Ecuador/ la "revolución ciudadana" de Correa y el TLC con la Unión Europea [Edgar Isch]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jul 25 19:04:53 UYT 2014


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 25 de julio 2014

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A l’encontre – La Breche

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Ecuador

Unas verdades sobre el TLC con la Unión Europea

Edgar Isch L.

Agencia Bolivariana de Prensa Ecuador

Kaos en la red 

http://lists.kaosenlared.net/

El gobierno del Ecuador ha firmado un Tratado de Libre Comercio con la Unión
Europea. Este acto político es de gran importancia para el futuro del país y
determina en gran medida hacia dónde camina la propuesta real del gobierno
de la llamada “revolución ciudadana”, más allá de los discursos rimbombantes
y contradictorios. Por lo pronto, vale la pena atender ciertas verdades que
tratan de ser ocultadas para disfrazar la falta de coherencia del gobierno,
que es lo mismo que decir la falta de coherencia del Presidente Correa.  

1.- Sí es un Tratado de Libre Comercio 

Desde las fuentes oficiales, insistentemente se dijo que se buscaba negociar
algo distinto a un Tratados de Libre Comercio (TLC). Se habló de un “acuerdo
para el desarrollo” que supere a los TLC, con lo cual se podría negociar
algo más que normas comerciales, cuando es propio de los TLC tratar una gran
cantidad de cosas distintas al comercio, las que convierten a estos
instrumentos como nuevas reglas de nivel constitucional para los países
dependientes. 

El propio Presidente del Ecuador señaló que el cambio de nombre usado por la
Unión Europea era una trampa: 

“La Unión Europea puede darle el nombre bonito que quiera, pero la
orientación que está tomando esto es llevarnos hacia un tratado de libre
comercio, y eso no lo vamos a aceptar”.  [1] 

Efectivamente, ahora mismo el gobierno sionista de Israel con su enorme
poderío militar está masacrando al pueblo palestino y da a ello el nombre de
“acción defensiva”; las mineras transnacionales pueden llamar “minería
sustentable” a su continua destrucción de la biodiversidad; el derechista
gobierno español puede llamar “Ley de Seguridad Ciudadana” a una norma
represiva similar a las aplicadas en el Ecuador. Ciertamente no se trata de
los nombres bonitos sino de la realidad que estos contienen. 

Pero en el caso que nos ocupa, la “Europa de los empresarios”, como también
se conoce a la Unión Europea, no tiene empacho de dejar de lado el nombre
bonito y señalar que se trata de un TLC. Por ejemplo, en el folleto para
“Comprender las políticas de la Unión Europea: Comercio” [2], se habla
abiertamente de los Acuerdos de Libre Comercio y solo como parte de ellos,
se menciona que los “Acuerdos de asociación económica combinan objetivos
comerciales y de desarrollo”. En la página 6 del documento, luego de
enlistar los contenidos propios de los TLC, señalan que: 

“Los acuerdos de libre comercio también pueden servir para fomentar el
desarrollo sostenible, la buena gobernanza y el respeto de los derechos
humanos. Para que el comercio funcione correctamente, no basta con negociar
aranceles más bajos para los exportadores. El respeto de la ley es
fundamental para disponer de un marco jurídico previsible y estable. Por
ello, resulta esencial abordar otros obstáculos al comercio”. 

En otras palabras, el respeto a los derechos humanos solo importa si su
violación es “otro obstáculo” al libre comercio. Así se expresó en la
realidad al momento de firmar el Acuerdo de Asociación con Colombia, cuando
los derechos humanos en el país suramericano no fueron un tema de interés
real para los negociadores europeos. 

Una vez firmados los Acuerdos con Colombia y Perú, estos se mencionan en el
documento solo como “Acuerdos de libre comercio ya vigentes”. Pero más grave
aún es que ese mismo nombre dan desde Europa al documento firmado por los
emisarios del gobierno de Ecuador. 

2.- En lo fundamental es lo mismo que lo firmado por Colombia y Perú 

Otra evidencia de que no es más que un TLC está en el boletín mediante el
cual la Comisión Europea anuncia la firma del acuerdo con Ecuador. Se dice,
entre otras cosas, que tan solo nos unimos al acuerdo ya firmado por
nuestros vecinos, en ambos casos por gobiernos abiertamente derechistas: 

“En este día  la UE y los negociadores ecuatorianos sellaron en Bruselas un
acuerdo que permitirá a Ecuador unirse a sus vecinos andinos Perú y Colombia
en su acuerdo comercial con la UE … Se acordó una serie de ajustes limitados
al texto 

 del acuerdo para atender a la adhesión de Ecuador, pero sin que haya un
cambio significativo en la ambición y el alcance del Acuerdo entre la Unión
Europea y Colombia / Perú ” [3]. 

Del lado ecuatoriano, se dice algo distinto en la forma, pero que igualmente
permite ver que el punto de partida es el TLC de nuestros vecinos. El
ministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, ha insistido en que:
"Tenemos que asegurarnos un trato especial y diferenciado, que nos den más
de lo que les dieron a Colombia y Perú", aludiendo a que Ecuador es un país
dolarizado y de menor desarrollo que sus socios andinos [4]. Más de lo
mismo, no quiere decir que se firme un documento realmente diferente.
Similar ha sido la expresión del Presidente Correa: “Hemos pedido umbrales
mucho más altos que Colombia y Perú” [5]. Umbrales más altos, quiere decir
que se negoció lo mismo, solo cambian las cantidades. Es como si se vendiese
el país (la relación no es del todo exagerada) y desde el gobierno nos
dijeran que lo vendimos a mejor precio. 

Y como todos los TLCs mantienen el mismo esquema, desde Colombia y Perú se
consideraba en su momento que un resultado de la negociación era que
tendrían igualdad de condiciones con países que ya habían firmado tratados
similares con la UE como México, Chile, Turquía, Egipto, Marruecos, Israel,
Jordania, Corea del Sur y los países del CARIFORUM. Es decir, que las
condiciones de los europeos responden a un esquema único, en el que se
pueden aceptar pequeños cambios para cada país, pero nada más. 

En nuestro caso hay que considerar que la negociación se realizó en un
momento de radicalización neoliberal de la mayoría de los países de la UE,
de manera que nada que no encaje en su ideología podría haber sido
negociado. 

Es tan distinto lo que hoy dicen desde el gobierno si se compara con las
críticas que desde la Presidencia y otros funcionarios se lanzaron al
referirse a la firma del TLC de Colombia y Perú con la Unión Europea, que
resulta difícil explicar el cambio. “El reciente acuerdo comercial que
firmaron Ecuador y la Unión Europea (UE) luego de siete meses de
negociaciones viene a corroborar el pragmatismo que caracteriza al gobierno
del presidente Rafael Correa en el plano económico.” [6]  Y como se sabe, el
pragmático es el que no se guía por principios sino el que considera
“verdadero lo útil”. 

Cabe entonces preguntarse para qué y para quién es útil este acuerdo. Y el
propio gobierno nos da pistas: para ampliar la exportación bananera y otros
productos ya tradicionales. En ello si coinciden con los voceros de la Unión
Europea, que en la nota de prensa ya referida señalan que: “El acuerdo
permitirá a  Ecuador beneficiarse de un mejor acceso para sus principales
exportaciones a la UE - la pesca, los plátanos, las flores cortadas, café,
cacao, frutas y nueces”. 

Los beneficiarios principales, por tanto, serán los grandes exportadores,
Alvaro Noboa incluido. Los perdedores, los campesinos que realizan
agricultura familiar, como lo demuestra ya la experiencia de nuestros
vecinos. Habrá que ver que límites de protección a los pequeños empresarios
se permite en las compras públicas, pero de las propuestas a favor de los
migrantes [7]  que se propusieron hace cuatro años como requisito para
negociar con la UE, ya no se escucha hablar. 

Otra consecuencia negativa se presenta para la integración andina. “Bolivia
se retiró de las negociaciones ya en 2008; demandó que la discusión se
realice cumpliendo los principios de acción colectiva de los países miembros
de la CAN, particularmente su decisión 667…” [8]. Lo hoy firmado por el
gobierno de Correa tampoco consideró esos principios y deja sola a Bolivia. 

3.- Los beneficios serán para Europa y para los ricos 

En 2006, Rafael Correa escribió: “La idea de que el libre comercio beneficia
siempre y a todos es simplemente una falacia o ingenuidad más cercana a la
religión que a la ciencia, y no resiste un profundo análisis teórico,
empírico o histórico”. [9] 

La afirmación se coteja con la realidad. Todos los países dependientes (o si
lo prefiere el lector, subdesarrollados), han visto empeorarse sus
condiciones comerciales tras la firma de los TLC y el cúmulo de promesas
incumplidas por estos tratados, es algo que los caracteriza. 

Un caso latinoamericano que vale considerar, para no entrar en más detalles,
es el de México. Un análisis de hace más de un año, sintetizaba así la
realidad: pese a 49 tratados, el 80% del comercio de México es con Estados
Unidos. En 20 años de acuerdos tampoco se ha crecido como se pregonó. Mucho
menos hubo aumento de mejores empleos porque la desocupación se disparó. Se
habla del aumento de las exportaciones pero mucho mayor es el aumento de las
importaciones [10]. 

Datos similares pueden encontrarse sobre Colombia y Perú. Pero ahora el
gobierno decide entrar en esa senda. Aunque se diga que se negoció distinto
o mejor, el imperialismo europeo no firmaría algo que no les permita ganar
más y participar mejor el reparto del mundo con las otras potencias
imperialistas. 

De hecho, en el documento sobre su política comercial ya mencionado, se
refieren a la globalización como una realidad en la que “el crecimiento de
potencias económicas como China, India o Brasil implica una mayor
competencia no solo en términos de precio y calidad de los bienes
producidos, sino también de acceso a la energía y a las materias primas.”
(Página 4). De inmediato se dice que “… el libre comercio puede contribuir a
sacar a la Unión Europea de su crisis actual…” y que si se llega a fin las
negociaciones de libre comercio actualmente en curso, para la UE sería como
incorporar el PIB de un país como Austria o Dinamarca (página 5).  

La restauración conservadora la encabeza Rafael Correa 

El mismo día en que el gobierno y las cámaras de la producción en coro
lanzaban loas al tratado comercial con la Unión Europea, miles de obreros y
trabajadores estaban en las calles de Quito luchando contra una reducción
mayor de sus derechos y en contra de la propuestas de reformas
constitucionales que anulan el espíritu de la Constitución de Montecristi. 

Un TLC en condiciones neoliberales es lo que el pueblo impidió frente a las
negociaciones con Estados Unidos y se opuso siempre al ALCA. Hoy sus
organizaciones y la izquierda se mantienen en esa posición y saben que el
imperialismo europeo no es menos neocolonial que el imperialismo yanqui. La
derecha, por el contrario, decía que sin esos tratados el Ecuador no tenía
futuro, tal y como hoy lo insisten en dúo con los funcionarios
gubernamentales, algunos de los cuales estuvieron en oposición al ALCA y los
TLC. 

TLC con la Unión Europea, nuevo Código laboral para eliminar derechos,
reformas constitucionales para reducir al máximo el derecho a acciones de
protección, código penal para criminalizar la protesta social, la violenta
acción para obligar a un voluntario de la Fundación Pachamama a abandonar el
país, son solo parte de un largo conjunto de acciones gubernamentales en las
que apenas tiene diferencias de forma con la derecha tradicional. El
presidente Correa sabía de lo que hablaba cuando anunció el peligro de una
restauración conservadora: él mismo es quién la comanda.

Notas

[1]  Rafael Correa, Enlace Ciudadano, sábado 23 de mayo de 2009. Citado por:
Ecuador Decide, 2011. “Negociaciones con la Unión Europea: ¡Un TLC
disfrazado de Acuerdo de Asociación!”. 

[2]  Publicado por la Unión Europea en septiembre de 2013 y que se puede
descargar de:  http://europa.eu/pol/pdf/flipbook/es/trade_es.pdf 

[3]
http://eeas.europa.eu/delegations/ecuador/documents/press_corner/2014/201407
17_negotiations_es.pdf 

[4]  Ecuador tendrá con UE un acuerdo comercial "mejor" que el de Colombia y
Perú.
http://www.elcomercio.com.ec/actualidad/negocios/ecuador-tendra-ue-acuerdo-c
omercial.html 

[5]  Ecuador y la Unión Europea cierran acuerdo comercial multipartes tras
cuatro años de negociaciones. Agencia de Noticias Andes, 17 julio 2014. 

[6]  Acuerdo comercial con la UE: ¿Un mal necesario para Ecuador? Prensa
Latina, 19 de julio 2014. 

[7]  Dos socios de la CAN, excepto Ecuador, firman TLC con la UE. El
Mercurio, 20 de mayo de 2010. 

[8]  Isch L., Edgar, 2010. “El TLC con la Unión Europea y los riesgos para
la soberanía nacional”. En. Acosta, Alberto y Esperanza Martínez
(compiladores), 2010. Soberanías. Abya Yala, Quito. 

[9]  Correa, Rafael, 2006. “El sofisma del libre comercio”. Introducción al
libro de Alberto Acosta, Fander Falconí, Hugo Jácome y René Ramírez: El
rostro oculto del TLC. Abya Yala, Quito. 

[10]  La Jornada, 20 de abril de 2013, México.

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