[Gcap-mujeres] OMC : paises en desarrollo emiten declaracion conjunta sobre el desarrollo en el contexto de las negociaciones en la OMC.

iniciativa iniciativa en repem.org.uy
Lun Dic 5 19:38:46 UYT 2005


AMIGAS
Un grupo de paises en desarrollo en la OMC a saber Argentina, Brasil, 
India, Indonesia, Namibia,
Paquistan, Filipinas , Sudafrica,  y Venezuela emitieron una declaracion 
conjunta sobre el desarrollo en el contexto de las negociaciones en la OMC.

Hubo una conferencia de prensa en la OMC el Lunes 18  de Nov para 
presentar  sus definiciones de lo que constitute el desarrollo para  Hong 
Kong y despues de la reunion ministerial.

Por favor vean el articulo traducido enviado a la lista gcap americalatina 
por Patricia Garce , el original esta en ingles esta hecho por  Kanaga Raja 
colega de  Chien Yen del Instituto del Tercer Mundo (Third World Network) 
que esta trabajando desde Ginebra en el grupo de trabajo de GCAP de la OMC 
y siempre circula documentos interesantes para seguir el proceso.
Alejandra Scampini
REPEM/DAWN
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Comercio: reclamando el desarrollo en la Ronda de Doha de la  OMC

Ginebra, 29 de nov (Kanaga Raja)  Las recientes propuestas de varios 
importantes países Desarrollados en la OMC amenazan el contenido pro 
desarrollo del Programa de Desarrollo de Doha (PDD) y, por lo tanto, es 
hora de reclamar el contenido pro desarrollo de la Ronda, señalaron el 
lunes nueve países en desarrollo en una presentación ante el Comité de 
Comercio y Desarrollo de la OMC.

La presentación señaló que las recientes propuestas de estos países 
desarrollados procuraron sembrar la discordia entre los países en 
desarrollo, reinterpretar el marco y la trayectoria de las negociaciones y, 
de manera egoísta, estrechan, limitan y en definitiva socavan los objetivos 
pro desarrollo del Programa de Desarrollo de Doha.

"Por lo tanto, es hora de reclamar los objetivos pro desarrollos y la 
trayectoria de las negociaciones”, señaló el documento.

La presentación, titulada “Reclamando el desarrollo en la Ronda de 
Desarrollo de Doha de la OMC”, fue realizada por Argentina, Brasil, 
Filipinas, India, Indonesia, Namibia, Pakistán, Sudáfrica y Venezuela en la 
sesión del lunes del Comité de Comercio y Desarrollo, con la presencia del 
Director General de la OMC, Pascal Lamy.

Lamy asistió a la sesión para presentar un documento de la Secretaría sobre 
“Aspectos pro desarrollo de la Ronda de Negociaciones de Doha” que fuera 
redactado según el mandato de la Declaración de Doha (párrafo 51) que 
instruye al CCD a identificar y debatir sobre aspectos pro desarrollo de 
las negociaciones de la Ronda de Doha.

En una conferencia de prensa para explicar el contenido de la presentación, 
el embajador Faizel Ismail, de Sudáfrica, que también preside la Sesión 
Especial del Comité de Comercio y Desarrollo, manifestó que muchos países 
en la sesión del CCD respaldaban el ímpetu del documento.

Faizel explicó que la Declaración Ministerial que inauguró el PDD 
proclamaba que los intereses de los países en desarrollo serían colocados 
en el centro de las negociaciones. Esto no fue un acto de caridad sino que 
se basó en el reconocimiento de que el fomento del desarrollo de los países 
en desarrollo es un impulso esencial al crecimiento económico sostenido del 
planeta del cual todos podemos beneficiarnos. La clave para el crecimiento 
mundial yace en destrabar el potencial de los países en desarrollo, y para 
lograrlo, los países en desarrollo deben buscar el desarrollo y la 
industrialización en los sectores donde poseen ventajas comparativas.

El objetivo estratégico de las negociaciones es que los países 
industrializados reduzcan la protección que otorgan a sectores ineficientes 
que frustran el posible crecimiento de los países en desarrollo, destacó, y 
agregó que una conclusión temprana de la actual ronda de negociaciones, 
acorde con el mandato acordado en Doha en 2001, presentaría el mejor 
contexto en general para un resultado de ese tipo.

Faizel aseguró que un comercio más abierto y sin distorsiones crearía un 
ambiente en el cual las economías en desarrollo podrían diversificar sus 
exportaciones según los destinos y con una producción de valor mayor, así 
como profundizar su integración al sistema internacional de comercio. Al 
reclamar el contenido pro desarrollo de las negociaciones es necesario 
considerar, en sus tres dimensiones, los principios de proporcionalidad, la 
no reciprocidad plena y el tratamiento diferencial a favor de los países en 
desarrollo.

En primer lugar destacó que la eliminación de las distorsiones contra el 
desarrollo en el comercio agrícola internacional es central para el PDD. 
Mediante una combinación de aranceles elevados, apoyos nacionales masivos y 
subsidios a la exportación, los países industrializados mantienen una 
producción agrícola ineficiente en sus economías a costa del desarrollo 
agrícola de los países en desarrollo.

Sin embargo, no se puede pretender que los países en desarrollo paguen por 
esta reforma necesaria en la agricultura accediendo a las exigencias, 
ambiciosas en exceso, en materia de aranceles industrializados y servicios 
que no toman en cuenta las realidades de sus niveles de desarrollo económico.

En segundo lugar, el PDD debe proporcionar un acceso mejorado a los 
mercados de los países industrializados para las exportaciones de bienes y 
servicios de los países en desarrollo. Con respecto a los aranceles 
industrializados, el desarrollo requiere que se eliminen las crestas y las 
progresividades arancelarias en los productos de interés exportador para 
los países en desarrollo. Los países en desarrollo reducirían sus aranceles 
en forma proporcional sobre la base de la no reciprocidad plena para que 
sus concesiones sean acordes con su nivel de desarrollo industrial.

En tercer lugar, dijo Faizel, no todos los países en desarrollo se verán 
beneficiados por el PDD a corto plazo. Los países menos adelantados (PMA), 
y otras economías débiles y vulnerables con frecuencia carecen de la 
capacidad de oferta para competir por las nuevas oportunidades de 
exportación que surgen. Otros padecen importantes costos de ajuste, 
incluida la erosión de las preferencias.

Para abordar estas inquietudes particulares de los países en desarrollo, 
Faizel solicitó que se adopten las siguientes medidas:

* los países desarrollados deben asumir el firme compromiso de trabajar por 
la provisión del acceso libre de impuestos y cuotas a sus mercados de todos 
los PMA, y también se exhorta a los países en desarrollo que estén en la 
posición de hacerlo que asuman este compromiso

* el lanzamiento en Hong Kong de un ambicioso paquete de ‘ayuda por 
comercio’ que aborde las necesidades de creación de capacidad relacionada 
con el comercio de los países en desarrollo. Los miembros de la OMC también 
deben acceder a crear un fondo de ayuda que ayude a los países en 
desarrollo a manejar el impacto de la erosión de preferencias que surja de 
la ronda de Doha.

* los países desarrollados deben aprovechar la oportunidad para aumentar 
los avances de la ronda de Doha para todos los miembros realizando 
esfuerzos serios por liberalizar el movimiento temporario de las personas 
naturales (modo 4), de los países miembro en desarrollo hacia los 
desarrollados.

* los miembros de la OMC en Hong Kong deben acceder a revisar varias de las 
reglas de la OMC que en la actualidad favorecen de manera desigual a los 
países desarrollados. Por ejemplo, el acuerdo TRIPS sólo fortaleció los 
derechos de la propiedad privada y debe proporcionar una protección 
equivalente a los derechos de propiedad intelectual de las comunidades.

El embajador Ujal Singh Bhatia, de India, declaró que la Ronda de Doha 
comenzó con la promesa del desarrollo, pero cuatro años después “vemos 
mucha frustración”. Esto se debe a que no hay resultados concretos en 
cuanto al desarrollo, y a que el debate sobre el desarrollo “fue 
distorsionado y copado por algunos países desarrollados que declaran hablar 
en nombre de los países en desarrollo”.

Bhatia dijo que en la agricultura, desde el punto de vista de India, el 
desarrollo implica la eliminación de las distorsiones que afectan el 
comercio mundial de la agricultura, provocadas por los enormes subsidios de 
los países desarrollados y la negativa al acceso a sus mercados mediante 
diversas medidas poco transparentes.

Otro problema en la agricultura es que para millones de agricultores de los 
países en desarrollo, la agricultura no tiene que ver con el comercio sino 
con la subsistencia.

En cuanto al NAMA, Bhatia aseguró que en muchos países desarrollados se 
observa la negación de la ventaja comparativa mediante un mayor 
proteccionismo, por ejemplo, en los textiles.

Para poder desarrollar su ventaja comparativa los países en desarrollo 
requieren cierto espacio político y protección para las industrias 
nacientes. Los países en desarrollo solicitan un subconjunto de 
flexibilidades que los países desarrollados tenían a su alcance cuando se 
estaban industrializando.

Este subconjunto está captado a grandes rasgos en el párrafo 8 del marco 
del NAMA.

"Hoy vemos que estamos a la defensiva al respecto. El párrafo negociado es 
parte del eje de las negociaciones. Ahora ha sido tomado rehén por las 
consideraciones tácticas. Si se atacan estas flexibilidades, entonces 
evidentemente no tenemos la base para el éxito de las negociaciones del 
NAMA”, sostuvo Bhatia.

Sobre los servicios, Bhatia dijo que si los miembros han de cosechar las 
ventajas de la globalización, significará que los procesos económicos 
internacionales que se están desagregando requerirían un movimiento 
complementario de los servicios, o sea, en el movimiento del personal 
capacitado. Una vez más, esto se está rechazando, dijo, y agregó que ahora 
se observa una situación donde la economía de servicios más competitiva del 
mundo no está avanzando al respecto desde la Ronda Uruguay.

En cuanto al tratamiento especial y diferencial, Bhatia dijo que uno de los 
pilares básicos de las negociaciones es que los TED serán más efectivos y 
operativos. En la actualidad, la mayoría de las disposiciones de TED son 
disposiciones de máximo empeño.

Hasta la fecha no hay avances que mencionar sobre este tema luego de cuatro 
años de negociaciones.

El embajador Clodoaldo Hugueney, de Brasil, recordó que cuando se acordó en 
Doha que el desarrollo sería central a la ronda, también se acordó una 
fecha límite para el paquete de desarrollo. Pero esa fue la primera fecha 
que no se respetó en las negociaciones, señaló, y agregó que comprende las 
frustraciones de los países en desarrollo.

Dijo que la iniciativa de los nueve países en desarrollo pretende revertir 
este desequilibrio. El desarrollo debe ser uno de los aspectos centrales de 
estas negociaciones, subrayó.

Agregó que existen dos formas de negar los aspectos pro desarrollo de la 
ronda, siendo la primera la de evitar las concesiones en áreas donde los 
países en desarrollo son competitivos y en las que pueden avanzar, como en 
la agricultura y el Modo 4 en servicios. La segunda es reclamar a los 
países en desarrollo cosas que están totalmente fuera de proporción con las 
inquietudes pro desarrollos de la ronda, y eso se puede ver en el NAMA y la 
agricultura, por ejemplo.

Hugueney también dijo que se reconoce que existen algunos países del mundo 
en desarrollo que merecen una consideración especial, y que hay necesidad 
de otorgar una atención prioritaria a los PMA y a las economías pequeñas.

Asimismo, la erosión de las preferencias es algo que debe considerarse y 
debatirse. Sostuvo que el G20 se creó como un grupo con la doble realidad 
de la agricultura en el mundo en desarrollo, una realidad de sectores 
productivos donde la mayoría de los países en desarrollo tienen sus 
exportaciones pero también la realidad de millones de personas que viven a 
nivel de subsistencia. Esto debe tomarse en cuenta en el contexto de las 
negociaciones agrícolas. El G20 pudo mantener este enfoque ‘a medio 
camino’ en las negociaciones agrícolas.

Hugueney destacó que la agricultura es el ámbito central de las 
negociaciones y que hasta cierto punto fija el marco de referencia para el 
resto de las negociaciones. Señaló que la agricultura está muy rezagada con 
respecto a otras áreas.

Asimismo, las restricciones y distorsiones del comercio aún se mantienen. 
La agricultura es central para los países en desarrollo y su vínculo con el 
desarrollo es reconocido por todos.

También indicó la inquietud de que, no solo no se está cumpliendo el 
mandato sobre la agricultura, sino que algunos países agregan condiciones a 
lo que ofrecen en materia de agricultura que son absolutamente imposibles 
en materia de NAMA, los servicios y otros ámbitos de las negociaciones.

"Nadie va a concluir una ronda donde no solo no se mantienen los objetivos 
de desarrollo de la ronda sino que los resultados son completamente 
desequilibrados y donde los países en desarrollo acaban pagando más por la 
conclusión de la ronda que los países desarrollados”, aseguró Hugueney.

El documento de los nueve países destacó que el desarrollo debe ser el quid 
del PDD y en este sentido citó el párrafo 2 de la Declaración de Doha.

El documento destacó que la agricultura es un tema central. Una ronda de 
desarrollo requiere la eliminación de las distorsiones comerciales en las 
normas de comercio internacional que frenan el crecimiento de las 
exportaciones de los países en desarrollo. La mayor distorsión estructural 
del comercio internacional sucede en la agricultura mediante una 
combinación de elevados aranceles, apoyos nacionales que distorsionan el 
comercio y subsidios a las exportaciones que protegen a los agricultores 
ineficientes en los países desarrollados, principalmente en la Unión 
Europea y EEUU.

En conjunto, estas medidas frustran las esperanzas pro desarrollo de muchos 
países en desarrollo. Eliminar estas medidas contrarias al desarrollo es un 
objetivo primordial del PDD ya que llevará a la expansión de las 
exportaciones de los países en desarrollo y su integración significativa a 
la economía mundial. Por esta razón la agricultura es un tema central de la 
Ronda de Doha.

El documento agregó que dos terceras partes de los pobres en los países en 
desarrollo viven y trabajan en el sector agrícola, dependiendo de la 
agricultura para su subsistencia. En contraste, la agricultura representa 
menos del 5% de la producción y del empleo en la UE y los EEUU. Para 
algunos países en desarrollo, como es el caso de los productores 
algodoneros de África Occidental en Malí, Benín, Chad y Burkina Faso, los 
elevados subsidios destinados a los agricultores ricos en los países 
desarrollados son responsables de la devastación de los medios de vida de 
millones de agricultores pobres. Para muchos países en desarrollo más, 
donde la producción agrícola sigue siendo en gran medida de subsistencia, 
es fundamental la necesidad de lograr que se fortalezcan las disciplinas de 
la OMC para permitir que estos países en desarrollo logren la seguridad 
alimentaria y de sus medios de vida, y satisfagan sus necesidades de 
desarrollo rural.

El documento señaló que la Ronda Uruguay (RU) colocó a las políticas 
agrícolas, y al comercio de la agricultura, bajo las disciplinas del 
GATT/OMC por primera vez. Sin embargo, el nuevo Acuerdo sobre Agricultura 
de la RU creó una apertura mínima de los mercados y no logró que los 
principales subsidiantes (UE, EEUU y demás países de la OCDE) redujeran sus 
elevadísimos subsidios agrícolas. Estos subsidios agrícolas de los 
principales subsidiantes no decayeron sustancialmente ni siquiera después 
de que el Acuerdo sobre la Agricultura entrara en vigor en 1995. 
Paradójicamente, los apoyos agrícolas aumentaron de hecho en algunos países 
desarrollados.

En fuerte contraste, tanto los países desarrollados como los países en 
desarrollo han liberalizado sus mercados en el sector industrial en los 
últimos 50 años como consecuencia de las 8 rondas de negociaciones del GATT.

Por estas razones es que la protección agrícola de los países desarrollados 
debe cargar con la mayor parte de los ajustes en esta ronda, enfatizó el 
documento.

El documento también señaló que las contribuciones al NAMA deben ser 
proporcionales al nivel de desarrollo. Reconoció que esta Ronda debe 
incrementar la liberalización y fomentar ajustes positivos en todos los 
países, desarrollados y en desarrollo, otorgando un acceso auténtico a los 
mercados para todos. Además, aunque reconoce los esfuerzos de muchos países 
en desarrollo al asumir compromisos autónomos de liberalización, esta Ronda 
otorga la oportunidad de aumentar el nivel de compromiso de todos los 
miembros de la OMC, para generar así un sistema de comercio más inclusivo y 
seguro.

No obstante, deben reconocerse debidamente los enormes desequilibrios del 
sistema de comercio mundial reflejados en la distribución desigual de los 
avances de la globalización y la continua protección de los países 
desarrollados contra los productos de los países en desarrollo.

El documento señaló que en gran medida los países desarrollados lograron 
una fuerte competitividad en el sector industrial y deberán hacer ajustes 
relativamente insignificantes en esta ronda. Sin embargo, muchos países 
desarrollados siguen manteniendo aranceles altos, crestas arancelarias y 
progresividades arancelarias sobre productos de interés para los países en 
desarrollo. Además, los países desarrollados a menudo utilizan una variedad 
de barreras no arancelarias, incluidas extenuantes disposiciones técnicas y 
excesivas medidas antidumping, para perturbar las exportaciones y el 
potencial exportador de los países en desarrollo a estos mercados.

La mayor parte de los países en desarrollo, por otro lado, aunque 
aumentaron su participación en el comercio mundial de manufacturas en las 
últimas dos décadas, siguen reformando e industrializando sus economías, y 
sus sectores industrializados aún ocupan una parte importante de su trabajo 
y producción con uso intensivo de mano de obra.

De esta manera, señaló el documento, las modalidades para la liberalización 
del NAMA deben lograr dos cosas simultáneamente: (i) asegurar que los 
aranceles altos, las crestas arancelarias y las progresividades 
arancelarias que quedan en los países desarrollados se eliminen en esta 
ronda; y (ii) asegurar una flexibilidad suficiente que tome en cuenta a los 
sectores sensibles y las necesidades de ajuste de los países en desarrollo, 
para crear condiciones para una liberalización ulterior.

"No se puede pretender que los países en desarrollo paguen las reformas 
necesarias de los sectores agrícolas de los países desarrollados, mediante 
los reclamos demasiado ambiciosos de estos en aranceles industriales que no 
toman en cuenta las realidades de sus niveles de desarrollo económico ni 
sus necesidades de ajustes”. Los países en desarrollo están preparados para 
realizar un aporte a las negociaciones del NAMA en esta ronda, siempre que 
sus concesiones sean proporcionales a sus niveles de desarrollo, en 
expresión plena del principio de tratamiento especial y diferencial. 
Asimismo, el principio de no reciprocidad plena, acordado en el Mandato de 
Doha, debe aceptarse.

"Por estos motivos argumentamos que las flexibilidades del párrafo 8 que 
todos los miembros de la OMC negociaron y acordaron en el Acuerdo Marco de 
la OMC, de julio de 2004, es un elemento esencial de las flexibilidades 
exigidas por los países en desarrollo para gestionar sus procesos de 
ajuste. Por lo tanto, nos oponemos a los intentos realizados de 
reinterpretar este acuerdo estableciendo nuevas condicionalidades al uso 
del párrafo 8 y así modificar el equilibrio del acuerdo alcanzado por todos 
los miembros de la OMC en el Acuerdo Marco de julio de 2004.

"Consideramos que las cifras contenidas actualmente entre paréntesis en el 
párrafo 8 constituyen los porcentajes mínimos que necesitan los países en 
desarrollo. Mantenemos el derecho a modificar al alza estas cifras para 
permitir que algunas de nuestras economías gestionen el ajuste de los 
sectores sensibles e impidan la perturbación social que causan la pérdida 
de empleos y el cierre de empresas que provocarían una mayor liberalización.

"Asimismo, destacamos que el párrafo 8 es una disposición 'autónoma' en el 
marco acordado del NAMA y que su posición como tal debe ser reconocida para 
que las negociaciones puedan avanzar. Todo intento de vincularlo o 
utilizarlo para negociar con la fórmula de reducción de los aranceles 
creará dificultades innecesarias en las negociaciones. Los dos temas son 
distintos y deben ser tratados como tal”.

El documento también señaló que no todos los países en desarrollo se 
beneficiarán del PDD en el corto a mediano plazo. Un número importante de 
países en desarrollo, entre ellos los países pequeños, débiles y 
vulnerables y los países menos adelantados (PMA) sufrirán importantes 
costos de transición, especialmente aquellos países que dependen de sus 
preferencias y sufrirán importante erosión de preferencias. La ronda de 
Doha debe abordar los problemas particulares de desarrollo de los países 
pequeños, débiles y vulnerables sin crear una nueva categoría de países en 
desarrollo ni sembrar la discordia entre los países en desarrollo. Además, 
es necesario hallar soluciones creativas y progresivas al problema de la 
erosión de preferencias para los países dependientes de las preferencias, 
sin que se retrase más el acceso a los mercados de los productos de los 
países en desarrollo.

Los miembros de la OMC deben lanzar un ambicioso paquete de “ayuda por 
comercio” en Hong Kong que tome en cuenta las necesidades de creación de 
capacidad relacionada con el comercio de los países en desarrollo. Además, 
los miembros de la OMC deben aceptar la creación de un fondo de ayuda que 
asista a los países en desarrollo a manejar el impacto de la erosión de 
preferencias que surja de la ronda de Doha.

Para los países menos adelantados (PMA), "apoyamos la necesidad de un 
Paquete de medidas de desarrollo que fomenten su integración al sistema 
mundial de comercio y refuercen su desarrollo. En este sentido, el paquete 
de cinco propuestas priorizadas para los PMA es un objetivo importante para 
Hong Kong."

El documento también sostuvo que posiblemente los mayores avances de la 
ronda de Doha se logren tanto para los países desarrollados como para los 
países en desarrollo gracias a los esfuerzos serios por liberalizar el 
movimiento temporario de las personas naturales (modo 4), de los países en 
desarrollo a los países miembros desarrollados. Sin embargo, hasta la fecha 
los países desarrollados han sido reacios a asumir compromisos 
significativos en la OMC sobre la flexibilización de restricciones al 
ingreso temporario en el modo 4.

El documento señaló que las recientes propuestas de los países 
desarrollados, incluidas las propuestas de la UE del 28 de octubre, 
realizaron pedidos a los países en desarrollo para comprometerse con las 
negociaciones del NAMA que están totalmente fuera de proporción. Las 
enormes cargas de ajuste que tendrían que soportar los países en desarrollo 
en sus sectores industriales no se reflejan en los ajustes relativamente 
insignificantes que los países desarrollados tendrán que hacer en este 
sector. A los países en desarrollo se les pide que reduzcan sus aranceles 
con espacio limitado para gestionar los ajustes en sus sensibles sectores 
de mano de obra intensiva.

En fuerte contraste, la UE realizó propuestas insignificantes para abrir 
sus mercados en las negociaciones agrícolas, con su llamado a la 
flexibilidad adicional para la mayor parte de sus productos sensibles, lo 
que le permite eliminar la posibilidad de toda nueva apertura significativa 
de sus mercados a los productos agrícolas de los países en desarrollo.

Asimismo, el documento sostiene que los países desarrollados no están 
ofreciendo recortes importantes en sus sectores industrializados mediante 
su oferta para reducir sus aranceles mediante el coeficiente de 10 
(utilizando la fórmula suiza). Esta oferta no generará recortes profundos 
en los aranceles altos, las crestas arancelarias ni las progresividades 
arancelarias por los que los países desarrollados abogaron en el mandato de 
Doha.

De esta manera se puede excluir a gran cantidad de productos 
industrializados de los países en desarrollo de los mercados de los países 
desarrollados.

"¡Así, la UE y demás países desarrollados están buscando una ronda que les 
salga gratis! A los países en desarrollo se les pide que carguen con el 
peso de toda nueva apertura de mercados en esta ronda”.

El documento señaló que los pedidos totalmente fuera de proporción que la 
UE está reclamando a los países en desarrollo en esta ronda, en comparación 
con su propia oferta de realizar reformas muy necesarias en su sector 
agrícola, amenaza con generar un resultado impar en la ronda de Doha. Las 
propuestas de la UE en agricultura y el NAMA generarían un resultado 
contrario al desarrollo, diluyéndose cada vez más las esperanzas y 
aspiraciones de los países en desarrollo ante la perspectiva de la Ronda de 
Desarrollo de Doha.

"Instamos a la UE y demás miembros desarrollados de la OMC a asegurar que 
sus ofertas y pedidos realizados a otros miembros cumplan con los objetivos 
fijados para esta ronda por el párrafo 2 del mandato de Doha. Por nuestra 
parte estamos comprometidos a trabajar por un auténtico resultado pro 
desarrollo de la ronda que sea justo y equilibrado y que genere nuevas 
oportunidades para todos los miembros, desarrollados y en desarrollo, para 
que sus economías crezcan y se fomente su desarrollo”, concluyó el documento.















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