Grecia/ balance sobre una victoria política y su posible dinámica [Antonis Ntavanellos y Sotiris Martalis]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Feb 21 21:58:37 UYST 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 21 de febrero 2015

germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

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Grecia

Un balance y una reflexión de conjunto sobre una victoria política y su
posible dinámica

Antonis Ntavanellos y Sotiris Martalis

A l´encontre-La Breche

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Traducción de Faustino Eguberri –Viento Sur

El 7 de febrero, nuestros compañeros de ISO y de SocialistWorker.org
organizaron una videoconferencia con Antonis Ntavanellos y Sotiris Martalis,
dos miembros de Syriza -el primero miembro de la Coordinadora Ejecutiva, el
segundo del Comité Central- que dinamizan la organización DEA (Izquierda
Obrera Internacionalista). Desde la celebración de esa entrevista, diversas
instancias de la Unión Europea han confirmado su voluntad de derrotar al
Gobierno de Syriza lanzando una verdadera guerra de clase contra los
objetivos de ese Gobierno, objetivos que intentan responder a necesidades
elementales de la mayoría de la población. El 11 de febrero de 2015, tuvo
lugar una movilización, reuniendo a cerca de 30 000 personas en Atenas, en
Tesalónica y en numerosas ciudades, en apoyo al gobierno y contra la
política de las diversas instituciones de la UE. La enorme presión de las
instancias económicas y políticas sobre el Gobierno griego se traduce en
diversas concesiones. Una es sobre el ritmo de la aplicación del aumento del
salario mínimo a 751 euros (en vigor desde 2009). La otra tiende a diferir
la fijación de un umbral de no imposición en 12 000 euros (actualmente 5
000) en el segundo semestre de 2016. Sin embargo, hay que tener presente la
profundidad de la crisis social. La última encuesta del Prolepsis Institute
of Preventive Medicine, Environmental and Occupational Health publicado el
miércoles 11 de febrero de 2015, la revela con claridad. Ha sido realizada
en 64 escuelas de Atenas y analiza la alimentación de los niños y niñas. El
25% de las familias de los niños y niñas sufría hambre, el 60% inseguridad
alimentaria, es decir, insuficiencia de alimentos. Y en el 61% de las
familias uno de los dos padres no disponía de renta alguna (ni salario, ni
jubilación) y en el 17% ninguno disponía de una renta. Con sólo estos datos
es clara la urgencia de la cobetura de las reivindicaciones sociales de
base.

Además, contrariamente a las primeras declaraciones, se ha dejado abierta la
posibilidad de privatizar una segunda parte del puerto del Pireo. Pekín
considera este puerto como estratégico. Cosco Holding Co, adquirió en 2009,
una concesión de una duración de 35 años para una terminal para
contenedores. El portavoz del Ministerio de Finanzas chino dijo entonces que
era un “modelo de cooperación mutua benéfico para China y Grecia” (Wall
Street Journal, 11/02/2015). El Ministro de Marina Mercante de Grecia,
Theodore Dritsas, parece haber cambiado de posición. Y se trata de un tema
de importancia, tanto más cuando también están esperando una concesión la
firma danesa A.P. Moller-Maersk y el mayor operador de los Estados Unidos,
Ports America Inc.

En fin, como subraya en la entrevista Antonis Ntavanellos, las negociaciones
sobre la deuda, al menos las dirigidas por Varufakis, cambian de tono.
Frente a la movilización popular, frente a las expectativas de una
concreción del programa electoral, frente a la expresión de una “dignidad
soberana”, ¿cuáles serán las decisiones fundamentales del gobierno? En las
manifestaciones del 11 de febrero, la consigna “No al 100% a los Memorándum
/1” era bien recibida. La fase abierta por la victoria electoral ha entrado
en su primera etapa. Uno de los factores que determinarán la calidad y la
forma de su desenlace reside en la solidaridad internacional, que debe
respaldar la adhesión a una política gubernamental griega que rechaza un
sistema de diktats legalizado. Hay ahí un enfrentamiento de clases que
analistas de la prensa económica, por eufemismo, llaman “un choque de
legitimidades en Europa”.

Desde hace algunos años, hemos dado a conocer las actividades, los análisis
y las tomas de posición de nuestros compañeros y compañeras de la DEA, en
colaboración estrecha con nuestros amigos y amigas de ISO. Juzgamos que la
traducción y la publicación de esta videoconferencia constituye un documento
muy importante para desarrollar la solidaridad internacional con las masas
populares griegas contra la agresión de las instancias de la UE que apuntan,
hoy, contra el gobierno de Syriza. (Redacción de A l’Encontre].

Antonis Ntavanellos. Lo primero importante que hay que comprender es el
sentido del 25 de enero (elecciones) tanto como victoria de la izquierda
como de Syriza. Ésta se ha dado en un país en el que, durante el siglo
pasado, se sucedieron dos dictaduras -la de Metaxas, entre 1936 y 1941,
seguida por la brutal ocupación alemana entre 1941 y 1944; luego la llamada
“dictadura de los coroneles” entre 1967 y 1974- y una guerra civil
-1946-1949-, en el curso de la cual la izquierda sufrió terribles derrotas.
Se trata de la primera victoria política de importancia para la izquierda
radical en todo el período, desde finales de los años 1940.

Esta victoria se basa en la resistencia masiva de la clase trabajadora a lo
largo de los cinco o seis últimos años en Grecia. No es por tanto
sorprendente que haya en el seno de la población, en todo el país, un
sentimiento de alegría y de fiesta.

Este sentimiento de fiesta se ha reforzado con las declaraciones que los
ministros del nuevo Gobierno han hecho durante los 10 días posteriores a las
elecciones. El Gobierno entrará oficialmente en funciones el lunes 9 de
febrero pero, antes de esta fecha, cuando los nuevos ministros tomaban
posesión de sus ministerios, expresaban y hacían ya cosas importantes.

Uno de ellos, por ejemplo, inmediatamente después de haber prestado
juramento, ha anunciado que se pondría fin a la privatización en curso del
puerto del Pireo -una primera parte fue vendida a la sociedad china Cosco,
una segunda estaba en vías de venta en los últimos días del gobierno
Samaras-, el mayor puerto marítimo de Grecia; el primer ministro chino Li
Keqiang, declaraba en junio de 2014 que el Pireo sería “uno de los más
competitivos del mundo”, y el puerto estratégico para las exportaciones
hacia Europa.

Otro ministro indicó que, a contar desde ese mismo día, se iba a frenar la
privatización de la empresa pública de electricidad (DEI). Ahí están también
las declaraciones según las cuales no se procedería más a despidos en el
sector público y que 3 500 empleados y empleadas podrían volver al trabajo.

Muy rápidamente, Alexis Tsipras ha llegado a un acuerdo con los Griegos
Independientes -ANEL, según las iniciales griegas-, a fin de que
participaran también en el Gobierno. Una decisión que va en contra de la
posición de Syriza sobre la formación de un gobierno de izquierdas.

Parece que fuera de Grecia algunas personas imaginan que Syriza ha realizado
un acuerdo con un partido que es parecido a Amanecer Dorado. No es así. Los
Griegos Independientes son un partido que ha salido ciertamente de la
derecha. Han tomado también una posición clara contra los Memorándum, lo que
les ha llevado a modificar sus posiciones conservadoras sobre ciertas
cuestiones específicas. Así, ANEL apoya las privatizaciones en su programa
fundamental. Sin embargo, en el curso de los cinco últimos años, la
formación se ha pronunciado contra toda proposición concreta de
privatizaciones debido a que se producen en el marco de los Memorándum.

En cuanto se anunció el acuerdo con ANEL, nuestra organización -DEA,
Izquierda Obrera Internacionalista- publicó una declaración contra esta
alianza con los Griegos Independientes. Hemos afirmado que esta decisión iba
en contra de las declaraciones tomadas en conferencias de Syriza que
rechazaban las alianzas con los partidos de centro izquierda, lo que
significaba, sin duda alguna, que este principio englobaba igualmente al
centro derecha. Decíamos que la alianza con ANEL sería una correa de
transmisión de las presiones conservadoras sobre el Gobierno.

Pero, para ser honrado, pienso que la atención de los socialistas
revolucionarios, en los días que vienen, no debería estar centrada en los
Griegos Independientes, sino más bien en otros factores que son bastante más
importantes en la determinación de lo que hará o no el Gobierno. La amenaza
que plantean los Griegos Independientes será para nosotros un problema
“fácil” de resolver en comparación con problemas más importantes, como hacer
frente a los “prestamistas internacionales”, a la clase dominante griega,
así como con el Estado actual.

Tras la formación del gobierno han comenzado las negociaciones con los
acreedores de Grecia. La Unión Europea, la Comisión Europea, el Banco
Central Europeo en paralelo con el Gobierno alemán han tomado una posición
muy dura. Intentan humillar al recién elegido Gobierno griego con el
objetivo claro de su aislamiento y, finalmente, de su derrocamiento.

Frente a ellos, la dirección de Syriza a nombrado como nuevo Ministro de
Finanzas a Yanis Varufakis que no es un miembro de Syriza sino un antiguo
socialdemócrata. Varufakis eestá intentado maniobrar contra las presiones
ejercidas por la Unión Europea, pero lo hace modificando las posiciones de
principio de Syriza sobre las cuestiones de la deuda con la esperanza de
llegar a un compromiso con Wolfgang Schäuble, el Ministro de Finanzas
alemán.

No sabemos cuál será la salida de esta maniobra. Se trata de una situación
nueva e imprevisible. Pero sabemos muy bien la importancia de los cambios en
Grecia: son inmensos, tanto en el interior del país como en el exterior.

En el país existe una opinión mayoritaria: se debe apoyar al Gobierno. Pero,
igualmente, el Gobierno no debe comprometerse con los acreedores. Hace dos
días, en la noche del 5 de febrero, con muy poca organización y respondiendo
a un llamamiento urgente, más de 10 000 personas se concentraron en la plaza
Syntagma, en Atenas, a fin de hacer visible su apoyo al Gobierno a la vez
que exigían que no retrocediera.

Será una situación muy complicada. Incluso si la dirección de Syriza desea
realizar un compromiso, no es del todo seguro que lo logre. Hay numerosos
índices que muestran que el movimiento de la clase trabajadora en Grecia
está determinado a luchar y, yo así lo creo, que tras la victoria de Syriza,
ese movimiento puede llevar la lucha a un nivel más elevado.

Debemos sin embargo recordar también la importancia de los cambios a escala
internacional. Me encontraba hace unos días en Alemania donde participaba en
un encuentro público sobre el gobierno de izquierdas en Grecia. Las personas
presentes afirmaron que era la primera vez, en veinte años, que se celebraba
una discusión pública en Alemania sobre otra vía diferente al neoliberalismo
o al social liberalismo. Es algo muy importante. Podéis ver una alternativa
en España: el otro ejemplo de un éxito electoral de la izquierda, después
del de Syriza, es el [posible] de Podemos, más allá de las diferencias. Esa
es una real amenaza política para las clases dominantes de Europa y para el
liderazgo de la UE.

No sé con precisión lo que va a ocurrir. Nadie lo sabe. Podemos ganar todo
igual que podemos ser derrotados. No conocemos el fin de la historia. Lo
único que puedo deciros es que lucharemos para ganar. Nadie olvida que
Syriza es un género particular de partido: se trata de una red de activistas
fuertemente anclados en la izquierda y que están lejos de haber sido
derrotados.

A propósito de las cuestiones sobre el gobierno, Syriza y las corrientes en
su seno…

Antonis Ntavanellos. Se nos ha preguntado cuáles eran las reacciones de los
movimientos de masas respecto al nuevo Gobierno. Es demasiado pronto para
responder. El Gobierno ni siquiera, hasta ahora, ha presentado oficialmente
su programa. Nos encontramos, de verdad, completamente al principio.

Ha habido una manifestación hace algunos días en la plaza Syntagma en apoyo
al Gobierno y contra las amenazas de Schäuble. Hay, además, discusiones y
reuniones en el seno de los sindicatos y en numerosos centros de trabajo
sobre las reivindicaciones que pueden ser planteadas al Gobierno y sobre
cómo llegar a soluciones. Es el punto en que nos encontramos en este preciso
momento.

Es aún pronto. Por ejemplo, los trabajadores de ERT [la cadena de radio
televisión pública, cerrada por el gobierno Samaras en junio de 2013, y que
dispone de señal para todo el país] afirman que, por el momento, esperarán a
que el Gobierno presente sus soluciones de reapertura de la estación.
Discutimos con esos trabajadores sobre la necesidad que hay de movilizarse
para que esto se produzca lo más rápidamente posible. Pero su actitud indica
que el sentimiento compartido hasta ahora es que el Gobierno actúa en la
buena dirección.

En lo que se refiere a la Plataforma de Izquierdas y a la izquierda en el
seno de Syriza: todas las corrientes radicales en el seno de Syriza, con
excepción de DEA, participan en el Gobierno.

Por ejemplo, la Corriente de Izquierdas -cuya figura es Panagiotis
Lafazanis-, que forma con nosotros la Plataforma de Izquierdas, tiene cuatro
importantes ministros en el seno del nuevo gobierno. El ala más de
izquierdas entre los partidarios de la corriente a la que pertenece Tsipras
-la corriente Izquierda Unida- tiene cinco ministros. DEA tiene dos electas
en el Parlamento, una es miembro de DEA, la otra es una simpatizante de la
región de Kalamata. Se trata de dos mujeres y una es la más joven del
Parlamento griego.

En lo que se refiere a la actitud de la clase dominante griega respecto a
Syriza y el conflicto en este terreno, es una cuestión por el momento
secundaria pues la principal es la de las negociaciones con Europa sobre la
deuda.

La clase dominante griega no apoya al Gobierno, pero pide que llegue a
compromisos con la UE. Por su parte, la dirección de Syriza intenta
convencer a la clase dominante -por medio de los medios de cmunicación- de
que Tsipras encontrará una solución sin crisis mayor. Pero todo esto no son
más que especulaciones pues se basa en la idea de que Schäuble aceptará un
compromiso y, también, de que la base social de Syriza y sus miembros
aceptarán un compromiso.

De hecho, esto –y por ambas partes-no es seguro en absoluto. Pienso que
Schäuble no puede ni aceptar la proposición más moderada de Yanis Varufakis,
que se opone a las posiciones sobre las que Syriza se ha comprometido. Es,
además, posible oírya voces en el seno de Syriza que protestan contra las
concesiones contenidas en el plan de Varufakis.

Pienso que no estamos más que en el primer capítulo del libro. El segundo
capítulo tratará sobre los impuestos a las empresas y a los ricos, sobre el
freno de las privatizaciones y la exigencias de que las empresas y compañías
más importantes ya privatizadas vuelvan [a las manos del Estado] y, por
encima de todo, sobre la cuestión del control de los bancos.

Había una pregunta sobre Amanecer Dorado, la islamofobia y la línea de
Syriza en lo que se refiere a los y las emigrantes en Grecia. Los resultados
de Amanecer Dorado han constituido el único punto de sombra en las
elecciones. Son ligeramente más flojos que en las precedentes, pero siguen
obteniendo más del 6% de los votos.

El punto principal es que Amanecer Dorado se ha visto obligado a cambiar la
forma en que opera para conservar su influencia. Hace aún seis meses, el
partido estaba estructurado alrededor de demostraciones de violencia en la
calle: ataques de canallas nazis contra inmigrantes, gays, sindicalistas y
activistas de izquierdas.

Tras la muerte de Pavlos Fyssas -un músico de hip-hop de izquierdas
asesinado por un miembro de Amanecer Dorado en septiembre de 2013- y las
movilizaciones de masas que obligaron a Nueva Democracia y al Estado a
emprender acciones judiciales contra Amanecer Dorado, esta orientación se
hundió. A partir de entonces los nazis reflexionan sobre la posibilidad de
volverse hacia una estrategia electoral y si deben cooperar con Antonis
Samaras.

Esto es debido a que se ha abierto una crisis importante en el seno de Nueva
Democracia como consecuencia de su derrota electoral. Hay un enfrentamiento
entre la estrategia de derecha dura de Samaras y las políticas, así como las
posiciones tradicionales de centro derecha, alrededor de Kostas Karamanlis
-del clan familiar Karamanlis; en 1974, Konstantinos Karamanlis creó ND-.
Numerosos partidarios de Karamanlis acusan a Samaras de haber transformado
Nueva Democracia en un grupúsculo de extrema derecha.

Sobre el tema de la islamofobia, Syriza es un partido que ha crecido en el
combate contra el racismo. Así, para la gran mayoría de nuestros miembros y
simpatizantes, la islamofobia es algo contra lo que peleamos. Secciones
locales de Syriza organizan la solidaridad con los y las inmigrantes y
combaten la islamofobia, aunque estas iniciativas sean tomadas sobre todo a
nivel de la base.

El nuevo gobierno ha nombrado a Tasia Christodulopulu, una militante
antirracista, una radical, como Ministra responsable de las cuestiones de
inmigración. Todos los demás partidos, comenzando por ANEL y hasta Nueva
Democracia y el Pasok, se oponen a ello y preguntan cómo una militante
radical puede ser Ministra y aplicar las leyes sobre la inmigración.

En un mes habrá una manifestación exigiendo un estatuto legal para los y las
inmigrantes, para la atribución de la totalidad de los derechos cívicos a
los hijos de inmigrantes, la aceptación de los y las refugiadas que huyen de
la guerra así como la supresión de los campos en los que son detenidos los y
las inmigrantes. Se trata de una batalla en curso, pero nos encontramos ya
en una posición bastante mejor que en el pasado.

En lo que se refiere a las relaciones de Syriza con los demás partidos
griegos, lo primero que hay que decir es que no se ha tratado solo de una
victoria electoral para Syriza, sino también de una importante victoria
política.

Observemos la imagen de conjunto. Syriza ha obtenido el 36,3% de los votos.
El antiguo partido gubernamental, Nueva Democracia, ha alcanzado el 27,8 % y
todos los demás partidos -incluyendo el Pasok, que era el principal partido
del centro izquierda- se sitúan en alrededor del 6% o menos. Esto indica la
preponderancia de Syriza en el seno del nuevo Parlamento, lo que ofrece al
Gobierno numerosas posibilidades de reforzar su posición, a condición de que
las utilice.

Una de las primeras acciones del nuevo Parlamento, por ejemplo, ha sido
elegir un Presidente. La candidata presentada por Syriza, Zoe Konstantopulu,
ha obtenido 235 votos de 300. Esto significa que muchos diputados que no son
de Syriza -los del KKE, de los partidos de centro izquierda- han votado a
favor de la candidata de Syriza.

Sobre el tema de los otros dos partidos de la izquierda:

-El KKE (Partido Comunista de Grecia) ha mantenido su hostilidad sobre la
posibilidad de una cooperación con Syriza, lo que la gente llama una actitud
sectaria. En mi opinión su actitud no es simplemente sectaria, sino que es
también, desde un punto de vista político,completamente abstencionista y
pasiva. Continúan atacando a Syriza en primer lugar antes de atacar a Nueva
Democracia. El partido ha mantenido que no apoyaría a Syriza en caso de un
voto de tolerancia, aunque esto habría permitido a Syriza dirigir un
gobierno sin buscar alianzas. En mi opinión, Tsipras ha hecho un gran regalo
a la dirección del KKE realizando inmediatamente un acuerdo con vistas a la
formación de un gobierno con el apoyo y la participación de Griegos
Independientes. Si hubiera insistido en presentarse ante el Parlamento
pidiendo un voto de tolerancia sobre el programa de Syriza -lo que, por
supuesto, apoyamos- creo que el KKE se habría encontrado en una postura muy
difícil manteniendo su orientación sectaria, sin que Syriza perdiera otros
apoyos.

-Antarsya está en dificultades. Sus resultados electorales eran ligeramente
mejores [0,6%] que los obtenidos en las elecciones parlamentarias de junio
de 2012, pero son inferiores a los de mayo de 2012. Actualmente la coalición
está muy dividida en su seno. Una parte apoya con razón al gobierno de
Syriza mientras que otra prosigue su rechazo.

Es ahí donde están las cosas para Syriza y los demás partidos de la
izquierda. Dicho esto, creo que la cuestión de la correlación de fuerzas en
el seno de Syriza es la cuestión más importante.

La izquierda radical en el seno de Syriza está compuesta por la Plataforma
de Izquierdas, que reúne a DEA y la Corriente de Izquierdas. En la última
conferencia, la Plataforma de Izquierdas ganó el 30% de los votos de los
miembros de Syriza y todo el mundo considera que tras la conferencia (de
julio de 2013) la Plataforma de Izquierdas se ha reforzado.

Un nuevo desarrollo reside en la ruptura entre los partidarios de Tsipras en
el seno de su corriente llamada Izquierda Unida. Esta escisión en dirección
de la izquierda fue anunciada públicamente por medio de una carta abierta
firmada por 53 cuadros de Syriza y es conocida como La carta de los 53. El
punto importante es que si se añade el apoyo obtenido por la Plataforma de
Izquierdas al de los 53, juntas, las dos llegan a constituir una parte
importante del Comité Central de Syriza.

Esta situación explica por qué Tsipras y la dirección del partido no han
convocado reuniones del Comité Central y han actuado solos durante las
últimas semanas que llevaron a las elecciones. Han podido hacer esto sin
coste para ellos, pero la presión en el interior del partido sobre estas
cuestiones de democracia es fuerte y aumenta.

Parece que la dirección planifica una reorganización del partido, lo que
significa que se convocará muy rápidamente una conferencia con la elección
de un nuevo Comité Central. Por este medio Tsipras puede esperar modificar
las correlaciones de fuerzas en el seno de Syriza en su favor y en perjuicio
de la izquierda. ¿Funcionará esto? Veremos. No será una tarea fácil. Pero,
para ser totalmente honesto, la nueva situación abierta por las elecciones
es confusa y caótica y nadie sabe exactamente lo que va a pasar a
continuación.

Antes he dicho que las demás fuerzas de izquierda en el seno de Syriza, con
excepción de DEA, han aceptado participar en el Gobierno. Nosotros hemos
decidido no participar no solo en los puestos gubernamentales, sino tampoco
en puestos en el aparato del Estado. Intentaremos seguir siendo una fuerza
presente en los movimientos sociales así como en la Plataforma de Izquierdas
en el seno de Syriza.

Voy ahora a decir algo sobre DEA. Seguimos siendo una pequeña organización,
aunque hayamos doblado nuestro tamaño desde nuestros comienzos. Lo más
importante es que somos una organización muy sana, que dispone de relaciones
en numerosos sindicatos, movimientos sociales y organizaciones locales de
Syriza. Lo hemos hecho de forma abierta, como miembros de DEA, representando
a nuestra organización.

Hemos reforzado DEA. Por medio, por ejemplo, de una campaña seria sobre
nuestro periódico. Hacemos un periódico bastante más consecuente y, por
primera vez, es vendido no solo por nuestros miembros sino también en
centenares de kioscos, lo que supone un paso adelante importante para
nosotros.

Algunos, en el seno de Syriza, estiman que la izquierda está actualmente
aislada. No tenemos este sentimiento. Sabemos que nuestra posición en Syriza
es minoritaria, pero tenemos una gran audiencia, un amplio círculo de
simpatía que respeta las posiciones políticas que tomamos.

Querría también hacer algunos comentarios sobre la situación fuera de
Grecia, en Europa. Las políticas de austeridad y neoliberales que siguen
dominando, así como los avances de los partidos de derechas en países como
Francia e Italia, forman una parte del cuadro. Pero no deberíamos perder de
vista los signos de cambio. La victoria de Syriza en Grecia es un ejemplo.
El apoyo importante en favor de Podemos en España es otro. Sinn Fein ha
realizado avances en Irlanda y, por primera vez después de muchos años,
vienen buenas noticias desde Portugal. Hay también en Alemania signos que
muestran que la situación puede cambiar.



Sin embargo, dicho esto, está absolutamente claro que los gobiernos y las
instituciones europeas atacarán al programa que Syriza plantea. Contra esto,
todas las fuerzas radicales en el seno de Syriza comparten un eslogan: “ni
un paso atrás”. Insistimos en nuestro programa y actuaremos para ponerle en
marcha -por utilizar una referencia de los movimientos en los Estados
Unidos- por todos los medios necesarios [“by any means necesssary”, frase
pronunciada por Malcolm X].

Y la fórmula “por todos los medios necesarios” incluye la comprensión de que
el enfrentamiento con la Unión Europea podría significar la salida del euro
y una vuelta a una moneda nacional. No somos partidarios de ello como
primera opción, o peor, como un método para salvar el capitalismo griego de
la crisis. No se trata de un Plan B para un relanzamiento económico en
Grecia, como han propuesto algunos economistas. Al contrario, se trata de
una orientación política que afirma que estamos determinados a derrocar la
austeridad y que terminaremos esta tarea por todos los medios necesarios.

Sotiris Martalis. Querría hacer un comentario sobre el tema de las
relaciones entre Syriza, los sindicatos y el KKE.

Las fuerzas de Syriza en el seno de los sindicatos han aumentado durante el
último período. Sin embargo, hasta ahora, la mayor parte de los sindicatos
están dirigidos por la socialdemocracia (Pasok). En la mayor parte de las
cuestiones ganan con el apoyo de fuerzas más conservadoras (ND). Pero
durante el año pasado, ha habido numerosas divisiones, encontrándose las
fuerzas de Syriza en posición más fuerte, lo que ha llevado a ciertos
socialdemócratas a acercársenos apoyándonos o proponiendo alianzas. Estamos
convencidos de que este movimiento va a continuar y que Syriza continuará
reforzándose en los sindicatos.

Miembros del KKE han llevado a cabo una política sectaria tanto en el seno
de los sindicatos como a nivel político. Durante mucho tiempo el KKE y
Antarsya han formulado reivindicaciones similares a las de Syriza: parar los
despidos, readmitir a los empleados y empleadas del sector público, reabrir
servicios públicos y empresas que han sido cerradas así como poner término a
las disminuciones de salarios. Ahora discuten sobre la exigencia de que el
Gobierno aumente inmediatamente los salarios el 35% o más, al nivel de 2009.
Se trata ésta de una política que no tiene por objetivo anclar a Syriza en
la izquierda sino más bien dividir la lucha.

Comparto la opinión de Antonis según la cual DEA no está aislada en el seno
de Syriza. Sabemos que una gran parte de la izquierda de Syriza considera a
DEA como una componente importante de la Plataforma de Izquierdas y
continuará encontrando formas de trabajar con nosotros. Querría también
añadir que, en diciembre, DEA ha celebrado una conferencia de unificación
con una más pequeña organización, Kokkino, con la que nos hemos fusionado de
forma que somos más fuertes y más capaces de construirnos en el seno de
Syriza.

Por lo que se refiere a la actitud de los trabajadores y de las fuerzas
populares respecto al nuevo Gobierno, numerosas decisiones simbólicas han
permitido a Syriza recibir un apoyo importante. El día después de las
elecciones, por ejemplo, Tsipras ha marcado puntos acudiendo al monumento
nacional de la resistencia en Kaisariani, donde los nazis ejecutaron a 200
personas, la mayor parte de ellas comunistas, el 1 de mayo de 1944, durante
la ocupación de Grecia en la Segunda Guerra Mundial. Tsipras depositó allí
una corona en memoria de las víctimas.

Ese mismo día, los trabajadores quitaron las verjas que rodeaban al
Parlamento. Éstas estaban destinadas a detener a los manifestantes. Al mismo
tiempo, los nuevos ministros anunciaban que Syriza cumpliría sus promesas de
puesta en marcha de medidas como elevar de nuevo el salario mínimo de 530
euros a 751 [lo que ahora se ha atrasado a 2016], restablecer los convenios
colectivos de trabajo, no poner impuestos a las rentas de la gente por
debajo de 12 000 euros, etc.

Todo esto dio un gran impulso al Gobierno así como mucha esperanza a la
gente de que permanecerá firme en sus compromisos. Nos queda por ver cómo
hará frente el gobierno a los acreedores internacionales a fin de disponer
de dinero para cumplir estas promesas.

Antonis Ntavanellos. Voy a comenzar hablando del movimiento de la clase
trabajadora antes de las elecciones. Es manifiesto que Grecia conoció un
importante movimiento de resistencia hasta 2012. Entre 2010 y 2012, hubo
varias huelgas nacionales y/o jornadas de acción nacionales así como
numerosas batallas en los lugares de trabajo, que formaron la columna
vertebral de las manifestaciones de masas implicando la participación de
varios centenares de miles de personas.

Esta experiencia era importante para la clase trabajadora de muchas formas.
La más importante ha sido, sin embargo, que ha enseñado a los trabajadores y
trabajadoras que para que sus reivindicaciones, incluso mínimas, contra la
austeridad sean satisfechas, deberían derrotar al Gobierno y expulsar a la
Troika. Los trabajadores griegos han intentado hacerlo gracias a sus propias
luchas y manifestaciones, pero en ese punto tuvieron que hacer frente a la
fuerza desnuda del Estado. Nos hemos encontrado no soloante la policía, sino
también ante las fuerzas especiales militares, con su armamento.

Era una experiencia muy difícil y, a partir de 2012, los trabajadores han
remitido sus esperanzas a las elecciones como medio de derrotar a los
gobiernos de los Memorándum. La conclusión puede resumirse así: podemos
preferir las luchas que ponen a la clase trabajadora en el centro de la
escena sociopolítica, pero no podemos elegir las condiciones a las que nos
vemos confrontados.

Es importante decir que esto no ha constituido un giro a la derecha desde
2012. Es algo completamente claro. Es la razón por la que ha ganado Syriza.
Porque la masa de la clase trabajadora intenta realizar cambios de sus
condiciones de vida apoyando una alternativa de izquierda en las elecciones.
De ahí la importancia de la perspectiva efectivamente de izquierdas, con el
debate que se ha producido y que continúa.

En paralelo, por supuesto, continuaban las luchas sociales y de
trabajadores. Pienso que es un hecho importante, del que todo el mundo
debería acordarse, pues implica que existen las condiciones para que un gran
movimiento reaparezca muy rápidamente. Esto constituye un mensaje para la
clase dominante, pero también para el nuevo Gobierno.

Quiero decir también algo sobre el Movimiento de las Plazas, el crecimiento
de las asambleas populares, etc. Si se las considera en perspectiva, no han
tenido un impacto tan importante como mucha gente fuera de Grecia considera.
Por un momento, las ocupaciones de espacios públicos fueron muy importantes,
pero ese movimiento no ha ido mucho más allá.

Creo que aquí, en Grecia -aunque esto no sea cierto para numerosos países-
la fuerza social central del movimiento de resistencia ha sido la clase
trabajadora organizada. Por organizada, entiendo, estructurada en los
lugares de trabajo, dispuesta a hacer huelgas y luchas. No hemos tenido, en
Grecia, ese tipo de sentimiento que la gente llama “antipartido” o
“antipolítica”. Es esencial reconocer que la mayoría de los trabajadores
estima que para lograr un cambio en sus vidas, deben apoyar a un partido de
izquierda en las elecciones.

En las circunstancias concretas actuales, diferentes fuerzas de la izquierda
-incluyendo DEA y la Corriente de Izquierdas en el seno de Syriza- apoyan la
idea de reconstruir los comités populares, es decir unificar las
organizaciones locales de resistencia. No estamos más que en un estadio
inicial, es algo sobre lo que debatimos, que preparamos, pero que no se ha
realizado aún.

En el Estado español el desarrollo de la resistencia ha sido diferente.
Allí, el movimiento de ocupación de los Indignados era una componente
bastante más fuerte de la resistencia. Creo que es lo fundamental de la
creación de Podemos. En el seno de Podemos, mantenemos relaciones con
Anticapitalistas. Pienso que es el esfuerzo más serio de estructuración en
el seno de Podemos contra la influencia de esas ideas antipolíticas u
opuestas a la izquierda que podrían seriamente perjudicar a un movimiento
que suscita tantas esperanzas.

El movimiento Podemos es muy importante para Grecia. Quizá el acontecimiento
más importante para nosotros tras las elecciones ha sido la masiva
manifestación en Madrid organizada por Podemos, que reunió a centenas de
miles de personas que se manifestaban en solidaridad con Grecia y haciendo
la demostración de la unidad de la resistencia en toda Europa.

Alguien ha planteado una pregunta sobre los partidos socialistas en Grecia y
sobre la razón por la que no se habían desplazado a la izquierda con ocasión
de la crisis. La explicación, en mi opinión, reside en las prácticas de los
partidos socialistas en el curso de los 20 o 30 últimos años. Se han
desplazado fuertemente hacia la derecha, lo que ha implicado el
establecimiento de lazos con las clases dominantes que no pueden romper
ahora. Pienso que es imposible para el SPD en Alemania volver a lo que era
en los años 1970.

Dicho esto, creo que el único camino que se puede tomar es el que hemos
recorrido en Grecia. Para que crezca la izquierda, debe ignorar a los
partidos socialistas. El Pasok, en Grecia, que ha sido uno de los partidos
socialistas más fuertes de Europa, no existe ya, de hecho. Ha obtenido menos
del 5% de los votos y no puede ya movilizar a casi nadie en las
manifestaciones.

A propósito de la pregunta sobre la importancia del aumento del salario
mínimo a su nivel anterior a la austeridad. Es una cuestión crucial. No es
solo por las condiciones en las que están los trabajadores pagados con el
salario mínimo. Más importante, esta medida, en paralelo con el
restablecimiento de los convenios colectivos de trabajo, envía un mensaje
político a la mayoría de la clase trabajadora: comenzamos a marcar puntos, y
habrá otros en el futuro. El título de la portada de nuestro periódico en
estos momentos es el siguiente: “Vamos a recuperar todo”.

El salario mínimo tiene un impacto sobre las rentas a todos los niveles. Si
el salario mínimo crece, empujará a todos los salarios hacia arriba. Esto es
por tanto muy importante y estoy convencido de que vamos a ver a la clase
dominante presionar sobre Tsipras para que retrase esta medida y retroceda
en este tema.

¿Cuáles son los obstáculos que Syriza coloca ante las movilizaciones de la
clase trabajadora? Creo que la respuesta a esta pregunta es ésta: no hay.
Debemos modificar nuestra forma de pensar, por lo menos sobre las
condiciones que existen en Grecia. No podemos explicar que no funciona nada
afirmando que los problemas son causados por la dirección. Hay algo más que
es muy importante: las correlaciones de fuerzas en el seno de la sociedad.

Esto no significa que la dirección de Syriza no tenga ninguna
responsabilidad en lo que ocurre. Tiene serias responsabilidades y nosotros
exigimos que se muestre a la altura. Pero, en realidad, no hay un botón
mágico que pueda pulsar Tsipras y provocar movilizaciones de la clase
trabajadora en Grecia.

El hecho de que nuestra corriente política tenga una estrategia y una
táctica de transición es muy importante. Partimos de las condiciones reales
del movimiento de la clase trabajadora e intentamos avanzar etapas concretas
a fin de obtener conquistas y aumentar la confianza de los trabajadores en
sí mismos. Aprovecho esta ocasión para dar las gracias de nuevo a Haymarket
Books -editor de la izquierda radical en los Estados Unidos- por haber
contribuido a la publicación en Grecia de un libro sobre el IV Congreso de
la Internacional Comunista. Pensábamos que con nuestras relaciones con
Syriza, abríamos un nuevo camino para los socialistas, es decir, la
izquierda socialista radical. Pero, tras la lectura de esos documentos,
hemos visto que la vía había sido tomada ya hace algunos años… Introducir
estas ideas, en un libro -DEA ha publicado una parte del mencionado libro en
inglés-, destinado a la izquierda griega ha sido de una gran ayuda para
nosotros.

Esto me lleva a hablar de las lecciones que se pueden tener presentes en
otros países de la experiencia de Syriza. Aquí tengo que ser honesto. No es
posible, para nadie, transferir estas lecciones a escala internacional para
la izquierda. Syriza es el resultado concreto de condiciones concretas de la
lucha de clases concreta en Grecia.

Nadie puede explicar el desarrollo que ha conocido Syriza sin tener en
cuenta las movilizaciones masivas de la clase trabajadora hace tres años. Es
lo que está en la base del ascenso de Syriza y de su victoria en las
elecciones. Pero esto no ha sido el único factor. Hace diez años había en
Grecia inmensas movilizaciones contra la mundialización capitalista, se
produjo la creación del Foro Social griego así como un movimiento contra la
guerra. Esto constituye igualmente una de las raíces de Syriza.

Tras esta experiencia, hemos intentado continuar lo que habíamos comenzado
en el Foro Social griego constituyendo una formación política. Diez años
después de la fundación de Syriza, podemos decir, con satisfacción, que
hemos realizado un excelente trabajo. Pero hay que subrayar que es un
período de 10 años de batallas, de desarrollos específicos de la izquierda
griega, etc. No podemos por tanto dar lecciones a nadie.

Una vez que hemos planteado esto, como he dicho antes, es muy importante
para cualquier corriente política tener presentes ciertas ideas estratégicas
fundamentales. Aquí creo que el concepto de reivindicaciones transitorias y
la estrategia que le acompaña son muy importantes. Es la razón por la cual
hacemos referencia a Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburg. Con estas ideas, hemos
pasado momentos en que nos encontrábamos en pequeña minoría a otros en los
que nos sentíamos nadando a favor de la corriente.

Querría detenerme algo más sobre la cuestión de la salida del euro. Como he
dicho, nuestro planteamiento sobre esta cuestión se sitúa en relación a lo
que nos acerque al socialismo. No es por tanto, en absoluto, el mismo que el
de economistas que piensan que la salida del euro aliviará la crisis griega
en el marco del capitalismo.

Es la razón por la que no tenemos la impresión de decir lo mismo que Costas
Lapavitsas, el economista de izquierdas, elegido al Parlamento griego el 25
de enero, representante de Syriza. Costas es un radical. Sus proposiciones
para salir del euro vienen de la izquierda, pero no estamos de acuerdo con
la idea de que cambiar de moneda llevará a la sociedad griega fuera de la
crisis. Si las correlaciones de fuerzas entre los trabajadores y la clase
dominante siguen igual, el paso a una moneda nacional podría ser un desastre
para los trabajadores haciéndoles llevar a sus espaldas todo el peso de una
inmensa devaluación.

Pasar a una moneda nacional fundada en una devaluación permanente a fin de
que la economía griega se vuelva más competitiva con otros países no
constituye precisamente una marcha en dirección a la emancipación social.
Puede ser una progresión hacia una miseria y pobreza peores aún.

Por otra parte, sin embargo, preferimos las ideas económicas planteadas por
Lapavitsas a las de Yanis Varufakis. Las ideas de Varufakis son
sencillamente socialdemócratas. Está convencido de que tiene un mecanismo
más inteligente para negociar sobre la deuda, con el cual Grecia pagará toda
la deuda, pero de tal forma que nadie pierda: ni los trabajadores griegos,
ni los acreedores, ni nadie. Propone que Grecia pueda emitir nuevas
obligaciones condicionando los reembolsos al crecimiento de la economía
griega, a las tasas de interés del Euribor propuesto por los bancos y a
otras cosas también.

Pienso que la esperanza de Varufakis de evitar el enfrentamiento con la
clase dominante y salvar la economía griega por medio de sus ideas
financieras, es sencillamente un fantasma socialdemócrata que conducirá a un
gran revés. No estoy del todo seguro de que Schäuble acepte lo que Varufakis
propone. En algunos días los ministros de finanzas del Eurogrupo se reunirán
para discutir el plan y tomar una decisión. Ese será un momento de la verdad
para el nuevo gobierno.

Como he dicho, no partimos de la pregunta de saber si Grecia debería
permanecer en el euro o salir. Partimos de la idea de que tenemos que
organizar a nuestra clase obrera a fin de enfrentarse y derrocar a la
austeridad. De esta forma, podremos liberar el camino para abandonar la era
del neoliberalismo para dirigirse hacia el socialismo.

Acabaré con la cuestión del acuerdo entre Syriza y ANEL así como con las
discusiones en el seno de la Plataforma de Izquierdas. No estamos de acuerdo
con la conclusión de una alianza con ANEL. No es solo porque ANEL está
ligada con la Iglesia ortodoxa griega o porque es un partido nacionalista
griego duro. Todo esto es cierto, pero el problema principal es que la
presencia de ANEL en un gobierno de la izquierda será la correa de
transmisión para que la clase dominante haga presión sobre el Gobierno.

Es la razón por la que nos opusimos a un acuerdo con ANEL desde el comienzo
y por lo que podéis estar seguros de que seremos los primeros en presionar
para que el fundador de ANEL, Panos Kammenos [Ministro de Defensa], salga
del gobierno tan rápidamente como sea posible. Francamente, creo que esto
será algo fácil cuando llegue el momento.

Hay sin embargo otro peligro del que la gente tendría que ser consciente.
Martin Schulz (SPD), el presidente del Parlamento europeo y líder de la
alianza europea de los partidos de centro izquierda, ha venido a Atenas y ha
declarado que era una vergüenza para Syriza hacer una alianza con los
Griegos Independientes. Su alternativa era que Syriza tenía que aliarse con
el Pasok.

Es pura hipocresía. En el curso de los tres últimos años, los socialistas
europeos apoyaban a un gobierno de Nueva Democracia en el que participaba el
Pasok y cuyo primer ministro de derecha dura tenía relaciones con Amanecer
Dorado. ¿Y ahora nos hablan de luchar contra la derecha?

Pienso que Tsipras ha hecho este acuerdo con los Griegos Independientes
porque quería formar un gobierno al día siguiente de las elecciones. Si
hubiera estado obligado a actuar como le proponíamos -es decir esperar dos
semanas hasta la apertura de la nueva sesión del Parlamento y buscar un voto
de tolerancia para que Syriza gobernara solo- esto habría implicado que
Antonis Samaras permaneciera en su puesto dos semanas suplementarias y se
habría encontrado en posición de hacer cosas muy dañinas, como la retirada
masiva de depósitos bancarios -bank run- o el cierre de ciertas grandes
empresas a fin de crear un clima de pánico. Esto habría podido crear las
condiciones para que el Parlamento no aceptara los resultados de las
elecciones.

Pienso pues que Tsipras ha actuado tan rápidamente porque temía que dos
semanas fueran un momento largo y peligroso en una situación como ésta. Es
la razón por la que las discusiones sobre el tema ANEL son más serenas en
Greca. Todo el mundo sabe que es un problema, pero es un problema al que
podemos enfrentarnos. Hay amenazas más peligrosas para la izquierda que la
presencia de ANEL en el gobierno.

Las discusiones en el seno de la Plataforma de Izquierdas son, pues, muy
difíciles. En momentos políticos cruciales, la formación y la afiliación
política de cada componente de Syriza saldrán a la superficie. Así, por
ejemplo, en razón de nuestra tradición política, era más fácil para DEA
subrayar los problemas planteados por las ideas de Varufakis, al contrario
de los camaradas de la Corriente de Izquierdas, cuyos orígenes son
estalinistas y para los que el Frente Popular constituye una herencia
importante.

Hay pues confusiones dentro de la izquierda de Syriza, pero las experiencias
concretas nos permiten atravesarlas, podemos enfrentarnos a esta confusión.
Antes de la apertura del Parlamento, por ejemplo, hemos actuado con otras
corrientes de Syriza para frenar toda tendencia en el seno del partido que
tuviera por objetivo minar la importancia de los compromisos sobre el
salario mínimo y otras propuestas hechas por Syriza.

Esta es la situación. Es muy difícil y complicada y lo único que podemos
decir es que lucharemos tan duro como podamos en ella a favor de los
objetivos y las estrategias de la izquierda.

Sotiris Martalis. Me gustaría añadir un punto a la cuestión de saber si la
clase dominante puede intentar lanzar otro partido socialista diferente a
fin de contrarrestar la popularidad de Syriza. En realidad, lo han
intentado, creando un nuevo partido de nombre Potami, lo que significa
“río”. Potami es una formación que recibe mucho apoyo en los medios y que no
tiene una línea clara.

El problema real para la clase dominante no es qué partido socialista
reconstruir o crear sino la derrota política del centro izquierda que ha
dado a Syriza la hegemonía política. Hay tres partidos en el centro
izquierda, uno de los cuales no ha alcanzado siquiera el 3% necesario para
estar representado en el Parlamento. Esos partidos son por tanto muy
débiles.

Uno de los problemas a los que se debe enfrentar Syriza en estos momentos es
lo que ocurre cuando antiguos dirigentes de esos partidos socialistas
intentan entrar en Syriza. Ésta tiene problemas a causa de su tamaño. Tiene
alrededor de 35 000 miembros y ha obtenido 2 250 000 votos, es una gran
distancia. Es otro problema que la realidad presenta a Syriza y que debe ser
resuelto.

Nota de la redacción de Viento Sur

/1. “Memorandum” son las cláusulas de condiciones pactadas por el anterior
Gobierno de Grecia con la Troika o con alguno de sus componentes.

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