Debates/ En busca del desarrollo perdido. 75 a駉s de la CEPAL. [Anne-Dominique Correa/Baptiste Albertone]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Sep 19 00:47:26 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

19 de septiembre 2023

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Debates



75 a帽os de la CEPAL



En busca del desarrollo perdido



Uno de los efectos del golpe de Estado de Augusto Pinochet fue cortar de ra铆z el pensamiento cr铆tico de una instituci贸n que hab铆a sido, hasta ese momento, la principal usina de ideas latinoamericana. Nacida en 1948, la Comisi贸n Econ贸mica para Am茅rica Latina y el Caribe (CEPAL), con sede en Chile, ha experimentado en su larga historia varias fluctuaciones que no han estado libres de pol茅mica.



Anne-Dominique Correa/Baptiste Albertone *

Le Monde diplomatique, edici贸n uruguaya, septiembre 2023

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Traducci贸n de Emilia Fern谩ndez Tasende



Como la mayor铆a de las instituciones internacionales establecidas en Chile, la sede de la CEPAL se encuentra en la avenida Dag Hammarskj枚ld, en el coraz贸n del barrio acomodado de Vitacura, en Santiago. Su arquitectura at铆pica la distingue de los otros edificios. Situado de manera majestuosa al final de la calle, el edificio aparece desde afuera como un inmenso recinto de hormig贸n rectangular del que sobresale una espiral imponente. Apodado 鈥渆l caracol鈥 por los 鈥渃epalinos鈥, los 520 funcionarios de la CEPAL, alberga la sala de conferencias de la instituci贸n. 鈥淣o quer铆a hacer un monumento a la burocracia. [...] La pol铆tica deb铆a ser el coraz贸n [de la sede] y [la sala de conferencias] deb铆a, por tanto, elevarse por encima de la administraci贸n鈥, explica 脡mile Duhart, el arquitecto modernista que la dise帽贸, disc铆pulo de Le Corbusier (1). En su centro, la pesada estructura revela un inmenso patio donde se entreveran las oficinas de las 12 divisiones de la Comisi贸n, con pasarelas a茅reas que atraviesan los jardines que recuperan la diversidad de la flora regional. Las elecciones arquitect贸nicas de la CEPAL reflejan la ambici贸n que ten铆a para la instituci贸n el hombre que aprob贸 los planos del edificio en 1960: su segundo secretario ejecutivo, el economista y diplom谩tico argentino Ra煤l Prebisch (1950-1963).



La CEPAL se cre贸 en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial, para 鈥渃ontribuir al desarrollo econ贸mico de Am茅rica Latina鈥, seg煤n reza hoy su sitio en internet. En primer lugar, recopilando y unificando las series estad铆sticas que permiten forjar una imagen de las econom铆as de la regi贸n lo m谩s precisa y fiable posible, con la publicaci贸n del primer Estudio Econ贸mico de Am茅rica Latina, en 1948; pero tambi茅n formulando propuestas y recomendaciones. En este segundo punto, Prebisch estaba convencido de que la regi贸n no pod铆a limitarse a reciclar teor铆as econ贸micas 鈥渋mportadas del Norte鈥, 鈥渋nadecuadas a la realidad latinoamericana鈥; la CEPAL debe pensar en 鈥渦n modelo de desarrollo aut贸ctono鈥 para la regi贸n. As铆, la instituci贸n de la ONU escap贸 al destino 鈥渂urocr谩tico insignificante鈥 que tem铆a Prebisch (2), para convertirse en un prol铆fico centro de pensamiento, donde nacieron algunas de las ideas m谩s influyentes y, a veces, progresistas de la historia del desarrollo.



A priori, nada predestinaba a Prebisch para esta misi贸n. Formado en econom铆a neocl谩sica en la Universidad de Buenos Aires, trabaj贸 durante un tiempo para el lobby de los terratenientes y ocup贸 varios cargos en la administraci贸n de las dictaduras de 鈥渓a d茅cada infame鈥 (1930-1943). 鈥淓n Argentina se lo consideraba un s铆mbolo de la vieja oligarqu铆a鈥, escribe Edgar Dosman, autor de una biograf铆a sobre el hombre que califica de 鈥渃onservador ilustrado鈥 (3).



De manera paradojal, su experiencia dentro de estas administraciones, sobre todo durante la gesti贸n de la crisis de 1929, lo aleja de las tesis neocl谩sicas. La crisis tiene un impacto brutal en los pa铆ses de la regi贸n: los precios de las materias primas exportadas por Am茅rica Latina caen de forma m谩s brusca que los de los productos manufacturados, lo cual reduce a la mitad la capacidad de importaci贸n de las econom铆as latinoamericanas. En Argentina, las medidas de est铆mulo ortodoxas dirigidas por Prebisch resultan ineficaces. 鈥淐re铆a que todos los problemas ligados al desarrollo pod铆an resolverse mediante el libre juego de las fuerzas de la econom铆a internacional. [...] Pero cuando lleg贸 la gran depresi贸n mundial, todos esos a帽os de angustia me permitieron deconstruir poco a poco todo lo que me hab铆an ense帽ado y tirarlo por la borda鈥 (4), asegura en un texto publicado en 1963.



En 1933, la conferencia convocada por la Sociedad de las Naciones en Londres con el objetivo de organizar la reactivaci贸n del comercio internacional no mejora la situaci贸n de los pa铆ses en v铆as de desarrollo. 鈥淟a Sociedad de las Naciones [ten铆a una] concepci贸n anglosajona de los problemas econ贸micos del mundo, con un inter茅s muy marginal y epis贸dico por los pa铆ses perif茅ricos鈥 (5), lamenta Prebisch, que asisti贸 como representante de Argentina. El Reino Unido, principal socio comercial de Argentina, multiplica sus medidas proteccionistas y se repliega en sus colonias. Para convencer a Londres de seguir importando carne argentina, Prebisch decide firmar un acuerdo bilateral, el Tratado Roca-Runciman, en el que se compromete a bajar el precio de las exportaciones bovinas por debajo del de los otros proveedores mundiales. De aquello que vivir谩 como una humillaci贸n, Prebisch extrae una valiosa lecci贸n: 鈥淟a verdadera moneda del comercio internacional es el poder鈥 (6).



La aventura del economista en la administraci贸n argentina tiene un final abrupto en 1943, cuando un grupo de oficiales, entre ellos el coronel Juan Domingo Per贸n, derroca la dictadura de Ram贸n Castillo. El economista es entonces despedido de la direcci贸n del Banco Central, que 茅l mismo hab铆a fundado en 1935. Prebisch jam谩s le perdonar谩 esta afrenta a Per贸n, a quien se opone hasta el punto de apoyar el golpe de Estado que lo derroca en 1955. Para escapar a la depresi贸n, el economista se refugia en la investigaci贸n, en los escritos de John Maynard Keynes, y en los viajes por Am茅rica Latina, donde asesora a los nuevos bancos centrales.



Cuando, en 1949, la joven CEPAL le propone redactar el primer informe de la Comisi贸n sobre 鈥渓os principales problemas de Am茅rica Latina鈥, Prebisch aprovecha la oportunidad para poner por escrito algunas de sus ideas. Formula, entonces, la teor铆a que lo hace famoso: la tesis Prebisch-Singer, llamada as铆 por el economista alem谩n Hans Singer que formula ideas similares en la misma 茅poca. Sugiere que el comercio internacional se organiza en torno a un intercambio desigual entre una 鈥減eriferia鈥 鈥搇os pa铆ses especializados en la producci贸n de materias primas y productos agr铆colas鈥 y un 鈥渃entro鈥 que exporta bienes manufacturados. Bas谩ndose en datos emp铆ricos, Prebisch constata que, a largo plazo, los precios de las materias primas caen en relaci贸n con los precios de los bienes manufacturados. Este 鈥渄eterioro de los t茅rminos de intercambio鈥 obliga a la periferia a exportar m谩s para mantener la misma cantidad de bienes importados, lo que dificulta su desarrollo (7).



Usina de ideas



Cuando Prebisch presenta el informe en La Habana, invita a los representantes de los Estados latinoamericanos a sacar a sus pa铆ses de su 鈥渆structura perif茅rica鈥, mediante el desarrollo de estrategias de industrializaci贸n dirigidas por el Estado para sustituir las importaciones de los pa铆ses del centro por una producci贸n dom茅stica 鈥搖na din谩mica que ya estaba en marcha en algunos pa铆ses de la regi贸n tras el cese del comercio durante la Gran Depresi贸n y la Segunda Guerra Mundial鈥. Seg煤n Dosman, el p煤blico sale 鈥渆lectrizado鈥 de la conferencia. Y con raz贸n: 鈥渃uestionaba la vieja doctrina de la ventaja comparativa. La idea seg煤n la cual los pa铆ses agr铆colas de Am茅rica Latina podr铆an prosperar en el futuro permaneciendo como productores de materia prima fue desafiada鈥, explica. Al reconocer que los pa铆ses subdesarrollados tienen estructuras productivas diferentes de las de los pa铆ses desarrollados, 鈥淧rebisch desencaden贸 un nuevo enfoque para el desarrollo internacional鈥, dice Dosman, conocido como 鈥渆structuralismo鈥. Pero la repercusi贸n de su informe va mucho m谩s all谩 de los debates econ贸micos: propicia un sentimiento regionalista en Am茅rica Latina. A trav茅s de Prebisch, la econom铆a se une a la pol铆tica. 鈥淧ermiti贸 a los economistas latinoamericanos comprender que la regi贸n era m谩s que una zona geogr谩fica y que sus diferentes pa铆ses compart铆an los mismos problemas鈥, afirm贸 el uruguayo Enrique Iglesias, uno de sus antiguos colaboradores y secretario ejecutivo de la CEPAL entre 1972 y 1985. Celso Furtado, economista brasile帽o y figura central del pensamiento estructuralista, llegar谩 a decir que no fue Crist贸bal Col贸n sino Prebisch quien 鈥渋nvent贸 Am茅rica Latina鈥.



Frente al 茅xito del informe, hoy considerado como el 鈥渕anifiesto de la CEPAL鈥, el argentino es nombrado secretario general de la comisi贸n regional en 1950, que extender谩 mucho m谩s all谩 de su misi贸n inicial. Prebisch pretende encauzar las aspiraciones regionalistas que su informe hab铆a provocado para transformar a la CEPAL en 鈥渦n centro aut贸nomo de ideas donde se pudieran explorar los enfoques aut贸ctonos del desarrollo鈥, explica su bi贸grafo (8). Al igual que Keynes en la Universidad de Cambridge, se rodea de un equipo de economistas, en su mayor铆a latinoamericanos, de diferentes or铆genes ideol贸gicos: Celso Furtado, An铆bal Pinto, Osvaldo Sunkel y Alex Ganz, para citar a los m谩s ilustres. 鈥淟o que quer铆amos era precisamente que los latinoamericanos abord谩ramos nuestros problemas con nuestros propios criterios, sin ning煤n tipo de sujeci贸n doctrinal鈥, explica Prebisch en 1963 (9). Una autonom铆a ideol贸gica que pronto preocupa a Washington: en varias ocasiones, Estados Unidos propone fusionar la CEPAL con la Organizaci贸n de los Estados Americanos (OEA) y trasladar su sede a Washington; en vano.



Durante las d茅cadas de 1950 y 1960, el estructuralismo de la CEPAL influye en varios proyectos desarrollistas en la regi贸n. En 1956, el presidente brasile帽o Juscelino Kubitschek (1956-1961) emprende un ambicioso plan de recuperaci贸n productiva que denomina 鈥50 a帽os en cinco a帽os鈥. En Argentina, hasta 1955, Juan Domingo Per贸n lleva adelante una pol铆tica de nacionalismo econ贸mico orientada a la expansi贸n del mercado interno y a la industrializaci贸n bajo el estricto control del Estado (10). Para apoyar estas administraciones, la CEPAL crea a principios de los a帽os 1970 el Instituto Latinoamericano de Planificaci贸n Econ贸mica y Social (ILPES), encargado de formar dirigentes competentes. Tal como lo hab铆a predicho Prebisch, el desarrollo industrial permite a Am茅rica Latina volver a un crecimiento din谩mico: en las seis econom铆as m谩s grandes de la regi贸n (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, M茅xico y Uruguay), el crecimiento se duplica entre 1945 y 1972 en comparaci贸n con el per铆odo agroexportador.



Sin embargo, a partir de mediados de la d茅cada de 1960, la mayor铆a de las estrategias de industrializaci贸n se debilitan. 鈥淟a fase del desarrollo 鈥榝谩cil鈥 [...] se agot贸 en todas partes鈥, constata Celso Furtado, en ese momento director de la divisi贸n de Desarrollo Econ贸mico de la CEPAL, entonces conocida como 鈥渓a divisi贸n roja鈥 (11). Las industrias nacionales carecen de competitividad para aventurarse en el mercado internacional, y son pocas las que logran producir bienes de capital (maquinaria) necesarios para una mayor industrializaci贸n: la sustituci贸n de las importaciones se traduce en una mayor necesidad de... importaciones. Los d茅ficits comerciales siguen creciendo, las deudas p煤blicas se disparan y las presiones inflacionistas aumentan.



La industrializaci贸n tambi茅n trae aparejadas nuevas tensiones sociales. Las industrias emergentes se muestran incapaces de generar suficientes puestos de trabajo para absorber la migraci贸n masiva de trabajadores a las ciudades, lo que provoca mayores tasas de desempleo, subempleo, pobreza urbana y aumento de las desigualdades. En algunos pa铆ses de la regi贸n, el nuevo proletariado comienza a rebelarse. En 1952, en Bolivia, los trabajadores se levantan en armas para barrer del poder a la junta militar. En 1959, en Cuba, un tal Fidel Castro no se conforma con haber derrocado la dictadura de Fulgencio Batista: denuncia la explotaci贸n de la regi贸n por parte de las grandes potencias, comenzando por Estados Unidos.



Hacia la 鈥渢eor铆a de la dependencia鈥



Todo esto empuja a la CEPAL a una introspecci贸n cr铆tica: 驴acaso la teor铆a estructuralista es inadecuada para la realidad de la regi贸n? En el 煤ltimo texto publicado bajo la secretar铆a de Prebisch, en 1963, Hacia una din谩mica del desarrollo latinoamericano, el argentino sugiere lo contrario: el estructuralismo no ha ido lo suficientemente lejos. Al centrarse en la estructura productiva, ha dejado en la sombra otra dimensi贸n esencial de la condici贸n perif茅rica: 鈥渓a estructura social鈥 profundamente desigual de los pa铆ses latinoamericanos. Seg煤n Prebisch, esta impide que las masas consuman los nuevos bienes producidos localmente, al tiempo que incita a las 茅lites a imitar los patrones de consumo del Norte, en lugar de invertir en las nuevas industrias. En definitiva, una burgues铆a que no desempe帽ar铆a su papel hist贸rico. El economista, que en su 茅poca estuvo cerca de los dictadores argentinos, es categ贸rico: 鈥淣o puede haber una aceleraci贸n del desarrollo econ贸mico sin una transformaci贸n de la estructura social鈥 (12).



La Comisi贸n aboga entonces por una 鈥渞eforma agraria integral鈥. El objetivo no es solamente incitar a los campesinos a quedarse en el campo mejorando sus condiciones de vida, sino tambi茅n promover 鈥渦n profundo cambio cultural en la clase dirigente, necesario para hacer frente a la aventura industrialista鈥, el paso 鈥渄e una 茅lite econ贸mica rentista鈥 a 鈥渦na nueva clase empresarial鈥, alega el economista Armando Di Filippo, funcionario de la CEPAL entre 1970 y 2000 (13).



Un pu帽ado de intelectuales que trabajan en la CEPAL creen que lo anterior se trata de una ingenuidad. Entre ellos, los soci贸logos Enzo Faletto y Fernando Henrique Cardoso (futuro presidente de Brasil entre 1995 y 2003), que desarrollan, dentro de los muros de la instituci贸n, un enfoque que compite con las tesis estructuralistas: la 鈥渢eor铆a de la dependencia鈥. Seg煤n ellos, 鈥渓a industrializaci贸n no ha roto con la dependencia de la periferia respecto del centro, sino que la ha alterado鈥, explica Ricardo Bielschowsky (14), historiador especialista en la CEPAL. En su texto de referencia, titulado Desarrollo y dependencia en Am茅rica Latina (1969), Faletto y Cardoso sugieren que la creciente participaci贸n de capitales extranjeros y de las multinacionales que acompa帽an estos procesos conduce a que 鈥渓os intereses externos se afiancen cada vez m谩s en el sector productivo鈥. 鈥淓l sistema de dominaci贸n reaparece como una fuerza 鈥榠nterna鈥, a trav茅s de las pr谩cticas sociales de grupos y clases locales que intentan promover intereses extranjeros鈥, analizan (15). En estas condiciones, 驴c贸mo esperar que surja en Am茅rica Latina una burgues铆a nacionalista e industrialista a imagen y semejanza de las que modernizaron las econom铆as en Europa en los siglos XVIII y XIX? Los 鈥渄ependentistas鈥 consideran que el estructuralismo es demasiado reformista. Seg煤n ellos, ser谩 鈥渙 la revoluci贸n [anticapitalista] o el subdesarrollo鈥, resume Fernando Leiva, profesor en la Universidad de California en Santa Cruz y especialista de la CEPAL.



La pesadilla



Sin embargo, la progresiva radicalizaci贸n del pensamiento de la CEPAL se ve interrumpida por un sismo pol铆tico en la regi贸n. El 11 de setiembre de 1973, el general Augusto Pinochet destituye al presidente socialista chileno Salvador Allende y anuncia el retorno de las dictaduras militares en los pa铆ses del Cono Sur.



La brutal represi贸n del r茅gimen de Pinochet socava la libertad intelectual de la CEPAL. Unos meses despu茅s de la toma del Palacio de la Moneda, una patrulla militar detiene a un joven funcionario de la instituci贸n que jam谩s ser谩 encontrado. En 1976, otro funcionario muere bajo la tortura de un escuadr贸n de la muerte. Muchos 鈥渃epalinos鈥 optan por el exilio. 鈥淕ran parte de mi trabajo durante esos a帽os tuvo que ser consagrado a contactar a los servicios de defensa de los derechos humanos y a sobrevivir en un ambiente muy dif铆cil鈥, recuerda Enrique Iglesias, secretario general de la CEPAL entre 1972 y 1985. El n煤mero de reuniones internacionales se reduce de manera dr谩stica. 鈥淓ntre 1973 y 1989, la sede de la CEPAL [pierde] lo que hasta entonces era uno de sus principales activos, a saber, el poder de convocar intelectuales latinoamericanos鈥, escribe Bielschowsky.



En lugar de los 鈥渃epalinos鈥 acostumbrados a asesorar a las potencias de la regi贸n, la dictadura chilena conf铆a la gesti贸n econ贸mica del pa铆s al buen cuidado de los 鈥淐hicago Boys鈥, economistas liberales formados en la Universidad de Chicago. El pa铆s se convierte en uno de los laboratorios de lo que pronto ser谩 llamado neoliberalismo. Apenas llegado a la presidencia de la Reserva Federal, Paul Volcker hace de la lucha contra la inflaci贸n su prioridad y decreta una suba repentina de las tasas de inter茅s estadounidenses, lo que hace estallar la deuda en los pa铆ses del Sur. Am茅rica Latina, en particular, se sume en una larga agon铆a financiera. La CEPAL se convierte en el chivo expiatorio favorito de los Chicago Boys: 鈥淭oda la responsabilidad de los males del endeudamiento se atribuy贸 a los Estados bajo el pretexto de que hab铆an sido irresponsables y al modelo de industrializaci贸n proteccionista鈥, analiza Bielschowsky. En 1989, 鈥渆l Consenso de Washington鈥 permite completar la marcha neoliberal. Reunidos en Washington, el FMI, el Banco Mundial y los Chicago Boys condicionan los pr茅stamos otorgados por las dos instituciones financieras a una serie de medidas de liberalizaci贸n, privatizaci贸n y desregulaci贸n. Frente a la sequ铆a de las finanzas p煤blicas y a la dificultad para acceder al cr茅dito externo, todos los pa铆ses de la regi贸n acaban, tarde o temprano, someti茅ndose a ellas.



Moderado despertar



Cuando, durante la d茅cada de 1990, la democracia regresa a la regi贸n, la CEPAL se despierta, tras una d茅cada de hibernaci贸n intelectual, en un mundo transformado. Las empresas transnacionales han extendido sus tent谩culos, las empresas p煤blicas han sido privatizadas, la econom铆a se ha financiarizado y las desigualdades se han disparado.



Para recuperar una voz, la CEPAL debe renovar su pensamiento. En 1990, un documento coordinado por los economistas Gert Rosenthal (secretario ejecutivo entre 1988 y 1998) y Fernando Fajnzylber anuncia una nueva era de la historia intelectual de la instituci贸n, la del neoestructuralismo: transformaci贸n productiva equitativa16. Como el t铆tulo indica, los proyectos de 鈥渢ransformaci贸n鈥 de la sociedad han desaparecido. No se trata ya de pretender 鈥渓a igualdad鈥, una reivindicaci贸n de otra 茅poca, sino de abogar por una 鈥渆quidad鈥 m谩s compatible con las leyes del mercado. Inspirada en las experiencias industriales de Asia Oriental, esta corriente critica el 鈥渆xcesivo proteccionismo鈥 de las experiencias de industrializaci贸n de los a帽os cincuenta y aboga por una 鈥渘ueva industrializaci贸n鈥 que implique la promoci贸n de sectores nicho de exportaci贸n con alta intensidad tecnol贸gica, una mayor apertura al comercio internacional y un intervencionismo moderado en el sector productivo.



La ola neoliberal ha permitido 鈥渞ecordar la importancia del mercado, del sistema de precios, de la iniciativa privada, de la disciplina fiscal y de la orientaci贸n hacia el exterior del aparato productivo鈥, escribe Osvaldo Sunkel, figura hist贸rica de la instituci贸n. 鈥淢uchas personas ve铆an a la CEPAL como el enemigo del cambio de ideas. Hab铆a que superar ese pasado estatista y negativo鈥, nos explica Jos茅 Antonio Ocampo, secretario general de la CEPAL entre 1998 y 2003. Seg煤n 茅l, 鈥渆l neoestructuralismo pretende pensar en econom铆as mucho m谩s desarrolladas y modernas, m谩s internacionalizadas鈥.



No todos los 鈥渃epalinos鈥 manifiestan el mismo entusiasmo ante este aggiornamento ideol贸gico. 鈥淓l documento, percibido como un giro a la derecha, fue criticado dentro de la instituci贸n 鈥搑ecuerda Gabriel Porcile, economista en la CEPAL鈥. Retoma muchos conceptos provenientes de la econom铆a neocl谩sica鈥. En efecto, quedan olvidados los t茅rminos de 鈥渃entro-periferia鈥, 鈥渄esarrollo hacia dentro鈥, 鈥渄ependencia鈥 o 鈥渆structura social鈥; a partir de ahora, se hablar谩 de 鈥済lobalizaci贸n con rostro humano鈥, 鈥渞egionalismo abierto鈥, 鈥渃onsenso democr谩tico鈥 o 鈥渇lexibilidad laboral proactiva鈥. 鈥淧ara poder opinar, la CEPAL tuvo que vender su alma al diablo 鈥搑esalta Leiva鈥. Y el precio que pide el diablo es abandonar cualquier an谩lisis de las relaciones de poder en las ideas econ贸micas鈥.



El empobrecimiento del pensamiento 鈥渃epalino鈥 se refleja en el balance moderado de las administraciones socialdem贸cratas de la Concertaci贸n de los partidos de la democracia en Chile (1990-2010) y del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil (2003-2016), directamente influenciadas por las ideas neoestructuralistas. 鈥淎l enfrentarse a las realidades recalcitrantes del poder de clase, el discurso neoestructuralista en Chile y Brasil sigui贸 un camino similar: la subordinaci贸n鈥, lamenta Leiva (17). Por ejemplo, Sergio Bitar, ministro de Educaci贸n durante la presidencia de Ricardo Lagos en Chile, y neoestructuralista p煤blicamente comprometido con el acceso a la educaci贸n para todos, fue uno de los art铆fices de su privatizaci贸n en 2005, lo que supuso el endeudamiento de miles de estudiantes. En Brasil, Luiz In谩cio Lula da Silva hizo de la soberan铆a econ贸mica un argumento de campa帽a, pero [en sus dos primeros gobiernos] termin贸 aline谩ndose con las reformas macroecon贸micas de su predecesor, Cardoso, pasando de la teor铆a de la dependencia al neoliberalismo (18). Como la serpiente que se muerde la cola y se inocula su propio veneno, el neoestructuralismo se ha privado de herramientas para cumplir sus promesas.



La crisis financiera de 2008, y la llegada de gobiernos socialistas y antiimperialistas en Venezuela (Hugo Ch谩vez en 1999), Bolivia (Evo Morales en 2006) y Ecuador (Rafael Correa en 2007), impuls贸 el desaf铆o al neoliberalismo en la regi贸n. Pero excepto por un compromiso m谩s pronunciado con la 鈥渋gualdad鈥, desde la llegada de la mexicana Alicia B谩rcena como secretaria general en 2007 鈥搎uien no respondi贸 a nuestros (m煤ltiples) pedidos de entrevista鈥, la Comisi贸n no ha aprovechado este contexto f茅rtil para revivir su creatividad pasada. [NdR: B谩rcena es hoy canciller del gobierno de Andr茅s L贸pez Obrador, en M茅xico].



La actual crisis ecol贸gica, y la reciente crisis sanitaria, ponen de manifiesto la urgente necesidad de redefinir el significado del desarrollo. En su 煤ltimo documento importante publicado en 2020, 鈥淐onstruir un nuevo futuro: una recuperaci贸n transformadora con igualdad y sostenibilidad鈥, la CEPAL ha apelado a la b煤squeda de un 鈥渘uevo modelo de desarrollo que sea social, econ贸mica y ambientalmente sustentable鈥 (19). 驴Conseguir谩 poner de nuevo en el orden del d铆a la utop铆a estructuralista? Por el momento, el 煤nico vestigio del inconformismo intelectual de la CEPAL parece ser el inmueble que le sirve de sede.



* Baptiste Albertone y Anne-Dominique Correa, respectivamente, doctorando en Econom铆a del Desarrollo y periodista.



Notas



1) Ver贸nica Esparza Saavedra, Edificio de las Naciones Unidas para Santiago de Chile de Emilio Duhart, Universidad del Desarrollo, Chile, 2013.

2) Ra煤l Prebisch, Hacia una din谩mica del desarrollo latinoamericano, Fondo de Cultura Econ贸mica, M茅xico, 1963.

3) Edgar Dosman, The Life and Times of Ra煤l Prebisch, 1901-1981, McGill-Queen鈥檚 University Press, Montreal y Londres, 2008.

4) Ra煤l Prebisch, Hacia una din谩mica del desarrollo latinoamericano, CEPAL, Santiago de Chile, 1963.

5) Ibid. 6) Edgar Dosman, op. cit.

7) Ra煤l Prebisch, El desarrollo econ贸mico de Am茅rica Latina y algunos de sus principales problemas, CEPAL, Santiago de Chile, 1949.

8) Edgar Dosman, op. cit.

9) Ra煤l Prebisch, Hacia una din谩mica...,

10) V茅ase Renaud Lambert, 鈥淨ui arr锚tera le pendule argentin?鈥, Le Monde diplomatique, Par铆s, enero de 2019.

11) Albert O. Hirschmann, 鈥淭he Political Economy of Import-Substituting Industrialization in Latin America鈥, The Quarterly Journal of Economics, Vol. 82, N潞 1, Cambridge (Massachusetts), 1968.

12) Ra煤l Prebisch, Hacia una din谩mica..., op. cit.

13) Armando Di Filippo, 鈥淟a Alianza para el Progreso y el desarrollismo en Chile鈥, Revista de historia, Santiago de Chile, 2020.

14) Ricardo Bielschowsky, Evoluci贸n de las ideas de la CEPAL, CEPAL, 1998 (de aqu铆 provienen todas las citas de este autor).

15) Enzo Faletto y Fernando Henrique Cardoso, Dependencia y desarrollo en Am茅rica Latina, CEPAL, Santiago de Chile, 1969.

16) Transformaci贸n productiva con equidad: La tarea prioritaria del desarrollo de Am茅rica Latina y el Caribe en los a帽os noventa, CEPAL, Santiago de Chile, 1990.

17) Fernando Ignacio Leiva, Latin American Structuralism, University of Minnesota Press, Mine谩polis, 2008. 18) Fernando Ignacio Leiva, Latin American Structuralism, University of Minnesota Press, Mine谩polis, 2008. 鈫

18) V茅ase Renaud Lambert, 鈥淏rasil, un gigante empantanado鈥, Le Monde diplomatique, edici贸n Cono Sur, Buenos Aires, junio de 2009.

19 鈥淏uilding a New Future: Transformative Recovery with Equality and Sustainability鈥, CEPAL, Santiago de Chile, 2020.

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