Siria/ «El espíritu de 2011 está presente en las actuales manifestaciones sirias». [Sadiq Abdoul Rahman]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Sep 6 23:27:04 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

6 de agosto 2023

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Siria



«El espíritu de 2011 está presente en las actuales manifestaciones sirias»



Sadiq Abdoul Rahman

A l’encontre, 5-9-2023

http://alencontre.org/

Traducción de Correspondencia de Prensa



Introducción de A l´encontre



El 15 de agosto, el Ministerio de Comercio del gobierno dictatorial de
Bashar al-Assad anunció el levantamiento total de las subvenciones a la
gasolina y un levantamiento parcial de las subvenciones al combustible
diésel. La decisión fue adoptada paralelamente a una devaluación masiva de
la libra siria: oficialmente, el dólar se situaba a 8.542 libras. Pero en
realidad, en el llamado mercado paralelo, la cotización era de 14.300. Esta
caída provocó un aumento de los precios -desde los bienes de consumo hasta
los medicamentos, pasando por el transporte y los servicios básicos-, ya que
los comerciantes fijan el precio de sus productos en función del valor de la
libra en el mercado paralelo. A esto se suman los permanentes cortes de
electricidad, con sus repercusiones en la vida cotidiana.



El gobierno intenta desviar la atención señalando el papel de las sanciones
internacionales. De hecho, como señala Joseph Daher: «En primer lugar, está
el déficit comercial de varios miles de millones de dólares al año: esto
ejerce una enorme presión sobre la libra. Luego está la incapacidad de
atraer inversiones extranjeras, que no se debe simplemente a las sanciones,
sino al entorno de guerra sirio, marcado por un régimen depredador en
términos de recursos financieros y que no constituye una garantía de
confianza para los inversores extranjeros.» (RFI, 26 de julio de 2023) Así
pues, la apuesta de la dictadura, tras su reincorporación como miembro de la
Liga Árabe en mayo de 2023, no se concreta con la llegada de inversiones,
incluidas las procedentes de los Estados del Golfo.



Según la ONU, el 90% de la población siria vive actualmente por debajo del
umbral de pobreza. En junio de 2023, el Comité Internacional de la Cruz Roja
advirtió de que más de 15 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria,
una tendencia que se mantiene desde hace varios años. Esta inseguridad
alimentaria sistémica no puede separarse de las modalidades de la guerra
desatada por el gobierno contra los rebeldes. [1] Una dimensión adicional de
la «crisis humanitaria» es el desplazamiento forzoso de 6,7 millones de
sirios dentro del país y de 5,6 millones que, a menudo, deben hacer frente a
una situación de supervivencia como refugiados en los países vecinos.



Fue en este contexto socioeconómico de deterioro extremo de las condiciones
de vida que, a partir de mediados de agosto de 2023, comenzaron las
manifestaciones contra el régimen de Assad en las regiones de Sweida y
Deraa, y luego en ciudades como Alepo, Deir Ezzor y Jablé. En Zakia, una
ciudad cercana a Damasco, las consignas contra Bashar al-Assad cubrían las
paredes. Según varios observadores, estas manifestaciones expresan múltiples
reivindicaciones, relacionadas tanto con los fuertes rasgos que han marcado
a Siria desde 2011 como con la historia más local y regional. Por ejemplo,
Shadi al-Dubaisi, de 25 años, manifestante en Sweida -donde predomina la
población drusa- declaró a Middle East Eye (30-8- 2023,
https://www.middleeasteye.net/news/syria-protests-gain-momentum-economic-cri
sis-bites): «Se trata de exigirle cuentas a Bashar al-Assad y a todos los
que han cometido crímenes y de exigir la liberación de los presos y de las
personas desaparecidas». Según la misma fuente, un video «compartido en
Internet muestra a los manifestantes prendiéndole fuego a un cartel que
representa a Assad». En Deraa, la ciudad que fue el punto de partida del
movimiento de 2011, Abu Ali, de unos sesenta años, declara que quiere vivir
«con dignidad y libertad» y bajo un sistema democrático: «Nuestra primera
exigencia es pedir la liberación de los presos y averiguar el paradero de
los desaparecidos por la fuerza. Después, queremos que mejoren los servicios
públicos, como el suministro de agua y electricidad, y que los precios del
combustible sean conformes a los ingresos de un sirio medio.» (MEE)



Este nuevo impulso abierto contra la dictadura de Bashar al-Assad plantea
necesariamente interrogantes en el seno de la oposición progresista al
régimen. El artículo que publicamos a continuación, traducido del árabe (al
francés), refleja el pensamiento de militantes que comprenden la profundidad
de la crisis socioeconómica y política y tratan de aprehender los elementos
de continuidad y discontinuidad de la lucha popular por la difícil conquista
de derechos sociales y democráticos, una voluntad de conquista que se
desarrolla a la sombra de una revolución asediada y contraatacada.



Nota



(1) Esta estrategia represiva del régimen ha sido objeto de análisis,
refiriéndose a la región de Damasco, en el estudio histórico de Leila Sibai
y Mariana Karkoutly.
https://sl-center.org/wp-content/uploads/2023/08/Kneel-or-starve-3.pdf:
«Kneel or Starve. On the use of siege and starvation as a method of warfare
in South Damascus». (Redacción de A l’encontre)



***



Sadiq Abdoul Rahman, Al Jumhurieh



La nueva ola de protestas en Siria ha reavivado las esperanzas de un cambio
político en el país. También ha abierto la puerta a amplios debates sobre la
revolución de 2011 y sus símbolos, sus consignas y sus métodos, así como
sobre la trayectoria que llevó al país a su actual estancamiento y
devastación. Pero antes, ¿cuáles son los escenarios teóricos posibles para
lograr el cambio deseado en Siria?



El primer escenario es el de manifestaciones pacíficas y huelgas en las
principales ciudades de Siria, incluida necesariamente la capital, Damasco,
que desestabilizarían completamente el país y obligarían al régimen a hacer
concesiones y a cambiar por sí mismo. Esta opción fracasó en 2011 y no hay
indicios de que se produzca ni de que tenga éxito en un futuro cercano.



El segundo escenario sería que el régimen aceptara el proceso de transición
para terminar con el terrible deterioro de la situación en el país. Contamos
para ello con un proceso definido en las resoluciones de la ONU, con
compromisos internacionales para levantar las sanciones e iniciar la
reconstrucción una vez finalizado el conflicto. Pero no hay nada desde
dentro del régimen que indique que se pueda seguir este camino de
transición. Al contrario, Bashar al-Assad y sus acólitos parecen preferir
las guerras interminables.



El tercer escenario es que la situación regional e internacional cambie,
conduciendo a la eliminación de Bashar al-Assad a manos de las potencias
occidentales o de uno de sus aliados, en el marco de nuevos planes en la
región o en el mundo. Este escenario sigue siendo posible, salvo que
actualmente no hay información fiable sobre la madurez de esas
circunstancias, y los sirios no tienen ningún control sobre ellas, por lo
que tendrían que afrontar las consecuencias sin tomar parte en la decisión
de cómo y cuándo ocurriría.



Algunos manejan la idea de un cuarto escenario posible, a saber, la llegada
de opositores armados al corazón de Damasco y el derrocamiento del régimen
por la fuerza, pero esto ya no es una hipótesis hoy en día, ni siquiera
desde un punto de vista teórico. Para que esta opción vuelva a formar parte
de las posibilidades se requiere un milagro, es decir la retirada de las
fuerzas extranjeras [Irán, Rusia], dejando que los beligerantes sirios se
enfrenten sin apoyo exterior directo a ninguna de las partes.



Así que, teóricamente, tenemos tres escenarios, ya que el movimiento de
protesta en Siria se renueva hoy y alcanza un punto culminante con las
valientes manifestaciones de Sweida, que recuerdan los días de la revolución
pacífica y sus plazas en 2011.



No hay ningún indicio de que alguno de estos escenarios sea inminente, pero
las protestas actuales podrían abrir la puerta a la realización de uno de
ellos, o podrían favorecer la apertura de la situación a otras posibilidades
que al día de hoy desconocemos.



Hay un elemento que podría intervenir en la ecuación y cambiar el curso de
los acontecimientos; se trataría de un cambio de opinión generalizado entre
los partidarios del régimen, en particular los pertenecientes a la comunidad
alauita, que llevaría a la mayoría de ellos a abandonar su apoyo al régimen
y a algunos de ellos a comprometerse en la lucha contra él, lo que abriría
el camino para el inicio de un proceso de cambio a través de una fisura en
el núcleo duro del régimen o a su aislamiento total de la sociedad.



Esto requerirá un proceso largo y paciente, pero sin él, un cambio político
en Siria no sería posible, salvo con una intervención internacional que
probablemente no se produzca nunca.

Este cambio requiere una serie de condiciones objetivas. Un llamamiento
repentino a la gente para que se enfrente a la muerte en las calles no forma
parte de ellas, ni tampoco la esperanza de una caída rápida del régimen en
un abrir y cerrar de ojos.



Algunas de estas condiciones provienen del propio régimen: su brutalidad, la
corrupción y su incapacidad para garantizar un nivel mínimo de dignidad y de
pan para la población. Otras requieren una acción nacional organizada y
condiciones internacionales y regionales favorables, pero también los
esfuerzos de los opositores al régimen actual y de las masas de la
revolución de 2011 tanto dentro como fuera de Siria.



El primero de estos esfuerzos consiste en abandonar la retórica de «¿Dónde
estaban ustedes cuando nosotros estábamos aquí?» y en renunciar a avergonzar
a los manifestantes por su [actual] «revolución del hambre» en comparación
con la supuestamente más respetable «revolución de la dignidad». Pero
también se trata de aceptar que la rendición de cuentas de los criminales de
todas las partes vendrá después de la transición política y en el contexto
de un programa transicional de justicia; y de aceptar igualmente que el
relato de los revolucionarios sobre su revolución nunca podrá alcanzar un
consenso nacional, y también que sus banderas y consignas no pueden
representar a todos, ni siquiera a todos los sirios que desean liberarse del
régimen.



Y, sobre todo, debemos abandonar por completo la retórica del yihadismo
islámico y la apuesta por sus facciones, sus batallas y sus armas.



Hay partidarios del régimen que están cambiando su posición, y hay nuevas
generaciones de jóvenes que eran niños en 2011, así como amplios sectores
que habían sido neutrales que hoy podrían estar interesados en implicarse en
una lucha por el cambio, pero la mayoría de ellos no participarán en una
lucha contra el régimen bajo la bandera verde siria. En este caso, los
revolucionarios de 2011 deben considerarse a sí mismos como parte del
movimiento por el cambio en Siria, y no como sus representantes o sus padres
espirituales.



Esto no significa que abandonemos nuestra historia, nuestros símbolos y
nuestra herencia revolucionaria. Significa más bien que seamos humildes y
que reconozcamos las derrotas, los errores de apreciación, el paso del
tiempo y las transformaciones de la realidad. Significa recordar que el
objetivo no es la victoria de nuestra propia versión, sino deshacernos del
clan Assad y con él de una larga y sangrienta página de nuestra historia.
Después, la marcha por una vida decente y por una justicia que enjuicie a
los criminales de guerra y construya un país habitable.



El espíritu de 2011 y sus consignas están claramente presentes en la actual
oleada de protestas, pero lo que nunca debería estar presente es el fracaso
de sus métodos, de su retórica y de sus apuestas y, por supuesto, la
división permanente de los sirios según sus posiciones sobre estos aspectos.
Hoy, debemos tomar medidas para lograr un cambio en nuestro país. Ya
tendremos entonces tiempo suficiente para defender nuestra historia y sus
símbolos y para contar nuestra historia en Siria, incluso a los sirios que
no la conocen, pero también a otros sirios que sí la conocen, pero la
niegan, sin conseguir que nos callemos pese a sus armas y a sus servicios de
seguridad.



(Artículo publicado el 29-8-2023 en Al Jumhurieh – La República –, sitio web
de estudios y debates creado en marzo de 2012 en Estambul por un grupo de
intelectuales sirios en el exilio:

https://aljumhuriya.net/ar/2023/08/29/2011-%D9%81%D9%8A-%D8%A7%D9%84%D8%A7%D
8%AD%D8%AA%D8%AC%D8%A7%D8%AC%D8%A7%D8%AA-%D8%A7%D9%84%D8%B3%D9%88%D8%B1%D9%8
A%D8%A9-%D8%A7%D9%84%D8%B1%D8%A7%D9%87%D9%86%D8%A9/)

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20230906/51b6e5cf/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa