Uruguay/ Gustavo López: candidato a la Intendencia de Montevideo por la Unidad Popular [Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Ene 16 15:04:28 UYST 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 16 de enero 2015

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Uruguay

 

La comunidad 

 

Entrevista con Gustavo López, candidato a la Intendencia por Unidad Popular 

 

Angelina De los Santos

La Diaria, Montevideo, 16-1-2015 

http://ladiaria.com.uy/

 

 

Unidad Popular (UP) consiguió representación parlamentaria en las últimas
elecciones; con 1,1% de los votos, tiene un diputado por Montevideo. El
partido sigue en la lucha para conquistar más espacios de gobierno y,
consecuente, presentó a su candidato a la Intendencia de Montevideo (IM),
Gustavo López. El sindicalista del taxi conversó con la diaria sobre su
programa de gobierno: tiene como ejes la municipalización de los servicios,
la descentralización “en pos del empoderamiento" del ciudadano y la
intención de que los trabajadores se "apropien creativamente de un programa
de transformación" para cambiar Montevideo. "Después del fracaso estrepitoso
del Frente Amplio [FA] tras un cuarto de siglo de gestión", López asegura
que su programa “es el que resuelve los grandes problemas de esta ciudad en
favor de los que menos tienen". 

 

-¿Qué tema usará UP como caballito de batalla?

 

-El transporte es uno. Pagamos el boleto más caro de la región y uno de los
más caros del mundo. Viajamos en condiciones más propias del transporte
animal que del de humanos. Nosotros concebimos al transporte como un
servicio público de interés social que no puede estar mediado por el lucro y
mucho menos por el monopolio empresarial. No es ninguna locura pensar en un
transporte municipal con un boleto a diez pesos. En Salto, una intendencia
de derecha [gobierna Germán Coutinho, del Partido Colorado], el boleto vale
seis pesos. No se puede seguir subsidiando a las empresas; en todo caso, hay
que subsidiar a la población. También hay que pensar en aumentar
significativamente el confort, la velocidad, la eficiencia. En los barrios
de la periferia pasás peripecias para poder salir o entrar luego de las
22.00. El transporte en esas áreas es como el agua: hay que llevarlo porque
significa la posibilidad de que la gente desarrolle su vida social. No puede
estar mediado por el lucro o por si esa línea es o no rentable. La ciudad
crece caóticamente y el tránsito se está convirtiendo en un infierno urbano;
si nosotros mejoramos el transporte público también estamos desestimulando
el uso del transporte particular. El viejo programa del FA, en los 70,
proponía municipalizar el transporte. ¿Qué pasó? Tú viajás mucho peor que tu
abuelo. También decía que los terrenos baldíos y las viviendas vacías que
están en manos de la especulación inmobiliaria tienen que ser gravadas con
fuertes impuestos para ser destinados al bienestar general. Faltó coraje y
voluntad política.

 

-¿La solución es municipalizar los servicios?

 

-Mirá la basura. Claramente, la respuesta es municipalizar. Ésta no es una
ciudad limpia en ningún sentido. La privatización de [la recolección de] la
basura en ciertas zonas ha fracasado, se ha improvisado con el sistema hasta
llegar a extremos absurdos: tenemos contenedores que no permiten la
introducción de una bolsa de residuos domésticos, contenedores pequeños que
son como una suerte de madre del basural, porque alrededor hay más basura,
mugre. Hay que trabajar activamente con la ciudadanía, volver a instalar el
sistema de barrido clásico, que ha sido sustituido por modelos importados de
organismos financieros internacionales que no se corresponden con la
realidad de Uruguay. ¡Aquí se sigue quemando basura en la cantera de Felipe
Cardozo! Es un desastre desde el punto de vista ambiental. Vamos a apostar
por un reciclaje consciente y a educar en referencia al vínculo que hay que
tener con los desperdicios.

 

-¿Cómo concibe la descentralización?

 

-Ése es otro punto clave: hay que empoderar a la gente de verdad, hay que
pensar en el poder popular. Aquí no se ha avanzado más que desde el punto de
vista de la descentralización administrativa, convirtiendo a los centros
comunales en una suerte de hábitat público que, en todo caso, le sirve al
vecino para hacer un trámite más cerca de su casa. Esto no supone
empoderamiento, delegación de responsabilidades a la gente. Tenemos que
transformar radicalmente la concepción de descentralización. Hay que
instalar casas del poder popular en todos los barrios para dotar a la gente
de capacidad de decisión, confiar en su gestión y, sobre todo, darle
recursos reales para llevar adelante el ejercicio de la participación. No se
trata de votar el presupuesto participativo cada tantos años, para ver si
ganamos un semáforo o una cebra. Participar es adueñarse creativamente de la
realidad del barrio. Los recursos municipales tienen que estar esencialmente
en manos de los vecinos organizados. Por ejemplo, los clubes sociales y
deportivos muchas veces se convierten en simples cantinas. Ése es un
elemento central para la recuperación barrial en manos de los jóvenes. Otro
es el deporte. ¿Cómo no vamos a poder desarrollar valores contrahegemónicos,
solidarios, que rompan con individualismos e integren? Si todas esas cosas
son aplicadas con creatividad y con confianza en la gente, en última
instancia van a terminar redundando en la decisión de si dejo o no la basura
fuera del contenedor, en cómo me vínculo con el otro.

 

-¿Qué hará UP con respecto al tema de la seguridad ciudadana?

 

-La seguridad es un problema que trasciende ampliamente a la municipalidad,
es multicausal y tiene hondas raíces. Evidentemente no hay antídoto mayor
contra la violencia social que el trabajo. Cuando sobraban las chimeneas la
gente dormía con la puerta abierta. Si yo oriento el ocio en un sentido
creativo de esas decenas de jóvenes que pasan todo el día en una esquina
entregándose a la droga o la nada, si refuerzo los vínculos dentro del
barrio promoviendo y desarrollando lo local, si apuesto a las plazas de
deporte barriales y a un Montevideo productivo que dé oportunidades reales,
estaría contribuyendo decisivamente, además, a la seguridad ciudadana. ¿O lo
vamos a resolver mandando helicópteros a los barrios y pateando las puertas
de los ranchos como hace [el ministro del Interior, Eduardo] Bonomi cuando
encuentra una moto robada? Yo nunca lo vi patearle la puerta al [ex
propietario de la textil Dancotex, Daniel] Soloducho, que se llevó las
fábricas al hombro...

 

-¿Qué sería apostar por "un Montevideo productivo"?

 

-Tiene que haber un sector productivo que beneficie directamente a los
trabajadores. Una barraca que le permita a la gente construir en condiciones
dignas y a bajo costo, la vieja Subsistencias que evitaba al intermediario y
le permitía a la gente comprar alimentos en cada expendio barrial a un costo
diferencial.

 

-¿Cómo financiaría esa reestructura?

 

-La recaudación de fondos no es un problema que tenga la IM, incluso podría
invertir en políticas públicas mucho más de lo que lo hace. Si hubiera que
redefinir la estructura tributaria de la IM, hay que hacerlo en favor de los
que menos tienen. La máxima de [el presidente electo Tabaré] Vázquez es que
pague más el que más tiene. Hoy, IRPF [Impuesto a las Rentas de las Personas
Físicas] mediante, aquí paga más el que más trabaja, no el que más tiene.
Hay que invertir la lógica. ¿Por qué el Club de Golf es de la elite, de
selectos individuos? Practican un deporte que yo respeto mucho, pero no
concibo que unas tierras privilegiadas de este departamento no puedan ser
destinadas a la construcción de viviendas. ¿Por qué yo no puedo gravar con
fuertes impuestos ese tipo de estructuras, o incluso expropiarlas para fines
productivos o para la construcción de viviendas? De esa manera generaría
recursos genuinos.

 

-¿Qué piensa de los convenios con organismos internacionales y de las
licitaciones a empresas privadas?

 

-No tenemos prejuicios en cuanto al endeudamiento externo. Lo que sí decimos
es que esta forma de sometimiento al BID [Banco Interamericano de
Desarrollo] para planes que no dan ningún tipo de resultados, evidentemente
que no. Hasta ahora la IM ha seguido al BID, entonces gasta 40 millones de
dólares en el corredor Garzón, que en los hechos se convierte en el
“enlentecedor Garzón”. Ahora, si me decís: “Me voy a endeudar para una obra
de infraestructura como el subte de Montevideo”, ¿por qué no? Hay que pensar
seriamente si no se puede realizar un subte, estamos en el siglo XXI... Con
las empresas privadas es una lógica muy similar: cuando las empresas
intervienen en obras de interés público lo tienen que hacer en condiciones
muy claras, con una fuerte fiscalización del cumplimiento por parte del
Estado y sin ninguna posibilidad de especulación y licitaciones con nombre y
apellido.

 

-Dijo que quería trabajar con los sindicatos. ¿Qué lugar ocuparían?

 

-Esta administración se ha encargado de desprestigiar a los trabajadores y
de tratarlos con soberbia. No se puede gobernar bien una ciudad sin los
trabajadores apropiándose creativamente de un programa de transformación.
Para nosotros el trabajador municipal debe ser jerarquizado, dignificado en
su salario y reivindicado socialmente como servidor público de esta ciudad.
Tendríamos un vínculo estrecho, sincero, lo que no significa conceder
siempre.

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