México/ La comunalidad, el camino anticapitalista que el EZLN reivindica en su 30 aniversario. [Ángeles Mariscal]
Ernesto Herrera
germain5 en chasque.net
Mie Ene 3 23:35:14 UYT 2024
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Correspondencia de Prensa
3 de enero 2024
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México
La comunalidad, el camino anticapitalista que el EZLN reivindica en su 30
aniversario
Si a las preguntas de cuántos son y cuáles son sus logros se responde con
los parámetros que impone el sistema de desarrollo capitalista, la respuesta
es que son pocos, que siguen siendo pobres y que no tienen capacidad de
ganar una guerra armada. Pero si la pregunta es cómo siendo “pobres y pocos”
han sobrevivido 30 años, la respuesta es porque los pueblos zapatistas
decidieron vivir en la construcción de la comunalidad.
Ángeles Mariscal, desde Chiapas *
Chiapas Paralelo, 1-1-2023
https://www.chiapasparalelo.com/
¿Cómo ha sobrevivido el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN) en los 30 años que han pasado desde que declaró la guerra al
gobierno mexicano? ¿Ha sobrevivido? ¿Existen los zapatistas? ¿Qué han hecho?
¿Qué ha cambiado? ¿Qué proponen ahora?
A la comunidad Dolores Hidalgo, ubicada en el municipio de Ocosingo, en la
zona de las cañadas, llegaron colectivos, organizaciones de más de 20
países, y periodistas y medios de comunicación; estos últimos esperando ver
un despliegue espectacular y un discurso extraordinario de parte del
movimiento armado indígena que reta desde hace 30 años a los gobiernos de
México y del mundo.
Periodistas encontraron en esta comunidad rural a gente sencilla, sobre todo
a miles de jóvenes, mujeres y hombres zapatistas, algunos con uniforme café
y verde, quienes siguen llevando por armas -como lo hicieron el primero de
enero de 1994- dos palos de madera. Encontraron que, en vez de un despliegue
militarizado, marcharon al ritmo de la música de cumbias.
Encontraron por escenario una gran explanada de tierra, algunas galeras de
madera acondicionadas como dormitorios colectivos, como cocina, como centro
de salud.
Y, por discurso político, observaron varias obras de teatro representadas
por los jóvenes zapatistas. Casi al amanecer escucharon palabras llanas
-primero en tseltal y luego en español- que, sobre todo, invitaban a quienes
escuchaban, a ver los signos de la realidad que se vive en todas las
regiones del mundo, y que son resultado del sistema económico que imponen
los gobiernos de las diferentes naciones.
Algunos periodistas se sintieron decepcionados, se quejaron de haber tenido
que desplazarse cientos, algunos hasta miles de kilómetros hasta este lugar,
de los caminos rústicos, de las casas de madera, de la gente sencilla y
pacífica que una guerra armada posiblemente la perdería en pocas horas.
Acá no hay tanques de guerra, no hay instalaciones militarizadas, no hay
búnkers; tampoco están los elementos que el modelo de desarrollo capitalista
impone como parámetros deseables y que, básicamente marcan lo que se
considera pobreza o riqueza.
Acá no hay autos de lujo, no hay casas de dos o más pisos, ni siquiera hay
propiedad privada; esa es la apuesta zapatista: no vivir de acuerdo con el
sistema de desarrollo capitalista que se ha impuesto desde hace cinco siglos
en todo el mundo, que impulsa la acumulación de bienes, el individualismo,
los logros particulares, y que ha dejado a millones de personas sin tierra
para alimentarse, migrando; además de ecosistemas devastados.
Entonces, si a las preguntas de cuántos son y cuáles son sus logros se
responde con los parámetros que impone el sistema de desarrollo capitalista,
la respuesta es que son pocos, que siguen siendo pobres y que no tienen
capacidad de ganar una guerra armada.
Pero si la pregunta es cómo siendo “pobres y pocos” han sobrevivido 30 años,
y cómo siguen siendo la referencia que atrae a periodistas de todo el mundo,
a intelectuales de todo el mundo -también presentes en la celebración del 30
aniversario- a activistas de todo el mundo -igualmente asistentes en la
celebración-; la respuesta es porque los pueblos zapatistas decidieron vivir
en la construcción de una manera no-capitalista que sigue retando a los
poderes económicos y políticos mundiales.
Este proceso en sus 40 años desde la fundación del EZLN, 30 desde el
alzamiento armado, ha tenido altibajos, inconsistencias, adhesiones,
deserciones, incongruencias reconocidas en la autocrítica (parcial, como
toda autocrítica). Es, ante todo, un proceso vivo que se sigue construyendo
en lo político y en la vida cotidiana.
La celebración del 30 aniversario se hizo en la tierra recuperada de lo que
ahora se conoce como Dolores Hidalgo, una tierra arrebatada en 1994 a los
finqueros que por siglos se enriquecieron de la explotación de los pueblos
originarios, donde los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de los jóvenes hoy
presentes, vivían en situación de semiesclavitud.
En la celebración hubo comida colectiva que no necesito ser pagada, aunque
para quienes entre las personas invitadas aún querían más alimento, había
comedores donde podían comprar algo extra. La carne de reses que se sirvió
en la comida colectiva fueron criadas en comunidad, y fue parte de la
compartición, del dar zapatista.
En el programa político-cultural que durará hasta el 2 de enero, todas las
personas, zapatistas y no zapatistas, que quisieron participar, podían
hacerlo. Hubo obras de teatro, canciones, muestras de pinturas, fotografías;
y, en todas las puestas, se expusieron luchas anticapitalistas y la historia
de los despojos y violencias de este sistema.
En una de las obras de teatro, jóvenes zapatistas representaron esas
violencias, la más reciente la del crimen organizado que impacta sus
comunidades, y sobre la que denuncian la complicidad de las instituciones
del estado con estos grupos armados.
Representaron también la destrucción y despojo de sus territorios por
proyectos como el tren transístmico, el tren maya, la extracción minera.
Plantearon, mediante estas puestas en escena, su propio proceso de lucha, el
que va desde su creación como EZLN en 1983, el alzamiento armado de 1994 y,
su apuesta a la construcción de nuevas formas de vida y de autogobierno, por
el trabajo comunal como columna y fuerza del colectivo que sigue en proceso
de construcción, y que ahora renueva alianzas con pueblos no zapatistas.
Casi a la medianoche, a cargo de Moisés, subcomandante y vocero del
movimiento, se hizo un pronunciamiento que partió recordando a las las
madres y los padres buscadoras de personas desaparecidas, a las miles de
desaparecidas por la violencia; a las presas y presos políticos, a las
personas asesinadas.
Abajo del templete que sirvió como escenario, colocaron un altar donde
estaban las fotografías de la Comadanta Ramona, del comandante Pedro y de
cada zapatista caído durante estos años.
“Nuestros abuelos los que lucharon hace más de 500 años también no están.
Nuestros compañeros caídos que ya cumplieron su deber. Aquí estamos aquí hoy
no para recordar su caída de estos compañeros de hace 40 años de hace 30
años, aquí estamos aquí compañeros compañeras zapatistas, para que lo
tengamos presente el deber, porque fue un deber a esos compañeros y a esas
compañeras”, dijo el vocero del movimiento.
Moisés interpeló a los análisis y críticas que desde algunos sectores
académicos han hecho al movimiento zapatista. “No necesitamos que nos vengan
a dar explicación o clase o taller político de cómo está el sistema. Tan
sencillo y simplemente se ve cómo está el sistema capitalista (…) Para qué
queremos entonces darnos clase de eso, simplemente es ver”.
Planteó que ante este escenario, la apuesta del EZLN para los próximos años
es la construcción comunitaria, “son dos cosas lo que está aquí: la
propiedad debe de ser del pueblo y común, y el pueblo se tiene que
gobernarse en sí mismo”.
“El pueblo es el que tiene que saber gobernarse compañeros, compañeras
zapatistas. Eso es lo que demostramos hace 30 años (…) lo tenemos que
hacerlo en la práctica, no tenemos manual, no tenemos libro.
“No hay libro que lo vamos a encontrar en donde podemos encontrar esto el
libro es el que ustedes mostraron acá de nuestros bisabuelos y de nuestros
tatarabuelos ese es el libro común”.
Moisés explicó que están en proceso constante de compartir ideas “a ver cuál
la más mejor para la vida”. Lo que sí ya es un hecho -dijo- en la práctica,
“quién trabaja come, quien no trabaja que coma su billete y que comas su
moneda, a ver si con eso se satisface su necesidad de hambre”.
Adelantó que en los años que vienen trabajarán en el fortalecimiento de la
“comunalidad”, que no es lo mismo que propiedad colectiva, sino se trata de
la no-propiedad, “pero para eso se necesita organización, hacer en los
hechos”, dijo.
Explicó que en el proceso en el que se encuentran no necesita el uso de las
armas, pero que si son agredidos los pueblos zapatistas, “nos vamos a
defender”. “Vamos a seguir ese camino y nos vamos a defender. No necesitamos
matar a los soldados y a los malos gobiernos, pero si vienen, nos vamos a
defender”.
“Es lo que vamos a estar haciendo a lo largo de estos años. El pueblo manda
y el gobierno obedece, los medios de producción son en común y es el pueblo
el que lo va a ver. Muchas gracias, es todo nuestra palabra”.
En los días previos a la celebración, el EZLN explicó a través de varios
comunicados que como parte de los procesos de reestructuración, desaparecía
a las Juntas de Buen Gobierno que operaban de forma regional, que creaban
nuevos Gobiernos Autónomos Locales (GAL).
Los GAL tienen capacidad de decisión sobre sus alianzas con otros pueblos,
incluso con no-zapatistas, y que en estos gobiernos locales también estaba
la decisión de implementar acciones de defensa contra las amenazas, entre
ellas las de los grupos del crimen organizado.
La celebración de los 30 años tuvo también ausencias. No estuvieron los
comandantes Tacho, David, Zebedeo, quienes fueron piedras nodales del
impulso del zapatismo en diferentes regiones de Chiapas.
Tampoco estuvo la bandera negra con la estrella roja, símbolo del EZLN; en
la ceremonia cívica-militar no se cantó el himno zapatista, no se hicieron
los honores a las banderas ni el saludo con la mano izquierda. No se
mencionó a la comandancia general del EZLN.
Hubo, sí, cientos, miles de jóvenes zapatistas, algunos de rostros aniñados.
Jóvenes mujeres de cuerpos delgados que ya son disciplinadas milicianas del
EZLN. “¡Cómo es que siguen saliendo tantos zapatistas en cada aniversario!”.
Comenta un colega que cada año acude a las celebraciones.
* Ángeles Mariscal, periodista independiente, fundadora del portal Chiapas
Paralelo (www.chiapasparalelo.com <http://www.chiapasparalelo.com> ) y
colaboradora de CNN México y El Financiero. Tener en nuestro lugar de origen
las condiciones para forjarnos una vida digna es un derecho, y migrar cuando
esto no sucede, también lo es. Desde esta perspectiva cubro el tema
migratorio.
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