Brasil/ La nueva situación y sus desafíos. [Valerio Arcary]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Oct 7 13:24:55 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

7 de octubre 2023

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Brasil



La nueva situación y sus desafíos



Una serie de acontecimientos están volviendo inestable el escenario
político. Han vuelto las movilizaciones sociales y la economía crece, pero
hay amenazas como el estallido de la violencia y el chantaje derechista. El
gobierno necesita entrar en la contienda, pero aún no se ha dado cuenta de
ello



Valerio Arcary *

Outras Palavras, 6-10-2023

https://outraspalavras.net/

Traducción de Correspondencia de Prensa



1.

Hay un nuevo momento en la coyuntura política al iniciarse el décimo mes de
gobierno de Lula. En la misma coyuntura hay oscilaciones en las relaciones
políticas de fuerza. En la misma situación en la lucha de clases, pueden
ocurrir diferentes coyunturas sin que cambie la relación social de fuerzas.
La situación permanece estable. Ni el gobierno ni la oposición de
ultraderecha se han fortalecido o debilitado cualitativamente. Situación y
coyuntura son dos niveles de análisis diferentes. Pero la estabilidad de la
situación política no disminuye la importancia de analizar la coyuntura más
de cerca.



2.

El nuevo momento de la coyuntura está definido por cinco factores: (a) la
continuidad de los indicadores positivos de recuperación económica; (b) el
impacto de las luchas defensivas contra la inminencia de las privatizaciones
en São Paulo; (c) la precipitación de un nuevo pico en la crisis estructural
de inseguridad pública; (d) el shock causado por la acusación de Mauro Cid y
la inminencia de una posible criminalización de Bolsonaro; (e) la grotesca
reacción del Congreso Nacional contra el STF (Supremo Tribunal Federal) tras
la votación inconstitucional de la tesis del Marco Temporal.



3.

Todo es lo contrario de lo que parece. La izquierda está perdiendo
oportunidades. El chantaje del Congreso contra el Tribunal Supremo y, en
menor medida, contra el Gobierno, incluso tras la incorporación de ministros
centristas, es defensivo. El equilibrio político de poder ha cambiado. Hay
una inmensa confusión porque el gobierno, increíblemente, no da la batalla
política. Lula fue elegido, pero está capitulando ante las presiones
absurdas del Centrão (bloque clientelista de partidos derechistas: ndt) que
quiere impedir que se cumpla el programa aprobado por las urnas. Lo curioso
es que ahora el Centrão no quiere que el Tribunal Supremo dicte sentencia.



4.

La situación defensiva de Bolsonaro tras la derrota del 8 de enero descansa
en la iniciativa del STF. La verdad es que el Parlamento perdió las
elecciones, aunque la "cábala" de derecha y extrema derecha tenga mayoría en
el Congreso. La mayoría que se alineó detrás de Arthur Lira (partido
Progresistas, presidente de la Cámara de Diputados: ndt) y Rodrigo Pacheco
(partido Progresistas, diputado federal: ndt) sostuvo al gobierno derrotado
que no fue reelegido. Bolsonaro perdió. La mayoría reaccionaria en el
Parlamento habla en nombre del país contra el Tribunal Supremo, pero no
tiene legitimidad. La Corte Suprema es el único de los tres poderes del
Estado que no fue elegido, pero fue el más defensor de la Constitución.
Desempeñó un papel central en la línea de defensa contra el golpe. Ya es
hora de que el gobierno reaccione. Un paso adelante cada vez. Pero en la
dirección correcta. Aprendiendo las lecciones del desastre del gobierno de
Alberto Fernández en Argentina. No se puede retroceder fingiendo que se
avanza.



5.

En la infraestructura de la sociedad, sorprende la recuperación económica
que mantiene una dinámica de crecimiento que incluso podría superar el 3%,
mientras que el desempleo ha bajado al 7,9% y la inflación se mantiene
estable. El número de trabajadores con un contrato formal creció un 3,4%, es
decir, 1,2 millones de personas, hasta alcanzar los 37 millones. Hace tres
años eran menos de 33 millones. Este contexto ayuda al gobierno porque,
combinado con la sensación de alivio que viene desde la derrota de Bolsonaro
en las elecciones, favorece la percepción de que la vida está mejorando. En
la estructura, donde tenemos que medir la relación social de fuerzas, las
oscilaciones son cuantitativas, y se mantiene un cuadro defensivo, debido a
la inseguridad que aún existe en el ánimo de las masas populares. En una
palabra, el gobierno está ganando tiempo. Pero no indefinidamente. El
impacto de las operaciones de represión policial con la sucesión de tres
semanas seguidas de masacres está afectando a la conciencia de millones,
porque nadie puede ver la diferencia entre la estrategia de seguridad
pública de los gobiernos de izquierda y la política de "guerra contra el
narcotráfico" de la extrema derecha.



6.

Pero el desafío planteado en San Pablo por la huelga unificada de los
trabajadores del metro, ferrocarriles y Sabesp contra las privatizaciones
del gobierno de Tarcísio ha conquistado una sorprendente simpatía popular,
señal de que puede haber un cambio en el estado de ánimo de las masas
populares. La huelga de la USP (Universidad de San Pablo) por la
contratación de profesores y por condiciones mínimas de asistencia a los
estudiantes es también un indicador interesante, por la adhesión masiva de
los estudiantes y la solidaridad de los profesores contra la decadencia de
las universidades públicas. O sea, hay una reacción del movimiento sindical
y estudiantil contra la ofensiva del gobierno más reaccionario del país, el
más alineado con Bolsonaro. La burguesía se dio cuenta rápidamente de lo que
estaba en juego. Las huelgas contra las privatizaciones son una forma muy
elevada de lucha de clases. Por supuesto, hay una dimensión estrictamente
defensiva de los trabajadores que saben que habrá una brutal ola de
despidos. Pero se trata de una lucha política en defensa de los servicios
públicos de transporte y contra la mercantilización del agua. Luchan por
todos nosotros. La solidaridad era casi invisible. Por desgracia, la gran
mayoría de la izquierda, e incluso los movimientos sociales, han sido hasta
ahora sonámbulos.



7.

El resultado de la lucha contra la privatización en San Pablo está en
entredicho. Nada explica el silencio del gobierno federal. Biden fue a
Detroit para apoyar la lucha de los trabajadores del automóvil por unos
salarios más altos. Si incluso un presidente del Partido Demócrata
estadounidense, un partido umbilicalmente ligado a una fracción del
capitalismo más poderoso del mundo, fue capaz de este gesto, ¿por qué no
puede un solo ministro del gobierno de Lula posicionarse contra las
privatizaciones? ¿Por qué ningún dirigente del gobierno puede defender a los
sindicatos cuando la línea del gobierno de Tarcisio es criminalizar las
huelgas? Si el gobierno de Tarcisio derrota la huelga y privatiza todo, el
impacto será devastador. ¿Alguien está tan distraído que no se ha dado
cuenta de que la denuncia del carácter partidista de la huelga responde a la
táctica de demonizar a Boulos? Es hora de rodear la lucha de solidaridad y
construir un muro de autodefensa con un Frente Único de Izquierda.



8.

En la superestructura, la lucha institucional ha cambiado de nivel con la
ofensiva reaccionaria en el Parlamento, tanto en la Cámara de Diputados como
en el Senado, contra el Tribunal Supremo: el caucus BBB (Buey Bala, Biblia)
en defensa del Marco Temporal, con la presentación de proyectos de ley para:
(a) para que el Congreso suspenda las decisiones del STF; (b) para que el
Congreso reglamente las reglas de procedimiento del STF, desautorizando las
decisiones monocráticas e impidiendo que un único ministro solicite la
revisión de casos; (c) para que el poder legislativo apruebe, antes de las
deliberaciones del STF, PECs (Proyecto de Enmienda Constitucional) de sesgo
conservador o francamente reaccionario sobre temas como el aborto, la
despenalización de las drogas, el impuesto sindical y el Marco Temporal. Es
decir, hay una reacción de la fracción más reaccionaria de la burguesía
contra el papel de la Corte Suprema en la ejecución del castigo a los
golpistas del 8 de enero, y el temor de que pueda afectar a oficiales
generales de las Fuerzas Armadas y tal vez al propio Bolsonaro.



9.

Los sondeos de opinión reafirman que la mayoría de la población,
especialmente en las grandes ciudades, reconoce la legitimidad del gobierno,
pero en el contexto de un país aún fracturado. Aprobación y desaprobación
son equivalentes. La fracción más importante de la clase dirigente que se
mantiene en la oposición es el agronegocio, pero arrastra a la masa de la
burguesía y también a una mayoría de las clases medias acomodadas. Dos
conclusiones serían precipitadas. La primera sería despreciar el peligro que
aún representa la extrema derecha y quedarse tranquilos transfiriendo la
responsabilidad de castigar a Bolsonaro a la Corte Suprema. La segunda sería
despreciar el peligro que las sucesivas concesiones del Gobierno al centro
centrista tendrán en el horizonte a medio plazo.



10.

La cuestión estratégica fundamental que será decisiva para la suerte del
gobierno de Lula es el crecimiento económico. Y nada está garantizado. La
estrategia de gobernabilidad "fría" del gobierno de Frente Amplísimo  no ha
logrado avanzar más allá de los límites impuestos por la mayoría liderada
por Lira en la Cámara de Diputados y la presidencia de Campos Neto en el
Banco Central: la tasa básica de interés Selic se mantiene muy por encima de
la media mundial, y no cambiará si consideramos: (a) la estrategia de la
Reserva Federal de los Estados Unidos de mantener o incluso aumentar la tasa
básica, atrayendo el acaparamiento internacional como una aspiradora, y
haciendo menos atractiva la inversión extranjera en Brasil; b) la presión
que vendrá de un probable aumento de los precios de los combustibles, que
parece probable con el estancamiento de la guerra de Ucrania. Nada saldrá
del Banco Central con Campos Neto. La votación sobre el marco fiscal suavizó
el estrangulamiento de la inversión estatal a través del PAC (Programa de
Aceleración del Crecimiento), pero transfirió al sector privado el papel
central en el impulso de la economía.

El tercer gobierno de Lula, lo sabíamos desde el principio, estaría marcado
por la disputa y la inestabilidad. Estos son los signos de la larga crisis
de Brasil, que se entrelaza con el impasse global de la civilización. El
resultado de la disputa, sea cual sea, tendrá consecuencias a largo plazo.
Hay mucho en juego. Por eso es aún más necesario estudiar detenidamente el
escenario, y nunca actuar de forma automática.



* Militante de Resistencia, corriente del PSOL, columnista de Esquerda
Online: https://esquerdaonline.com.br/

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20231007/bce8d3ab/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa