavanellos]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Oct 1 00:05:05 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

1° de octubre 2023

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Grecia



El fin de una era para SYRIZA



Antonis Ntavanellos *

A l´encontre, 29-9-2023

http://alencontre.org/

Traducción de Viento Sur

https://vientosur.info/



En las elecciones para suceder a Alexis Tsipras como líder de SYRIZA, Stefanos Kasselakis ganó con el 56% de los votos. Se trata de una nueva estrella que hasta hace poco no militaba en el partido y que afirma no tener ninguna relación con la izquierda política organizada, ni con su historia ni con sus objetivos.



Su rival derrotada, con un 44%, es Effie Achtsióglou. Ella lideraba una coalición de miembros históricos de SYRIZA, principalmente provenientes de la tradición eurocomunista y que tras la capitulación de 2015 optaron por permanecer en SYRIZA y servir como ministros de alto rango en el gobierno de Alexis Tsipras entre 2015 y 2019. Effie Achtsióglou fue ministra de Trabajo y Euclid Tsakalotos [que obtuvo el 8,78% de los votos en la primera vuelta de las elecciones internas] fue ministro de Economía en el gobierno que impuso y aplicó el tercer memorándum de austeridad.



Stefanos Kasselakis procede de una próspera familia de empresarios y creció en Estados Unidos, donde se involucró en actividades empresariales (trabajando para Goldman Sachs o moviéndose en los círculos de famosos armadores griegos). Durante su estancia en Estados Unidos, afirma haber colaborado con el CSIS (Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales), al tiempo que se mostraba activo en el entorno del Partido Demócrata, como voluntario a favor de Joe Biden, entonces miembro del Congreso. Justo antes de las cruciales elecciones de 2023 [en las que SYRIZA obtuvo 71 escaños en mayo y 47 en junio], Alexis Tsipras pidió a este prometedor joven que ocupara un puesto honorífico, pero no elegible, en la lista de la circunscripción nacional, como parte del plan de SYRIZA para expandirse hacia el centro político y proporcionar algo de glamur en las papeletas del partido. Kasselakis aceptó la invitación y regresó a Grecia. En aquel momento, nada hacía presagiar los acontecimientos posteriores, con la posible excepción de los estrechos vínculos políticos que Kasselakis desarrolló rápidamente con la camarilla de Alexis Tsipras.



Tras la aplastante derrota de SYRIZA en la doble elección de mayo-junio de 2023 (con un resultado un 20% inferior al de Nueva Democracia y una clara pérdida de apoyo entre la clase trabajadora, véase el artículo publicado en este sitio el 13 de julio de 2023), Alexis Tsipras se vio obligado a dimitir [formalmente el 29 de junio], a pesar de su intento inicial de evitarlo. En las elecciones internas del partido para suceder a Tsipras, Stefanos Kasselakis se presentó como candidato con la arrogancia de afirmar que es el único que puede vencer electoralmente a Kyriákos Mitsotákis. ¿Por qué? La respuesta, en palabras de Kasselakis, es sorprendente. Afirma que habla inglés mejor que Mitsotakis, que se le dan mejor las matemáticas que a Mitsotakis y que tiene más experiencia empresarial que Mitsotakis...



La cuestión que se plantea es cómo un personaje así pudo imponer su liderazgo en un partido que aún se definía como parte de la izquierda radical. La prensa griega está llena de artículos que analizan el triunfo de la pospolítica, en la que una personalidad glamurosa con hábiles técnicas de comunicación puede eclipsar el contenido político. Semejantes análisis corren el riesgo de llevar a conclusiones que se sitúan en el terreno de lo fantástico. En mi opinión, existen explicaciones más sencillas y concretas.



Durante la campaña de Kasselakis, fue inmediatamente evidente que había dinero, mucho dinero, en juego. La campaña de Kasselakis fue apoyada por gran parte de los medios de comunicación griegos. Durante varias semanas, se coordinaron para hacer de cada palabra o gesto del joven líder en ciernes una noticia importante, anunciando generalmente su victoria en el proceso. Pero estos elementos por sí solos no habrían bastado. La victoria de Kasselakis fue organizada por una fuerza dentro de SYRIZA: el círculo de los colaboradores más cercanos y de mayor confianza de Alexis Tsipras, aliado a una gran parte de los políticos socialdemócratas que se unieron gradualmente a SYRIZA después de 2015.



Nikos Pappas (antigua mano derecha de Tsipras), Giorgos Tsipras (primo del ex primer ministro), Pavlos Polakis (gurú político-ideológico- de Tsipras), el almirante Evaggelos Apostolakis (antiguo asesor de Tsipras encargado de sus relaciones en las fuerzas armadas) y el (más discreto) socialdemócrata Christos Spirtzis conforman el círculo de ejecutivos que, hasta ayer, servían de guardia pretoriana de Tsipras y que ahora son los pilares centrales de la victoria de Kasselakis.



Alexis Tsipras no es conocido por su generosidad, ni siquiera por tratar con justicia a quienes le ayudaron. El por qué Tsipras dejó su partido a un hombre que aterrizó como un cometa en SYRIZA hace unos meses sigue siendo una cuestión importante. Otro candidato a la dirección de SYRIZA, el socialdemócrata de la vieja escuela Stefanos Tzoumakas, que sólo obtuvo alrededor del 2% de los votos, actuando como un electrón libre, ha proporcionado una respuesta. Afirmó que Kasselakis es y será un presidente de transición; sugiere que el camino sigue abierto para que Tsipras regrese a la dirección del partido. De hecho, esta respuesta tiene fundamente. Pero no es completa. La verdad es que SYRIZA en su conjunto es ahora un partido de transición. Alexis Tsipras ha dejado claro su compromiso con el proyecto estratégico de una recomposición que incluya tanto a SYRIZA como al PASOK [desde mayo de 2022, este acrónimo se refiere al Movimiento por el Cambio surgido de la coalición de cuatro formaciones entre 2017 y 2018, incluido el histórico PASOK], hacia la fundación de un amplio campo progresista que ya no incluirá ninguna referencia, símbolo o característica (ni siquiera la palabra izquierda) que recuerde los grandes enfrentamientos políticos del pasado.



Lo cierto es que SYRIZA ya ha dado grandes pasos en esta dirección. Su política de oposición a Mitsotakis (2019-2023) ha roto los vínculos entre la reivindicación del poder gubernamental y la formulación de una narrativa o compromiso para cambiar el mundo en beneficio de la mayoría trabajadora. Esta política, promovida con el pretexto de reforzar las perspectivas electorales de SYRIZA, resultó desastrosa incluso en términos electorales. Pero la lección extraída por estos aprendices de brujo es que las razones de la derrota hay que buscarlas en los lastres del pasado, que impidieron a Tsipras completar el giro a la derecha hacia el campo democrático de forma rápida y coherente.



En este proceso de transformación conservadora, los cambios en los hábitos y prácticas organizativas no han sido secundarios. Cuando Tsipras reclamó para sí el privilegio de ser elegido directamente por los miembros y simpatizantes del partido, dio un gran paso en contra de la tradición de un partido estructurado que caracteriza a la izquierda. En el proceso para elegir su presidente, la única condición para participar era pagar 2 €, y han participado entre 120.000 y 130.000 personas. De entre ellas, una mayoría del 56% eligió como presidente del partido a una persona cuyas opiniones políticas son totalmente desconocidas, a pesar de que su biografía advierte de que, si existen, son hostiles a cualquier variante de la política de izquierdas.



Pero también es cierto que la transformación de SYRIZA no ha llegado a su punto final. Dentro del partido, todavía hay miembros cuya vida política está vinculada a las tradiciones de izquierdas, al movimiento obrero y a una perspectiva socialista (al menos a través de una estrategia reformista, como objetivo final tras muchas etapas sucesivas o una acumulación de reformas, etc.). La principal debilidad de estas corrientes es la posición que adoptaron durante el periodo crucial de 2015 y su tardía, reacia y tímida diferenciación de Tsipras después de 2019. Pero han dejado claro que no tienen intención de seguir un camino que desemboque en un Partido Demócrata al estilo estadounidense.



El verdadero significado de la era Kasselakis va a ser limpiar SYRIZA de estas voces de la oposición. Y esta limpieza no se limitará a individuos o determinados colectivos. También conllevará la incorporación aún mayor de partes de la ideología y la política burguesas en el ADN del partido. El resultado será una transformación aún más rápida de los vínculos de SYRIZA con círculos sociales en una dirección conservadora, con los previsibles efectos acumulativos. Y lo que surgirá en el horizonte será un nuevo partido que simplemente tendrá que cambiar de nombre.



Tsipras ha optado por intentar liderar este camino por delegación, porque implica conflicto y prácticas impopulares. A día de hoy, seguimos sin conocer el calendario de esta transición, ni siquiera sabemos si el congreso de SYRIZA, previsto para noviembre, se celebrará realmente. Obviamente, no sabemos si al final de la transición Kasselakis cederá el liderazgo o si se mostrará más resistente y amenazador con su actual mentor (Tsipras). Mi opinión es que el escenario más probable es una aceleración del declive de SYRIZA y su degeneración en un agrupamiento de políticos centristas democráticos de importancia política secundaria.



Una cosa es segura: esta evolución no se definirá únicamente por la situación interna en SYRIZA. Estará influida, quizá de forma decisiva, por las posibilidades de un enfrentamiento generalizado entre el movimiento social y el gobierno salvajemente agresivo de Mitsotakis.



En Grecia, la vuelta a la normalidad está lejos de ser segura. Como cada año, en la Feria Internacional de Salónica (9-17 de septiembre), Mitsotakis tuvo que presentar su política económica y social.



Ahora bien, en un contexto bastante difícil. Los incendios y las inundaciones de este verano destruyeron más de 200.000 hectáreas de tierra [2.000 kilómetros cuadrados]. Tras muchos años de recortes en la financiación pública y la limitación de la contratación de nuevo personal, las hipócritas referencias de Mitsotakis al cambio climático no bastaron para responder a la ira suscitada por el colapso de los mecanismos más básicos de protección civi,.



Mitsotakis, consciente de la vuelta a la disciplina presupuestaria a partir de enero de 2024, afirmó que la política de su nuevo gobierno consistiría en menos prestaciones (!) en comparación con 2019-23 pero más reformas (!).



Estos dos aspectos constituyen un reto. Los precios de los alimentos baten récord tras récord[1] y, en este contexto de austeridad extrema, el gobierno recorte prestaciones como la ayuda dirigida a la gente más pobrs que permitía un consumo mínimo. Peor aún es la amenaza de las reformas: en un país donde la semana laboral media es la más larga de Europa (¡41 horas!), el ministro de Trabajo de extrema derecha, Adonis Georgiadis, ha presentado una ley que permite un aumento espectacular de la jornada laboral: ¡legaliza el trabajo 7 días a la semana y allana el camino para una jornada laboral diaria de hasta 13 horas[2]! El trágico indicador de accidentes laborales mortales da fe del agotamiento físico y psicológico de las clases trabajadoras griegas: 2022 fue un año récord con 122 muertes en el centro de trabajo. En los primeros 9 meses de 2023, la cifra aumentó a135, lo que sugiere una sombría tendencia al alza...



Fue frente a este tipo de desafío, a la reforma antiobrera del tiempo de trabajo, cuando tuvo lugar la primera huelga general, el jueves 21 de septiembre, bajo el nuevo mandato de Mitsotakis iniciado el 26 de junio. A pesar de la inercia de la burocracia de la Confederación General del Sector Privado, la huelga fue un éxito notable, y como se organizó pocas semanas después de la victoria electoral de Mitsotakis, podría ser una advertencia: esta vez no habrá periodo de tregua.



En los tiempos de un sistema político bipartidista muy fuerte, cuando tanto Nueva Democracia y el PASOK tenían un gran poder político, los parlamentarios experimentados solían decir que no bastaba con que uno de ellos fuera fuerte. En su opinión, una condición para la estabilidad del sistema es que el voto combinado de los dos principales partidos rondase el 70-80% del electorado para garantizar tanto el papel del gobierno como el de la oposición institucional.



Debido a la crisis de la oposición y de SYRIZA, en el bando de Mitsotakis existe actualmente un sentimiento de supremacía invencible. Es un error de miopía y arrogancia. De hecho, la crisis de la oposición es un factor de inestabilidad para el sistema. Los trabajadores se dan cuenta de que sus movilizaciones son la única fuerza de oposición. En Grecia, este factor ha demostrado en varias ocasiones que puede obligar a Mitsotakis y a Tsipras a cambiar, incluso radicalmente, sus cálculos políticos.



* Antonis Ntavanellos es miembro de la dirección de DEA y editor de la publicación Ergatiki Aristera.



Notas de A l´encontre



[1] Además de la subida del precio de los alimentos -que rondan el 12% interanual según las estadísticas oficiales-, un reciente estudio publicado en septiembre por la Asociación de Consumidores Griegos muestra que uno de cada dos hogares ha reducido sus gastos en alimentación para poder pagar las facturas de electricidad y calefacción. Ahora bien,al mismo tiempo, el 75% de los hogares ha reducido el uso de la calefacción y el 50% el del agua caliente. Además, un tercio de los hogares declaran tener problemas de salud relacionados con las condiciones de su vivienda. A modo de recordatorio, el salario mínimo por hora es de 5,46 euros y el salario mínimo mensual de 778 euros. Sin embargo, un gran porcentaje de las nuevas contrataciones no son a tiempo completo

[2] El gobierno quiere introducir un contrato de "cero horas": el trabajador contratado tendría que esperar a que le llame el jefe cuando lo considere oportuno, a más tardar 24 horas antes de empezar a trabajar, y sólo se le pagaría el tiempo realmente trabajado. También se habla de trabajadores a prueba, contratados en régimen de formación y despedidos a los seis meses sin indemnización.

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20231001/527a9301/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa