América Latina/ "transformar la lucha por la tierra en disputa por el territorio" [Peter Roset - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Dic 7 16:02:07 UYT 2016


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Correspondencia de Prensa

7 de diciembre 2016

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América Latina

Entrevista a Peter Rosset

“Transformar la lucha por la tierra en disputa por el territorio”

Franck Gaudichaud

Transcripción de Rocío Gajardo Fica

Rebelión, 7-12-2016

http://www.rebelion.org/

Peter Rosset es investigador de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR -
www.ecosur.mx <http://www.ecosur.mx/> ) en Chiapas ( México) y también
militante y miembro del equipo técnico de La Vía Campesina Internacional
(https://viacampesina.org/es), donde acompaña los procesos de agroecología
al nivel internacional. Pudimos conocerlo y compartir con él hace algunos
meses atrás durante el  4to Seminario Internacional de Estudios Críticos de
Desarrollo “Repensando el desarrollo en América Latina: Hacia un nuevo
paradigma para el siglo 21” organizado por investigadores de la Universidad
de Zacatecas (1). Nos pareció interesante volver con esta entrevista sobre
algunos temas presentados por Peter en este seminario, en particular la
dinámica de las luchas campesinas a la luz de una actualidad sociopolítica
latino-americana tensa, movediza pero aun así llena de experiencias
alternativas en construcción.

-FG: Peter, ¿cuál es el estado del movimiento sindical campesino, a nivel
regional y latinoamericano?

PR  : En América Latina, estamos en una situación bien difícil, que se
remonta hace más de una década, con un oleada de inversión de capital,
proveniente del capital financiero-especulativo, que está capitalizando
mucho las actividades extractivistas como la minería, el agronegocio, las
plantaciones forestales, las mega represas, todas actividades que terminan
en el desplazamiento de las comunidades rurales, tanto campesinas como
indígenas y afrodescendientes. Entonces es un enfrentamiento territorial muy
fuerte, muy grave en todos los países. Y debido al desplome de burbujas
especulativas en algunos países, como la burbuja inmobiliaria en EEUU, el
capital financiero siempre está en búsqueda de nuevos lugares donde
especular e invertir. Es así que, volvió a descubrir las riquezas del campo,
y está generando un tremendo acaparamiento de tierras, e además incide mucho
en los procesos políticos de los países. La novedad de los últimos años, es
una alianza entre el capital financiero especulativo internacional, el
capital extractivista multinacional como también nacional, y con grandes
sectores dentro de los estados nacionales. Esto independientemente de si los
gobiernos son aparentemente de “izquierda” o de “derecha”, y con un aspecto
que lo hace aún más difícil de combatir, que es el papel conservador de los
medios de comunicación masivos, con por ejemplo canales como Televisa en
México o Rede Globo en Brasil. Estos medios corporativos llegan todo el día,
desde la mañana hasta la noche, adentro de la casa de la gente, afectando su
manera de percibir el mundo, de forma muy nociva. Esta alianza está atacando
a la democracia formal, con golpes de estado en América Latina, desde golpes
violentos hasta los llamados golpes “blandos”, “parlamentarios”,
“judiciarios”, etc., pasando por los golpes electorales que se logran con
campañas mediáticas masivas. Tenemos Haití, Honduras, Paraguay, Argentina,
Brasil, Bolivia (donde Evo fue derrotado en último el referendo), Venezuela
(donde el gobierno perdió el control del parlamento), y Ecuador (donde
Correa decide no volver a presentarse). Ahora no es que estos gobiernos
hayan sido realmente buenos con los temas del campo y de la tierra, sin
embargo la nueva derecha ascendiente, aliada al agronegocio, a la minería,
al capital financiero, es una derecha violenta, que viene con una
perspectiva de “caza de brujas” hacia los movimientos sociales, una súper
criminalización de la luchas populares…Entonces podemos decir que se ha
complicado muchísimo la situación.

- FG: ¿Cuáles son los grandes ejes de discusión y las respuestas concretas
del sindicalismo campesino en este nuevo contexto?

PR  : Hay una evolución en el pensamiento de las organizaciones campesinas e
indígenas, organizaciones sindicales de jornaleros, de los pueblos sin
tierra, etc. Que es que el capital tiene un enfoque territorial en donde
busca (re)configurar los territorios para la minería, para el monocultivo, y
que nosotros, desde los movimientos, tenemos que repensar nuestra lucha. Es
un reto que se ha propuesto La Vía Campesina, transformar la lucha por la
tierra en la lucha por el territorio, por lo tanto disputando los
territorios al agronegocio y a la minería, y también defendiendo los
territorios que aun estan en nuestras manos. Una lucha por el territorio
significa alianzas entre los sectores populares que habitan en esos lugares,
entre indígenas y campesinos, afrodescendientes, pescadores artesanales,
pastores nómadas, pueblos habitantes de los bosques, con una visión de
conservar el territorio para la gente, y este es un desafío muy importante.
¿Y cómo vamos a hacer que nuestros territorios campesinos sean distintos de
los territorios del agronegocio y de la minería? Esto significa un énfasis
mucho más fuerte en la agroecología, en la recuperación de los saberes
ancestrales y populares, en la construcción de la soberanía alimentaria a
nivel local. Otra cosa, que es vieja para los movimientos indígenas pero
nueva para los movimientos campesinos, es la idea de que debemos construir
autonomías, por lo menos autonomías relativas, en estos territorios.

-FG: Hablas de una “reconfiguración” de las resistencias, es decir del paso
desde la lucha de la tierra al territorio: ¿podrías darnos algunos ejemplos?


PR : Tenemos uno de los mejores ejemplos acá en México, que aunque no es de
La Vía Campesina, es un movimiento muy querido, que es el movimiento
zapatista en Chiapas. Creo que es uno de los mejores ejemplos de un proceso
territorial de autonomía en el mundo entero. Tienen todos los ejes de la
autonomía, desde el autogobierno hasta la administración de justicia, la
salud, la producción (local, con métodos agroecológicos), el transporte, una
tremenda formación de cuadros entre la juventud, las mujeres, todo esto de
forma autónoma. Es realmente un ejemplo para toda América Latina, aunque sea
a veces difícil de percibir porque hay una conspiración en los medios de
comunicación, un veto total, un boicot de la información en relación a la
construcción de la autonomía zapatista.

-FG: Otro movimiento emblemático de estas luchas que es el MST de Brasil
(Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra): ¿cómo ves la coyuntura
actual para el MST?

PR: El MST está en una posición muy difícil, porque por un lado los
gobiernos del PT (Partido dos Trabalhadores), en gran parte, no han cumplido
con sus promesas, han hecho menos reforma agraria inclusive que el de
Fernando Enrique Cardoso… Sin embargo, lo que viene después del golpe y la
destitución ilegítima de Dilma Roussef es muchas veces peor que los
gobiernos del PT. Así, un candidato de la derecha ha dicho que hay que dar
un fusil a cada ciudadano para que mate a un campesino sin tierra: esta
virulencia es terrible... Sin embargo, la postura del MST y ahora de la
Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo ( CLOC/Vía
Campesina: www.cloc-viacampesina.net), es que dada esta coyuntura, por un
lado hay que defender la democracia (y no defender a un presidente
especifico o a un partido), y por otro lado, los movimientos sociales
debemos repensar la relación entre movimiento social, partido político,
política electoral y Estado. Obviamente, según las diferencias y contexto de
cada país. En ese momento a nivel continental, estamos sufriendo retrocesos
duros, y tenemos que repensar la coyuntura a partir de ahí. Finalmente, los
gobiernos progresistas resultaron no ser tan “progresistas”, y, al mismo
tiempo, la derecha da mucho miedo, y entonces ¿Cuál es la respuesta
correcta? De una ilusión de tomar el poder con el Estado, yo creo que
estamos ahora en una creciente desilusión, y eso alimenta un nuevo énfasis
en intentar construir desde abajo en los territorios y con las autonomías.

-FG ¿En Vía Campesina son ejes de trabajo esa problemática centrada en
territorios y autonomías desde abajo?

PR : Yo creo que el documento más importante para ilustrar todo eso, es la
“Declaración de Marabá” (2), que salió de la Conferencia Internacional por
la Reforma Agraria que organizó La Vía Campesina en abril 2016, en Marabá,
Brasil. Casi todo lo que he dicho hasta ahora está en esa declaración. 

-FG: Desde el movimiento campesino y sindical del campo, ¿se piensan
posibles alianzas con sindicatos de trabajadores urbanos?

PR: Absolutamente, está muy presente en la agenda de La Vía Campesina. Y
puedo dar un ejemplo concreto, que es en el estado de Rio Grande do Sul,
donde todas las organizaciones de Vía Campesina, que son muchas en Brasil,
lograron una relación con sindicatos urbanos, en las fábricas, donde existen
comedores obreros en manos de los sindicatos obreros, y se conquistó una
política pública que se llama el Plano Camponês, o “plan campesino,” donde
hay recursos públicos para habilitar una relación de comercio directo entre
las cooperativas campesinas y los comedores sindicales obreros, y también la
venta de alimentos sanos para las familias de los obreros. Esto incluye
créditos para la producción ecológica de las familias campesinas, para el
transporte de los alimentos, toda una relación respaldada por el gobierno
del estado. De hecho, habían logrado que el Ministerio de Desarrollo
Agropecuario (MDA), a través de mucha presión social, aceptara la
posibilidad de hacer nacional una política pública similar, una política que
habilita recursos para las relaciones campesino-obreras, pero en el primer
día del golpe con el presidente interino de Brasil, Temer, desapareció todo
el MDA: hizo un decreto de extinción del ministerio, así que no sabemos en
que quedará todo eso ahora.

-FG: En relación al tema de la unidad y la solidaridad: ¿de qué forma se
piensan las convergencias pero también las maneras de solucionar las
tensiones o diferentes agendas existentes entre trabajadores del campo,
jornaleros y comunidades indígenas?

PR: Creo que La Vía Campesina y la CLOC, constituyen un gran espacio de
encuentro entre saberes y culturas, y yo diría que en la CLOC/Vía campesina
tenemos por lo menos 3 o 4 grandes culturas políticas, ideológicas,
identitarias: la cultura indígena, la cultura campesina mestiza, y la
cultura obrera, del trabajador rural jornalero, y podríamos añadir también
la cultura afrodescendiente. Esas culturas se encuentran en este espacio,
con ideas diferentes, y se genera un debate muy rico. Del encuentro de
diferentes perspectivas surgen ideas emergentes muy importantes: por
ejemplo, la reivindicación de la soberanía alimentaria surge de estos
encuentros de culturas, experiencias e historias de lucha.

Notas

1) La Jornada de Zacatecas  publicó dos notas de presentación de este
seminario:
http://ljz.mx/2016/05/27/vision-del-desarrollo-zacatecas-esta-centrada-la-ac
umulacion-despojo

2)
http://viacampesina.org/es/index.php/acciones-y-eventos-mainmenu-26/17-de-ab
ril-dde-la-lucha-campesina-mainmenu-33/2625-conferencia-internacional-de-la-
reforma-agraria-declaracion-de-maraba

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