Uruguay/ ajuste progresista: estancamiento del salario real para la mayoría de los trabajadores [Rodrigo Alonso]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jul 10 23:52:08 UYT 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 10 de julio 2015

germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

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Uruguay

¿Qué nos dicen las nuevas pautas salariales del Ejecutivo?

Las nuevas pautas salariales del Poder Ejecutivo implican invariablemente un
nuevo escenario para la mayoría de los asalariados uruguayos, el del
estancamiento del salario real o del poder adquisitivo.

El capitalismo uruguayo muestra que no puede darle continuidad a su
acumulación y al mismo tiempo permitir el incremento del consumo de los
sectores populares.

Rodrigo Alonso *

Brecha, Montevideo, 11-7-2015

http://brecha.com.uy/

Como bien señala el Instituto Cuesta Duarte, “los lineamientos suponen una
desvinculación entre la evolución del salario real y el desempeño general de
la economía”, lo que se traducirá en una disminución de la masa salarial en
el total del ingreso nacional, es decir, de la parte de la torta que es
apropiada por los trabajadores, acentuando la desigualdad en el reparto
entre el capital y el trabajo.1

Quienes viven de pensiones o jubilaciones también verán sus ingresos
estancados, ya que éstos se ajustan en función de la evolución de los
salarios. Pequeños comerciantes, vendedores informales, productores
nacionales y todos aquellos que vendan mercancías cuyo destino sea el
consumo de los trabajadores probablemente verán que sus emprendimientos
pierden dinamismo.

El conjunto de los sectores populares será afectado, directa o
indirectamente, por las nuevas orientaciones gubernamentales.

Nuevo escenario económico

La acumulación en Uruguay ciertamente está mostrando signos de
desaceleración. Mientras que en los quinquenios 2005-2009 y 2010-2014 la
economía creció un promedio anual de 5,9 por ciento y 5 por ciento,
respectivamente, para el quinquenio 2015-2019 la previsión es que lo haga al
2,7 por ciento anual.2 El desempleo, que a fines de 2014 cerró en 6,6 por
ciento, en abril de 2015 alcanzó el 8,1 por ciento, volviendo a los niveles
del segundo semestre de 2009 luego del paulatino descenso poscrisis de
2002.3

En términos generales, la caída de los ingresos derivados de nuestras
exportaciones es clave para entender el menor ritmo de acumulación interna.
A esta menor captación de renta de la tierra derivada de una caída de los
precios de los bienes exportados, se suma otra variable que tenderá a
consolidarse: el fin de un ciclo de alta liquidez internacional, dado el
inevitable cambio en las políticas monetarias de los países centrales. En
los próximos años es previsible que no haya la misma afluencia de capitales
a nuestra economía que permitan compensar la disminución de los ingresos
derivados de las exportaciones. La menor afluencia de dólares dificulta el
cierre de las cuentas externas y tiende a depreciar la moneda, lo que a su
vez presiona la inflación al alza. En el fondo, lo que está ocurriendo es la
disminución tanto del flujo de renta que alimenta la acumulación del
conjunto del capital en Uruguay, como de los capitales extranjeros que
buscan nuestro territorio para valorizarse, y esto incrementa la tensión
distributiva en la interna de la economía uruguaya.

Respuesta al shock externo

Ante una serie de episodios externos el gobierno uruguayo eligió un camino:
contener la demanda interna, es decir, estancamiento salarial y “mesura” en
el gasto público. Esto permite dos movimientos: por un lado, frenar la
demanda interna disminuye la presión sobre el crecimiento de las
importaciones que alimentan la formación de la canasta de consumo de los
trabajadores, y eso alivia la presión sobre las cuentas externas y ayuda a
contener la inflación. Así, la menor cantidad de dólares que llegará a
nuestra economía podrá ser destinada a pagar intereses de deuda, dividendos
a la inversión extranjera directa (Ied), viajes por el mundo o a la
importación de bienes suntuarios, ya que los ingresos del capital no se
verán reducidos en el marco de una economía que, a pesar del estancamiento
salarial, continúa creciendo. Al mismo tiempo, las presiones inflacionarias
que se deriven de la depreciación del peso se verán atenuadas por el
estancamiento de la demanda. Por otro lado, el estancamiento del salario
busca ser un incentivo de la rentabilidad del capital por la vía de la
contención de los costos laborales (“preocupación por la competitividad”, lo
llama el equipo económico).

La preocupación por el gasto público tiene una raíz similar. No es cualquier
gasto público el que se contiene. Los subsidios al capital y el servicio de
deuda probablemente seguirán su curso. La contención del gasto busca que el
menor crecimiento de los ingresos fiscales no obligue a reducir subsidios,
pagos de intereses o en su defecto a endeudarse demasiado.

Tal parece que cuando disminuye la renta de la tierra, el capital extranjero
se retrae y se quiere evitar el endeudamiento, es la compresión del consumo
de las mayorías lo que opera como mecanismo para continuar manteniendo los
niveles de rentabilidad del capital.

Las alternativas

¿Es posible sobrellevar el “shock externo” apuntalando la demanda interna
por medio del crecimiento salarial y la inversión pública? Sí, pero para ser
viable esto debería ser acompañado de fuertes medidas redistributivas del
ingreso, una mayor captación del excedente económico por parte del Estado y
una redefinición del uso de las divisas disponibles según criterios de
utilidad social, lo que inevitablemente abriría un escenario de
conflictividad con el 10 por ciento más rico. En la medida en que estos
elementos están fuera de agenda, son el salario y el gasto público las
variables del ajuste anticipado. Se trata por tanto de una opción política,
no de una fatalidad o de una decisión técnicamente irreprochable ante un
ciclo que comienza a revertirse.

El capitalismo uruguayo muestra que no puede darle continuidad a su
acumulación y al mismo tiempo permitir el incremento del consumo de los
sectores populares. Los fundamentos de las pautas salariales no están en un
equipo económico ortodoxo ni en la presión de las cámaras empresariales,
sino en el patrón de acumulación y la correlación de fuerzas. La contención
del ingreso del trabajo como forma de sobrellevar una etapa adversa acabará
reforzando las aristas regresivas del modelo. Mientras se estanca el mercado
interno para el consumo popular crecerán los restaurantes de lujo y las
importaciones de bienes suntuarios.

En el escenario que se abre, la lucha salarial por parte de los trabajadores
es clave para la defensa de los intereses del conjunto de las grandes
mayorías. Sin embargo, ésta por sí sola no será suficiente para resistir al
embate del precario capitalismo uruguayo que a pesar de tener previsto
crecer en promedio un valor cercano a su media histórica, no puede tolerar
el incremento de los niveles de vida de su pueblo.

* Economista.

Notas   <http://www.cuestaduarte.org.uy/>

1) <http://www.cuestaduarte.org.uy/>  www.cuestaduarte.org.uy

2) Presentación del Ministerio de Economía y Finanzas en Acde (26-VI-2015).
Disponible en www.mef.gob.uy <http://www.mef.gob.uy/>

3) Instituto Nacional de Estadística.

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